Ante el rebrote en pandemia

El aumento de casos de Covid 19 comienza a alarmar a los países de Europa. La OMS teme unos 500.000 muertos adicionales hasta la primavera y advierte que las tasas más elevadas se dan en niños de 5 a 14 años, siendo el grupo más afectado por la pandemia. El debate gira en torno a la vuelta a clases, donde el Organismo Mundial de Salud argumenta que “la vacunación obligatoria debe ser el último recurso”. Por su lado, la OPS llamó a la población a vacunarse y redoblar las precauciones para evitar nuevas infecciones.

 Si bien la Delta sigue siendo la variante más preocupante, la Omicrón triplica el nivel de contagio. En nuestro país, se registró esta semana un rebrote en Córdoba, donde los nuevos infectados tienen el esquema completo de vacunación. 

 Al momento actual en Argentina no se han modificado las condiciones hospitalarias. El sistema de salud se encuentra colapsado. Si bien las unidades de terapia intensiva se encuentran en un 35 % de ocupación, según el informe realizado por el Ministerio de Salud en Noviembre, el resto de los servicios tienen una demora de al menos dos meses en la atención de sus usuarios. Las demandas en salud mental aumentaron el doble en el contexto de la pandemia, siendo la población más afectada los adolescentes con problemas de ansiedad, adicciones e ideas suicidas según un informe publicado por el Hospital de Clínicas. 

 El presupuesto destinado a salud de cara a las elecciones por parte del gobierno se ha elevado a $24.312 millones sin embargo, la ejecución de dicho presupuesto por el Ministerio de Salud se encuentra por debajo del 47,6% del total. Esta subejecución presupuestaria conforma parte de un ajuste en salud, que va de la mano la culminación de los contratos Covid en Diciembre de enfermeros, médicos clínicos y psicólogos. Un vaciamiento del sistema público de salud. 

 En este panorama, el gobierno se encuentra abriendo los negocios para el turismo en medio de un nuevo brote con una variante que triplica el contagio y sin la información suficiente sobre si la inmunidad de las vacunas es efectiva ante la misma. La OMS dictaminó en un reciente comunicado que el periodo de inmunidad dura solo 5 meses. 

 La manera más afectiva de prevenir una ola de contagios es aislando preventivamente a la población. Para esto el Estado debería subsidiar a los trabajadores con un salario, invertir en la compra y realización de test serotoninérgicos para la detección temprana de infectados. Aumentar el personal de salud y salario al mínimo de la canasta familiar, con una jornada de ocho horas en servicio. Es decir, poner la salud de la población por encima del lucro económico. La pandemia lleva a tomar medidas socialistas para combatirla, algo que escapa a la mente de un capitalista. 

 Florencia Suárez 

 11/12/2021