sábado, 27 de octubre de 2012

¡Adelante!



Nuestra historia. Con sus actos de inmensa riqueza humana y sus egoísmos, desaciertos y crímenes. Justamente ahora, dentro de pocos días, el próximo 6 de noviembre, se cumplen 130 años de la fundación del Vorwärts, el club socialista alemán en Buenos Aires. Esa palabra quiere decir: ¡Adelante! Quince emigrantes alemanes, expulsados de su país por el gobierno de Bismarck por difundir ideas socialistas, arribaron a la Argentina. Y aquí resolvieron seguir su lucha. Gente sencilla, estudiosa, con aspiraciones de una sociedad más justa y feliz. Un obrero, Karl Múcke, fue el de la iniciativa; invitó en aquel 1882 a varios de sus connacionales a la cervecería Bieckert, que estaba en el Paseo de Julio, a fundar una entidad obrera que se basara en los principios del socialismo, ideas por las cuales ellos debieron dejar su tierra natal. Así nació esta entidad que hoy existe todavía. Fueron ellos los que trataron de tomar contacto con todos los otros sectores de la sociedad argentina –los criollos, italianos, españoles, franceses, polacos, etc.– para luchar por una sociedad igualitaria tal cual lo cantaban los argentinos en el Himno Nacional desde 1813: “Ved en trono a la noble igualdad. Libertad, Libertad, Libertad”. Fueron ellos, ese grupo de alemanes idealistas, los que también organizaron el primer acto en Buenos Aires para recordar el Primero de Mayo. Sí, el día que en Chicago comenzó la gran huelga por las ocho horas de trabajo que terminó con cinco anarquistas –cuatro alemanes y un inglés–, ahorcados por la “Justicia” estadounidense y que fue la gran señal que llevó a la lucha obrera en todo el mundo para lograr ese horario de trabajo indiscutible y humano. Y ese primer acto conjunto de los obreros se llevó a cabo en el Paseo de Julio. Los obreros de cada comunidad extranjera emigrada a la Argentina tuvieron un representante que habló en su propio idioma, porque todavía no habían aprendido el habla de Buenos Aires. Un alemán, un criollo, un italiano, un español, un francés y un portugués. El diario La Nación de Mitre, trató de burlarse del acto expresando que para qué se reunían los obreros si no se entendían y cada uno hablaba su idioma. Deberían haber aplaudido que, a pesar de que no se entendían, se reunían todos en su condición de trabajadores para demostrar el mismo propósito: lograr la justicia social. Y fundaron el periódico El obrero, en dos idiomas, enfocado en la lucha por una dignidad de clase. En un tiempo muy difícil, el de los Mitre y los Roca. Este último iba a sancionar la ley más cruel de nuestra historia, la 4140, la Ley de Residencia. Contra los extranjeros que traían la semilla de la rebelión social.
Hermoso gesto el de homenajearlos ahora. El 6 de noviembre estaremos a las 19 horas en el Centro Cultural de la Cooperación (Corrientes l543) para recordar los 130 años de estos héroes civiles casi anónimos que prendieron la chispa de la justicia social en las calles argentinas. (Claro, nunca encontraremos ninguna foto de esos héroes del pueblo junto a un representante de la oligarquía que había financiado la campaña del desierto de Roca. Pero ahora sí podemos ver la foto conjunta de dos sonrientes: del ultra conservador-”liberal” Macri con el sindicalista Moyano. Curiosidad evidente de las fantasías de la realidad.)
Y pasemos a otra lucha que debe ser constante. Es la que llevan a cabo las organizaciones que se han comprometido siempre a atender a nuestros niños con hambre. Que los hay y desde décadas que existen. Un manifiesto de las organizaciones de la sociedad civil sobre el abandono y la desprotección de los niños pobres de la provincia de Buenos Aires nos ha conmovido. Nos ha conmovido su comunicado y el haber ya abandonado el silencio para denunciar a viva voz nuestra realidad. Son más de tres mil organizaciones sociales y de derechos humanos que desde hace años se dedican a defender los derechos de más de 163.000 pibes. Sí, tal cual, 163.000 pibes que necesitan comer y ser atendidos. No hay ninguna exageración ni ningún fin político en hablar de esta realidad. Sí, esta escena bien argentina lleva ya muchas décadas y es necesario plantarse para decir basta a quienes la ignoran o pretenden mirar para otro lado.
El comunicado tiene un estilo muy doloroso y diríamos hasta desesperado. Pero desesperación por pura bondad. Por ver cómo se ha abandonado un deber primordial: el presente y el futuro de nuestros niños pobres. Esas instituciones lo dicen sin pelos en la lengua: “Desde hace largo tiempo que el atraso en el pago de los convenios por parte del Ministerio de Desarrollo Social y la Secretaría de la Niñez de la Provincia de Buenos Aires; la precarización de las trabajadoras/res de la infancia y la falta de recursos para dar respuesta a situaciones críticas de nuestras comunidades son síntomas del gobierno de Scioli de abandono y desinterés, constituyéndose una línea política represiva hacia nuestros pibes y pibas, y no propiciadora de espacios de inclusión ni efectivización de derechos. Los pibes, las pibas pobres no interesan”. “El incumplimiento del Sistema de Promoción y Protección de Derechos hace que nuestros pibes terminen sin posibilidades reales de construir proyectos de vida liberadores, ofreciéndoles de esta forma un futuro marginal, donde las cárceles de la provincia de Buenos Aires terminan convirtiéndose en las políticas reales de adolescencia y juventud de este gobierno.”
El comunicado, luego, no se arrodilla, tiene algo de desesperación ante la diaria realidad de los niños que llegan a los comedores infantiles y no encuentran comida. Dicen esas organizaciones de la generosidad: “El cumplimiento efectivo de las leyes de niñez y adolescencia para garantizar los derechos contenidos en la Convención Internacional de los Derechos del Niño, Niña y Adolescente debe ser ya. Para que esto sea posible deben invertir en políticas y programas que den respuesta a la cruel realidad que viven miles de niños, niñas, adolescentes y familias en sus barrios”.
Las organizaciones firmantes son de reconocida actuación y honestidad, por ejemplo, el Centro Angelelli, la Fundación Jorge Novak, la Obra del Padre Cajade, la Fundación Farinello, el Serpaj, con Pérez Esquivel, y también el legendario Vorwärts. Estas y más de medio centenar de organizaciones de derechos humanos marcharán el 1º de noviembre, a las 13 horas, desde el frente del Congreso a la Casa de la Provincia de Buenos Aires. Allí estaremos.
Vorwärts. ¡Adelante!, pues. Por una Argentina sin pibes con hambre.

Osvaldo Bayer

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