jueves, 7 de julio de 2011

Elecciones porteñas, entre votos y vetos


Con una campaña electoral bastante deslucida en general entre los principales animadores de la contienda del próximo domingo, las y los porteños todavía no comenzaron a demostrar particular interés en el resultado de la elección. Ello revela, sin dudas, que buena parte del electorado porteño decidirá en el mismo momento de entrar al cuarto oscuro.
La gestión del actual Jefe de Gobierno afectó notablemente a los sectores más postergados de la sociedad porteña, a través de las sucesivas disminuciones del gasto público en materia de salud y educación como también mediante la subejecución presupuestaria durante cada uno de los ejercicios desde el 2007.
Un indicio de su obra contra los intereses populares lo dió el día de su asunción. Asumió un 9 de diciembre, un día antes del Día Universal de los Derechos Humanos, bajo la excusa de la enorme repercusión de la toma del mando de la actual Presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner. Ésta iba a ser la primera de las tantas excusas que iba a interponer luego de incumplir con todas y cada una de las promesas efectuadas durante su campaña electoral.
No fue casualidad. Admirador del extinto Intendente de facto, Brigadier Orlando Cacciatore, impulsó las obras públicas con fines efectistas para que Buenos Aires volviera a ser casi la misma que hace 40 años atrás. Desde los bulevares en la Avda. Honorio Pueyrredón a la doble mano en las Avdas. Santa Fé y Pueyrredón, solamente le faltó hacer lo mismo con la Avda. Corrientes y con la Avda. Díaz Vélez.
Pero poco tardó en mostrar la hilacha neoliberal, como en el menemato, continuador democrático de la dictadura de 1976. Sucesivos vetos iban a impedir la primacía de los intereses populares. Junto a la ex - UCEP, cuyo accionar incluyó la violencia en aras de defender el "espacio público", fueron las herramientas con las cuales suplantó a la topadora de Bussi en Tucumán.
Luego de declinar la candidatura presidencial, vuelve al ruedo para intentar una reelección con el apoyo de Eduardo Duhalde, gracias a Cristian Ritondo y Diego Santilli, sus operadores en los barrios de Lugano y Villa Soldati. Resulta evidente que calcula los votos favorables del norte privilegiado, en los barrios de Recoleta, Barrio Norte, Núñez y Belgrano, sumados a la zona sur de la Ciudad que es controlada por los dirigentes duhaldistas.
Todas y todos parecen olvidar el nombramiento entre gallos y medianoche de su amigo y "asesor" Nicolás Caputo, líder del boom inmobiliario que incentivó el gobierno macrista. Lo mismo sucede con el nombramiento del escritor Abel Posse como Ministro de Educación, cómplice de la dictadura en la diplomacia.
A pocos meses del recambio, queda claro que la obra de gobierno fue un nuevo menemismo, buscando el deterioro de escuelas y hospitales con la finalidad de justificar una futura privatización en su nuevo mandato, si logra ser reelecto. Sea bajo la forma del arancelamiento, como lo hizo aquel militar aeronáutico o mediante la implementación de las escuelas voucher, como lo intentó el Dr. Mariano Narodowski, su ex - Ministro de Educación, quien lo había realizado en la Provincia de San Luis con la cobertura de los Rodríguez Saá.
Sin embargo, las opciones que se presentan son más de lo mismo, aunque con caracteres diferentes. Daniel Filmus y Fernando Solanas son los candidatos instalados mediáticamente. El primero, candidato por el cristinismo, con su Frente para la Victoria y el segundo, candidato por su Proyecto Sur, luego de bajarse de la elección presidencial.
Entre ambos, existen diferencias sustanciales pero, en el fondo, resultan lo mismo. El sociólogo cristinista fue el Secretario de Educación del Intendente Grosso y del destituído Aníbal Ibarra, como también uno de los que asesoró para la redacción de la nefasta Ley Federal de Educación y posteriormente, para la actual Ley Nacional de Educación y la Ley de la Educación Técnica. El cineasta solamente cuenta con su experiencia como Diputado Nacional, donde apoyó los intereses sojeros en ocasión del debate legislativo sobre la Resolución 125. Sin embargo, coinciden en una mirada neoliberal que, como sabemos, siempre desemboca en represión.
Desde el fallecimiento del ex - Presidente Kirchner, la gestión presidencial ha ido virando cada vez más hacia la derecha, con respecto a la protesta social. Si bien desde el 2003 no hubo una represión explícita, continuó el gatillo fácil como herramienta de disciplinamiento social junto a la criminalización de la protesta. El mismo Aníbal Fernández afirmó ante José "Pepino" Fernández que su arma iba a ser el Código Penal. Más de 5.000 luchadores populares están hoy procesados por esta estrategia kirchnerista, que luego fue imitada por el macrismo ante las numerosas protestas que ocupaban las calles de la Ciudad.
En el debate "Los intelectuales, el kirchnerismo y la izquierda" organizado por el Instituto del Pensamiento Socialista "Karl Marx", se afirmó que a la izquierda del kirchnerismo solamente hay una pared. Craso error. Hay izquierda, a pesar que no les guste y que está mucho más allá del oficialismo...
Sin dudas, nuevamente se quiere volver a instalar el dilema del mal menor desde el cristinismo para la captación de votos para su candidato capitalino. La gran contradicción surge de las mismas declaraciones que éste efectuara luego de la brutal represión contra los docentes de Santa Cruz que acampaban frente al Ministerio de Trabajo de la Nación: "También tienen los habitantes su derecho de trasladarse de un lugar a otro". Olvidó que los reclamos de las y los docentes también deberían haber sido atendidos por Carlos Tomada, Ministro de Trabajo y su compañero de fórmula. Lo mismo, con otras palabras, afirmó el director del film "Argentina Latente"
Entre votos y vetos, la ciudadanía porteña se dispone a votar en nuevas elecciones, donde la burguesía apuesta a la victoria del macrismo o, en el peor de los casos, del Frente para la Victoria en un eventual ballotage.
Sin embargo, unos cuantos preferimos ser consecuentes y hacer caso a nuestras convicciones. A pesar de una izquierda que intenta recuperarse, gracias a una alianza forzada por la reforma política del Gobierno Nacional, creemos necesario que debemos apoyar a una fuerza que represente lo que pensamos. Sabemos que no es completa, que muchas organizaciones no han tenido su lugar para sumar pero lo que realmente importa es su coherencia ideológica.
No podemos seguir con más de lo mismo. La Ciudad necesita de escuelas, hospitales y de un respeto por los ciudadanos que, aún sumergidos en la pobreza y en la indigencia, sea el marco para una nueva etapa en la cual todas y todos podamos ser parte.
De lo contrario, seguiremos en los viejos dilemas. Ya hay bastante derecha, es hora de más izquierda aunque digan que le hacemos el juego a los mismos de siempre. O como siempre ocurre, que digan que somos el cero a la izquierda en los escrutinios electorales.

Juan Carlos Sánchez

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