A los trabajadores se les debe 50,5% (con base julio 2023) por el trimestre octubre-noviembre-diciembre y la suma posterior acordada para enero-febrero. El gobierno de Milei solo otorgó el 16% firmado por UPCN. Mientras tanto, la inflación de septiembre hasta febrero ronda el 80%. El gobierno revienta los salarios de los trabajadores de Arsat como paso previo a su privatización, que Milei negocia desde antes de imponerse en el balotaje. Se barajan posibles compradores: Carlos Slim (Claro) y Elon Musk (Starlink). Este último recibió del Enacom la autorización en febrero último para que su empresa de internet satelital comience a operar en el país. Los trabajadores respondieron con asambleas masivas en la planta, una movilización a la ahora Secretaría de Trabajo, con un banderazo masivo en la puerta de Benavidez, y un quite de colaboración.
La política de Milei es privatizar Arsat. La conducción kirchnerista de FOETRA está embarcada en una convocatoria al Congreso, para gestionar apoyos parlamentarios.
Pero la política del gobierno se quiebra sólo con una intervención enérgica y decisiva de los trabajadores; lo opuesto a lo que pretende hacer la dirección de FOETRA. Hay que redoblar las asambleas y la movilización en Arsat, pero también de todo el gremio telefónico. Para enfrentar el golpe de la privatización, preparemos la ocupación del edificio de Arsat defendida por una huelga general telefónica. Así como una derrota en Arsat, fortalecería a las patronales para nuevos ataques flexibilizadores y contra la paritaria; una victoria de los trabajadores de Arsat abrirá paso a un ascenso de todos los telefónicos.
Flavio Pereyra
11/03/2024
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