martes, 7 de noviembre de 2023

A 30 días de la agresión sionista - La guerra de guerrillas de Palestina


El sitio de Gaza ha comenzado y las tropas sionistas se aprestarían en las próximas horas a la batalla decisiva. Para esto “el territorio sufría el tercer corte total de comunicaciones desde el inicio de la guerra” (The Guardian, 6/11). Se impide así, una vez más, la asistencia a las víctimas de los bombardeos —ni hablar de todo contacto con el exterior—, mientras la entrada de ayuda humanitaria desde el cruce de Rafah con Egipto se mantiene en niveles mínimos. El pueblo gazatí está amenazado de inanición por falta de vituallas, no hay prácticamente agua potable y la población ingiere agua salada del mar. 
 El imperialismo mundial se ha alistado en forma unánime detrás del Estado opresor sionista. Biden ha mandado al Congreso yanqui un proyecto de inyección masiva de fondos a Israel que cuadruplica la ´ayuda´ permanente de 3.000 millones de dólares anuales. Los yanquis se han implicado a fondo militarmente en esta guerra temiendo sus implicancias a escala de todo el Medio Oriente. 
 Según Al Jazeera el objetivo que plantea la invasión sionista es “extremadamente desafiante: el ataque terrestre de Israel a Gaza enfrenta tropiezos” (John Psaropoulos, 4/11). “Una semana después de iniciada la guerra terrestre, las fuerzas israelíes están tratando de aislar a Hamás en el norte de Gaza. Pero Hamás también está preparado, dicen los analistas” (ídem). “Israel no ha eliminado la capacidad de Hamás de lanzar cohetes contra instalaciones militares en Israel a un ritmo de aproximadamente una docena por día durante toda la semana…”. Las bajas israelíes alcanzan ya a 25 soldados muertos y 260 heridos. 
 Ha venido a saberse ahora que la acción de Hamás en Israel, el 7/10, segó la vida de 307 militares israelíes, elevando “el total de muertes militares a 332” (ídem). Hamás mantiene en sus túneles, además, a 242 civiles y militares como rehenes, que los sionistas se niegan a tratar como prenda de negociación a cambio de los miles de presos palestinos en las cárceles de Israel, como reclama Hamás. 
 Según Matteo Bressan, profesor de estudios estratégicos en la Lumsa Master School-University, "Hamás pudo lanzar 6.000 cohetes contra Israel y esa cifra muestra una capacidad militar que Hamás nunca tuvo en el pasado. La pregunta es cómo ha sido posible que Hamás haya llevado a cabo 20 ataques en 20 pueblos diferentes de Israel. Esto significa que Hamás tenía un entrenamiento y una preparación claros para hacerlo” (ídem). Las Brigadas Qassam, el brazo armado de Hamás, atacaron con cohetes el reactor nuclear y las instalaciones de investigación israelíes en Dimona —el centro nuclear más importante de los sionistas en el Neguev (ídem)-.
 El mismo Bressan señala que “muchas de las baterías de cohetes de Hamás están enterradas bajo tierra o desplegadas a través de las redes de túneles debajo de Gaza". Describe así que el objetivo israelí de destruir a Hamás es un “esfuerzo extremadamente desafiante”. “Hamás ha dicho, además, que ha destruido varios tanques y vehículos blindados israelíes. Por ejemplo, el 1 de noviembre, Hamás afirmó que había destruido al menos cuatro tanques Merkava utilizando armas antitanques Yasin-105” (ídem). Siempre según Bressan “Hamás también había sido audaz en sus tácticas. El 29 de octubre, por ejemplo, las Brigadas Qassam dijeron que utilizaron túneles para desembarcar combatientes detrás de los israelíes que controlaban el cruce de Beit Hanoun, llamado Erez por Israel, entre Israel y el norte de Gaza”. "Los combatientes de la resistencia palestina penetraron la frontera y dispararon misiles antitanques contra vehículos israelíes y mataron a varios soldados de ocupación" (ídem). 
 La guerra de guerrillas de Hamás enfrenta a su vez desafíos enormes. En Gaza el reciente discurso de Nasrallah, la máxima figura de Hizbulah, fue recibido como una gran defraudación. Y no solo esto: “la decisión de Nasrallah no fue sólo suya, sino que se basó en la intervención de Irán. El discurso de Nasrallah se produjo después de reunirse con varias figuras iraníes de alto rango, incluido el Ministro de Relaciones Exteriores Hossein Amir-Abdollahian y el comandante de la Fuerza Quds de la Guardia Revolucionaria, que llegaron a Beirut” (Jack Khoury, Haaretz, 4/11). Ese discurso “se puede resumir en una declaración explícita que indica que Hizbulah no lideraría un frente contra Israel y que el Líbano no sería destruido por el bien de la Franja de Gaza” (ídem). 
 Nasrallah explicitó que Hizbulah no tuvo nada que ver con la acción de Hamás. Expresamente señaló “que no sabía de antemano sobre el ataque ni su momento”. El “mensaje a Hamás y a los palestinos —dice Jack Khoury—, indica que Hizbulah no puede asumir los resultados por sí solo, siendo este el papel de los Estados árabes e islámicos”. Es decir, Hizbulah pretende que Hamás confíe en los mismos que no hacen más que reprimir las movilizaciones propalestinas en esos países. 
 Otro destacado periodista de Haaretz, Zvi Barel, cita “el periódico iraní Kayhan, el medio de comunicación más conservador” —ligado al régimen de los ayatolas— que dijo que Irán “no se embarca en la guerra en nombre de ninguna otra nación” (4/11). Según Zvi Barel, “publicar estas declaraciones durante la guerra en Gaza y en preparación del discurso de Nasrallah tuvo gran importancia”. 
 Y agrega: “la guerra en Gaza no es (la guerra de Irán ni de Hizbulah). Esta es una guerra palestina ´totalmente desconectada de otras cuestiones geopolíticas´, como Nasrallah tuvo cuidado de enfatizar… Esto definió los límites de la solidaridad de Irán y Hezbollah. Sin embargo, esto podría cambiar si Israel ataca al Líbano o si el propio Irán es atacado por Israel o Estados Unidos” (ídem). 
 Mientras se expresa esta ´prudencia´ en el ala supuestamente ´radical´ del mundo árabe, lo central según Zvi Barel es que “la guerra se está convirtiendo en un peligroso choque entre el bloque proestadounidense en Medio Oriente y los propios Estados Unidos. La apresurada convocatoria del sábado de los ministros de Asuntos Exteriores de los cinco países árabes más relevantes, Egipto, Jordania, Arabia Saudita, los Emiratos Árabes Unidos, Qatar y un representante de la OLP, para reunirse con el secretario de Estado, Antony Blinken, no fue solo una reunión declarativa más... son los países que forman la coalición proestadounidense en Medio Oriente. La mayor base militar estadounidense en Oriente Medio se encuentra en Qatar, que es uno de los proveedores de gas más importantes de Europa. Arabia Saudita tiene la válvula que controla los precios mundiales del petróleo y los Emiratos son el centro comercial más importante de la región” (ídem).

 Norberto Malaj 
 06/11/2023

El asesinato de civiles tiene nombre propio en el ejército sionista: Doctrina Dahiya


Gaza es el lugar del mundo donde niños y adultos mueren en la cama de una sala de internación, en los pasillos o en las puertas de entrada y las ambulancias de los hospitales, no por enfermedad sino porque son un objetivo militar. Este martes, las fotos de los niños asesinados en el quinto piso del hospital de Al Shifa, donde está la internación de pediatría, dan la vuelta al mundo.
 La asfixia de 2 millones de personas privadas de agua, electricidad, comida y medicamentos, o los bombardeos a barriadas, escuelas, campos de refugiados y caravanas de los que huyen a las supuestas zonas seguras definidas por el mismo ejército que las bombardea forman parte de la doctrina militar explícita de Israel y su ejército, uno de los más poderosos del mundo, armados hasta los dientes por Estados Unidos y ahora los demócratas de la Unión Europea. 
 Nadie debería sorprenderse: los ex soldados israelíes de la ONG Rompamos el Silencio (en hebreo, inglés y -poco- español) lo dicen directamente: nos ordenaban dispararles a nenas de tres años.
 La estrategia que promueve el bombardeo de la población civil se denomina Doctrina Dahiya y no usa ningún subterfugio del estilo de que los edificios reducidos a polvo con la gente adentro escondían “terroristas”. Propugna, como elemento disuasorio, el uso de la fuerza "desproporcionada" (sic) contra las zonas civiles tienen el propósito de “disuadir a los insurgentes y cohibir a la población que les apoya.”1
 Brevemente: al estallar la Segunda Guerra del Líbano, entre julio y agosto del 2006, el ataque aéreo sionista fue capaz de destruir el sur de Beirut, donde vivían los chiitas, pero insuficiente para acabar con los cohetes de Hizbollah, dispersos en el territorio. La solución estratégica consistió en avanzar a través de la frontera con unidades de tierra, que también fueron impotentes ante la resistencia de los milicianos2, informa el Grupo de Estudios sobre Seguridad Internacional, de la Universidad de Granada. 
 De ese fracaso nació la Doctrina Dahiya: la fuerza militar debe devastar todos los puntos débiles de la sociedad enemiga incluyendo sus intereses económicos, centros de control civil, infraestructura estatal y comunicaciones, antes de concentrarse en los combatientes enemigos (ídem).
 Dahiya era el barrio de los chiitas en Beirut, un bastión de Hizbollah antes de que fuera arrasada por la Fuerza Aérea Israelí durante el conflicto en 2006.
 El comandante en jefe del Mando Norte, Gadi Eisenkot, advirtió entonces: “(La próxima vez) destruiremos El Líbano y no seremos disuadidos por las protestas del mundo. Pulverizaremos las 160 aldeas chiíes que se han convertido en bases militares. Esta estrategia no es una amenaza pronunciada por un oficial apasionado, sino un plan aprobado” (Ynetnews.com, 10/5). 
 No estuvo muy lejos: la guerra de 2006 acabó con la vida de 1.300 libaneses y 165 israelíes. Los pueblos chiíes fueron arrasados —los pueblos cristianos permanecieron intactos (El País, 31/10).
 Las sucesivas invasiones israelíes a Gaza -Plomo Fundido en 2008-2009 y Margen Protector en 2014 parecen basarse claramente en el espíritu de la Doctrina Dahiya, informe GESI. La última ―que fue hasta hoy la peor ofensiva militar desde que Israel saliera de Gaza en 2005― dejó 2.205 muertos palestinos, de ellos 538 niños, según datos de Naciones Unidas.
 Los israelíes han perfeccionado su práctica genocida. En un mes ya hay más de 10.328 asesinados, entre ellos 4.237 niños. 
 El Ejército sionista informó que a la fecha le han infligido a Gaza 11.000 ataques aéreos, “esa cifra supone nueve veces más que los que Rusia realizó en Ucrania durante el primer mes de la invasión. Y 18 veces más que los que Estados Unidos lanzó de media cada mes en Afganistán en 2019, uno de los años con mayor número de ofensivas estadounidenses”.
 Criminales de guerra desde su génesis, cuando crearon el Estado de Israel. 

