Las últimas encuestas colocan al frenteamplista Gabriel Boric como el preferido en la segunda vuelta presidencial del próximo 19 de diciembre. Según Cadem, una de las principales consultoras de Chile, Boric lideraría las preferencias del electorado con un 40%, cinco puntos arriba de Kast. Si los sondeos logran acertar, sería la primera vez en treinta años que el vencedor de una primera vuelta presidencial perdiera durante la segunda. Por su parte, un 25% de los encuestados no sabe qué votar o no votará, bien abajo del 40% que no fue a votar en primera vuelta. La caída de la abstención sería la novedad del balotaje.
Al día siguiente de la primera vuelta, Apruebo Dignidad, la coalición de Boric, llamó a sus adherentes y electores a constituir sus propios comandos de campaña. En diversas ciudades se formaron comandos ‘autoconvocados’ que han realizado un gran despliegue territorial y por redes sociales. Asímismo, personalidades ‘independientes’ pero conocidas del mundo académico, las artes y el espectáculo hacen sus propias campañas con el eslogan ‘Boric presidente’.
Boric se reunió la semana pasada con el Comité Ejecutivo de la Confederación de la Producción y el Comercio (CPC). Al salir de la reunión advirtió que aunque él no es el candidato de la burguesía, transmitió a los empresarios que no hará nada que genere inestabilidad económica y social.
Kast por su parte ha tenido tropezones. Incorporó como vocera de campaña a Paula Daza, ex subsecretaria de salud de Piñera, sin abandonar su puesto político en el Ministerio de Salud. Esto fue interpretado rápidamente en los medios como una certeza de que admite que la derecha será derrotada. Lo que Kast esperaba que fuese un guiño político favorable de parte del oficialismo, se transformó en señal de derrotismo.
Otro tropezón fue el viaje que realizó a EEUU. donde esperaba reunirse con Parisi, quien ocupó el tercer lugar en primera vuelta, lo que no consiguió. Sí se reunió con el senador estadounidense Marcos Rubio del Partido Republicano y diversos empresarios, seguidores de Trump.
Crisis con la DC y Sichel
Los aciertos y errores de uno u otro candidato siguen incendiando el conventilleo en la Democracia Cristiana (DC) y en la coalición oficial Chile Podemos+.
Luego de que la Junta Nacional de la DC ‘definiera’ su voto por Boric, algunos dirigentes colocaron condiciones particulares para brindarle su apoyo: no avanzar con el proyecto de matrimonio igualitario y no despenalizar el aborto. Por su parte, los dirigentes DC Puyol y Saldívar, definieron su voto personal por Kast. “Mucho militante de base de la DC se sienten plenamente identificados con Kast”, dijo en una entrevista Zaldívar, donde también afirmó que un partido de ‘centro’ como el suyo jamás votaría por un candidato como Boric que se postula junto al Partido Comunista.
Las posiciones divergentes en la DC son lógicas para cualquier trabajador chileno con memoria. La DC fue uno de los grandes colaboradores del golpe de Estado de 1973. Mientras algunos militantes demócratacristianos eran secuestrados por la dictadura, sus dirigencias y burocracias sindicales discutían con Pinochet el desmantelamiento de las organizaciones obreras.
Kast también ha recibido rechazos entre la derecha, y por sobre todo, apoyos condicionados. El ex presidenciable oficialista Sebastian Sichel le presentó a Kast un documento con nueve puntos para incorporar a su programa de cara a la segunda vuelta, entre ellos: mantener el Ministerio de la Mujer; respetar el aborto legal en tres causales ya existente en Chile (por violación; inviabilidad del feto; y riesgo de muerte de la madre); y compromiso de respeto a las diversidades sexuales y sus derechos civiles. Es decir, todo lo que la DC le exige a Boric que elimine de su programa, el oficialismo le exige a Kast que incorpore.
Un congreso vaciado
Tres proyectos de ley importantes se han tratado la semana pasada en el Congreso, y varios parlamentarios, incluyendo a Gabriel Boric, se han ausentado de sus puestos. La crisis política que ha provocado la carrera presidencial se ha expresado en el parlamento durante la votación por despenalización del aborto en todas las causales; el matrimonio igualitario; y el cuarto retiro de los fondos de AFP.
