El acto, que reunió algo más de 10.000 personas, se realizó en la previa a las próximas elecciones que se desarrollarán en el país ibérico el próximo 9 de junio para definir a los parlamentarios europeos. La llegada de Milei y toda la derecha internacional coincide con la campaña de las elecciones europeas en España y en el continente; el encuentro fue la plataforma desde la cual Vox presentó el programa electoral con el que concurrirá a dichas elecciones. Vox viene de una caída en votos en las últimas elecciones y decidió mostrar músculo con sus aliados internacionales. Las intervenciones de los oradores apuntaron contra la orientación actual de la Unión Europea, contra la “élite” de Bruselas, la “Agenda 2030”, la “ideología de género”, la inmigración “islámica” y, sobre todo, contra el “comunismo” y el “socialismo”.
Viktor Orban se encargó de señalar que las fuerzas presentes en el acto se encuentran “ante una gran batalla común”, mencionando enemigos comunes como la “migración masiva”, la “propaganda de género” y la “destrucción de las familias tradicionales”. Realizó un llamado a “ocupar Bruselas” para garantizar la supervivencia de la civilización occidental. En la misma línea intervino la primera ministra de Italia, Giorgia Meloni, quien presumió de haber reducido la inmigración un 62 % con medidas como el confinamiento en Albania de los inmigrantes llegados a las costas italianas. Le Pen atacó al presidente francés Emmanuel Macron y a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, por la política migratoria. Kast atacó a los gobiernos progresistas y centroizquierdistas, advirtiendo que “la izquierda radical no cambia, la izquierda radical sólo se disfraza”. El representante israelí mencionó las "atrocidades" cometidas por Hamás el 7 de octubre y denunció el sistema educativo palestino por “adoctrinar” en contra de los judíos. El orador de Vox levantó también la defensa de la “soberanía” e “identidad” nacionales y fustigó contra la “casta oligárquica” de Bruselas.
Los presentes han intentado mostrar una unidad sin fisuras entre los representantes derechistas de los diversos países. En sus intervenciones evitaron referirse al tema más candente de la Europa actual y del mundo, como es la guerra en Ucrania, con la excepción del exprimer ministro polaco Mateusz Morawieck, quien intervino de manera virtual alertando que Putin representa una “amenaza existencial” para Europa. Sus palabras no encontraron eco en ninguno de los demás oradores del encuentro.
Milei brindó un discurso refritado cuyo eje es la batalla internacional contra el socialismo. En su diatriba contra “lo siniestro y nefasto del socialismo”, aseguró que “Argentina es un país infectado de socialismo hace décadas” y que “no podemos dejarnos correr un milímetro por los zurdos, aun cuando parezca que tienen razón, porque nunca la tienen”. Toda su perorata estuvo cargada de un ataque violento contra la izquierda, asegurando que “abrirle la puerta al socialismo es invitar a la muerte”.
La nota estruendosa de la intervención de Milei fue su ataque a la esposa del presidente español, que desató una escalada en el conflicto diplomático con España. El presidente argentino aprovechó un auditorio favorable para arremeter contra el gobierno español al calificar de “corrupta” a Begoña Gómez, la esposa del mandatario ibérico. El gobierno español no demoró en reaccionar. El ministro de Asuntos Exteriores leyó una declaración institucional en el Palacio de la Moncloa, en la que aseguró que Milei llevó las relaciones entre España y Argentina al momento más grave de su historia reciente, y se anunció el llamado a consultas a la embajadora española en Buenos Aires de manera indefinida. Se exigen disculpas a Milei y, de no hacerlo, el jefe de la diplomacia advirtió que “tomaremos todas las medidas oportunas en defensa de nuestra soberanía y dignidad”.
En su discurso, Milei dejó constancia de ser consciente del peso de sus palabras. Aseguró que “a la vista de las cosas que suelo decir, muchas veces recibo críticas de distintos actores del establishment. Me dicen: ‘Pero usted es un jefe de Estado, ¿cómo hace esos comentarios de sus adversarios políticos? ¿Cómo habla así de otros mandatarios internacionales?’ Yo les digo que la batalla cultural no es algo que uno toma o deja según convenga, sino que es un compromiso ineludible”. En los cinco meses que lleva en la Casa Rosada, Milei ya mantuvo conflictos diplomáticos con otros países, como Chile, Venezuela, México y Colombia. El más grave se produjo en marzo pasado con este último, cuando calificó al presidente Gustavo Petro de “asesino terrorista”.
La reacción del gobierno argentino fue contradictoria. La canciller Diana Mondino, según informó Clarín, se comunicó con la embajadora española María Jesús Alonso para “reconducir las relaciones”. El temor de la canciller es que el embajador argentino en Madrid, Roberto Bosch, reciente anfitrión en una reunión de Milei con empresarios españoles, sea expulsado de España. “Eso es lo que buscan impedir los círculos periféricos a Milei y Sánchez al percibir la gravedad de la crisis”, afirma Clarín. Pero el presidente liberticida utilizó sus redes sociales para vomitar nuevas diatribas derechistas y anunció que vuelve a su país “surfeando sobre una ola de lágrimas socialistas”, en relación a las quejas del gobierno español.
El conjunto de los diarios españoles amaneció este lunes con sus portadas ocupadas con la noticia de la crisis diplomática desatada entre España y Argentina y condenando las declaraciones de Milei. El objetivo del acto de la ultraderecha fue la realización de una demostración de fuerzas internacionales de la reacción antiobrera y antisocialista. Por encima de cualquier otra cosa, Milei fue al acto a reforzar esas perspectivas políticas estratégicas internacionales.
El Be
20/05/2024
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