 Olga Cristóbal 
 07/11/2023

1.  https://www.seguridadinternacional.es/?q=es/content/de-al-aqsa-dahiya-la-evoluci%C3%B3n-doctrinal-del-tsahal ↩ 
2. GESI https://www.seguridadinternacional.es/?q=es/content/de-al-aqsa-dahiya-la-evoluci%C3%B3n-doctrinal-del-tsahal ↩

domingo, 5 de noviembre de 2023

"Causa Villazo": se inicia el juicio


El lunes 13 de noviembre en el Tribunal Oral en lo criminal Federal N°1 de Rosario se dará inicio al juicio conocido como “Causa Villazo”.
 Desde el año 2013 sobrevivientes, familiares de las víctimas y organizaciones de derechos humanos vienen transitando el tortuoso camino de la justicia en busca de que los hechos ocurridos en Villa Constitución durante el año 1975 no queden impunes, junto a sindicatos, organizaciones y agrupaciones que acompañaron las movilizaciones se consiguió el tan anhelado inicio del juicio. 
 Muchos de los responsables de los delitos de lesa humanidad ocurridos durante el gobierno de Isabel Perón previos a la dictadura cívico-eclesiástica-militar han fallecido en completa libertad sin haber tenido que enfrentar siquiera una indagatoria, también han fallecido reclamando justicia muchos de los compañeros que sobrevivieron a ese nefasto momento de la historia.
 La demora en el inicio de este juicio no solo beneficio a algunos responsables directos de los crímenes ocurridos en el 75, a la vez pretendió esconder que dichos crímenes se desarrollaron bajo un gobierno constitucional en manos de Isabel Perón donde no solo participaron fuerzas represivas del Estado, sino que también fueron apoyados por grupos armados de la Triple A y de la UOM nacional a cargo de Lorenzo Miguel. La complicidad civil también jugó su rol. La empresa Acindar fue un actor clave en esto brindando información de delegados y activistas, soporte logístico y económico y hasta un centro clandestino de detención (el albergue de solteros) a estos grupos armados. Todo tipo de colaboración que sirviera para erradicar a la lista Marrón que había ganado las elecciones unos meses atrás. Elecciones que se convocaron y expulsaron a la burocracia gracias a la toma de fábricas durante marzo de 1974. 
 Es más que notorio que lo ocurrido en Villa Constitución el 20 de marzo de 1975 fue armado y organizado desde el Estado y el poder económico para enfrentar a una clase obrera que demostraba estar dispuesta a luchar en busca de mejores condiciones de vida. Fue un genocidio contra la clase obrera clasista y organizada.
 Hoy a más de 48 años de ocurrido este reclamo vuelve a tomar fuerzas con el acompañamiento no solo de los damnificados y sus familiares sino también de organismos de derechos humanos, organizaciones sindicales, centro de estudiantes y todos aquellos que ven en esta falta de justicia no solo un juicio más, sino que comprenden que esos crímenes fueron apuntados al adoctrinamiento de toda la clase obrera. 
 Es necesario el más amplio apoyo y difusión del juicio para que se conozca la verdad de lo ocurrido en Villa Constitución desde el 20 de marzo de 1975 en adelante, se honre la memoria de nuestros héroes y mártires y que al fin se haga justicia. 
 El reclamo de Justicia es también la reivindicación del clasismo que recorrió un sector importante del movimiento obrero y que hoy está más vigente que nunca en la lucha por la independencia política de la clase obrera.

 Christian Miguez - Miembro de la Comisión Interna Acindar Villa Constitución 02/11/2023

Milei-Macri-Bullrich y la ofensiva capitalista

La ultraderecha disputa consenso electoral en la Argentina, en un camino ya recorrido por Brasil, Chile, Colombia, Uruguay, Paraguay, además de Italia, Francia, Polonia, EEUU y otros territorios del planeta. Milei y el apoyo explicitado por Macri y Bullrich son expresión en el país de ese fenómeno más global.
 Milei se presenta como economista de la escuela austríaca y sorprendió a Benegas Lynch, el padre del liberalismo local, según el confesó, por el alcance electoral de sus propuestas ultra liberales. 
 No debe extrañarnos la sociedad con Macri, el primer no radical ni peronista presidente por elecciones en tiempos constitucionales. Milei y Macri, Bullrich por arrastre, son expresión de los cambios regresivos en el capitalismo local y mundial. 
 Para entender el avance de las derechas más allá de las especificidades nacionales, la pista debe buscarse en los cambios epocales del capitalismo en el ámbito mundial, y claro, con una visión de largo aliento.
 En efecto, durante el siglo XX, las revoluciones impregnaron el signo de época. Remito a Rusia, a China, Cuba o Vietnam, induciendo una acumulación de poder desde abajo, con una máxima expresión en los 60/70, tiempos de revolución en la moda, la música, las costumbres, la rebeldía juvenil y la imaginación innovadora de nuevos tiempos a conquistar. Quizá Vietnam y la derrota militar al imperialismo estadounidense, rodeado de una gigantesca solidaridad internacional, fue el último momento de ese tiempo de acumulación de poder popular.
 Luego sobreviene la revancha, de una contraofensiva liberal, que tiene ensayo desde las dictaduras del cono sur de América, y que se consolida en las potencias imperiales por dos siglos: la británica y la estadounidense, vía restauración conservadora. Es el paso decisivo para extenderse por el mundo, especialmente a la caída de la URSS, y con ella, la bipolaridad del sistema mundial.

 Medio siglo de ofensiva capitalista 

 En el medio siglo transcurrido desde el golpe en Chile las derechas resignificaron sus proyectos políticos en función de los reaccionarios cambios operados en la organización económica capitalista.
 Durante buena parte del siglo pasado, el proyecto de las burguesías locales en territorios latinoamericanos y caribeños, pasaba por la industrialización y un imaginario (imposible) de proyecto nacional. Tuvieron en la CEPAL un tanque de ideas para impulsar esa iniciativa para el desarrollo capitalista. Se asumía una estrategia de Estado, que actuaba, incluso, como sustituto de una “burguesía nacional” con proyecto propio.
 El imaginario de la industrialización y el estímulo al mercado interno de aquellos años, mutó en un proyecto de inserción internacional subordinado con base en la primarización de las exportaciones, extensivo a buena parte de los países en la región. La nueva estrategia supuso modificaciones sustanciales en las relaciones sociales de producción, en el ámbito empresario, en las relaciones estatales y en las internacionales. 
 No solo mudó la relación capital trabajo, sino que también lo hizo la función asumida por el Estado con las privatizaciones y desregulaciones como bandera, y claro, la apertura al extranjero supuso la concentración y centralización de una inserción en la dinámica de internacionalización productiva y transnacionalización del capital. 
 Todo mediado por la lógica de la especulación y la deuda pública, favorecida por una legislación y política financiera como máximo logro según pontificara el ministro emblemático de la dictadura: Martínez de Hoz. 
Las derechas asumen el proyecto de máxima del capital, por eso pretenden avanzar sobre los derechos laborales y de jubilación, los de género o sociales, tales como la educación o la salud pública. 

 Frenar a Milei es frenar a las derechas 

El motor de las derechas es la libertad de explotación y saqueo. 
 No es una especificidad local, sino global, que convoca a la izquierda y al movimiento popular en su amplitud, a poner un freno a esa ofensiva y recrear condiciones de lucha para retomar un proyecto político orientado a la emancipación social. 
 Frenar la fórmula Milei – Villarruel es el punto de partida para imaginar la condición de posibilidad de una perspectiva de liberación social. 
 Es parte de una disputa global por recrear una ofensiva popular global y rodear los proyectos revolucionarios en el ámbito mundial, para que el descontento social retome una perspectiva de revolución. 
 La revolución como proyecto acumuló fuerzas desde 1848 y la convocatoria a la unidad de trabajadoras y trabajadores, en un programa que experimentó rumbos que afectaron la tasa de ganancia del capital, motivando una revancha liberalizadora que explica la ofensiva actual del capital, contra el trabajo, contra la naturaleza y contra la sociedad. 
 Necesitamos recuperar la tradición de organización y lucha bajo las nuevas condiciones de manifestación del régimen capitalista para hacer visible a nuevas generaciones de luchadoras y luchadores la potencia del anticapitalismo, del antimperialismo y del socialismo. 

 Julio C. Gambina. Presidente de la Fundación de Investigaciones Sociales y Políticas, FISYP.

Padecimiento social y situación política


Los trabajadores de la salud nos encontramos atravesados por la coyuntura electoral y política, con un régimen en crisis terminal. Pero además nos está aplastando el padecimiento social. Lo entendemos como un efecto que surge de la desintegración, no sólo de nuestras condiciones materiales, sino también subjetivas y vinculares. 
 Los trabajadores informales, más de la mitad de la población, han perdido el 50 por ciento de su salario. Es un cuadro que se entrelaza con la dificultad en el acceso a la salud. Situaciones de espera que se eternizan y acaban con la vida de quienes requieren atención de manera urgente. 
 Estamos ante condiciones laborales que hacen insostenible la existencia digna de trabajadores y usuarios, obligando a los primeros a migrar a otros sistemas, y a los segundos, que no cuentan con los recursos para pasar al sector privado, a perecer, en el sentido más ‘literal’ del término. 
 Las problemáticas sociales complejas que nos llevan al padecimiento social, no sólo se presentan como un desafío para las políticas públicas y la legislación. Los trabajadores tenemos un rol en la exigencia de inversión en salud, para frenar el vaciamiento, y denunciar la ausencia de servicios necesarios para la población. Estamos ante una falta de políticas públicas que fortalezcan el sistema sanitario. Los escasos salarios vienen generando como efecto la vacancia de especialidades como pediatría, cardiología, terapia intensiva, entre otras. 
 El intento de reformar el sistema de salud, busca un modelo similar al de la comida rápida, que obliga a los trabajadores a atender en turnos de 15 minutos, por sueldos miserables. La política de turnos que instaló el gobierno de la Ciudad y deriva a través de líneas telefónicas, se vuelve un mecanismo de control y explotación para trabajadores profesionales. 
 Es necesario hablar de padecimiento social para formular una denuncia acerca de las carencias que inciden en la salud de la población. Es una problemática que no se acota a los turnos en el sistema sanitario, sino a condiciones de vida digna, cuestiones básicas como acceso al agua potable y a una red cloacal, salarios por encima de la canasta familiar, utilización del tiempo libre. Es necesario hacer un contrapunto con lo que se nos presenta como posible en esta elección que nada dice de todo esto, sino que intima al electorado a votar por el “menos malo”. 
 En un cuadro de encerrona electoral de ballotage, ninguno de los dos candidatos manifiesta su interés en la salud y la vida de la población. En las diferentes arengas de campaña no han formulado una sola idea progresiva para las necesidades sociales: váuchers por un lado, silencio de radio por el otro. 
 Hoy más que nunca resulta imprescindible no quedar capturados por estas falsas dicotomías, sino salir a la búsqueda de la organización hacia una huelga general frente a esta crisis en la que estamos inmersos, y que lejos está de resolverse en una contienda electoral. 

