El exministro de Justicia de Néstor Kirchner, echado por este por una interna con el espía Jaime Stiuso, compañero de fórmula de Domingo Cavallo en el 2000, sería premiado por Alberto Fernández con un ministerio.
Ya en plena campaña electoral comenzó a sonar su nombre. Una foto de Beliz, junto a Eduardo Valdes (amigo del Papa, anti derechos de las mujeres y otro operador del Frente de Todos) participando de un acto de Alberto Fernández, hizo conocida su cercanía al armado político del PJ y el kirchnerismo que gobernará a partir de diciembre.
Ayer ya trascendió que está entre los nombres de quienes Fernández quiere cerca de él en puestos políticos claves y que serán los encargados de liderar los equipos del Frente de Todos que llevarán adelante esta etapa de transición haciendo acuerdos con Mauricio Macri.
Los cuatro lugartenientes de Fernández
Santiago Cafiero (nieto de Antonio Cafiero, un histórico peronista que como ministro de Isabel Perón acompañó con su firma el decreto que habilitaba a aniquilar a la guerrilla), fue asesor de Sergio Massa cuando era opositor a Cristina Kirchner, hoy es hombre de confianza de Fernández.
Wado De Pedro, líder de La Cámpora, que suena para dirigir el Ministerio del Interior.
Vilma Ibarra fue senadora de la Alianza (esa nefasta experiencia para el pueblo trabajador, del radicalismo y la centro izquierda), y autora del libro “Cristina versus Cristina”, desde donde discutía contra Cristina Kirchner y su capacidad de acomodar su discurso a fin de preservar cuotas de poder.
El cuarto “lugarteniente” sería Beliz, que fue desplazado del primer gobierno de los Kirchner, con la excusa de que debeló un secreto de Estado: había mostrado en televisión la foto de Antonio “Jaime” Stiuso, el histórico jefe de operaciones de la ex SIDE, que el mismo Néstor colocó al lado del fallecido Alberto Nisman para investigar el atentado a la AMIA.
Beliz en ese momento acusó a Stiuso de “armar una SIDE paralela”, eso le valió la enemistad con Kirchner. Sucede que el servicio de inteligencia fue, en esos tiempos, su hombre de confianza en las cloacas del Estado.
Después de eso, el ex ministro se autoexilió en Estados Unidos y formó parte del staff del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), una de las organizaciones prestamistas de los países centrales, con fuerte peso de Estados Unidos.
Pero Gustavo Beliz conoció a Alberto Fernández bastante antes de que estuvieran juntos en el mismo gobierno. En el año 2000 también estuvieron juntos, compartiendo lista. Beliz era el candidato a Vice Jefe de Gobierno de la Ciudad, el primero en esa fórmula era Domingo Cavallo.
Hasta Diego Santilli, el segundo de Horacio Rodríguez Larreta en la Ciudad de Buenos Aires, fue parte de esa lista.
Antes de eso, en los 90´s fue parte del Gobierno de Carlos Menem, siendo en 1992, ministro del Interior.
El ultra católico, de orientación económica liberal, también adhiere a la mano dura.
Como ministro de Kirchner impulsó la ley llamada “Blumberg”, en alusión al ingeniero trucho que propició una serie de normas que endurecían el aparato represivo del Estado. Cuando Beliz deja el gobierno, el falso ingeniero declaró: “Como argentinos no nos conviene que Beliz deje de ser ministro”.
Un rápido repaso por su historia pública nos muestra quién es uno de los hombres de confianza de Alberto Fernández, en quien piensa para que sea uno de los que dirija estos meses de transición y para ser su mano derecha (nunca mejor usada esa expresión) en su próximo gobierno.
Mirta Pacheco
@mirtapacheco1
martes, 29 de octubre de 2019
No pudo

Panorama político-sindical
Los “chalecos amarillos”, Argelia, Sudán, Irak, Líbano, H. Kong, Cataluña, P. Rico, Haití… precedieron la elección en Argentina. En América Latina, tras el agotamiento del ciclo de los gobiernos llamados “populistas”, parecía que el péndulo se había corrido a la derecha por muchos años. Los levantamientos populares de Ecuador y Chile dieron por tierra con esta perspectiva.
La crisis económica mundial abierta en 2008 derivó en una obscena concentración de la riqueza que dejó particularmente a los jóvenes frente a un futuro de precarización. Y ante las protestas, a una violenta represión y promesa de concesiones que rara vez se cumplen.
El caso del Macri chileno, Sebastián Piñera, es paradigmático frente a una rebelión popular que desafía a los militares en las calles.
En Argentina el neoliberalismo fue derrotado en las urnas, pero deja un terreno arrasado para la futura administración.
Golpe al salario
La devaluación del peso fue de 7 % en sólo una semana, cerrando el dólar a $ 65 este viernes. Frente a ello, y anticipándose a un posible intento de acuerdo de precios entre empresarios y sindicatos como el que propone el Frente de Todos, muchos empresarios ya comenzaron a cubrirse y aumentaron los precios de lista hasta un 15 %.
De acuerdo a la estimación de los trabajadores de la Junta Interna de ATE-Indec, ningún trabajador debería ganar menos de $ 55.386 para cubrir las necesidades mínimas de una familia. Pero la realidad es que en promedio los ocupados perciben menos de la mitad: $ 22.000.
La caída del salario real, que desde 2015 era hasta julio de un 20 %, licuando prácticamente el poder de compra, se agravó en los meses subsiguientes con la disparada de la inflación. Sólo en septiembre los precios promedio saltaron un 5,8 %.
Cada vez que un gobierno ensayó algo así como un "pacto social" fue para que las mayorías trabajadoras no ofrezcan resistencia al ajuste.
Fernández insiste en que seguirá bajo el régimen del FMI y pagando la deuda renegociada, al mismo tiempo que promete que mejorará la situación de los trabajadores. Es incompatible. La deuda es impagable, y a pesar de que se renegocie seguirá exigiendo grandes ajustes.
Hay que dar vuelta las prioridades: o se está con los especuladores de la deuda, los bancos, el agro power y los grandes empresarios, o se apuesta a solucionar los problemas estructurales para salir del atraso y la dependencia priorizando las necesidades postergadas de la clase trabajadora.
El territorio del hambre
“Radiografía de la pauperización social de la Argentina en tiempos de Macri y el FMI” es el título del informe elaborado por Claudio Lozano, integrante del Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas (IPPyP), en el que se analiza cómo se distribuye territorialmente y por edades, la pobreza e indigencia , tomando los datos oficiales del segundo trimestre de este año.
El panorama es sombrío por donde se lo mire. Mientras el norte concentra los mayores porcentajes de pobreza, la franja central del país agrupa el mayor número de pobres. Así, las provincias que superan el millón de personas pobres son: Buenos Aires (6,8 millones, el 41,5% del total), Córdoba (1,4 millones, el 8,5%) y Santa Fe (1,4 millones, el 8%). Es decir, el 60% de la población más vulnerable reside en sólo tres provincias.
Y resulta alarmante el empobrecimiento de provincias del sur como Tierra del Fuego, Río Negro y Chubut.
La desigualdad se expresa con crueldad al observar que en parte de las provincias más productivas en lo relativo al desarrollo del agronegocio y el complejo sojero, el hambre se manifiesta con la mayor crudeza. En el año de la cosecha récord en la producción de oleaginosas y granos, es récord también el hambre y la indigencia.
Mientras el promedio nacional evidencia un 36,7% de la población bajo la línea de pobreza, son 17 las jurisdicciones del país que superan la media nacional. En cuanto a la población en situación de indigencia, que a nivel nacional promedió un 8,3%, siete provincias superan el promedio del país . Es dramática la situación del Chaco que ostenta una tasa altísima de indigencia (16,7%). Pese a no ser una provincia fuertemente poblada, tiene la característica de ser el tercer distrito de la Argentina con mayor cantidad de personas en situación de indigencia. Algo así como EL TERRITORIO DEL HAMBRE en nuestro país.
El rasgo de infantilización que asume la problemática del hambre y la pobreza queda expuesta en los últimos datos publicados: el 54,6% de chicos y chicas menores de 14 años son pobres (más de 6 millones de pibes) y el 15% directamente pasa hambre (más de 1,6 millones). Estos representan el 36,5% de la población pobre y el 43,7% de la población indigente. El hambre, entre nuestros pibes, prácticamente se duplicó en el último año (la tasa de indigencia creció en un 80%).
