La renuncia de CFK a candidatearse ha generado un sismo en el kirchnerismo y el pejota, porque le quita capacidad de arbitraje en el FdT para armar las listas electorales. Por ahora, la vicepresidenta no tiene sustitutos – no agarraron viaje ni Massa ni Kicillof. En el debate sobre candidaturas campea el temor de “salir terceros” (sic, Infobae, 11/12), detrás de Milei. Más allá del núcleo duro cristinista, sólo se postulan gobernadores como el sanjuanino Uñac, abanderado del lobby minero, o con el agro-sojero Scharietti. Una candidatura de Sergio Massa depende del improbable “éxito de su plan económico”. Massa debería pilotear una cadena de ajustes brutales y una renovación de los gigantescos compromisos de deuda del Banco Central y el Tesoro el año que viene. Algunos operadores financieros reclaman un “pacto de la Moncloa”. Es demasiado pedir frente a un colapso general de las instituciones del Estado; el Congreso, el Consejo de la Magistratura e incluso del Ejecutivo se encuentran paralizados. Alberto Fernández acaba de vetar las compras de armamento y ascensos militares dispuestos por el cristinista Taiana. El gabinete está virtualmente disuelto. En cuanto al Consejo que nombra a los jueces, hay un ‘conflicto de poderes’ entre el Congreso y la Corte. El régimen político va a elecciones o presume eso, en estado “catatónico”.
Jueces
Juntos por el Cambio soporta ahora el peso del escándalo del Lago Escondido. El entrelazamiento entre jueces, capitalistas y operadores mediáticos ha quedado expuesto de un modo grosero. El “Lago” esconde, por otra parte, las conspiraciones y fisuras de la propia coalición oficial. Según revela el diario La Nación, el cuestionado asesor presidencial Julián Leunda, presentado en los chats de los ´viajeros´ como alguien capaz de asegurar el silencio de los medios de Cristóbal López, ya había prestado servicios similares en el pasado. Leunda habría incidido para separar las causas de Hotesur y Los Sauces de las que afectan a Cristóbal López-De Sousa.
Pero el diario de los Mitre destaca otro hecho político: la presentación del libro de Ricardo Gil Lavedra sobre el Juicio a las Juntas, en compañía de los otros camaristas del fallo de 1985 y la presencia del periodista Carlos Pagni. Allí, Gil Lavedra deslizó una crítica a los comensales de Lago Escondido y aludió a las cosas que “se deben terminar”. Otra destacada periodista de ese diario desarrolla un pormenorizado relato del desconcierto que cunde en Comodoro Py y en las filas de Rodríguez Larreta. Su ministro D´Alessandro, uno de los asistentes al Lago, ya tendría sus horas contadas. La operación “mani puliti” en curso parece buscar un golpe a las aspiraciones presidenciales de Larreta, que esta semana ha buscado blindarse a través de una visita a los Estados Unidos.
Frente a esta super grieta, adentro y afuera del oficialismo kirchnerista y de la oposición macrista se intenta una reconfiguración política ‘anti-grieta’. Sus cabezas, Massa de un lado y Larreta del otro, se apuntan a salvar el programa del FMI – devaluación y libre cambio, reestructuración de la deuda pública, reforma previsional, laboral y del sistema de salud. El ritmo de la crisis podría acortar los plazos y poner en emergencia el calendario electoral.
Los bloques políticos en presencia sólo están unidos por el pánico a una intervención obrera de carácter generalizado.
Marcelo Ramal
11/12/2022
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