 Silvia Allocati y Lucas García
 31/10/2023

Puan - El ataque a la universidad pública.


Me gustó, cómo no me va a gustar una película donde se corta la calle, se da una clase pública contra el cierre de la universidad y se lucha contra la represión policial. 
 Donde un profesor timorato, estudioso, pero quedado bajo el ala de un titular muerto, se decide a hacer la suya, a ser el docente que él quiere, perdiendo su docilidad y cantando en Bolivia, sin convertirse en un showman al estilo docente yanqui. Haciendo el duelo. 
 La película tiene humor, los sonidos son amplificados para jugar un rol en el relato junto con los primeros planos. La hipérbole -realidad aumentada hasta el límite-, en la narrativa de la vida universitaria derrumba el hilo desenvuelto paso a paso y motoriza el conflicto hacia su resolución, como en un tobogán. Actores preciosos. El ambiente académico de la Facultad de Filosofía y Letras, donde se estudian disciplinas sin una utilidad económica, el lugar de la intelectualidad más abstracta, contrastada con la necesidad de vivienda, de ansias de acceso a la reflexión por sectores aislados de estas prácticas. Todos elementos que me hacen decir, la vi con ganas. 

 ¿Cuál es, entonces, la debilidad de esta película? 

 No muestra la realidad de la vida universitaria, dominada por las camarillas, por decanos alineados con partidos de los gobiernos, rehenes de las empresas que determinan qué investigar, etc. En una palabra, la expresión privatizadora y sus rencillas. Los conflictos que se muestran son más que *light *y se resuelven fantasiosamente. A la hora de hablar en una asamblea universitaria, el micrófono no es disputado sino cedido aun por las autoridades. Esta no es la realidad de la UBA donde los decanos son la transmisión de las políticas que hunden a la educación. Nada de verosimilitud, ahí. También está deformado el papel de los activistas a nivel de caricatura, cuando en realidad la lucha política dentro de las facultades tiene un alto desarrollo y un nivel no apreciado, ni desenvuelto en el film. 
 Al tímido profesor antihéroe que, si bien transforma su realidad retomando su carácter de luchador durante el corte, es su rival acomodado quien lo habilita en el lugar protagónico. 
 El profesor que viene de afuera, adaptado a otras condiciones de trabajo, no reacciona frente a la dura situación local. Este es un personaje estereotipado y a la vez ficticio. 
 Uno se queda con la sensación de que no se llega a profundizar ni la cuestión política, ni los conflictos del personaje principal. Aunque la historia del protagonista tiene un desarrollo que va de esa postura temerosa y sin decisión a adoptar una posición propia, la película se queda a mitad de camino. 
 Se vislumbra una adaptación política oficialista, al mostrar una realidad parcial. No se sabe quiénes son los responsables del tremendo ataque (podría ser Milei, eso sí) y todos los sectores universitarios, patronales y no, se juntan sin diferencias, para enfrentar al enemigo, como si todos tuvieran la misma consecuencia y ninguno tuviera responsabilidad en los ataques. Una asamblea es, también, un terreno de debates y disputas de poder, no una reunión de amigos, como aparece en la película. Una herramienta para actuar en común contra el estado, donde se combaten las tendencias que intervienen para adaptarse al poder. 
 Nos gustó la película, ¿cómo no nos va a gustar una película que hable de bajos salarios docentes, de aulas superpobladas, de corte de presupuesto educativo, de ataques feroces a la universidad pública, de la pasión por enseñar y aprender, y finalmente cómo no me va a gustar una película que muestre que los docentes y estudiantes, corazón de la enseñanza, son los que luchan contra el estado, para defender a la educación pública. 

 Silvia Jayo y Victoria Rusconi
 29/10/2023

Balotaje: un chantaje, muchas crisis


Faltando pocos días para el 19 de noviembre, fecha del balotaje, la incertidumbre sobre quién será el próximo presidente se acrecienta. 

 El apoyo que Massa está recibiendo, cada vez más, de las principales corporaciones capitalistas ¿se trasladará en votos? Hasta ahora el “círculo rojo” fracasó en sus apuestas electorales (Rodríguez Larreta para las Paso y Bullrich para la primera vuelta). El posible acuerdo, e incluso un eventual puesto en el gobierno de “unidad nacional”, de Melconian -a quien Bullrich iba a entregar el Ministerio de Economía- con Massa es un golpe a la candidatura de Milei porque plantea la incapacidad de trasladar el apoyo empresarial que recibió la candidata de Juntos por el Cambio a Milei. El titular de la Fundación Mediterránea expresa el rechazo de un sector importante de la clase capitalista a la dolarización que Milei se empeña en ratificar una y otra vez. Algo parecido sucede con el reciente pronunciamiento de la Cámara de la Construcción ante la amenaza de que con la motosierra se acabe la obra pública y los negocios garantizados con el Estado. En principio la clase capitalista parece mayoritariamente inclinada a sostener al “ministro-candidato”, en parte por el rechazo a los planteos económicos de Milei, y en la preocupación de la condiciones para la gobernabilidad que el candidato de La Libertad Avanza no parece poder garantizar. 
 Macri, al acordar con Milei, ha hecho implosionar a Juntos por el Cambio. El PRO se ha dividido pero no exactamente entre “palomas” y “halcones” sino incluso dentro de cada facción. Santilli estaría por pronunciarse a favor de la candidatura de Milei en lo que sería la ruptura de su sociedad con Rodríguez Larreta, y a su vez Monzó, Massot y otros bullrichistas se han pasado al apoyo “neutral” a Massa. La renuncia de Santoro al balotaje apuntó a un pacto entre Massa y Jorge Macri, quien no sale a proclamar su apoyo a Milei, además, para evitar la ruptura de su propio bloque en la legislatura porteña por donde deben pasar los negocios de la familia. Algo similar sucede en la UCR: el pronunciamiento a favor de la neutralidad de Morales y la dirección del radicalismo no expresa una unanimidad y ni siquiera una diferencia de grado. Mientras Morales dice que hará “lo imposible“ para que no gané Milei, Cornejo –que en principio se había declarado neutral- acaba de garantizar que la UCR mendocina fiscalizará a favor del “libertario”, algo similar sucede (aunque sin estridencias) con algunos intendentes de la provincia de Buenos Aires. Más evidente ha sido la delimitación del correntino Valdez respecto de Morales. 
 Macri explotó la derrota de sus contrincantes internos, Rodríguez Larreta y Bullrich, para volver a ocupar una centralidad. Así logró convertirse en el jefe de campaña de Milei y por lo tanto beneficiario de un eventual triunfo electoral o jefe de la oposición de si este pierde. Divide y reinarás, dice el refrán. 
 ¿Alcanzará esto para que Milei gane? El “león” se ha confiado a un domador de la casta que dijo repudiar y ha debido reconfigurar su propio espacio. Afuera quedaron liberales del Cema; Carlos Rodríguez (exviceministro de Roque Fernández bajo el gobierno de Menem) se quejó públicamente que ser asesor de Milei implica solo hacerse cargo de declaraciones impresentables y que nadie lo consulta sobre economía. El acuerdo con Macri ha mellado al propio agrupamiento mileísta con renunciamientos de diputados nacionales y otros parlamentarios electos cuyos alcances no se pueden aún dimensionar. 
 Lo que sí es claro es que el pacto con Macri presiona para hacer de Milei una versión más próxima a un centroderechista del que ganó las Paso, o sea, un Macri más derechista. Así como Massa es un Scioli derechizado (pero más independiente del kirchnerismo) o más bien una suerte de Menem. En lugar de la incorporación de la UCeDé de Alsogaray como ocurrió bajo el mandato del riojano, ingresarían Morales, la derecha radical y sectores del PRO y de Juntos por el Cambio a un gobierno de unidad nacional como lo adelantó el candidato de Unión por la Patria. El apoyo de Massa a los bombardeos de Israel a campos de refugiados, incluso contra los tibios reclamos de Cancillería, no deja lugar a dudas. Las diferencias con el balotaje de 2015 parecen de grado. En aquella oportunidad Massa declaró que iba hacer lo imposible para que no ganara Scioli, en un apoyo evidente a Macri al cual acompañó a Davos y ayudó a garantizar la gobernabilidad con diputados, con el cogobierno con Vidal en la provincia de Buenos Aires, etc. ¿Cuánto afectará electoralmente a Milei su alianza con la casta de Macri? El 19 de noviembre se sabrá.

 Si hay crisis, que se note 

Massa se frota la manos ante la implosión de Juntos por el Cambio, él ha logrado que casi sin peros su candidatura sea apoyada por el conjunto del peronismo en todas sus variantes y sobre todo con el apoyo fundamental de la burocracia sindical, la cual no solo es explícita en llamar al voto sino que además le allana el camino para que los acuerdos con los empresarios se hagan a costa de los trabajadores. Es lo que sucedió con los supermercados para contener los precios por lo menos hasta el balotaje: la burocracia de Cavalieri les garantizó a los “formadores de precios” que podrán suspender por seis meses a sus trabajadores con el 50% del sueldo (uno de los más bajos de los trabajadores registrados) si tienen “problemas económicos”. 
 Esto no alcanza para tener un tránsito tranquilo hacia el 19. El desabastecimiento de combustible, las largas colas en las estaciones de servicio no son buena propaganda electoral. Lo peor es que este es el resultado de las medidas del propio Massa, es decir, él es víctima de sí mismo. No pudo evitar anunciar un aumento del 10% de las naftas -impulsado por la oficial YPF- cuando pretende vender la idea de un ajuste indoloro. 
 La falta de dólares, el fracaso en contener la inflación, la parálisis de una parte de la producción y las consecuencias sobre las ingresos y las condiciones de vida de los trabajadores estallan en la campaña electoral como responsabilidad del gobierno que Massa hoy dirige de hecho. En las reuniones con los grupos capitalistas estos le han hecho saber su agenda de reclamos, algunos de los cuales no pueden ser resueltos sin un shock, como es una fuerte devaluación y un recorte sustancial de los recursos del Estado. Sostienen que no hay gradualismo posible. La postergación en el tiempo, por la indefinición electoral, no disminuye los problemas, por el contrario los agrava. Por eso Patricia Bullrich quiere que el país explote ahora y que la explosión allane el triunfo de Milei-Macri que gobernarán sobre tierra devastada. 