Entre junio de 2018 y junio de 2019, la tasa de pobreza de los adultos mayores saltó del 7,0% al 11,8%, y la tasa de pobreza de los menores de 15 años se disparó del 43,8% al 54,6%.
En tan solo un año, las políticas de Macri y el FMI desplazaron a 251.672 adultos mayores y a 1.214.825 niños y niñas más, bajo la línea de la pobreza.
El impacto de la crisis en los jubilados
La canasta básica de los adultos mayores ya vale $ 37.815. Aumentó un 59,1% en 9 meses, por encima de la inflación del 37,5%, al 30 de setiembre pasado. En ese período, las jubilaciones tuvieron una suba del 39%. El haber mínimo pasó a $ 12.937,22 en setiembre que perciben alrededor de 2.500.000 jubilados y pensionados, quienes apenas alcanzan a cubrir un 30% de las necesidades básicas. Otros 1.300.000 personas por las Pensiones no Contributivas y la Pensión Universal por Adultos Mayores están en un rango del 70/80% de la jubilación mínima, $ 9.055,99 y $ 10.349,78, respectivamente. En resumen, hay más de un 70% de mayores sin poder cubrir las necesidades básicas.
Reclamos salariales
Profesionales de la salud que realizan el primer año de la residencia en hospitales que dependen del gobierno nacional instalaron el miércoles una carpa en el Obelisco donde realizaron talleres y charlas sobre prevención integral de la salud para el público. Hace cuatro meses no cobran y tienen salarios por debajo de la línea de pobreza.
El salario de un residente es de 28.000 pesos mensuales por trabajar de lunes a viernes de 8:00 a 17:00, pero ese horario no se cumple, porque trabajan muchas horas extras que no se pagan , y además con guardias semanales de 24 horas, y después de ellas en muchos hospitales no se cumple la pos guardia y los obligan a quedarse.
Micaela Sole, residente pediátrica de primer año del Hospital Garrahan, afirmó que dentro de los reclamos que mantiene el sector piden que se equipare el sueldo con «el salario de pares de otras jurisdicciones, como los de la Ciudad o Provincia de Buenos Aires que cobran más por el mismo trabajo».
Al mediodía médicos, trabajadores sociales, enfermeros, y otros especialistas de la salud acompañaron a los residentes en su reclamo.
Desde principios de octubre, trabajadores de la televisión hacen paros parciales para reclamar que se reactive la cláusula de revisión y lograr un urgente reajuste salarial. Sin embargo, atentos a la necesidad social de información levantaron la medida prevista para el próximo 27 de octubre.
Según las cuentas de la carrera precios salarios, los empleados perdieron 20 puntos contra la inflación en este año y eso es lo que esperan recuperar.
Asimismo, convocaron el lunes a una sesión de emergencia del Consejo Directivo para avanzar con las negociaciones y lograr el objetivo salarial.
Una ruidosa protesta en el Ministerio de Producción reunió a los gremios estatales, históricamente enfrentados, ATE y UPCN. Le pidieron a Dante Sica el pago del bono de $ 5.000 a los monotributistas y la reapertura de paritarias, entre otros reclamos.
Despidos y cierres
El derrumbe sin pausa de la actividad industrial de 7,4% en julio, según la medición de la UIA, mostró un fuerte impacto en el empleo privado, y en particular en el asociado a la actividad industrial. Los datos muestran que desde 2015 se perdieron 144.675 puestos de trabajo .
El dato más grave es el cierre de empresas que se registró en los últimos años. « Se registra un descenso de las empresas declarantes de 2,4% interanual», destacó el informe. Esa caída es mayor en la industria, con una contracción del 3,2% interanual, lo que significó 1.722 empresas menos, casi en su totalidad pymes.
Muchos espacios autogestivos también peligran ante la imposibilidad de afrontar las cuantiosas deudas y tarifas que mantienen con empresas privadas de servicios públicos.
La Coop. Gráfica Chilavert no es la excepción, y las 15 familias que están en riesgo de quedar en la calle necesitan nuestra ayuda. En la actualidad se ha acordado un plan de pagos que obliga a les trabajadores a abonar a Edesur $ 80.000 por mes, lo cual se ha estado solventado a fuerza de festivales, peñas y ventas solidarias de productos de la gráfica.
Así, les trabajadores y colectivos que habitan este emblema de resistencia y autogestión, definieron dar curso a la campaña #ChilavertNoSeApaga .
“Impulsamos diversas acciones para ayudar tanto en lo inmediato (que no se corte la luz y se pueda seguir produciendo) como en una solución más de fondo, exigiendo la condonación de la deuda y una tarifa diferencial para recuperadas y otros espacios autogestivos, que hoy ven casi imposible hacerle frente a la crisis, el ajuste y los tarifazos.
Por eso, les invitamos a colaborar con la fábrica, sus trabajadorxs y también con los demás espacios que funcionan en la Chila, los cuales aportan sustancialmente a garantizar aquellos derechos que el Estado hoy recorta.
El Bachillerato Popular, el grupo de Teatro Comunitario Pompeya, el Centro de Documentación de Empresas Recuperadas, el Taller de Reciclaje y las Consejerías de Vivienda. Pedí tus cuadernos y libretas, consultá por mensaje puntos de entrega.
Contacto: 11-2476-6828”, informan en un comunicado.
Criminalización de la protesta social
Miguel Báez, presidente de la Organización de Desocupados en Lucha, fue dejado en libertad el miércoles 23 de octubre tras 14 días de encarcelamiento por exigir el fin de la discriminación en la distribución de partidas enmarcadas en la Emergencia Alimentaria y loteos sociales en la ciudad de General Roca.
"Hemos derrotado uno de los mayores intentos de disciplinamiento social que existieron en nuestra provincia. Todavía quedan muchos fiscales y jueces que utilizan la cárcel para acallar las voces de quienes reclaman por sus derechos. Son los jueces y fiscales que reciben órdenes de los gobernadores e intendentes. Son cobardes que se animan solo contra los pobres y se arrodillan frente a los narcos y a los políticos.", señaló Rodolfo Aguiar, Secretario General de la CTA Autónoma.
Durante este miércoles fueron recuperando la libertad los apresados durante la represión a la movilización del lunes 21 de octubre en solidaridad con el pueblo de Chile, que se llevó a cabo en la Plaza Chile de la Ciudad de Mendoza. En total fueron detenidas 25 personas. El próximo paso es lograr el cierre de las causas que se iniciaron contra los ahora ex detenidos.
La CTA Autónoma manifestó profunda preocupación por las declaraciones públicas de la Ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, al señalar como responsables de los hechos del martes pasado donde periodistas de distintos medios fueron agredidos frente al Consulado de Chile en Argentina a la CTA-A, la CTEP y otras organizaciones del campo popular que estaban acompañando la lucha del pueblo chileno.
La CTA arrojó el informe, “Criminalización de la protesta en la Argentina”, donde expresó que entre 2015 y este año, bajo el gobierno de Cambiemos, se detuvo a una persona cada 24 horas. El 50 % de estas detenciones se vinculan en contextos de movilizaciones por reclamos laborales, seguido por causas de techo y vivienda.
Un claro ejemplo de detenciones masivas fue por la reforma laboral y previsional de diciembre de 2017. Las detenciones correspondientes a este rubro son del 53 %, mientras que le siguen los detenidos por reclamos de tierra y vivienda que suman el 22 %.
El informe además revela que las detenciones se dieron bajo procedimientos irregulares. Muchas de las detenciones se prolongaron más allá del tiempo legal necesario, tendieron a incomunicar a los detenidos sin justificación, en las comisarías los abogados tuvieron trabas para constatar la situación de los presos y desarrollar sus defensas.
El macrismo se despide con estafas varias
Ante el anuncio presidencial de que a partir de enero los créditos hipotecarios en UVA pasarán a actualizarse por el Coeficiente de Variación Salarial (CVS) en lugar de hacerlo por el CER, el Colectivo Nacional Hipotecados UVA Autoconvocados planteó que en el contexto económico actual, este cambio no soluciona en modo alguno el sobreendeudamiento que padecen como deudores hipotecarios.
