El “monaguillo” Jorge Bordón confesó en plena audiencia preliminar al juicio provincial, que fue autor junto a los curas Nicola Corradi y Horacio Corbacho, de al menos 11 abusos sexuales contra cinco menores alojados en el Instituto Próvolo de Mendoza, lo que le permitió acceder a un juicio abreviado. Recibió una condena a 10 años de cárcel.
Bordón era empleado administrativo del Instituto y estaba a cargo del cuidado de los estudiantes, pero era llamado y reconocido como “monaguillo” por los niños que vivían en el establecimiento del horror. En su confesión detalló el aberrante modus operandi que llevaron adelante junto a los demás acusados, confirmando las declaraciones de las víctimas, hasta ahoras puestas en tela de juicio por las defensas. La confesión de Bordón incrimina aún más a Corradi y Corbacho.
La condena a Bordón fue vivida por la mayoría de los familiares y sobrevivientes como un paso adelante en un caso que conmovió a la sociedad por el grado de impunidad con que actuaron los pedófilos gracias a sus lazos con el Estado.
Los familiares y sobrevivientes del Próvolo de Mendoza han mostrado una fortaleza enorme, saliendo de un proceso de violencia extrema en el tiempo, enfrentándose al oscurantismo clerical, al aparato estatal, preservando muchos de ellos su fe, pero delimitándose de la nefasta institución de la Iglesia, como expresara Paola Gonzalez durante la jornada nacional que realizó el Plenario de Trabajadoras el pasado 18 de septiembre frente a la Iglesia Apóstol Santiago y San Nicolás, donde decenas de personas se acercaban a la mesita para apostatar (renunciar a la religión). Allí denunciamos también la compra del inmueble del Instituto Próvolo por parte de la Municipalidad de Luján, a cargo del intendente De Marchi para trasladar las dependencias estatales, a un costo de superior a $150 millones, lo que constituye un rescate económico de esta logia que alberga perversos y podría comprometer la marcha de la investigación judicial. Por eso la confesión del condenado refuerza el pedido generalizado de anulación de la compra del Próvolo, para que no se obstaculice la investigación a fondo.
La lucha por justicia en el caso Próvolo y contra esta violencia institucional extrema fortalece en Mendoza y en todo el país la campaña por la separación de la Iglesia del Estado, pacto del cual son responsables todos los gobiernos que históricamente fueron delegando en la curia tanto la asistencia social como la educación.
Soledad Sosa
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