 El balotaje es un chantaje para imponer un plan de guerra

 Con el balotaje se pretende que con su voto el electorado dé un aval a uno de los dos ajustadores. Las divisiones que hemos enumerado al comienzo de este artículo no tienen que ver con ninguna lucha obrera o popular, son una expresión de la división de los capitalistas en el marco de una crisis aguda, o sea una lucha por quién paga los costos y quién se los hace pagar a los trabajadores. 
 En este sentido Massa aplicó otra medida ejemplificadora de su futuro gobierno esta semana, al anunciar el pase de los programas sociales al Ministerio de Trabajo, apuntando a dar bajas y a reforzar la línea de que funcionen como subsidio a las patronales que pretenden fuerza de trabajo gratuita. 
 Massa quiere convertir al balotaje en una opción entre democracia y fascismo mientras postula un gobierno con el represor Morales, llenando los estrados judiciales de luchadores populares como sucede con la elevación a juicio de una causa por una movilización por la que imputaron a seis piqueteros de Córdoba, o acelerando la confirmación de una condena para hacer efectiva la prisión del Chino Arakaki y Daniel Ruiz por enfrentar a Macri en diciembre de 2017 en defensa de los jubilados.
 La burocracia sindical que ha permitido la pulverización del salario y las jubilaciones y habilitado la precarización laboral pretende hacer pasar a Massa como el “presidente de los trabajadores”. 
 A su vez Macri dice que Milei es el cambio, a sabiendas de que el liberfacho busca explotar el rechazo a quienes vienen gobernando con un programa de guerra contra los trabajadores, recuperando el rol interno de las fuerzas armadas, barriendo con los convenios colectivos y los derechos laborales que no han sido todavía eliminados por los gobiernos de los últimos años y apuntando a la privatización abierta de la educación y la salud.
 Frente a este escenario, el Partido Obrero no apoya políticamente a ninguno de los candidatos. La tarea central es preparar y organizar la lucha contra el ajuste y los ataques a los trabajadores que ambos candidatos quieren capitanear, es esto lo que guiará este sábado 4 a los delegados a la conferencia electoral del Partido Obrero donde se definirá una posición electoral luego de decenas de plenarios de su militancia a lo largo de todo el país.

Eduardo Salas

Presupuesto 2024: nuevamente se destinan migajas a la conservación de bosques


Apenas el 7,3% de lo que estipula la ley.

 En el Presupuesto 2024, el gobierno le asignó a la protección de bosques apenas el 7,3% de los que estipula la ley. Lo anterior forma parte de la orientación de ajuste que dictamina el Fondo Monetario, y, a su vez, es una carta de impunidad al agronegocio y a los especuladores inmobiliarios para que sigan desforestando a su antojo. 
 Recordemos que la Ley de Bosques Nativos, aprobada en 2007, establece que la partida destinada a la conservación debe representar el 0,3% del Presupuesto Nacional. Ateniéndose a la normativa, el proyecto de Presupuesto 2024 debería otorgar $203 mil millones para tal fin, sin embargo, solo designará $15 mil millones. Dicho monto equivale a solo $300 pesos anuales por cada hectárea de bosque que tiene el país. 
 El desfinanciamiento en la materia no es novedad, dado que en los últimos diez años el presupuesto dirigido a la conservación de bosques nunca superó el 10,3% de lo que corresponde. Aquí se combinan la orientación de ajuste de los gobiernos junto con la señal política a favor de darle carta blanca a la tala indiscriminada de árboles.
 Sucede que, según datos de la organización Global Forest Watch, en 2022 (último dato disponible) la Argentina perdió 232 mil hectáreas de su cobertura arbórea. Y, desde el 2001, se perdió el 17%. Detrás del desmonte se hallan el capital agrícola ganadero y los desarrolladores inmobiliarios, responsables también provocar los incendios forestales que conmueven al país. 
 Los sucesivos gobiernos defienden esos negocios, a costa del ambiente y las poblaciones. En ese sentido, la Ley de Bosques Nativos desde el inicio fue letra muerta. A tal punto, que, en 2008, a un año de su sanción, hubo desforestación récord, con la pérdida de 593.000 hectáreas. A su vez, las provincias fueron actualizando el ordenamiento territorial de bosques nativos (calificando, por ejemplo, zonas que son de alto valor de conservación como si fueran de bajo) sin ningún tipo de control. 
 Esta política de depredación degrada el suelo, produce desertificación, agrava el riesgo de que se produzcan incendios e inundaciones, destruye la biodiversidad y atenta contra la regulación climática y la generación de oxígeno. Ni hablar de la expulsión constante de las comunidades originarias para extender la frontera agrícola o realizar un emprendimiento inmobiliario sobre sus tierras. 
 Como vemos, Sergio Massa, que prometió en el debate presidencial “cuidar la casa común”, envía al Congreso un presupuesto donde lo único que se compromete a cuidar es el bolsillo de los capitalistas que arrasan los bosques nativos. Queda en mano de la organización independiente del movimiento socio ambiental detener esta avanzada y luchar por una reforestación de los territorios. 

 Sofía Hart

“Un genocidio de manual”


Israel continúa con los bombardeos y cerca la Ciudad de Gaza 

 Los bombardeos masivos de Israel contra la Franja de Gaza ya dejaron más de 9 mil muertos. Los ataques aéreos no se detienen ante nada: incluyen campos de refugiados, escuelas y las inmediaciones de los hospitales, que son presionados para que evacúen. El bloqueo terrestre y marítimo llevó al enclave a una situación humanitaria catastrófica: “el agua está siendo utilizada como un arma de guerra”, denunció Juliette Touma, portavoz de la agencia de Naciones Unidas para los refugiados palestinos. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ratificó este viernes 3 que no permitirán el ingreso de una gota de combustibles, que son vitales para abastecer los generadores de los centros sanitarios, y que se usan como alternativa ante la falta de energía eléctrica. 

 Los combates 

Con este dramático telón de fondo, el norte de la Franja de Gaza es escenario de enfrentamientos entre las fuerzas israelíes, que iniciaron el fin de semana pasada la invasión terrestre del enclave costero, y milicianos de Hamas y la Jihad Islámica. El vocero del ejército israelí, Daniel Hagari, asegura que sus tropas cercaron la Ciudad de Gaza. Fuentes periodísticas indican que los efectivos israelíes habrían cortado a la mitad el territorio. La infantería israelí avanza junto a los “bulldozers” (topadoras) que van demoliendo viviendas y edificios previamente bombardeados por la aviación sionista.
 El avance de las tropas israelíes se complica cuanto más se adentra en las áreas pobladas. Videos que circulan por las redes sociales muestran a combatientes de Hamas y la Jihad Islámica emergiendo de la profusa red de túneles que tiene el enclave para atacar objetivos israelíes y retornar al laberinto. Tel Aviv reconoce la muerte de unos 24 soldados y más de 200 heridos. 

 El rol del imperialismo 

En este escenario, el titular del Departamento de Estado, Antony Blinken, llegó a Israel por tercera vez desde el 7 de octubre, fecha del ataque de Hamas. Estados Unidos ha brindado un apoyo directo a los ataques israelíes. De hecho, aportó más de mil bombas inteligentes. Son las bombas que caen sobre los centros de refugiados y que han matado a más de 3 mil niños.
 Algunos medios han intentado presentar como un “giro” norteamericano una declaración del presidente Joe Biden: “creo que necesitamos una pausa”. En rigor, este planteo no incluye ni siquiera un cese al fuego, como se preocupó expresamente de aclarar John Kirby, director de comunicaciones del Consejo de Seguridad Nacional, según informa el corresponsal argentino en Washington de La Nación (3/11). Se trata de “pausas humanitarias”, como las que reclamó la Unión Europea, para el ingreso de camiones con ayuda desde Egipto y, sobre todo, como condición de posibilidad para la liberación de rehenes extranjeros. Aun así, la propuesta de Blinken fue rechazada este viernes 3 por Netanyahu, quien exige la liberación incondicional de los rehenes (Hamas ofrece un canje por los 5 mil presos políticos palestinos) y dice que la ofensiva no se detendrá hasta propinar una derrota de alcance histórico al pueblo palestino.
 Ha circulado un video que muestra la presunta presencia de marines estadounidenses en Israel, pero esto fue refutado por la agencia AP, que informó que se trata de una grabación vieja y de otro país (Rumania). Un comandante del ejército iraní, Gholam Ali Rashid, aseguró, por su parte, que Teherán cuenta con informes de inteligencia que indican que hay comandantes del ejército y la armada yanqui en Tel Aviv, en una base subterránea, supervisando y dirigiendo la ofensiva contra Gaza (La Nación, 1/11). Tampoco se puede dar por segura esta versión. No obstante, los propios funcionarios estadounidenses admitieron que desde el 7 de octubre reforzaron su presencia militar en el Mediterráneo y el Medio Oriente, como un espaldarazo a Israel. 
 Al mismo tiempo, la Casa Blanca propone un paquete de ayuda militar por 14.300 millones de dólares para Israel, integrado en un megapaquete por 100 mil millones que incluye fondos para Ucrania e incluso Taiwán, que es rival de China. Ese paquete, que debería empezar a discutir el Congreso estadounidense, ya encuentra un primer obstáculo: el nuevo titular de la Cámara de Representantes, el republicano Mike Johnson, lo condicionó al retiro de una cantidad equivalente de fondos para el Servicio de Impuestos Internos. 
 Estados Unidos defiende en forma cerrada a Israel, pero teme una regionalización del conflicto que lo obligaría a involucrarse más en el terreno, distrayendo sus esfuerzos de la guerra en Ucrania, en la que ya han gastado decenas de miles de millones de dólares y las tropas de Zelensky no han podido avanzar demasiado con su contraofensiva.
 Este temor a un incendio generalizado del Medio Oriente es el que llevará a Blinken a Jordania, a la que no le quedó más remedio que retirar a su embajador en Israel, debido a la masacre en curso. Bahrein, uno de los países que normalizó relaciones en 2020 con el Estado sionista, llamó a consultas al representante diplomático israelí, en medio de protestas populares de solidaridad con Palestina. Como ya se sabe, los bombardeos sobre Gaza pusieron en el congelador el proceso de normalización de vínculos entre Tel Aviv y Arabia Saudita. 
 Blinken tiende lazos con las naciones árabes y la Autoridad Palestina para mantener algún mecanismo de contención que evite que estalle todo por los aires. En esa línea, dijo que compartía el ataque contra Hamas, pero había que añadir una salida positiva, que para él sería la “solución de dos Estados”, una tentativa que ha quedado completamente inviabilizada por la propia colonización sionista. En estos días, mientras el ejército israelí devasta la Franja de Gaza, las bandas de colonos armados acentúan sus ataques criminales contra las aldeas palestinas en Cisjordania. Ya hay más de medio millón de colonos en este territorio. 
 El viaje de Blinken coincidió con un esperado discurso del máximo dirigente de Hezbollah, Hasan Nasrallah, quien sostuvo que “hay una posibilidad realista” de una “guerra amplia” y “es algo que debe ser tenido en cuenta por el enemigo” (Israel y Estados Unidos). Nasrallah aseguró también que el ataque del 7 de octubre fue “100% palestino”, desestimando una participación de su milicia. Hezbollah incrementó el lanzamiento de cohetes a suelo israelí desde que empezó la ofensiva terrestre sionista. En su discurso, Nasrallah advirtió a Israel que no se atreva a lanzar un ataque preventivo sobre el Líbano, porque lo lamentaría. Del otro lado, Israel ya había hecho una amenaza similar: que la milicia chiíta no abra un segundo foco en la frontera compartida, porque la respuesta sería demoledora. Es un escenario tenso, de amenazas recíprocas, que se completa con el lanzamiento de misiles desde Yemen por parte de las milicias hutíes, contra objetivos israelíes, en solidaridad con la causa palestina. 