“Para poder abonar en tiempo y forma las cuotas de los créditos, hemos tenido que apelar a créditos personales con el sistema financiero, a préstamos de familiares y a sobre girar el saldo de la tarjeta de crédito. Las familias hipotecadas padecemos un endeudamiento creciente que redunda en una caída estrepitosa en nuestra calidad de vida”, sostuvo el Colectivo y agrega: “pasar de indexar por inflación a hacerlo por el CVS, sería un mero paliativo que no solucionaría en modo alguno nuestra problemática, creando a su vez la falsa sensación de que el gobierno nos escuchó y solucionó nuestro tema”.
El colectivo le advierte al nuevo gobierno que surja de estas elecciones que rechaza en forma absoluta que los créditos sigan indexándose.
El pasado 5 de octubre cientos de familias reclamaron en el Centro Cultural Azulunala, en La Plata. Entre ellas, Noelia Vaccarini que pidió, junto a su marido, un préstamo de $ 2.500.000 que el Banco de la Provincia de Buenos Aires les otorgó en octubre de 2017, a devolver en 27 años. Cuenta que empezaron pagando una cuota de $ 15.800 y que hoy es de $ 31.600. Actualmente, la deuda total es de arriba de $ 5.000.000 –más del doble. El capital adeudado aumenta alrededor de $ 100.000 al mes.
“El principio de la solución pasa por fijar en forma inmediata un congelamiento en la actualización de la UVA que alcance a todos los hipotecados sin exclusión alguna, de forma tal que la cuota y el capital no continúen indexándose, hasta tanto no se sancione una ley que habilite salir del sistema UVA”, afirmó el Colectivo.
El Sindicato de Guincheros y Maquinistas de Grúas Móviles de la República Argentina (SGyMGMRA), que conduce Roberto Coria, advirtió que se encuentra en estado de alerta ante los trascendidos de supuestas maniobras para normalizar la Administración General de Puertos (AGP) luego de 30 años, con la creación de “Puerto de Buenos Aires Sociedad del Estado” como paso previo al traspaso del puerto federal al gobierno de la Ciudad. “Hay un negocio inmobiliario que está atrás de toda esta actividad”, denunció Coria.
El mecanismo detectado por los gremios portuarios sería el nombramiento de directores afines a la actual gestión de Gonzalo Mórtola con mandato por 3 años, que garantizarían el manejo del proceso de licitación de las terminales portuarias, la privatización de los terrenos portuarios de Puerto Sur y la Isla Demarchi para fines inmobiliarios y la transferencia del Puerto Buenos Aires al Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
Además, trascendió un supuesto borrador de Decreto de Necesidad y Urgencia que emitiría el Gobierno antes del 2 de diciembre.
Mario Hernandez
Fuentes: Red Eco Alternativo, ACTA CTA, Resumen Latinoamericano, ambito.com, RedacciónEDA, BAE Negocios, Clarín, La Izquierda Diario, Anred, APU.
Más cepo pero igual menos dólares: cuáles son las tensiones de la economía en la transición

Dólar, reservas, deuda e inflación: tensiones contenidas tras el endurecimiento del cepo y los gestos políticos entre Macri y Fernández. Si bien se logró aliviar el tipo de cambio oficial en el día clave posterior a las elecciones, persisten fuertes desequilibrios.
Tres fueron los gestos políticos que lograron este lunes frenar la demanda alcista sobre el dólar: el anuncio del endurecimiento del cepo sobre la compra de dólares en un límite de U$S 200 mensuales por persona física; el encuentro entre Mauricio Macri y Alberto Fernández en la mañana del lunes que acompañaron un conjunto de muestras de buena voluntad de ambas partes de buscar una “transición ordenada”; y el saludo de la nueva directora gerenta del FMI, Kristalina Georgieva, hacia el presidente electo Fernández, con una respuesta cordial de su parte. Esto último documentado, desde ya, en las cuentas personales de la red social Twitter.
Luego de un alza acelerada del tipo de cambio la semana pasada, la cotización oficial del dólar mostró una leve calma, e incluso retrocedió de los $ 65 que había alcanzado el viernes pasado para cerrar en un promedio de $ 63,46 en los bancos.
Muchos analistas esperaban que un mayor cepo al dólar pudiese generar un incremento de la brecha o distancia entre la cotización oficial y el dólar paralelo (también llamado “dólar blue”). Pero el endurecimiento del cepo fue tan fuerte (prácticamente total) y los resultados que dieron ganador a Fernández ya no sorpresivos (aunque sí la nota de cierta recuperación del macrismo y con más bancas en el Congreso) como habían sido en la PASO, que esta disparada del “blue” no ocurrió. Además, claro está, que gran parte del salto del dólar ya se hizo los días previos.
El dólar blue cedió $ 1,75 este lunes a $ 74, de acuerdo a un relevamiento efectuado por Ámbito.com. De esta manera, la brecha con el oficial se ubica en el 16,6 %. El Contado con Liquidación, por el contrario, subió 45 centavos a $ 81,53 con lo que la brecha con el dólar mayorista se ubicó en 37 %.
La nota central la dio la política y los gestos de buena voluntad entre Macri y Fernández para llegar a diciembre sin sobresaltos: ni en el dólar, ni en las calles. “Los mercados” también apuestan por un traspaso de mando “ordenado” y ahora están a la expectativa del cumplimiento de promesas por parte de Alberto Fernández. Quieren que se respeten los “compromisos” de pagos de deuda y entienden que el FMI buscará evitar que los estallidos populares de Ecuador y Chile se contagien a la Argentina, lo que podría leerse como mayor flexibilidad del organismo para liberar el desembolso o para renegociar la deuda. Esto, no obstante, está por verse. Hasta ayer el organismo exigía una quita de capital del 40 % a los acreedores privados y un mayor compromiso de ajuste fiscal por parte de Fernández.
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También esta expectativa relativamente optimista para el capital financiero se mostró en el mercado de acciones, abriendo la jornada con alzas en las cotizaciones de la bolsa de Buenos Aires de hasta 6,5 %, aunque luego la tendencia se revirtió con una caída de 3,9 %. Peor desempeño tuvieron las acciones argentinas que cotizan en Wall Street, con un hundimiento de hasta 11,4 %, al tiempo que el riesgo país mostró un alza de 6 % a 2.268 puntos básicos, ya desde hace tiempo con niveles irrisorios que expresan la incapacidad que tiene el Estado para tomar deuda en el exterior.
A pesar de la respuesta del primer día post electoral, las tensiones y los desequilibrios de la economía son tan profundos que no pueden descartarse nuevos episodios. Dólar, reservas, deuda e inflación, los puntos salientes de objetivos en contradicción que se ocultan tras el cepo recargado.
Dólar
Si bien no se observó un salto del dólar paralelo, la brecha sigue siendo muy alta y puede incrementarse. El ministro de Hacienda Lacunza reconoció que el cepo es una medida transitoria, pero luego la administración de Fernández deberá decidir cómo continuar. Levantar el cepo sin resignar reservas implicaría convalidar una nueva devaluación (como el “sinceramiento” que realizó Macri a fines de 2015), con otro efecto pulverizador de salarios y riesgo de disparar la inflación.
Cabe recordar que la brecha con el dólar “contado con liquidación”, el que utilizan las empresas que venden en el exterior para hacerse de liquidación, se incrementó y ronda el 37 %.
Al mismo tiempo, la elevada inflación mensual tiene un efecto corrosivo sobre el tipo de cambio real, acumulando un factor de presión que puede reaparecer sobre la demanda de la divisa.
Reservas
El cepo no impide que el goteo de reservas continúe, aunque a ritmos más lentos. En el día lunes las reservas internacionales en manos del Banco Central se redujeron otros U$S 101 millones, y terminaron en U$S 43.402 millones.
Esto se debe hay que hay otros movimientos que debilitan dicha cuenta. En los 42 días que le quedan a la gestión de Macri habrá más vencimientos de deuda que se seguirán pagando, al tiempo que pueden seguir saliendo dólares del sistema por el retiro de depósitos en dólares de particulares.
Pero además, con el propio cepo, la demanda para compras es calculada por los funcionarios del Central en torno a U$S 1.000 millones más de acá a diciembre. Con este ritmo, según El Cronista, estiman en dejar el nivel de reservas netas o disponibles tan sólo en torno a U$S 10.000 millones.
“Cuidar las reservas” es el lema que reza ahora Sandleris, luego de haber rifado U$S 22 mil millones desde las PASO. El objetivo es resguardarlas para el pago de deuda, pero su vida útil tiene poco margen: sin una renegociación de vencimientos y de continuar religiosamente con todos los pagos, las mismas se agotarían en marzo de 2020.