Boric se ausentó de la votación por la despenalización del aborto junto al diputado frenteamplista Giorgio Jackson, dirigente de Revolución Democrática (RD), ¡el partido que presentó el proyecto!. Mientras se votaba el proyecto, Boric y Jackson se encontraban en una actividad de campaña electoral. La diputada feminista de RD, Maite Orsini, justificó las ausencias porque ‘con la campaña electoral hay mucho en juego’. Con esta ‘justificación’ Boric se salvó de quedar comprometido con la cuestión del aborto y profunizar la crisis con la Democracia Cristiana. Tampoco tuvo mucha suerte el proyecto de ley de matrimonio igualitario, que lleva cuatro años en el parlamento, pues tanto el oficialismo como la oposición al interior de la Comisión de Constitución, Legislación y Justicia del Senado decidió postergar su votación. El oficialismo y la oposición teme que sus posiciones frente al proyecto generen una crisis electoral con las comunidades LGTBI+ y el cristianismo, respectivamente.
La votación que también tuvo ausentismo, esta vez por parte del oficialismo, fue la del cuarto retiro de los fondos de las AFP; a la que en cambio sí se presentaron Boric y Jackson. La ley no tuvo quórum suficiente para aprobarse, y varios parlamentario oficialistas que en los retiros anteriores votaron a favor esta vez lo hicieron en contra. Boric y Jackson (que no se ven tan preocupados por su propio ausentismo si se trata de aborto y derechos de las mujeres), criticaron fuertemente el ausentismo y el ‘boicot’ de la derecha contra el cuarto retiro y ‘el bolsillo de las familias chilenas’.
Pero lo que realmente sorprendió de esa jornada en el parlamento, es que luego de ser rechazado el proyecto del cuarto retiro, ¡un diputado de Piñera informó a la prensa que ingresará al Congreso un quinto proyecto!. Todos las fuerzas políticas chilenas tienen a sus peores villanos dentro de sus propias filas.
La campaña de los medios
Los medios de comunicación han hecho su propia campaña política de cara a las elecciones y a la situación social del país. Durante la primera vuelta los medios de la burguesía llenaron sus portadas y programas de televisión hablando del liderazgo de Kast en las encuestas. Ahora, cuando pareciera que la situación se dará vuelta en el balotaje, los resultados de los sondeos han tomado una importancia secundaria.
Dos grandes campañas han tenido lugar en los medios para ayudar a Kast. La primera es la campaña contra ‘el comunismo’, que presenta a la alianza del Frente Amplio y el PC como una prueba del ‘extremismo zurdo’ de Boric, y de que su eventual triunfo en el balotaje puede hacer de Chile una país desabastecido e inestable como Venezuela. Es lo que hacen las familias burguesas chilenas dueñas de medios televisivos y escritos como los Luksic y los Edward.
Naturalmente que ni Boric ni el PC son extremistas de izquierda. Y el respaldo y estabilidad políticos e institucional que recibe y puede llegar a recibir Boric para gobernar tienen como condición girar a la derecha y marginar gradualmente al PC (como lo ha hecho con el ex presidenciable del PC Daniel Jadue). Boric lo tiene perfectamente claro y a esas condiciones viene respondiendo.
Otra campaña de los medios es la de la inseguridad, con noticias de robos, homicidios y narcotráfico. Esta campaña desagradablemente se corresponde con la realidad; según la encuesta de la Fundación Paz Ciudadana, las víctimas de delitos o de intento de delito en Chile aumentaron de un 27,4% a un 31,6% en el último año. Pero el objetivo de los medios es darle sustento a los puntos fuertes del aún incompleto programa de Kast: más policía y más años de cárcel para los delincuentes. Pero Boric no se quedó durmiendo en laureles, y ya anunció también que no apoya el indulto para todos los presos políticos de la rebelión.
Con lo que no contaban los medios, es con la campaña propia que tiene la población chilena contra la inflación, la colusión de los precios y la corrupción. Durante las últimas semanas se conoció que las tres principales empresas abastecedoras de gas en Chile se habían coludido para aumentar sus precios. Frente a esto, la población respondió rápidamente con escraches en redes sociales y otras manifestaciones en algunas ciudades del país. Los medios salieron a destacar rápidamente que se abrió una investigación judicial contra las empresas y en Santiago bajaron los precios del combustible. No querían revivir los ánimos que se caldearon en el 2019 cuando las empresas detrás del transporte público subieron el valor de los boletos y desencadenaron una rebelión.
No todo está dicho en Chile, ni que el fascismo vaya a ganar ni que con una victoria de Boric la población vaya a renunciar a las calles. Las aspiraciones de la rebelión mantienen toda su vigencia.
Javiera Sarraz
07/12/2021
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