 “Genocidio de manual” 

Craig Mokhiber, director de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en Nueva York, quien acaba de renunciar a su puesto, calificó en su carta de despedida lo que está ocurriendo en Palestina como “un genocidio de manual”. En su esquela, afirma que “como abogado de derechos humanos con más de treinta años de experiencia en este campo, soy muy consciente de que el concepto de genocidio ha sido a menudo objeto de abusos políticos. Pero la actual matanza del pueblo palestino (…) no deja lugar a dudas ni debates. En Gaza, hogares, escuelas, iglesias, mezquitas e instalaciones médicas están siendo atacados sin motivo y miles de civiles están siendo masacrados. En Cisjordania, incluida la Jerusalén ocupada, las viviendas son confiscadas y reasignadas únicamente en función de la raza. Además, los pogromos violentos perpetrados por los colonos van acompañados de unidades militares israelíes. En todo el país reina el apartheid”.
 Y añade que “el proyecto colonial europeo y etnonacionalista de colonización en Palestina ha entrado en su fase final, hacia la destrucción acelerada de los últimos vestigios de la vida palestina autóctona en Palestina. Lo que es más, los gobiernos de los Estados Unidos, el Reino Unido y gran parte de Europa son totalmente cómplices de este horrible asalto”. 
 Las voces que denuncian que está en curso un genocidio se extienden cada vez más en el mundo, que asiste horrorizado a los crímenes del Estado de Israel. 
 Tenemos que multiplicar la solidaridad y la movilización de repudio. Cese de los bombardeos a Gaza. No a la invasión. Abajo el Estado sionista. Por una Palestina única, laica y socialista. Fuera el imperialismo de Medio Oriente.

 Gustavo Montenegro

viernes, 3 de noviembre de 2023

Massa y Milei, defensores del genocidio en Gaza


Los candidatos presidenciales reivindican el derecho de Israel a bombardear campos de refugiados palestinos.

 Sergio Massa y Javier Milei, los candidatos presidenciales que se medirán en las urnas el próximo 19 de noviembre, realizaron nuevamente una defensa cerrada de la política de exterminio que está desenvolviendo el Estado de Israel contra la población palestina de Gaza. En esta oportunidad, lo hicieron como reacción a un comunicado emitido por la Cancillería argentina, que “critica” el bombardeo que llevó adelante el gobierno sionista sobre un campo de refugiados ubicado en la región norteña de la Franja.
 En su cuenta de X, el ministro Massa replicó un tweet escrito por el senador Pablo Yedlin, quien reivindica “el derecho absoluto a la defensa del Estado de Israel” (o sea, el derecho del sionismo a masacrar a las masas palestinas) y está en contra de rechazar incluso el ataque a un campo de refugiados, donde se concentran personas en situación de vulnerabilidad extrema. 
 Milei aseveró que Cancillería se encuentra “del lado incorrecto de la vida” y compartió videos de tanques de guerra israelíes dirigiéndose a las puertas de Gaza. Diana Mondino, su eventual canciller, reprodujo en sus redes sociales un comunicado de la Daia que condena el del organismo dirigido por Santiago Cafiero. 
 A los dos candidatos capitalistas, que en la carrera hacia el balotaje se dirán entre sí todo tipo de agravios y buscarán delimitarse el uno del otro, los une el apoyo a la política de genocidio étnico que Israel está desarrollando contra el pueblo palestino. Esto significa, asimismo, que son partidarios de impulsar una agenda represiva contra los trabajadores en Argentina. 
 De conjunto, todos los políticos burgueses están encolumnados con el gobierno sionista. La Daia realizó este lunes un acto en apoyo a la operación criminal del Estado israelí, al que concurrieron Massa, Patricia Bullrich, Horacio Rodríguez Larreta, Mondino y Ramiro Marra, burócratas sindicales y otros personajes antiobreros de la política argentina. Se trató de un hecho político completamente reaccionario. 
 El candidato presidencial de La Libertad Avanza reivindicó el discurso que Carlos Rosenkrantz desarrolló en el evento. “El Estado de Israel tiene derecho a defenderse y a defender a los suyos, tiene la obligación de hacerlo”, exclamó el cortesano. Y el candidato de Unión por la Patria declaró que si le toca gobernar incluirá a Hamas en la lista de organizaciones terroristas. 
 Lo de Massa y Milei es, por otro lado, una expresión de su alineamiento con Estados Unidos, que se vale de la existencia del Estado sionista para defender los intereses de su burguesía en el Medio Oriente. El gobierno norteamericano respalda económicamente y militarmente a Israel; viene de desplegar dos portaviones en el Mar Mediterráneo. Milei incluso llegó a decir, en sintonía con la política del republicano Donald Trump, que un gobierno suyo trasladaría la embajada argentina a Jerusalén. 
 Franja de Gaza ha sido llevada por Israel y el imperialismo a una situación de catástrofe social y económica. Más de un millón de personas fueron empujadas a abandonar sus hogares y escasean el agua, la electricidad, la comida y los medicamentos. En Gaza han muerto, hasta el momento, 9.000 personas (entre ellas casi 4.000 niños). El sionismo desenvuelve, desde 1948, año en el que se fundó el Estado de Israel, una política de aniquilamiento y de apartheid contra la población palestina. 
 Más allá de todo, sin embargo, el comunicado de Cancillería es una calamidad política. Cafiero aplica la teoría de los dos demonios y reconoce el derecho de Israel a su “legítima defensa” (Milei y Massa tendrían que ser un poco más condescendientes). A la vez, en el texto se dice que los rehenes capturados por Hamas “deben ser liberados de manera incondicional y sin dilación”. ¿Y los más de 5.000 presos palestinos? 
 Entretanto, el kirchnerismo mantiene un silencio prosionista. CFK, su líder, no ha dicho nada, aunque es conocido su apoyo al Estado de Israel, por más demagogia que alguna vez hiciera con la causa palestina. Su ahijado político, Eduardo “Wado” de Pedro, tiene lazos aceitados con el sionismo.
 El Partido Obrero pide el cese inmediato de los bombardeos a Gaza y combate políticamente al sionismo y su masacre. Mañana movilizará al Congreso junto a la comunidad palestina y organismos de derechos humanos para reclamar que se pare el genocidio. La única vía para detener esta barbarie es apoyar la resistencia palestina, y pelear por el derecho al retorno del pueblo palestino a sus tierras y por una Palestina única, laica y socialista.

 Nazareno Suozzi

Las primeras bajas sionistas en la guerra genocida


“La sombría noticia de las últimas 24 horas, de que 15 soldados israelíes murieron en la operación terrestre inicial en el norte de la Franja de Gaza, ha cambiado tangiblemente el estado de ánimo”, dice un editorial de Haaretz (1/11). Estas bajas tienen lugar cuando ni siquiera ha comenzado la guerra de contrainsurgencia subterránea del ejército sionista. Se suman al agravio de los casi 250 rehenes retenidos por Hamas, que la mitad de la población israelí, según encuestas, exigen que sean canjeados por los prisioneros palestinos en cárceles israelíes. La consternación del editorial de Haaretz es política, porque advierte que estas bajas han ocurrido cuando no ha comenzado aún la guerra en la frontera norte del país, e inclusive desde el Mar Rojo. 
 La ofensiva criminal denominada ´Espadas de Hierro´, insiste Haaretz “no es una Guerra de los Seis Días, ni siquiera una cuestión de seis semanas”. “La guerra en Gaza no será una carrera rápida hacia una línea de victoria clara, sino una larga y embrollada maratón. El público israelí espera que los pies del maratonista no se hundan en el barro como sucedió en un pasado no muy lejano”. Aunque Israel “convierta a Gaza en un cementerio de niños” (El País, 2/11). “Las señales de la división dentro del establishment de Israel se profundizan incluso cuando Netanyahu declara la siguiente fase de la guerra en Gaza”, informa una fuente insospechada” (Al Jazeera, 31/10). 
 Según tituló el principal medio periodístico del mundo árabe ya “'Nadie confía en Netanyahu': el gabinete de guerra de Israel está dividido en medio del conflicto de Gaza” (Virginia Pietromarchi, 31/10). ´Este gobierno ya había perdido la confianza de un sector importante de la sociedad antes del 7 de octubre y no ha ampliado particularmente su base pública de apoyo desde entonces´, dijo Mouin Rabbani, dirigente del Centro de Estudios Humanitarios y de Conflictos. Según una encuesta del Instituto Israelí de Democracia, publicada la semana pasada, la confianza en el gobierno cayó a su nivel más bajo en 20 años” (ídem).
 Al genocidio en Gaza, le sigue en Cisjordania la agonía de la vida palestina; más de 100 palestinos han sido asesinados desde el 7/10. En la “Cisjordania ocupada la economía se desploma”, dice Zena Al Tahhan (ídem, 29/10). La miseria social y el derrumbe del mercado laboral han llegado al paroxismo: “la gran mayoría de los 200.000 trabajadores palestinos que trabajan dentro de Israel y en los asentamientos israelíes ilegales en la ocupada Cisjordania están ahora desempleados. Ahora eso ha disminuido drásticamente: sólo alrededor del 5 por ciento de estos trabajadores van a trabajar. Estos aportaban 1.200 millones de dólares en salarios a la economía de Cisjordania” (ídem), lo cual conformaba una porción relevante del raquítico ingreso nacional de esa región palestina. 
 En un tweet, Netanyahu asegura “que nunca había sido informado de las advertencias sobre el ataque de Hamás a Israel el 7 de octubre”. Como era de esperar se le tiraron a la yugular desde el Shin Bet —los servicios de inteligencia— al Mossad. No sólo Gantz, salió a delimitarse, sino también otro derechista, Avigdor Lieberman, ambos ex ministros de Defensa bajo anteriores gobiernos de Netanyahu, así como el actual ministro del área, Yoav Galant. Galant acusó al primer ministro de poco menos que de haber sido cómplice del ataque de Hamas. 

Norberto Malaj 
 02/11/2023

La burocracia de la AUW decreta el fin de la huelga automotriz en EE.UU.