Tan sólo hasta fin de año el gobierno enfrenta vencimientos en moneda extranjera por un total de U$S 8.791 millones, de acuerdo al Observatorio de la Deuda de ITE-Abdala, con un muy bajo margen para emitir nueva deuda que permita renovar dichos bonos.
Deuda
Es conocido que el gobierno de Macri rompió récords de endeudamiento en tan sólo 4 años. Actualmente el peso de la deuda en el PBI es de un 100 %. No es meramente un problema de liquidez (que faltan dólares hoy) sino que continuar pagando es insostenible.
Argentina no podrá soportar el pago de vencimientos de deuda ni aún destinando a ello todos los recursos de las exportaciones anuales. En los próximos 4 años deberá desembolsar, entre capital e intereses, unos U$S 51 mil millones anuales.
Tres actores tensan la cuerda en la negociación: el FMI busca que los acreedores privados (que entre un puñado de fondos suman U$S 100.000 millones del stock de deuda soberana) acepten una quita del 40 % de la deuda, éstos buscan que Fernández negocie el acuerdo con el Fondo y el presidente electo promete cumplir con todos los compromisos “a la uruguaya”, sin quita.
Al respecto, la agencia calificadora de riesgo crediticio Moody’s manifestó este lunes que "el presidente electo Alberto Fernández deberá enfrentar la necesidad de reestructurar la deuda pública". Así lo sentenció en una breve declaración, el vice presidente de Moody’s, Gabriel Torres, y agregó que Argentina “deberá abordar al mismo tiempo graves desequilibrios fiscales con opciones limitadas de financiamiento". Otra señal de más de la misma receta que pretende el FMI: mayor ajuste fiscal para liberar recursos al pago de deuda.
Inflación
En septiembre la inflación mensual alcanzó 5,8 %, disparándose tras la devaluación de las PASO que llevó el dólar de $ 45 a $ 60. El nuevo salto de la semana pasada a un dólar de $ 65 fue aprovechado por muchas empresas para remarcar sus precios de lista entre un 8 % y un 15 %. Pero el retroceso del lunes tras el cepo no se acompañó de un retroceso de los precios, sino que por el momento se habla de un “congelamiento”, sin ninguna medida oficial anunciada para contenerlos ni alguna futura a la vista.
Bajar el actual nivel de 54 % de inflación interanual resulta imposible si se acompaña de mayor devaluación del dólar, lo cual es previsible que suceda al levantar el cepo. Muchos analistas comienzan a hablar de riesgos de una hiper. Pero una opción de mayor emisión monetaria como salida al problema de la escasez de reservas y las elevadas tasas de interés, sumada a la bomba de las Leliq (deuda del Banco Central con los bancos) que suma $ 778.978 millones (unos U$S 12.267 millones) sería explosiva. Esto, en un contexto de recesión como el actual, tiene altas chances de traducirse en mayores aumentos de precios.
El telón de fondo de estos desajustes es una economía en recesión, salarios e ingresos que siguen perdiendo poder de compra al compás de la inflación y de paritarias a la baja, y un escenario internacional que está muy lejos de ser aquél de los primeros años del siglo XXI en el que primaba un auge de los precios internacionales de las materias primas. Por el contrario, los crujidos de la economía mundial apuntan a una desaceleración en los próximos años y mayores tensiones comerciales.
Mientras tanto, hay expectativas en amplias franjas de la población (que rechazaron el ajuste de Macri y el FMI en las urnas) de recobrar algo de lo perdido durante su gobierno, sumadas a la expresión de parte de los sectores medios querer “conservar” lo que tienen. Pero estos intereses son contradictorios con los intereses de los acreedores de deuda que apuestan a la promesa de Alberto de pagar los “compromisos” y de los empresarios que ahora se alinean tras la búsqueda de más ventajas impositivas y laborales que otorgue el nuevo gobierno.
En las condiciones expuestas, pagar la deuda al FMI y a los especuladores, aún renegociada, implica que ya no quedará mucho margen para repartir.
Lucía Ortega
@LucuRaOrtega
Martes 29 de octubre | 00:00
Educación popular, pedagogía en la formación de escuelas
Ponencia presentada en el VII Encuentro Internacional de la Economía de los trabajadores/as realizado entre el 25 y 29 de setiembre de 2019
La educación popular (EP) surge a fines de los 60 como un movimiento de renovación y luego de transformación del mundo a través del poder de un saber popular. La educación popular ha pretendido ser un movimiento pedagógico que pretende fundar una educación liberadora, luego un movimiento popular que incorpora un movimiento pedagógico y finalmente una propuesta política a través de la educación al servicio de proyectos, sujetos y movimientos populares de construcción de una nueva hegemonía en el interior de la sociedad capitalista. El pasaje de una educación para el pueblo hacia una educación que el pueblo crea al interior de los movimientos sociales de orientación popular y de los movimientos populares de liberación. La forma propia de la educación popular es el movimiento emergente contestatario que se orienta hacia la realización de su proyecto, sin descuidar la confrontación con la institución consagrada. Para la educación popular el sentido del trabajo pedagógico es convertir el trabajo social de la comunidad local en movimiento popular de dimensión política. Es la posibilidad de la educación de ser no solo comprometida y militante, sino una anticipación de la liberación.
En Pedagogía del oprimido, Paulo Freire desarrolla su propuesta de principios y metodológica.
Allí cuestiona la relación educador-educando dominante en la escuela actual a la que califica de narrativa de contenidos, que implica un sujeto que narra y objetos oyentes (los educandos). El educador se refiere a una realidad estática y compartimentada ajena a la experiencia existencial de los educandos donde aparece como su agente indiscutible cuya tarea es llenar a los educandos con los contenidos de su narración. Estos deben memorizar mecánicamente el contenido narrado y cuanto más y mejor se dejen llenar dócilmente, tanto mejor educados serán. Tal es la concepción “bancaria” de la educación donde el saber es una donación de aquéllos que se juzgan sabios a los que juzgan ignorantes. Estas posiciones serán siempre rígidas negando a la educación y al conocimiento como procesos de búsqueda.
Al contrario, Freire propone que la educación debe comenzar por la superación de la contradicción educador-educando, de manera tal que ambos se hagan, simultáneamente, educadores y educandos. Cuanto más se conviertan los educandos en depósitos, tanto menos desarrollarán la conciencia crítica de la que resultaría su inserción en el mundo como sujetos transformadores de la situación que los oprime, que es lo que pretenden evitar los opresores.
La acción del educador revolucionario debe estar imbuida de una profunda creencia en los hombres y su poder creador, lo cual exige en su relación con los educandos que sea un compañero de éstos. Mientras la concepción “bancaria” que sirve a la dominación, mantiene la contradicción educador-educandos.
La pedagogía crítica se propone convertir la educación en una herramienta al servicio del cambio y la transformación de las sociedades latinoamericanas. En esto consiste la educación popular que desarrolló Paulo Freire. El sujeto oprimido no solo debe liberarse de la opresión mediante el proceso educativo, sino promover cambios en las estructuras existentes y en las relaciones de poder. Así la pedagogía de Freire se convierte en una pedagogía crítica, liberadora y problematizadora del ámbito educativo y social y ofrece una propuesta revolucionaria en tanto el sujeto educando, mediante su participación, se convierte en actor indispensable al redimensionar la realidad social que le es propia. La responsabilidad, percepción, comprensión y conocimiento de la realidad se convierten en un hecho compartido, no obstante, como sostiene Freire: “Esta enseñanza y este aprendizaje tienen que partir, sin embargo, de los ‘condenados de la tierra’, de los oprimidos, de los desarrapados del mundo y de los que con ellos realmente se solidaricen”.
Cuanto más articulada esté la práctica pedagógica con la experiencia y la vivencia de los ámbitos en que los sujetos se forman -es decir, familia, barrio, comunidad, instituciones, espacios, grupos humanos formales e informales, etc.-, mayores posibilidades encontrará el reconocimiento de la identidad cultural y popular de cada individuo, grupo social o comunidad.
En ello juegan un papel fundamental los métodos educativos que rescaten y revaloricen las tradiciones populares y culturales de los educandos, en estrecho vínculo con las prácticas culturales que garantizan el proceso de formación e integración de sus identidades culturales.
