Finalmente, el Congreso de Estados Unidos aprobó un paquete de ayuda militar para Ucrania, luego de meses de bloqueo de los republicanos trumpistas. El propio Trump ya había allanado el terreno al virar su planteo de que cesen las donaciones a Ucrania y se le otorguen préstamos. Un “paga dios” similar a la donación.
El paquete finalmente votado se conforma de “61.000 millones de dólares en ayuda militar para Ucrania, otros 26.400 para Israel y 8.100 para Taiwán” (France 24, 24/4). En el caso de Israel, en teoría, una parte del desembolso es para “ayuda humanitaria” hacia Gaza; se trata de una pantalla para cubrir el apoyo al genocidio contra el pueblo palestino, que ha desatado campamentos estudiantiles de protesta por todo Estados Unidos. En el caso de Taiwán, el objetivo evidente del desembolso es seguir tejiendo un cerco contra China.
La ley vino con otra para autorizar la confiscación de activos rusos en Estados Unidos, otro apriete yanqui contra Europa, dado que la mayoría de los 300 mil millones de dólares de activos rusos congelados se encuentra allí y, porque, de contraponer Rusia medidas asimétricas, la mayoría de los 280 mil millones de dólares en activos confiscables en Rusia, son de Europa.
El paquete
Sin dudas, se trata de un paquete de envergadura, pero, en contraste a los dos años y monedas de guerra, donde Ucrania recibió de Estados Unidos más de $100mil millones de dólares al año (una suma equivalente, también, a la que Estados Unidos destinó para cada año de ocupación en Afganistán), el monto esta vez resulta un 40% más bajo cuando se prorratean los meses de retraso.
Jake Sullivan, vocero de Defensa de Estados Unidos, declaró que hace unas semanas, en secreto, el Pentágono transfirió una partida de misiles ATACAMS a Ucrania. El anuncio viene a linkearse con un reciente ataque ucraniano a Crimea, sobre una base área, que se cargó helicópteros y un sistema de defensa antiáerea (S-300 según los rusos, y S-400 según los ucranianos).
Estados Unidos está preparando también un paquete por valor de 6 mil millones de dólares que incluirá sistemas de defensa aérea/misiles Patriot, proyectiles de artillería, drones, vehículos aéreos no tripulados y misiles aire-aire, que se instalarán en aviones de combate (Político, 25/4).
Como se ve, y más allá de que al diseccionar el paquete de ayuda militar se aprecia que solo una parte menor del paquete llegaría a Ucrania (gran parte sería para reponer material ya enviado), lo cierto es que hay una clara dirección de la Otan en pos de estirar la guerra y salvar las papas calientes de un ejército ucraniano que está acumulando un colapso táctico tras otro.
En efecto, la burguesía de Estados Unidos ha cerrado filas con un compromiso inestable de apoyo militar a Ucrania, Israel y Taiwán. Se trata de un intento de Ucrania y la Otan para ganar tiempo en función de evitar un colapso ucraniano por lo menos hasta noviembre, cuando se realicen las elecciones norteamericanas. Biden no quiere llegar a las elecciones con un colapso ucraniano, del mismo modo que inició su mandato con un colapso en Afganistán.
Ley de movilización ucraniana
Junto al paquete de ayuda de Estados Unidos (que se suma a los 51 mil millones de euros ya votados por la Unión Europea para entregar en los próximos tres años), Ucrania finalmente votó en la Rada Suprema la nueva ley de movilización general. La medida, que coloca al conjunto de la población mayor de edad como susceptible de ser reclutada, vino acompañado con la negativa a extender las visas a los hombres en edad militar (de 18 a 60) refugiados en Europa.
Se registraron movilizaciones masivas de refugiados ucranianos en los consulados de Polonia y otros países. Asimismo, se informa que Polonia está dispuesta a ayudar a Ucrania a devolver a los hombres en edad militar. “Cualquier apoyo es posible”, dijo Kosiniak-Kamysh, ministro de Defensa sobre cómo reaccionaría Varsovia si Kiev pidiera ayuda para traer a casa a quienes puedan perder el derecho a permanecer en Polonia después de que expiren sus pasaportes. (Reuters, 24/4).
En idéntico sentido a Polonia se han pronunciado otros gobiernos de Europa. ¿Cuál sería la moral de tropas de refugiados deportados y movilizados compulsivamente? Es algo que no pareciera importar para el gobierno de Zelensky y la Otan, ya que la consigna es “hasta el último ucraniano”.
Una vez más, la realidad del frente
El frente de Advivka está claramente en un colapso táctico. Las Fuerzas Armadas de Ucrania se encuentran en una “situación desesperada”; en la región de Ocheretino los rusos han roto las defensas y están trayendo refuerzos, en esta zona tienen hasta 10.000 militares (Forbes, 26/4).
“Es evidente que los ucranianos perderán varias aldeas en la dirección Ocheretinsky”. El grupo de las Fuerzas Armadas de Ucrania Tavria no tendrá más remedio que retirarse unos kilómetros al oeste y detenerse a lo largo de la nueva línea de defensa al suroeste de Ocheretino.
Pero la retirada “predeterminada” conlleva riesgos para las Fuerzas Armadas de Ucrania, ya que “podría llevar a la rendición de decenas de kilómetros cuadrados de territorio”.
“Peor aún, la retirada, si se hace mal, brindará a los rusos la oportunidad de redoblar sus ataques locales y lograr un segundo, tercer o cuarto avance que podría, como una reacción en cadena, desencadenar un colapso ucraniano más amplio”, escribe Forbes.
Esta situación “es objeto de acalorados debates en Kiev”. Algunos creen que la culpa de esto la tiene la 115.ª Brigada, que no pudo resistir el ataque de las Fuerzas Armadas rusas. Otros dicen que el problema es que el equipo no tiene suficiente personal debido a una pausa en los suministros desde Estados Unidos.
En otra nota anterior, del 25 de abril, Forbes analiza que el problema de la 115.ª es sistémico. La primera en sufrir tal fracaso fue la 67.ª brigada, que defendió Chasiv Yar, pero abandonó algunas posiciones. En la formación comenzó la “discordia interna dentro del estado mayor”, agrega.
Para colmo de males, reportan fuentes ucranianas que zapadores rusos han estado desminando la frontera norte de Sumy y Kharkiv desde Belgorod. Asimismo, se comunica que en esa dirección está apostado un nuevo grupo de ejércitos rusos, el “Grupo N” (Norte), que tiene unas 120 mil tropas de armas combinadas.
Perspectiva belicista
Más allá de que Rusia conquistó más de 20 ciudades y poblados en su ofensiva táctica de invierno, lo cual es importante y está abriendo perspectivas operacionales para los de Putin, no hay que perder de vista que lo gravitante en una guerra de desgaste como la presente, no es la ganancia territorial sino la destrucción del enemigo, lo cual, dadas las bajas, la tasa negativa de reposición de tropas y la deserción ucraniana, está acercando la situación a un punto de inflexión.
Como se ve, el paquete de asistencia militar de Estados Unidos no le garantiza el triunfo en sus distintas aventuras militares por el mundo, pero seguramente viabilizará un mayor derramamiento de sangre de los pueblos, acentuando las tendencias a una nueva conflagración mundial, con el peligro cierto de una conflagración nuclear.
Facundo Miño
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