El lunes 30 de octubre la AUW llegó a un acuerdo provisional con GM, que en términos objetivos significa el fin del conflicto con las tres grandes empresas automotrices norteamericanas. Durante la semana pasada se habían llegado a preacuerdos con Ford y Stellantis. La base de los preacuerdos entre la dirección de la burocracia de la AUW y las automotrices es un 25% de aumento salarial en un periodo de cuatro años y medio de duración, apenas por encima de la mitad del 46% que se reclamaba al iniciar el conflicto -este número tenía como referencia los incrementos salariales de los directores de las empresas-. Del conjunto de reivindicaciones iniciales -una semana laboral de 32 horas con 40 horas de salario; el restablecimiento de las pensiones tradicionales con prestaciones definidas para los nuevos contratados y compensaciones por la inflación, entre otras reivindicaciones- ha quedado poco. La burocracia informó que se consiguió un acortamiento relativo en los contratos temporales, que hacían que un trabajador recién ingresado tarde ocho años en alcanzar la escala salarial de un trabajador efectivo; los nuevos convenios los llevarían a tres años, aunque no está clara la letra chica. La AUW también pone en el haber de “la victoria” que las patronales reconocerán “el derecho de los trabajadores a hacer huelgas en protesta contra el cierre de fábricas” (Elpais.com 31/10). “Las mejoras salariales de este convenio, ha resaltado la UAW, son mayores a las acumuladas en los últimos 22 años.” 
 Los acuerdos, que deben ser refrendados por los afiliados de las fábricas, significan el blanqueo de la destrucción salarial que los trabajadores sindicalizados de la AUW han sufrido en las últimas décadas. Desde el 2019, cuando se firmaron los últimos convenios, la pérdida del poder adquisitivo de los salarios, ha rondado los 20 puntos porcentuales. Los acuerdos actuales dejan un 5 por ciento para cubrir cinco años de incertidumbre política y económica, en el marco de una reconversión industrial hacia la masificación de la producción de autos eléctricos. “El derecho de los trabajadores a hacer huelgas en protesta contra el cierre de fábricas” que agita la burocracia, no es más que un eufemismo que encubre que el cierre de fábricas que tendrá lugar por la reconvención, se dará sin garantizar los puestos de trabajo, pero con derecho a queja. 
 Al unísono los medios de comunicación de todo el mundo han caracterizado al acuerdo como una victoria histórica de los trabajadores en términos generales, y en particular un triunfo de la conducción personalista de Fain, presidente del sindicato desde marzo del 2023, luego de una renovación de la dirección de la AUW. Esta caracterización tiene como insumo el solo hecho de que las tres grandes fábricas no han impuesto sus condiciones de forma unilateral, como lo venían haciendo históricamente, por lo menos desde 1979, cuando “la UAW inauguró la era moderna de los contratos sindicales flexibles revisando su contrato con Chrysler -actual Stellantis- y aceptando concesiones en el punto intermedio (del contrato de cuatro años)” (sinpermiso.com 29/10). En estas cuatro décadas las entregas de la burocracia sindical, y las políticas flexibilizadoras de republicanos y demócratas, han llevado las condiciones de trabajo y los salarios de la clase obrera industrial norteamericana a pisos históricos. La flexibilización laboral en Estados Unidos ha sido un terreno fértil para la instalación de terminales automotrices foráneas como Toyota, Honda, Hyundai, Nissan o Volkswagen, que han ganado mercado y tuvieron la ventaja de no tener a sus trabajadores sindicalizados. 
 La burocracia de la AUW controló el conflicto con una estrategia centrada en un relato combativo, exponiendo la escandalosa brecha salarial entre los CEO y los trabajadores; realizando paros parciales en plantas secundarias de la cadena productiva al principio del conflicto y anunciados con antelación, para pasar en las últimas semanas a una acción más agresiva con paros sorpresa en las plantas más importantes de las firmas. La “combatividad” de la renovada burocracia estuvo destinada a terminar el conflicto antes de que desencadene en una huelga general. En última instancia fue la salvadora de las empresas y del propio régimen político norteamericano. 
 El mismo lunes el presidente Biden celebró desde la Casa Blanca el acuerdo y lo calificó de “histórico” y ha dicho que “recompensa a los trabajadores de la industria automotriz que tanto se sacrificaron para que el sector siguiera funcionando y atravesase la crisis financiera de hace más de una década (…) El acuerdo histórico de hoy es otra buena noticia económica que demuestra algo en lo que siempre he creído: el poder de los trabajadores. El poder de los trabajadores es fundamental para construir una economía desde el centro hacia fuera y desde abajo hacia arriba”. (elpais.com 30/10). Biden considera que el acuerdo al que llegó la burocracia con los tres grandes fabricantes norteamericanos lo coloca en una mejor posición de cara a la contienda electoral del año que viene, porque limitaría la campaña de Trump que lo colocó como artífice de la destrucción de los puestos de trabajo de la industria automotriz convencional, en pos del lobby de la industria de los autos eléctricos. En este sentido, la burocracia sí obtuvo una victoria -de aparato- porque logró una “vía para que los futuros trabajadores de vehículos eléctricos estén cubiertos por el sindicato” (Bloomberg.com 31/10).
 Todavía resta ver cómo es procesado el preacuerdo al que llegó la burocracia y que conclusiones sacan los trabajadores en las plantas. 

 Sebastián Chirino 
 02/11/2023

Massa rechaza el repudio de la cancillería a la masacre del campo de refugiados de Jabaliya


El escudo de la democracia contra Milei flirtea con los crímenes de lesa humanidad. 

 Tuvo que producirse un bombardeo a cielo abierto, por parte de la aviación sionista, contra un campo de refugiados en Gaza –Jabaliya– para que la Cancillería argentina moviera su pesado trasero con un comunicado de repudio a ese hecho circunscripto. No había sido suficiente, para ello, la destrucción de 200 mil edificios, el asesinato de unos ocho mil palestinos –entre ellos casi cuatro mil niños, y el estallido de una enorme crisis humanitaria. Alberto y Cristina Fernández le esquivaron a la jeringa por completo a confrontar con los crímenes de lesa humanidad en Gaza, en contraste con los pronunciamientos del boliviano Arce, el colombiano Petro y el chileno Boric. La bancarrota política y moral del kirchnerismo no podría ser más completa. 
 Dos días antes, en una ceremonia de la entidad judeo-sionista DAIA, Sergio Massa, convertido en gobernante ‘de facto’, había anunciado que declararía a Hamas una “organización terrorista”, redoblando la apuesta por la limpieza étnica que desarrolla el sionismo en Palestina. El planteo fue retribuido por un abrazo del embajador norteamericano, Mark Stanley. La posición sionista de quien es presentado como la última barrera contra la destrucción de la democracia en Argentina, tuvo lugar cuando la vida de veinte conciudadanos del ministro-candidato depende de la atención al planteo de Hamas de canjear los rehenes que capturó en el asalto militar al sur de Israel, por miles de presos políticos palestinos encarcelados sin juicio por el sionismo. El acto en la DAIA fue convertido en una oportunidad para recoger el apoyo de la reacción política argentina y mundial, no en la ocasión para reclamar que cesen las acciones militares que impiden la libertad de los rehenes.
  Massa, el jueves 2, aprovechó el comunicado del canciller para redoblar su apuesta criminal. Lo hizo al repostear el tuit de un senador tucumano, Pablo Yedlin, de la cofradía de Alperovich, que repudia el comunicado de la Cancillería y exige el reconocimiento al “derecho absoluto a la defensa” por parte del Estado sionista. El candidato de la democracia contra el fascismo no admite que se objete ni el bombardeo de un campo de refugiados a cielo abierto. Es claro que en Gaza no está en ejercicio el derecho a la defensa sino la erradicación criminal de un pueblo, por parte de Israel. El derecho a la defensa tampoco es absoluto, para el derecho internacional, que no admite crímenes de guerra y de lesa humanidad. Quien está ejerciendo un derecho legítimo a la defensa es el pueblo palestino y las milicias y combatientes de Palestina –expulsados, usurpados, confiscados y asesinados desde hace ocho décadas. 
 En el final de esta agitada campaña electoral, los protagonistas truecan papeles. Massa ha asumido, en la guerra en Palestina, la condición fascista de Milei, quien no puede no coincidir con Massa. No es eso lo que Macri le dirá que haga, sino que denuncie las llamadas ‘contradicciones’ supuestas entre los Fernández del “kirchnerismo” y Massa. Massa se ha puesto la careta de Macri y Milei, dos férreos sionistas, a los que se les desconoce que hayan tenido una trayectoria de lucha contra el antisemitismo. Bien mirado, el antisemitismo mundial apoya al Estado sionista –la fascista italiana Meloni, la francesa Le Pen, el húngaro Orban, la ultraderecha de Polonia y las fuerzas de choque de Trump. Todos estos y muchos más han convertido a la lucha contra inmigración de África y Asia, en su mayoría musulmana, en el ariete para construir un movimiento fascista de masas. 

 Comité Editorial Política Obrera
 02/11/2023

jueves, 2 de noviembre de 2023

Marchas por Gaza y contra el sionismo en todo el mundo


Desde Europa, EE.UU., Asia. 

 El último fin de semana las marchas por Gaza alcanzaron un primer pico. Este viernes hay una nueva convocatoria internacional. Las movilizaciones van en ascenso semana a semana, en la medida en que el ejército sionista -con la complicidad de todo occidente- sigue masacrando al pueblo palestino, bombardeando hospitales y campos de refugiados sin ningún escrúpulo. 
 España sobresalió el último fin de semana con movilizaciones en decenas de ciudades desde Galicia a Valencia, con más de 100.000 personas en Madrid. La semana anterior fue Londres la que protagonizó otra movilización extraordinaria. Así en toda Europa, Medio Oriente, Estados Unidos, América Latina y Asia hubo manifestaciones de apoyo a Palestina en repudio al genocidio sionista sobre Gaza. 
 La pretensión de los gobiernos de Occidente de tratar a estas marchas como manifestaciones de “odio racial”, en una supuesta asociación con expresiones de antisemitismo, fue desmentido por la dimensión de las movilizaciones, por su carácter antiimperialista y democrático, por sus consignas: “Era un hospital, no una base militar”, o “No es una guerra, es un genocidio” se gritó en Madrid. En Bilbao se vivaba: “Viva la Resistencia Palestina, sionismo genocida”.
 Hay que remontarse a las manifestaciones de repudio a la invasión yanqui a Irak, o antes a las marchas por Vietnam para encontrar una movilización antiimperialista de esta magnitud. Desde Tokio a Turquía, pasando por todo el sudeste asiático y la India —donde el gobierno derechista de Modi se colocó abiertamente detrás de Netanyahu—, millones ganaron las calles. Más de 100.000 manifestaron en el estado de Kerala, en el sur de la India, en solidaridad con Palestina. 
 En Malasia, una gran multitud de manifestantes corearon consignas frente a la embajada de Estados Unidos, en Kuala Lumpur. Varios cientos de miles se manifestaron en una gran marcha en Estambul. También se llevaron a cabo protestas en la capital iraquí, Bagdad.
 En Europa no hubo ciudad capital que no protagonizara su marcha, desde Copenhague y Estocolmo a Roma y Atenas.
 Algunos alcaldes de Francia prohibieron las manifestaciones desde que comenzó la guerra, por "temor" -dijeron- a que puedan alimentar tensiones sociales. A pesar de esta infamia, en París, el sábado tuvo lugar una manifestación. Varios cientos también marcharon en Marsella. En Wellington, la capital de Nueva Zelanda, miles de personas con banderas palestinas y carteles que decían “Palestina libre” marcharon hacia el Parlamento. 
 En la región rusa musulmana de Daguestán, cientos de personas irrumpieron el domingo por la tarde en el principal aeropuerto para protestar por la llegada de un vuelo procedente de Israel. El aeropuerto debió ser cerrado. Los informes de noticias locales dijeron que el avión pertenecía a la aerolínea rusa Red Wings. Imágenes de las redes sociales mostraron a algunos entre la multitud en el campo de aterrizaje ondeando banderas palestinas. "Estamos recibiendo informes de que ahora los manifestantes están tratando de volcar un coche de policía en el aeropuerto", dijo Yulia Shapovalova de Al Jazeera, informando desde Moscú. "Según los informes, la policía disparó al aire para intentar dispersar a la multitud". En los videos se podía ver a un manifestante con un cartel que decía: “Los asesinos de niños no tienen lugar en Daguestán” (ídem). 
 La burocracia rusa a través del Ministerio del Interior del Distrito Federal del Cáucaso Norte, donde se encuentra Daguestán, dijo que se utilizarían imágenes de CCTV para establecer las identidades de quienes irrumpieron en el aeropuerto y que los involucrados serían llevados ante la justicia. A su vez el Mufti Supremo de Daguestán, Sheikh Akhmad Afandi, llamó a los residentes a detener los disturbios en el aeropuerto.