El proceso educativo no solo debe consolidar un espacio de aprendizaje cognoscitivo, sino que debe propiciar una experiencia cultural, política, ideológica, estética y ética, en la que los sujetos puedan percibir, problematizar, re-significar y transformar críticamente su realidad social. Desde la articulación de los saberes con las prácticas y vivencias culturales, desde la cotidianidad y los diferentes ámbitos de socialización en los que educando/educador participan, se aportará un aprendizaje diverso y comprometido con las problemáticas y realidades de sus espacios sociales.
La mayoría entiende que la Educación Popular se define por el público hacia el cual va dirigido el esfuerzo educativo, que con tal de ser realizado al interior de los sectores populares corresponde a la Educación Popular. Evidentemente, esta conceptualización tan amplia no es suficiente. Aunque va dirigida hacia los sectores populares, tiene proyectos estructurados en base a un profundo cuestionamiento al sistema educativo tradicional en cuanto estructura reproductora de las desigualdades sociales. Dentro de esta corriente, el cuestionamiento radical apunta a la jerarquía del conocimiento en el sistema formal de educación, a la forma en que éste se aborda en la relación asimétrica entre “el que sabe” y el que “carece” de dicho conocimiento. El esfuerzo educativo se centra en una modificación de la forma en la que se estructuran las clases, colocando el énfasis en la horizontalidad y la desaparición del educador en la figura de un acompañante. Aunque debemos alertar sobre la concepción que pone énfasis en la forma desdibujando la intencionalidad transformadora que debe poseer todo proyecto de Educación Popular. Muchas veces se oculta la evidente asimetría existente entre quienes dominan determinados conocimientos y quienes los desconocen. El extremo son quienes no conducen ni guían, inspirados en definiciones de un Paulo Freire tardío, de Educar con Libertad, por ejemplo, o en posicionamientos teóricos posmodernos.
Entendemos que la Educación Popular es todo proceso educativo intencionado y orientado hacia el campo popular, que tiene por finalidad elevar la conciencia social a un plano político, desde una mirada radicalmente crítica del orden de dominación imperante, y con una perspectiva transformadora revolucionaria de la sociedad.
¿Por qué una fábrica recuperada o un movimiento social han decidido construir sus propias escuelas?
El surgimiento de los Bachilleratos Populares (BP) se presenta como una opción educativa en el campo de la educación de jóvenes y adultos, campo totalmente abandonado por las políticas públicas estatales de las últimas décadas en Argentina.
La creación de escuelas desde el campo de lo popular, gestionadas en y desde los movimientos sociales y fábricas recuperadas propone una alternativa pedagógica que rompa con la lógica piramidal y el discurso monolítico de la escuela estatal. A su vez pone en debate la existencia de lo público no estatal, ya que los BP son experiencias educativas, es decir, escuelas públicas populares, no estatales, gestionadas desde movimientos, organizaciones sociales y fábricas recuperadas.
Los BP se constituyen durante la última década y media como reacción y en oposición al modelo neoliberal, como respuesta al abandono por parte del Estado en el campo de la educación de jóvenes y adultos. Sus protagonistas buscan generar nuevos procesos sociales, que tienen como base la democracia y la participación. Desde estas experiencias sostienen una concepción de escuelas como organizaciones sociales, remarcando una nueva forma de desarrollar estas escuelas, pensadas desde la gestión social y enmarcadas en movimientos y organizaciones sociales que tienen como uno de sus objetivos la transformación social y la educación en clave de educación popular, como una de las herramientas para lograrla.
La idea de toda actividad educativa es política, por más pretensión que haya de una educación única, neutra y universal, no existe práctica pedagógica que no sea a su vez una práctica política. La escuela es un ámbito donde se desarrolla un trabajo político pedagógico que parte de una práctica política pedagógica.
Los BP responden a las formas y a los principios políticos de su movimiento y organización y no a normas, reglamentos y estatutos elaborados desde el Estado . A su vez, van generando formas de funcionamiento propias como bachillerato, a partir del trabajo que tienen en asambleas con docentes y estudiantes que se realizan en el horario de clase y en días rotativos para que puedan participar todos los profesores. Las asambleas de profesores también se realizan mensualmente.
Una primera diferencia que podemos establecer entre la propuesta político-pedagógica de los BP en relación a la escuela tradicional, es que ésta funciona en el Estado o desde el ámbito privado y los BP son escuelas gestionadas desde organizaciones y movimientos sociales y no obedecen a los patrones políticos pedagógicos hegemónicos sino que intentan construir un proyecto propio, teniendo en cuenta los objetivos de la organización . No significa que los BP se conviertan en asistencialistas o paternalistas. Quienes llevan adelante esta tarea educativa parten de reconocer la situación de clase de los y las educandos. Es a partir de este reconocimiento y de este reconocerse que se trabaja desde una educación clasista, que no reproduzca las injusticias sociales sino que sea crítica, transformadora y reveladora de las relaciones de opresión. Cada estudiante, docente o integrante de los BP y del movimiento, son fundamentales para lograr el proyecto político pedagógico que se construye.
No creemos que sean la respuesta al capitalismo, ni la alternativa pedagógica por excelencia, pero entendemos que es necesario construir proyectos políticos pedagógicos que apunten a formar sujetos políticos activos para el campo popular. En este sentido, los BP tiene lógicas diferentes no solo desde sus contenidos y objetivos, sino también desde sus prácticas y formas de organización.
En los BP trabajamos con sectores de la clase trabajadora para los que el Estado tiene destinada una educación de baja calidad. En el sistema educativo argentino existe una diferenciación clasista. Desde la reforma educativa de la década del 90 hasta hoy, la avanzada del capital sobre la educación ha sido feroz. La reforma educativa menemista siguió la concepción neoliberal de entender el presupuesto del Estado en educación como un gasto y parándose en el concepto progresista de descentralización educativa, inició el desmantelamiento más profundo que el sistema educativo argentino haya visto jamás. La educación pasó de ser una necesidad a ser un gasto y de ser un derecho a ser un bien de consumo. Por otro lado, los empresarios aprovecharon los agujeros que iba dejando el Estado para acercar a la sociedad sus ofertas educativas financiadas por el propio Estado mediante subsidios. Las escuelas públicas quedaron para los sectores populares, los hijos de la clase trabajadora y algún sector de la clase media y la escuela privada destinada a los sectores medios y más acomodados de la sociedad.
Los BP se presentan como una posibilidad concreta de dar educación de calidad a estos sectores de clase para los que el Estado reserva una educación de bajísimo nivel. Trabajan con jóvenes y adultos expulsados del sistema educativo tradicional.
En todos los BP hay talleres culturales, de oficio, comunicacionales, dentro de la currícula, pero la diferencia no es solo de contenido, los estudiantes también son participantes activos formando parte central en la toma de decisiones en igualdad de posibilidades con los docentes. Vamos reevaluando los programas en forma conjunta, por lo tanto, los estudiantes también definen la didáctica participativamente y no de manera normativa. Somos los docentes quienes ejecutamos y diseñamos el planeamiento de manera colectiva, pero al mismo tiempo lo vamos poniendo a consideración de los estudiantes. Las asambleas, las discusiones, los talleres de formación y los planes de lucha de los que participamos siguen siendo el motor de nuestras experiencias y son parte de nuestra currícula. Entendemos que educar es un acto político y tomamos partido a favor de los intereses históricos del pueblo trabajador. Somos la contracara de la educación privada empresarial que forma un sujeto individualista, aislado de las luchas populares e incapaz de pensarse colectivamente. También ponemos en cuestionamiento la supuesta neutralidad del Estado y de la educación estatal/pública.
Esto no implica desconocer la discusión en torno a la defensa de la asignación de cargos docentes vía acto público, mecanismo que democratiza el acceso al trabajo, pero que no impide que los contenidos políticos e ideológicos de la educación y las decisiones estratégicas las sigan tomando las clases dominantes por medio de sus funcionarios. Intentamos poner de relieve que el Estado es un Estado de clase, y que si bien debe ser el garante de la educación, las organizaciones populares debemos conservar nuestra autonomía política a la hora de desarrollar nuestras experiencias político-pedagógicas.
Creemos que para constituir una Educación Popular, es el Estado quien debe financiar los espacios educativos, mediante un financiamiento directo, que garantice la cobertura de todos los gastos tanto materiales como pedagógicos (salarios, alimentación, infraestructura, libros, computadoras, insumos educativos y servicios como agua, luz, gas, etc.). Los recursos estatales son nuestros, por tanto, tenemos derecho a autogestionar la educación y ser financiados con los recursos que legítimamente nos pertenecen.
