Una asistencia extranjera, en estas condiciones, quedaría consumida en un instante. Quienes apuestan a la devaluación de peso en el mercado de futuros de cambio se relamen con las enormes ganancias que se encuentran a su espera, porque el Banco Central se ha comprometido a pagarles la diferencia de cotización entre el dólar de hoy y el mucho más valorizado en que se encontrará al cierre del contrato. La noticia que el norteamericano Bessent ha anunciado en las redes acerca de un canje de monedas con Argentina por 20 mil millones de dólares es una estafa moral. Pretende influir en las elecciones a favor de Milei sin entregar un dólar, sino hacerlo después de los comicios. Si los gatillara ahora desaparecerían como los dólares de las aceiteras. Es necesario primero producir un mega ajuste para que luego el yanqui “show you (eventualmente) the money”. No es claro si esto es siquiera institucionalmente posible cuando Estados Unidos carece, al momento presente, de presupuesto público.
El arreglo con Trump es de aplicación poselectoral –eventualmente. El desafío del momento de los sectores dominantes es cómo llegar al 26 de octubre. Los debates acerca de un derrumbe inmediato apuntan a desviar la especulación a los mercados de futuro, para que la sangría de dólares no vacíe al Banco Central antes de ese fatídico domingo, cuando tutti quanti esperan una clamorosa derrota del oficialismo. Las operaciones mediáticas para clasificar al ausentismo y al voto opositor no peronista como parte del bloque oficial o, al menos, como no antagónico ya han comenzado. Pero Milei y su hermana ya las han desbaratado al poner a Espert como la linea demarcatoria del voto. En el recuento de la variadas corrientes del voto, Milei se encuentra solamente en compañía de Ritondo y Santilli –este último disfrazado de Karen Reichardt.
Un swap de 20.000 millones de dólares no arregla la crisis económica. Esto depende enteramente de un reordenamiento de las fuerzas productivas y de las relaciones de producción –inseparables una de otras. Pero una motosierra al cuadrado no se impondrá en forma ‘pacífica’.
Argentina enfrentará una cuestión de poder. Con la consciencia de esto, el activismo de la clase obrera debe poner en la agenda la huelga general, que siempre es, al menos objetivamente, una cuestión de poder, y la puesta en pie de un partido obrero con un programa socialista revolucionario.
Jorge Altamira
09/10/2025
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