domingo, 5 de agosto de 2012

La cancelación del “bono del corralito”




El Estado Nacional va a afrontar esta semana la última cuota del Boden 2012, el “bono del corralito”, y afirma que así se logrará la “independencia económica” del país. Sin embargo, surgen algunos interrogantes: ¿fueron los ahorristas efectivamente los beneficiados con la emisión de este bono? ¿y lo serán con su cancelación?¿son los trabajadores y el pueblo quienes deben afrontar los costos del pago?

Por ANRed - A (redaccion@anred.org)

El viernes 3 de agosto el gobierno Nacional usará U$S 2.281 millones de las reservas que posee el Banco Central para pagar la última cuota del Boden 2012. Se prevé que un día antes, la presidenta Cristina Fernández aproveche su conferencia anual en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires para anunciar con bombos y platillos este hecho. Según el gobierno, no es la cancelación de una obligación más; “Estamos terminando con el corralito” dijo días atrás el ministro de Economía, Hernán Lorenzino.
El Boden 12 fue emitido por el Estado Nacional tras el default y la devaluación de 2002. Desde el primer pago, realizado en 2005, se llevan cancelados U$S 19.600 millones de esta deuda –U$S 17.100 millones en capital y U$S 2.500 en intereses. Desde la Casa Rosada piensan festejar el pago de esta última cuota por partida doble. Por un lado, argumentan que este gobierno es el que dejará atrás un emblema de la crisis económica y social del 2001, ya que vino a ofrecer una respuesta a los ahorristas que vieron retenidos sus depósitos en los bancos comerciales. En una entrevista publicada recientemente en el matutino Tiempo Argentino, Lorenzino aclaró que “esta es la deuda con los que estaban bancarizados y habían quedado atrapados con el inefable corralito”. Por otro lado, mantienen que la cancelación es una decisión que se encuadra en la política oficial de desendeudamiento que busca alcanzar la independencia económica para poder usar los recursos del Estado libremente -en el sitio web del Ministerio de Economía se puede leer: “Sin deuda, somos más libres”. Sin embargo, hay varias cuestiones por analizar que no son tomadas en cuenta, al menos públicamente, por el oficialismo.

La última cuota del Boden 2012 representa el 1,2% de la Deuda Pública

¿Qué tan cerca quedará el país de lograr esta libertad económica? Según los últimos números oficiales, que datan de diciembre del año pasado, la Deuda Pública Nacional total es de U$S 178.963 millones, lo que equivale al 41,8% del PBI. Del Boden 12 queda por pagar U$S 2.281 millones, es decir, sólo representa el 1,2% de la deuda total. De hecho, esta cancelación no es la más importante del año: resta cancelar U$S 3.435 millones de los cupones ligados al PBI, emitidos en el 2005. En el horizonte de corto plazo, la independencia financiera no pareciera verse más cerca.
En el hall central del edificio de Economía, los empleados y las visitas pueden seguir la cuenta regresiva para la cancelación del Boden 12; que se informa en dos pantallas gigantes. El reloj está acompañado por frases que hacen alusión al significado político que conlleva la cancelación del bono emblema del corralito (2001) y del corralón (2002). Sin embargo, el pago muy lejos se encuentra de afectar mayoritariamente a aquellos ahorristas que hacían sonar enfurecidamente sus cacerolas en las puertas de los bancos. Estimaciones oficiales indican que tres cuartas partes del Boden 12 quedaron en manos privadas, la mayoría en bancos y fondos del exterior. Según una nota publicada en Clarín (29/7), el 85% se repartiría entre Franklin Resources, Capital Internationl Fund, MFS, Black Rock, Capital World Investment y el fondo Fidelity Investment (uno de los que más busca deuda emergente).
La primera impresión –o respuesta del oficialismo- para explicar los motivos por los que el bono del corralito casi no tiene ahorristas como acreedores, es que estos no podían esperar 10 años para volver a contar con sus ahorros; y como consecuencia tuvieron que liquidar por anticipado su parte de los Boden 12. Sin embargo, esta explicación es incompleta por varios motivos.
Con los primeros vencimientos de este bono, entre el 2005 y 2006, fueron colocados a Venezuela más de U$S 2.000 millones de dólares. Formalmente, la compra de Boden 12 por parte de Venezuela fue a través de los bancos oficiales quienes luego las vendieron a entidades privadas.
En segundo lugar, una nota publicada en el portal www.plazademayo.com indica que, hacia fines del 2003 -ya en el primer año de la gestión kirchnerista-, todavía no habían sido colocados U$S 4.435 millones del bono emitido el año anterior. Además, se aclara que posteriormente se emitieron más bonos. En la misma línea, el ex presidente del Banco Central entre 2002 y 2004, Alfonso Prat Gay, declaró que “casi la mitad de los Boden 12 (U$S 7.000 millones) los emitió Néstor Kirchner”.

La emisión del bono en el 2002 subvencionó a bancos y ahorristas

Todavía hay un poco más de la historia del Boden 12 que se está ocultando: sólo el 38% del de la emisión inicial fue a parar a manos de ahorristas. El Boletín Fiscal del Ministerio de Economía con fecha 30 de junio de 2003 (apenas asumido el ex presidente Néstor Kirchner) informa que de los U$S 10.692 millones emitidos en 2002, U$S 4.251 millones eran para los ahorristas y U$S 6.441 millones fueron a entidades financieras. Es decir, las entidades, que fueron unos los principales culpables del corralito (no sólo reteniendo el dinero a la gente, sino también girando fondos propios al exterior) fueron los principales beneficiados.
Tomando en cuenta todo lo anterior, es válido plantear la legitimidad de esta deuda: ¿son los trabajadores y el pueblo quienes debe cargar con el costo? Una vez más, al igual que como sucede durante las últimas semanas en Europa-, las clases populares quedan postergadas en pos del salvataje de los bancos comerciales. Como bien sostuvo la misma presidenta Cristina Fernández en la apertura de las sesiones legislativas de este año, “me imagino todas las cosas que podríamos haber hecho con esos U$S 19.641 millones para las personas que menos tienen, para los que nunca tuvieron la suerte de tener un depósito en dólares”.

Rentabilidad de los Bancos Comerciales durante la última década

Los bancos comerciales fueron, efectivamente, los más favorecidos por el Estado Nacional con la emisión del bono que funcionó como salvataje. Ahora bien, ¿cuál fue la suerte con la que contaron durante la década posterior?
Los bancos cosecharon una ganancia récord durante 2011 al sumar $ 14.754 millones de rentabilidad: un 25,5% más que en 2010. El Informe sobre Bancos publicado por el BCRA en diciembre de 2011 afirmó que “el sistema financiero mantiene sus niveles de solidez y cierra el séptimo año consecutivo con ganancias contables”. A pesar de la incertidumbre por la crisis internacional y de la aprobación de la Reforma Orgánica del BCRA que –en teoría- pone ciertos límites al sistema bancario, durante el primer trimestre de 2012 las entidades financieras siguen acumulando cuantiosas ganancias. En definitiva, la desaceleración de la economía local que ya se empieza a sentir en algunos indicadores como el desempleo, el consumo y la construcción (Ver "Argentina: el final de las ilusiones económicas" de Rolando Astarita), no promete afectar significativamente las ganancias de los bancos que seguirán siendo uno de los más grandes ganadores del modelo.

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