Debemos lograr que el trabajo docente no sea realizado únicamente en nuestro tiempo libre sino que sea parte de la producción social, el lugar donde recibimos nuestros ingresos para vivir, permitiendo la sustentabilidad del proyecto de educación transformadora. Planteamos la autogestión como un proceso de autonomía de los trabajadores de la educación, en el que somos los trabajadores en conjunto con la comunidad educativa, quienes gestionamos las escuelas, logrando reproducir nuestra existencia.
Renunciamos a ver al Estado como única fuente de soluciones a la educación, por el contrario, podemos utilizar recursos del Estado para administrarlos y en proyectos político-pedagógicos que construyan relaciones cooperativas, autogestivas y emancipatorias.
El desarrollo de la Educación Popular debiera apoyarse fundamentalmente en los movimientos sociales, pueblo organizado o sociedad civil.
Uno de los problemas más graves que atraviesan las escuelas estatales es la relación con la comunidad, en este plano, al estar insertos en organizaciones barriales, los BP y la comunidad están unidos por lazos estrechos de solidaridad y pertenencia mutua.
Mario Hernández
La educación popular (EP) surge a fines de los 60 como un movimiento de renovación y luego de transformación del mundo a través del poder de un saber popular. La educación popular ha pretendido ser un movimiento pedagógico que pretende fundar una educación liberadora, luego un movimiento popular que incorpora un movimiento pedagógico y finalmente una propuesta política a través de la educación al servicio de proyectos, sujetos y movimientos populares de construcción de una nueva hegemonía en el interior de la sociedad capitalista. El pasaje de una educación para el pueblo hacia una educación que el pueblo crea al interior de los movimientos sociales de orientación popular y de los movimientos populares de liberación. La forma propia de la educación popular es el movimiento emergente contestatario que se orienta hacia la realización de su proyecto, sin descuidar la confrontación con la institución consagrada. Para la educación popular el sentido del trabajo pedagógico es convertir el trabajo social de la comunidad local en movimiento popular de dimensión política. Es la posibilidad de la educación de ser no solo comprometida y militante, sino una anticipación de la liberación.
En Pedagogía del oprimido, Paulo Freire desarrolla su propuesta de principios y metodológica.
Allí cuestiona la relación educador-educando dominante en la escuela actual a la que califica de narrativa de contenidos, que implica un sujeto que narra y objetos oyentes (los educandos). El educador se refiere a una realidad estática y compartimentada ajena a la experiencia existencial de los educandos donde aparece como su agente indiscutible cuya tarea es llenar a los educandos con los contenidos de su narración. Estos deben memorizar mecánicamente el contenido narrado y cuanto más y mejor se dejen llenar dócilmente, tanto mejor educados serán. Tal es la concepción “bancaria” de la educación donde el saber es una donación de aquéllos que se juzgan sabios a los que juzgan ignorantes. Estas posiciones serán siempre rígidas negando a la educación y al conocimiento como procesos de búsqueda.
Al contrario, Freire propone que la educación debe comenzar por la superación de la contradicción educador-educando, de manera tal que ambos se hagan, simultáneamente, educadores y educandos. Cuanto más se conviertan los educandos en depósitos, tanto menos desarrollarán la conciencia crítica de la que resultaría su inserción en el mundo como sujetos transformadores de la situación que los oprime, que es lo que pretenden evitar los opresores.
La acción del educador revolucionario debe estar imbuida de una profunda creencia en los hombres y su poder creador, lo cual exige en su relación con los educandos que sea un compañero de éstos. Mientras la concepción “bancaria” que sirve a la dominación, mantiene la contradicción educador-educandos.
La pedagogía crítica se propone convertir la educación en una herramienta al servicio del cambio y la transformación de las sociedades latinoamericanas. En esto consiste la educación popular que desarrolló Paulo Freire. El sujeto oprimido no solo debe liberarse de la opresión mediante el proceso educativo, sino promover cambios en las estructuras existentes y en las relaciones de poder. Así la pedagogía de Freire se convierte en una pedagogía crítica, liberadora y problematizadora del ámbito educativo y social y ofrece una propuesta revolucionaria en tanto el sujeto educando, mediante su participación, se convierte en actor indispensable al redimensionar la realidad social que le es propia. La responsabilidad, percepción, comprensión y conocimiento de la realidad se convierten en un hecho compartido, no obstante, como sostiene Freire: “Esta enseñanza y este aprendizaje tienen que partir, sin embargo, de los ‘condenados de la tierra’, de los oprimidos, de los desarrapados del mundo y de los que con ellos realmente se solidaricen”.
Cuanto más articulada esté la práctica pedagógica con la experiencia y la vivencia de los ámbitos en que los sujetos se forman -es decir, familia, barrio, comunidad, instituciones, espacios, grupos humanos formales e informales, etc.-, mayores posibilidades encontrará el reconocimiento de la identidad cultural y popular de cada individuo, grupo social o comunidad.
En ello juegan un papel fundamental los métodos educativos que rescaten y revaloricen las tradiciones populares y culturales de los educandos, en estrecho vínculo con las prácticas culturales que garantizan el proceso de formación e integración de sus identidades culturales.
El proceso educativo no solo debe consolidar un espacio de aprendizaje cognoscitivo, sino que debe propiciar una experiencia cultural, política, ideológica, estética y ética, en la que los sujetos puedan percibir, problematizar, re-significar y transformar críticamente su realidad social. Desde la articulación de los saberes con las prácticas y vivencias culturales, desde la cotidianidad y los diferentes ámbitos de socialización en los que educando/educador participan, se aportará un aprendizaje diverso y comprometido con las problemáticas y realidades de sus espacios sociales.
La mayoría entiende que la Educación Popular se define por el público hacia el cual va dirigido el esfuerzo educativo, que con tal de ser realizado al interior de los sectores populares corresponde a la Educación Popular. Evidentemente, esta conceptualización tan amplia no es suficiente. Aunque va dirigida hacia los sectores populares, tiene proyectos estructurados en base a un profundo cuestionamiento al sistema educativo tradicional en cuanto estructura reproductora de las desigualdades sociales. Dentro de esta corriente, el cuestionamiento radical apunta a la jerarquía del conocimiento en el sistema formal de educación, a la forma en que éste se aborda en la relación asimétrica entre “el que sabe” y el que “carece” de dicho conocimiento. El esfuerzo educativo se centra en una modificación de la forma en la que se estructuran las clases, colocando el énfasis en la horizontalidad y la desaparición del educador en la figura de un acompañante. Aunque debemos alertar sobre la concepción que pone énfasis en la forma desdibujando la intencionalidad transformadora que debe poseer todo proyecto de Educación Popular. Muchas veces se oculta la evidente asimetría existente entre quienes dominan determinados conocimientos y quienes los desconocen. El extremo son quienes no conducen ni guían, inspirados en definiciones de un Paulo Freire tardío, de Educar con Libertad, por ejemplo, o en posicionamientos teóricos posmodernos.
Entendemos que la Educación Popular es todo proceso educativo intencionado y orientado hacia el campo popular, que tiene por finalidad elevar la conciencia social a un plano político, desde una mirada radicalmente crítica del orden de dominación imperante, y con una perspectiva transformadora revolucionaria de la sociedad.
¿Por qué una fábrica recuperada o un movimiento social han decidido construir sus propias escuelas?
El surgimiento de los Bachilleratos Populares (BP) se presenta como una opción educativa en el campo de la educación de jóvenes y adultos, campo totalmente abandonado por las políticas públicas estatales de las últimas décadas en Argentina.
La creación de escuelas desde el campo de lo popular, gestionadas en y desde los movimientos sociales y fábricas recuperadas propone una alternativa pedagógica que rompa con la lógica piramidal y el discurso monolítico de la escuela estatal. A su vez pone en debate la existencia de lo público no estatal, ya que los BP son experiencias educativas, es decir, escuelas públicas populares, no estatales, gestionadas desde movimientos, organizaciones sociales y fábricas recuperadas.
Los BP se constituyen durante la última década y media como reacción y en oposición al modelo neoliberal, como respuesta al abandono por parte del Estado en el campo de la educación de jóvenes y adultos. Sus protagonistas buscan generar nuevos procesos sociales, que tienen como base la democracia y la participación. Desde estas experiencias sostienen una concepción de escuelas como organizaciones sociales, remarcando una nueva forma de desarrollar estas escuelas, pensadas desde la gestión social y enmarcadas en movimientos y organizaciones sociales que tienen como uno de sus objetivos la transformación social y la educación en clave de educación popular, como una de las herramientas para lograrla.
