sábado, 10 de diciembre de 2022

A 101 años del fusilamiento de los obreros patagónicos.


Hace poco se cumplieron 101 años de la matanza contra los más de 1.500 obreros que habían iniciado grandes huelgas en el sur, en defensa de sus derechos y por mejoras en las condiciones de trabajo, huelgas que marcaron la historia de la clase obrera en la región patagónica a ambos lados de la cordillera, en Argentina y en Chile. En ese entonces tuvieron lugar las primeras experiencias de organización de los trabajadores a través de la Sociedad Obrera, en Rio Gallegos, y de la Federación Obrera de Magallanes, en Punta Arenas. 
 Rescatar la historia que fue ocultada como parte de un plan del Estado Argentino para eliminar cualquier rastro de aquellos acontecimientos que significaron un cimbronazo para el régimen gobernante de la época, que temía el avance de la clase obrera identificada con los movimientos de lucha ligados al anarquismo y al socialismo y con las experiencias revolucionarias de la Comuna de Paris y la Revolución de Octubre, fue un aporte importantísimo de la investigación llevada adelante primero por Osvaldo Bayer, en los años 70’. En los últimos años se han conformado diferentes organizaciones destinadas a recuperar la historia y reivindicar las huelgas de 1920 y 1921 en todo el territorio de la provincia de Santa Cruz. 
 Además, desde sectores independientes vinculados a los sindicatos y a la izquierda se viene tomando esta bandera en cada aniversario, sosteniendo la vigencia de esas luchas y demostrando su conexión con el presente, para que la clase obrera se identifique con esas experiencias.
 Sin embargo, el gobierno provincial de Alicia Kirchner ha implementado una política de apropiación, como con otras tantas causas, estableciendo el 7 de diciembre como feriado provincial para conmemorar las huelgas patagónicas. Desde el Partido Obrero ya hemos caracterizado la política de estatización por parte del kirchnerismo de un proceso que fue claramente antiestatal, que denunció al gobierno de Hipólito Yrigoyen como responsable de dar las ordenes de represión, persecución y detención de los obreros del sur y de los fusilamientos. La Sociedad Obrera, que funcionaba a través de asambleas y representación de delegados, fue tajante a la hora de denunciar los atropellos del Estado y a los estancieros que sometían a los trabajadores a pésimas condiciones laborales.
 Desde hace años que se viene haciendo historiografía de Santa Cruz y de estas grandes huelgas. Se puede leer y entender que existió un plan por parte del Estado para avanzar contra los trabajadores. De ninguna de estas cuestiones se hace eco el gobierno provincial, que redujo ese proceso de lucha a un simple reclamo laboral que tuvo un triste final, con víctimas de las malas circunstancias. 
 El 7 de diciembre fue el día de la rendición incondicional de los obreros de la Patagonia, luego de sufrir días de persecución por parte del Ejército nacional. Esta fecha fue elegida por el gobierno provincial para conmemorarlos. Por otro lado, desde las organizaciones que se vincularon con el historiador Osvaldo Bayer, sostienen el 8 de diciembre (por el día en el que se produjeron los fusilamientos) como el día para llevar adelante los actos en memoria de los obreros, sosteniendo una bandera de lucha contra el Estado, que es el mismo que supieron conocer los huelguistas y contra el cual se organizaban.

Gabriela Ance

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