 Norberto Malaj
 01/11/2023

Las cuestiones políticas del genocidio en Gaza


La OTAN se despliega para otro frente de guerra mundial. 

 El bombardeo masivo al campo de refugiados de Jabalia no fue disimulado con excusas por el ejército sionista. Con el objetivo de alcanzar los túneles construidos por Hamás, las fuerzas armadas de Israel están arrasando con toda la estructura edilicia y de salud de Gaza, y contra la población civil a cielo abierto. 
 Es la expresión de la estrategia de “guerra total”, que fue inaugurada en la década del 30 del siglo pasado y en la Segunda Guerra Mundial y proseguida en la posguerra, en su forma más bárbara. Se trata, precisamente, de aterrorizar a la población civil, tan mentada en esta crisis, en función de un objetivo diferente de los conflictos militares de un pasado lejano, como es destruir la capacidad de los pueblos para luchar contra la guerra o convertirla en guerra revolucionaria contra la clase opresora. Las guerras entre potencias por el reparto renovado del mercado mundial son, fundamentalmente, guerras contrarrevolucionarias contra los pueblos y las masas explotadas. 
 En las últimas dos semanas, la aviación sionista ha arrojado sobre la estrecha franja de territorio de Gaza unas 15.000 toneladas de bombas, el equivalente exacto a la bomba atómica lanzada por Estados Unidos sobre Hiroshima. Ha asesinado a cerca de diez mil civiles, entre ellos cinco mil niños. En opinión de Netanyahu, esta es la única opción que le quedaría a Israel para defender lo que llama la “civilización” contra la teocracia islámica. Este reo de la justicia de su país representa políticamente, sin embargo, a la teocracia de los colonos sionistas, que han matado en estos días a un centenar y medio de palestinos en Cisjordania; una victoria militar de Israel, digamos de paso, reforzaría considerablemente a la reacción política y a la teocracia sionista. 
 El crimen de guerra contra la población civil de Gaza es realizado con el apoyo político y militar de los Estados Unidos. De acuerdo a La Nación (29/10), la política de tierra arrasada fue concertada entre el secretario de Defensa norteamericano Austin y su contraparte israelí, Yock Gallant; el Secretario de Seguridad de EEUU, Jack Sullivan, ya había señalado que no había “líneas rojas” para la masacre que planificaba el Estado sionista. También rechazó un cese del fuego, que habilitaría un canje de rehenes, en poder de Hamás, por prisioneros palestinos encerrados en las cárceles sionistas, en su mayor parte sin juicio. En la semana previa al crimen contra el campo de Jabilia, un verdadero puente aéreo entre Washington y Tel Aviv descargó un material bélico masivo, sin precedentes, de parte del Pentágono, para fortalecer la política de tierra arrasada y la contrainsurgencia urbana que ha emprendido el militarismo israelí.

 Otro frente de una guerra mundial 

La guerra desatada por Israel no tiene, ni podría tener, un carácter local. Desde el primer día de su existencia, el Estado sionista ha sido un pivot estratégico del imperialismo mundial en Medio Oriente; el ancla internacional del capital financiero frente a las crisis, guerras y revoluciones en el mundo árabe y el musulmán en general. Esta guerra es el emergente de una crisis política internacional, esencialmente del retroceso de la hegemonía norteamericana conquistada en la inmediata posguerra. Es la manifestación concreta del avanzado estadio de la declinación histórica del capitalismo. El abatimiento, por parte de la guerrilla de Hamás, del Muro de Hierro construido en torno a Gaza, ha detonado una crisis mundial, porque ha sido un golpe enorme a la capacidad política de acción del Estado sionista, en última instancia, a ese Estado mismo y a la coalición de Estados imperialistas. Tiene lugar cuando la guerra de la OTAN contra Rusia se ha estancado en el frente de batalla y ha generado una crisis política en Washington acerca de su continuidad. Los devaneos izquierdistas acerca de las culpas que reparte a unos y otros sobre los métodos que emplean en esta guerra, funcionan como pretextos para no tomar posición clara frente a una confrontación de alcance histórico.
 La Nación y Clarín (25/10) han coincidido en que la dilación de la invasión de Israel a Gaza obedeció a una sola razón: la necesidad de que Estados Unidos complete el despliegue sus flotas en el Mediterráneo. La invasión a Gaza cuenta con el soporte de la aviación naval norteamericana, que en forma inmediata procedió a atacar instalaciones de guerrillas proiraníes en Siria, Irak y Yemen. Estas acciones desafían la supremacía aérea que Rusia estableció en Siria, luego del fracaso del intento norteamericano para derrocar a la dictadura de Bashar Al Assad. Claramente es una disposición bélica contra Irán, a pesar de que el régimen de los ayatollahs se ha declarado, de palabra y en la práctica, al margen de la guerra en Gaza. El sitio The Intercept (27/10) acaba de revelar la existencia de una base militar secreta norteamericana en el Negev (sur de Israel), que tiene el objetivo de monitorear los movimientos militares en Irán y guiar un ataque con misiles contra el régimen persa. Dado que el objetivo de la guerra del sionismo contra Gaza es expulsar a su población al desierto del Sinaí, la supervisión norteamericana tiene la función de advertir contra cualquier reacción negativa de parte de los países vecinos. Para la vocera de prensa de Rusia, María Zakharova, el despliegue norteamericano puede sin embargo convertirse en un búmeran, al dejar expuesta “la capacidad de defensa de Estados Unidos en el Mediterráneo, el Mar Rojo, el Golfo Pérsico y las bases terrestres en Siria, Jordania e Irak” (NakedCapitalism, 27/10). El Cercano Oriente ha sido convertido, por parte de Estados Unidos, en el segundo frente de una guerra mundial, al lado de Ucrania, si se dejan de lado las operaciones de guerra en el Mar de China. 
 El cuerpo político y militar norteamericano no diverge con esta caracterización. Thomas Friedman, un ultrasionista muy próximo a Biden, advierte que Israel no podría ganar la guerra sin un pacto político-militar con Estados Unidos y, por lo tanto, la OTAN. La condición es que Israel acepte un acuerdo con la Autoridad Palestina, para establecer la salida de “dos Estados”, y abandone el propósito de llevar a fondo la limpieza étnica y el establecimiento de un Gran Israel, desde el Sinaí hasta Jordania. Así presentada, la guerra de Israel contra Gaza se encuentra en un enorme impasse, poque la Autoridad Nacional Palestina es un cadáver semisepultado, con total incapacidad para ir más allá de su camarilla ultracorrupta. El Gran Israel, como alternativa, sólo podría prosperar en una guerra mundial, del tipo de la ‘lebesraum’ o espacio vital de Hitler. La guerra en Palestina atraviesa una crisis fenomenal, mientras acumula víctimas con un brutal desprecio por la vida humana de parte de las democracias occidentales.

 Hamás: terrorismo, guerrilla, fuerza beligerante 

El ataque de Hamás al Muro de Hierro ha producido una reversión política y geopolítica en el terreno. La corresponsal de La Nación, Elizabeta Piqué, lo ha caracterizado de un modo impecable, aunque inesperado: “una victoria estratégica” de la guerrilla palestina (29.10). En efecto, ha expuesto la desnudez estratégica del Estado de Israel, el más densamente armado del mundo. Ese ataque guerrillero ha tenido lugar en el marco de una fuerte tendencia a una tercera Intifada (rebelión popular) en Cisjordania e incluso al interior de Israel. La población palestina sufe una ola final de expropiaciones y asesinatos de palestinos por parte de colonos sionistas y el ejército, con el apoyo del gobierno de Netanyahu. 
 Esa tercera Intifada en ciernes ha sido la causa de fondo de la crisis política en Israel, entre Netanyahu y el Poder Judicial, con una movilización impresionante de la población israelí. La cuestión constitucional es una hoja de parra de un conflicto ‘existencial’: adónde va el Estado. Reducir una crisis que ha conjugado estos factores históricos de fondo a una acción ‘aislada’, ‘criminal’, de una banda ‘terrorista’, como ocurre con algunos izquierdistas, que para colmo se reivindican de la IV Internacional, es, como de costumbre, peor que una infamia, es una necedad. Hamás es un semi Estado, con un ejército de 40.000 hombres, una fuerza beligerante con estatuto internacional, aunque no reconocido. A pesar de los bombardeos enormes sigue disparando cohetes hacia Israel, incluso ha efectuado incursiones desde el mar. El Estado sionista lo quiere liquidar inyectando gas venenoso en los túneles que Hamás ha construido: lo más parecido a la ejecución en una cámara de gas. Se ha convertido de grupo terrorista en guerrilla; se ha desarrollado en las entrañas del Estado de ocupación del sionismo. Fundamentalmente reaccionario, ha desempeñado una función histórica progresiva al asestar un golpe poderoso al imperialismo mundial. Esta es la cuestión decisiva, el duro golpe recibido por el imperialismo, su retroceso estratégico. Esto debe ser saludado por la clase obrera internacional, porque amplía la capacidad de acción de los trabajadores. Hamás ha actuado como el enemigo de nuestro enemigo fundamental. 
 Las masas de todo el mundo, en especial el árabe, han salido a manifestar en forma masiva, lo cual no ocurría desde hace veinte años, cuando la invasión de Bush-Blair-Aznar a Irak. En medio de ajustes y caídas del nivel de vida, la guerra genocida del sionismo ha impulsado un ascenso de masas internacional. 
 Las reivindicaciones inmediatas deben ser: cese del ataque a Gaza, cese del fuego, intercambio de rehenes israelíes e internacionales por todos los prisioneros palestinos. La guerra urbana, con apoyo internacional de la OTAN, podría derivar en una guerra regional o de mayor alcance. Para reducir al pueblo palestino a cenizas, Israel deberá avanzar hacia un estado fascista, para el cual está lejos de reunir las condiciones de partida, pues debería arrastrar a mucho más de la banda trumpista de colonos teocráticos. La cuestión central reside en el carácter de la dirección palestina. Ninguna guerrilla va a derrotar militarmente al sionismo; para eso necesita una política. La guerra nacional es un instrumento potente cuando lo es su proyecto político.
 El golpe estratégico asestado al Estado sionista refuerza el planteo de una Palestina única, republicana y laica, en un desarrollo transicional al socialismo. Para esto debe emerger en esta guerra nacional una fuerza obrera internacionalista, que unifique la lucha de clases en todo el Medio Oriente. La transformación de una guerra mundial, como la plantean el imperialismo y el sionismo, en una guerra revolucionaria de emancipación plantea el desarrollo de un movimiento de unidad social que atraviesa todas las fronteras 

 Jorge Altamira 
 01/11/2023

Homenaje en el Colegio Nacional platense


Cien historias reparadas Estudiantes, docentes y no docentes víctimas del terrorismo de Estado serán reconocidos con la reparación de su legajos el 8 de noviembre. 