La idea de toda actividad educativa es política, por más pretensión que haya de una educación única, neutra y universal, no existe práctica pedagógica que no sea a su vez una práctica política. La escuela es un ámbito donde se desarrolla un trabajo político pedagógico que parte de una práctica política pedagógica.
Los BP responden a las formas y a los principios políticos de su movimiento y organización y no a normas, reglamentos y estatutos elaborados desde el Estado . A su vez, van generando formas de funcionamiento propias como bachillerato, a partir del trabajo que tienen en asambleas con docentes y estudiantes que se realizan en el horario de clase y en días rotativos para que puedan participar todos los profesores. Las asambleas de profesores también se realizan mensualmente.
Una primera diferencia que podemos establecer entre la propuesta político-pedagógica de los BP en relación a la escuela tradicional, es que ésta funciona en el Estado o desde el ámbito privado y los BP son escuelas gestionadas desde organizaciones y movimientos sociales y no obedecen a los patrones políticos pedagógicos hegemónicos sino que intentan construir un proyecto propio, teniendo en cuenta los objetivos de la organización . No significa que los BP se conviertan en asistencialistas o paternalistas. Quienes llevan adelante esta tarea educativa parten de reconocer la situación de clase de los y las educandos. Es a partir de este reconocimiento y de este reconocerse que se trabaja desde una educación clasista, que no reproduzca las injusticias sociales sino que sea crítica, transformadora y reveladora de las relaciones de opresión. Cada estudiante, docente o integrante de los BP y del movimiento, son fundamentales para lograr el proyecto político pedagógico que se construye.
No creemos que sean la respuesta al capitalismo, ni la alternativa pedagógica por excelencia, pero entendemos que es necesario construir proyectos políticos pedagógicos que apunten a formar sujetos políticos activos para el campo popular. En este sentido, los BP tiene lógicas diferentes no solo desde sus contenidos y objetivos, sino también desde sus prácticas y formas de organización.
En los BP trabajamos con sectores de la clase trabajadora para los que el Estado tiene destinada una educación de baja calidad. En el sistema educativo argentino existe una diferenciación clasista. Desde la reforma educativa de la década del 90 hasta hoy, la avanzada del capital sobre la educación ha sido feroz. La reforma educativa menemista siguió la concepción neoliberal de entender el presupuesto del Estado en educación como un gasto y parándose en el concepto progresista de descentralización educativa, inició el desmantelamiento más profundo que el sistema educativo argentino haya visto jamás. La educación pasó de ser una necesidad a ser un gasto y de ser un derecho a ser un bien de consumo. Por otro lado, los empresarios aprovecharon los agujeros que iba dejando el Estado para acercar a la sociedad sus ofertas educativas financiadas por el propio Estado mediante subsidios. Las escuelas públicas quedaron para los sectores populares, los hijos de la clase trabajadora y algún sector de la clase media y la escuela privada destinada a los sectores medios y más acomodados de la sociedad.
Los BP se presentan como una posibilidad concreta de dar educación de calidad a estos sectores de clase para los que el Estado reserva una educación de bajísimo nivel. Trabajan con jóvenes y adultos expulsados del sistema educativo tradicional.
En todos los BP hay talleres culturales, de oficio, comunicacionales, dentro de la currícula, pero la diferencia no es solo de contenido, los estudiantes también son participantes activos formando parte central en la toma de decisiones en igualdad de posibilidades con los docentes. Vamos reevaluando los programas en forma conjunta, por lo tanto, los estudiantes también definen la didáctica participativamente y no de manera normativa. Somos los docentes quienes ejecutamos y diseñamos el planeamiento de manera colectiva, pero al mismo tiempo lo vamos poniendo a consideración de los estudiantes. Las asambleas, las discusiones, los talleres de formación y los planes de lucha de los que participamos siguen siendo el motor de nuestras experiencias y son parte de nuestra currícula. Entendemos que educar es un acto político y tomamos partido a favor de los intereses históricos del pueblo trabajador. Somos la contracara de la educación privada empresarial que forma un sujeto individualista, aislado de las luchas populares e incapaz de pensarse colectivamente. También ponemos en cuestionamiento la supuesta neutralidad del Estado y de la educación estatal/pública.
Esto no implica desconocer la discusión en torno a la defensa de la asignación de cargos docentes vía acto público, mecanismo que democratiza el acceso al trabajo, pero que no impide que los contenidos políticos e ideológicos de la educación y las decisiones estratégicas las sigan tomando las clases dominantes por medio de sus funcionarios. Intentamos poner de relieve que el Estado es un Estado de clase, y que si bien debe ser el garante de la educación, las organizaciones populares debemos conservar nuestra autonomía política a la hora de desarrollar nuestras experiencias político-pedagógicas.
Creemos que para constituir una Educación Popular, es el Estado quien debe financiar los espacios educativos, mediante un financiamiento directo, que garantice la cobertura de todos los gastos tanto materiales como pedagógicos (salarios, alimentación, infraestructura, libros, computadoras, insumos educativos y servicios como agua, luz, gas, etc.). Los recursos estatales son nuestros, por tanto, tenemos derecho a autogestionar la educación y ser financiados con los recursos que legítimamente nos pertenecen.
Debemos lograr que el trabajo docente no sea realizado únicamente en nuestro tiempo libre sino que sea parte de la producción social, el lugar donde recibimos nuestros ingresos para vivir, permitiendo la sustentabilidad del proyecto de educación transformadora. Planteamos la autogestión como un proceso de autonomía de los trabajadores de la educación, en el que somos los trabajadores en conjunto con la comunidad educativa, quienes gestionamos las escuelas, logrando reproducir nuestra existencia.
Renunciamos a ver al Estado como única fuente de soluciones a la educación, por el contrario, podemos utilizar recursos del Estado para administrarlos y en proyectos político-pedagógicos que construyan relaciones cooperativas, autogestivas y emancipatorias.
El desarrollo de la Educación Popular debiera apoyarse fundamentalmente en los movimientos sociales, pueblo organizado o sociedad civil.
Uno de los problemas más graves que atraviesan las escuelas estatales es la relación con la comunidad, en este plano, al estar insertos en organizaciones barriales, los BP y la comunidad están unidos por lazos estrechos de solidaridad y pertenencia mutua.
Mario Hernández
lunes, 28 de octubre de 2019
El futuro llegó: Alberto es presidente electo, la economía un océano salvaje

Focos de incendio de la transición. Un lunes caliente con un dólar indomable. Los amos del norte ajustan los términos de la esclavitud. Breve balance del macrismo en una América Latina convulsionada.
El triunfo de Alberto Fernández de este domingo 27 vuelve a traer a primer plano todos los problemas económicos del país. El desarrollo de la crisis no se suspendió en el período transcurrido entre las PASO de agosto y las elecciones generales. Simplemente fue disimulado por las medidas económicas que tomó el gobierno saliente para evitar que el caos se apropie de todo el entramado económico.
La pelota se pateó para adelante al costo de agravar los desaguisados. Por ejemplo, las reservas cayeron desde más de U$S 66 mil millones (registradas al 9 de agosto) hasta menos de U$S 44 mil millones (nivel del viernes 25 de octubre). El cepo recargado que restringe a U$S 200 la compra de la divisa estadounidense anunciado en la medianoche del domingo, apenas conocido el resultado electoral, es una prueba de la grave sequía de dólares de la economía. El cuidado de las reservas, que tanto reclamó Alberto Fernández, es para honrar la deuda usuraria.
La fuga de capitales, la salida de depósitos bancarios en dólares y los pagos de la deuda explican esa sangría de las reservas que totalizó casi U$S 23 mil millones en dos meses y medio. Descontando un “swap” (intercambio de monedas) con China, encajes de depósitos en dólares y el fortalecimiento que envió el FMI, las reservas de libre disponibilidad del Banco Central se encuentran en un nivel alarmante. Los analistas estiman que alcanzan para realizar los pagos de la deuda sólo por unos meses, tal vez hasta marzo. La desvalorización del peso argentino y el débil respaldo en reservas alientan el fantasma de la hiperinflación.