 Un centenar de estudiantes, docentes y no docentes que fueron víctimas del terrorismo de Estado durante la última dictadura cívico-militar serán homenajeados en el Colegio Nacional Rafael Hernández de La Plata, el próximo miércoles 8 de noviembre. Durante el acto se hará entrega a sus familias y amigos de los legajos reparados. 
 Convocado para las 9 de la mañana, el encuentro se realizará en el llamado "Patio de la Democracia" de esa institución dependiente de a la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), ubicada en Avenida 1 y 49 de la capital bonaerense, y se espera la participación de familiares y amigos de los estudiantes secuestrados, desaparecidos y asesinados.
 Dominique Suffern Quirno, directora del Colegio Nacional, aseguró que "la reparación de legajos de quienes fueron estudiantes, docentes y no docentes víctimas del terrorismo de Estado es una política que lleva adelante la Universidad desde el año 2015". Agregó además que la iniciativa es construida colectivamente y busca incorporar "esas identidades reconstruidas de una generación diezmada, poder reconocerlas y recordarlas en las memorias institucionales". Suffern Quirno destacó que en 1996, se conformó la Comisión Amigos con Memoria y que desde entonces, el listado fue creciendo con el aporte de la comunidad. "En ese marco, el año pasado con la vicedirectora, Ana García Munitis, nos pusimos en comunicación con la Secretaria de Derechos Humanos de la UNLP, Verónica Cruz, y con la directora de Políticas de Memoria y Reparación, Guadalupe Godoy, para poder realizar la entrega este 8 de noviembre", precisó.
 Para lograr la reparación de los legajos se conformó para una comisión con exmiembros de Amigos con Memoria, que preside de modo honorífico la madre de Plaza de Mayo Herenia Sánchez Viamonte e integran también exalumnos de la institución. "Esto no hubiera sido posible si en 2015 Ana no hubiera empezado a armar el archivo del colegio. En 1996 la lista era de 96 víctimas y, mediante el relato y el testimonio de exestudiantes, logramos llegar a cien", describió Suffern Quirno. 
 La profesora en historia de las artes visuales precisó además que en los legajos "existe documentación como la partida de nacimiento, el volante de inscripción con la firma de los padres, las sanciones, los boletines, las vacunas y los talones de las facultades a las que esos chicos se anotaban". Ese material fue digitalizado y en el acto se entregará a los descendientes o amigos de cada una de esas cien personas, en una carpeta con un sello de reparación de legajo en el que se dejará constancia de su condición de víctima del terrorismo de Estado.

 Página/12 
2 de noviembre de 2023 - 00:01

miércoles, 1 de noviembre de 2023

Israel ejecuta un ataque criminal contra el centro de refugiados más grande de Gaza


Jabaliya, en el norte de Gaza

 En las últimas 48 horas, las fuerzas israelíes bombardearon en dos oportunidades el campo de refugiados más grande de la Franja de Gaza, dejando más de 50 muertos. Es una nueva muestra de que el sionismo está llevando adelante una acción genocida contra el pueblo palestino. Desde el 7 de octubre, hubo más de 8.500 muertos (más de 3 mil niños), fueron destruidos barrios enteros, se atacaron hospitales y escuelas, y se impuso un bloqueo terrestre y marítimo casi total sobre el enclave costero. 
 El centro de Jabaliya, en el norte de Gaza, está habitado por descendientes de desplazados de sus tierras durante los años ’40, la década en que se formó el Estado de Israel, expulsando a la población palestina de sus hogares. 
 Sin mayores escrúpulos, las autoridades israelíes justificaron los ataques en nombre de la presunta presencia en Jabaliya de miembros de Hamas.
 La Franja de Gaza se encuentra sumida en una situación humanitaria catastrófica, como han reconocido las propias Naciones Unidas. Más de un millón de personas se vieron obligadas a abandonar sus hogares, y escasean el agua, la comida y los medicamentos. 
 Tanques e infantería de Israel ya se encuentran dentro del enclave, acompañados por bulldozers (topadoras) que van demoliendo edificios previamente atacados por la aviación sionista.
 Estados Unidos, que brinda armamento a Israel y apaña sus agresiones, esta vez no emitió siquiera un pronunciamiento hipócrita sobre los ataques en Jabaliya. 
 Cese de los bombardeos contra Gaza. No a la invasión. Abajo la masacre contra el pueblo palestino. 

 Prensa Obrera

La deuda privada récord, resultado del cepo importador y la especulación con la brecha cambiaria


Configurando una presión futura para las menguadas reservas. 
 La deuda privada comercial trepó a U$S 55.442 millones.

 En el transcurso de un año, la deuda externa comercial del sector privado creció U$S 11.603 millones, alcanzando los U$S 55.442 millones. Es consecuencia directa del cepo importador, a partir del cual las empresas debieron recurrir a préstamos para seguir comprando bienes y servicios del exterior, y de la brecha cambiaria, que incentiva los autopréstamos entre filiales que luego “devolverán” echando mano de los dólares oficiales aprovechando que su cotización permanece planchada. 
 El dato se desprende del informe del deuda externa privada del Banco Central, correspondiente al segundo trimestre 2023. El mismo especifica que la deuda externa comercial por importaciones aumentó U$S 8.314 millones interanual, ascendiendo a U$S 36.939 millones. Es innegable que las crecientes restricciones para acceder al mercado de cambio oficial -fruto de la crisis de reservas-, lleva a que las importadoras se endeuden (con sus proveedores por ejemplo) para traer mercadería del extranjero. 
 Ahora bien, U$S 31.411 millones del total de la deuda externa comercial tiene como acreedoras a empresas del mismo grupo. No debemos pasar por alto que las multinacionales incurren en autopréstamos entre distintas filiales como mecanismo para fugar divisas, a costa de las reservas. A pesar de contar con dólares propios para importar, utilizan este ardid para acceder a los dólares oficiales, aprovechando que luego tendrán la posibilidad de venderlos más caro en el mercado de cambios paralelo debido abultada diferencia que existe entre ambas cotizaciones. Una de las tantas maniobras de saqueo a manos de la clase capitalista que prosperan al amparo de todos los gobiernos. 
 Eso se traduce en presiones futuras sobre las reservas del BCRA, sobre todo teniendo en cuenta que el 97% de la deuda comercial (U$S 53.768 millones) debe ser cancelada antes de junio 2024. Se trata de un compromiso muy oneroso que, para poder afrontarlo en un escenario de reservas negativas, la autoridad monetaria no tendrá más opción que devaluar abruptamente.
 El informe es el reflejo de la profunda bancarrota a la que asiste el Banco Central, la cual solo se revierte cortando la fuga de capitales a través de la nacionalización bajo control obrero del sistema financiero y repudiando la deuda usuraria. A su vez, es preciso planificar la relación de Argentina con el mundo en favor del desarrollo nacional y las necesidades sociales, y para que eso ocurra hay que terminar con el dominio capitalista del comercio exterior. 

 Sofía Hart

Con el próximo pago, los intereses embolsados por el FMI llegarán a 8.129 millones de dólares


Rige una tasa ultrausuraria del 8%. Se cancelarán intereses por U$S 820 millones.

 El 6 de noviembre el gobierno le pagará intereses al FMI por U$S 820 millones, agravando la crisis de reservas del Banco Central. Por ese concepto, el organismo ya ha embolsado U$S 8.129 millones.
 Mientras las reservas líquidas presentan un rojo de -U$S 14.100 millones, el oficialismo sale nuevamente a rescatar lo intereses ultrausurarios del acuerdo con el FMI, cuya sobretasa ha ascendido al 8,07% -el doble que hace un año atrás. De ese modo, persiste la fuga de divisas del país en beneficio del capital financiero internacional, agravando la bancarrota del BCRA cuyas consecuencias las pagamos lo trabajadores con más inflación y recesión económica. Esto demuestra el enorme negocio que implica para el Fondo el préstamo otorgado a Argentina. Al final del camino recibirá todo el dinero del crédito, más los intereses leoninos que cobra trimestralmente. Una estafa fenomenal al pueblo trabajador, convalidada tanto por el macrismo como por el peronismo.
 Calculado al tipo de cambio oficial, los U$S 8.129 millones gastados en intereses al FMI desde que se contrajo la deuda equivalen a $2,8 billones. Esa cifra supera los $483.872 millones destinados al pago de la Asignación Universal por Hijo durante los primeros nueve meses del año. El monto también es mayor a los $480.272 millones devengados en Políticas Alimentarias durante ese período, a los $193.253 millones invertidos en la Beca Progresar, a los $2,5 billones destinados al pago de salarios estatales y a los $854.353 millones de transferencias a las universidades.
 Los intereses pagados al Fondo también superan al presupuesto ejecutado en lo que va del 2023 por el Ministerio de Educación ($1,6 billones), por el de Obras Públicas ($690.475 millones), por el de Salud ($389.490 millones), por el de Ciencia ($228.460 millones), y por el de Mujeres y Diversidades ($54.661 millones). Lo anterior ilustra nítidamente dónde radican las prioridades de Massa.
 Es necesario desconocer la deuda ilegítima con el FMI y el programa impuesto por el organismo, que incluye ajuste, efectos recesivos, inflación y más endeudamiento y subordinación colonial. Un rumbo ruinoso para la población trabajadora, defendido por ambos candidatos que participarán del próximo balotaje. 

 Sofía Hart