El golpe de mercado desatado el 12 de agosto dejó ganadores claros. Entre ellos a las grandes multinacionales agroexportadoras que se beneficiaron con la devaluación; a las empresas productoras de alimentos y supermercados que remarcaron precios sin límites (y lo volvieron a hacer la semana anterior a las elecciones generales) y a los bancos cuyos ingresos aumentan con la tasa de interés, elevada hasta las nubes. En términos generales, la clase capitalista se vio beneficiada por el deterioro del poder de compra del salario en pesos y su devaluación cuando se mide en dólares.
Entre las dos elecciones el dólar se disparó desde $ 46,55 (cotización del 9 de agosto) hasta $ 65 (valor de este viernes 25 de octubre): una suba de 40 %. La semana previa a la votación de este domingo se desató una nueva corrida sobre el dólar, que llevó para arriba la cotización, exhibiendo los límites del cepo que hasta el viernes limitaba las compras a un máximo de U$S 10 mil mensuales por persona. El último día hábil previo a las elecciones, la pérdida de reservas del Banco Central fue muy fuerte: U$S 1.750 millones.
La transición hasta la asunción de Fernández el 10 de diciembre estará cargada de tensiones y concentrará la atención en varios focos de incendio. El más urgente es justamente el eterno retorno de la corrida cambiaria. Con el cepo recargado, las tensiones se trasladarán a las diferentes cotizaciones que existen en esa suerte de desdoblamiento cambiario de hecho que se refleja en los diversos tipos de cambio: el dólar "blue" o ilegal; el "contado con liqui", una operación utilizada por el gran capital para sacar dólares del país; entre otras referencias donde el dólar cotiza muy por encima del oficial.
En las semanas previas se especulaba con otras alternativas. Desde un desdoblamiento formal del mercado cambiario hasta una “solución final” con un canje compulsivo de plazos fijos en pesos por bonos para evitar que una eventual corrida bancaria se vuelque al dólar presionando la cotización hasta valores impensables. Sería un recurso de última instancia. El desarrollo de la crisis puede conducir en etapas sucesivas a medidas más drásticas. Esperar y ver.
Los amos del norte
Mientras en la city porteña existe un combate cuerpo a cuerpo por el dólar, otros asuntos estructurales y urgentes en la agenda del presidente electo se negociarán en otra geografía: en Washington, donde está la sede del FMI, y en Nueva York, donde residen los lobos de Wall Street. Allí se discuten los términos de la esclavitud del país para los próximos años o décadas.
La peregrinación de emisarios de Alberto Fernández a la meca de Wall Street fue intensa en las semanas previas a las elecciones. Hasta allí viajaron Guillermo Nielsen y Martín Redrado, entre varios otros, para allanar el terreno de una negociación con los fondos buitre. El default selectivo decretado por Mauricio Macri puede generalizarse prontamente en función de cómo evolucione el anémico stock de reservas del Banco Central.
El Frente de Todos se dispone a honrar, sin beneficio de inventario, una deuda fraudulenta. El proceso de endeudamiento macrista comenzó con una emisión para acatar un fallo del fallecido juez neoyorquino Thomas Griesa a favor de los mismos buitres con los que se negocia ahora; se extendió en el medio de una fiesta financiera inaudita que incluyó la emisión de un bono a cien años por parte de Luis “Toto” Caputo (el Messi de las finanzas según Macri) que benefició a un fondo de inversión del que él mismo fue accionista; financió la fuga de capitales; alimentó el banquete de los ricos de los país; pero ni un centavo de dólar llegó al pueblo trabajador al que le quieren cargar la cuenta.
En la historia reciente, las renegociaciones (Plan Baker, Plan Brady, blindaje, megacanje, canjes de 2005 y 2010), exhiben que cualquier "reperfilamiento", en la combinación que se quiera imaginar (con quita, sin quita, con extensión de plazos, a la uruguaya, a la ucraniana), sólo beneficia a los sospechosos de siempre -los buitres- y redunda en enormes ganancias para los bancos intermediarios: J.P. Morgan, Citibank, Santander, Deutsche Bank, BBVA Francés y sigue la lista.
Al ser la deuda no sólo un mecanismo de extracción de riquezas (que producen los trabajadores y trabajadoras del país), sino también de dominación por parte de los centros financieros internacionales, la crisis de deuda reaparece una y otra vez. En cualquier momento económico es incompatible atender el pago de la misma y satisfacer las aspiraciones genuinas del pueblo trabajador. Mucho más en las actuales circunstancias, donde los pagos de capital e intereses de deuda promedian los U$S 51 mil millones anuales (más del 10 % del PIB, de la riqueza anual que se crea en el país) y suman más de U$S 200 mil millones para el período 2020-2023.
Los acontecimientos de Chile y Ecuador pueden tener una utilidad para Alberto Fernández. Claramente no está en su estrategia llamar a movilizarse, sino más bien todo lo contrario. La utilidad podría ser la de obtener una negociación favorable exhibiendo a los amos del norte un fantasma que todos (inclusive el propio Fernández) quieren exorcizar: el de la lucha de clases. El aumento de caudal de votos del macrismo, por derecha, puede actuar de manera indirecta fortaleciendo el ala conservadora del peronismo para asumir mayores compromisos en Washington.
Los fondos buitre mantienen un enfrentamiento con el FMI para ver quien cede una migaja frente a la crisis de estas pampas. El Fondo a su vez está atravesado por internas frente al fracaso en Argentina y Ecuador. Esto no necesariamente es bueno para el país. Luego de haber financiado el fracaso de Cambiemos con el mayor préstamo de la historia, cuyos desembolsos se concentraron casi íntegramente entre 2018 y 2019, desde Washington podrían plantear un ajuste más duro para mostrar una mano firme frente al gobierno entrante.
El Fondo exige, además, una renegociación de la deuda con quita a los bonistas para intentar hacer sustentables los pagos de deuda los próximos años. Es que en un mundo con tasas de interés cero en las principales potencias económicas, con las remuneraciones exorbitantes que obtuvieron en Argentina, los fondos especulativos se cobraron por adelantado las posibles concesiones que eventualmente tengan que hacer en una renegociación.
En la crisis argentina cada cual atiende su juego, pero estratégicamente todos apuntan a profundizar el dominio extranjero. Aún en medio de sus internas y tensiones con los fondos especulativos, el FMI no deja de ser el gendarme que resguarda los privilegios del capital financiero internacional. No hay que ser adivino para conocer sus exigencias: reforma previsional, tributaria y de las leyes laborales. La misma agenda que el macrismo tuvo que archivar luego de las jornadas del 14 y 18 de diciembre de 2017 en rechazo del cambio en la movilidad jubilatoria. La misma agenda que fue impugnada en las urnas este domingo.
En una América Latina convulsionada por la lucha de clases en Ecuador y Chile, por un lado, y con un Donald Trump exigiendo un alineamiento al entrante gobierno en la política imperialista en Venezuela como condición para avanzar en una negociación con el FMI, por el otro, Alberto Fernández deberá navegar -o naufragar- en un océano salvaje.
Breve balance de la era Macri
El kirchnerismo para no “estigmatizar” a los pobres guardó las estadísticas del Indec dentro de un cajón y lo cerró con siete llaves. No obstante, hay quienes buscaron sacar los datos de la oscuridad: Daniel Schteingart y Guido Zack estimaron que en el segundo semestre de 2015 la pobreza alcanzó al 27 % de las personas. En el primer semestre de este año la pobreza llegó al 34,4 %: unos 16 millones de habitantes. Cuando termine el año, varios analistas indican que la pobreza podría alcanzar al 40 % de las personas. El macrismo prometió “pobreza cero” y terminará con un nivel de pobreza récord, al menos desde el año 2002.
Hace décadas que es parte del paisaje cotidiano que un tercio de la población esté bajo la línea de la pobreza medida por ingresos. Martín Rodríguez y Pablo Touzon definen a esta situación como “democracia de la desigualdad”. El macrismo vino a confirmarlo (y a agravarlo).
Hay otros logros del macrismo en beneficio de la clase empresaria: una desocupación del 10,6 %, una caída del poder de compra del salario que va a superar ampliamente el 20 % entre 2015 y 2019 (es más profunda entre los estatales y los trabajadores no registrados) y convenios colectivos flexibilizadores de la fuerza de trabajo, como el de Vaca Muerta.
La desocupación es en los hechos una contribución a los planes empresarios: constituye un ejército de reserva de desempleados que las patronales pueden exhibir como amenaza frente a quienes conservan el empleo para obligarlos a aceptar peores condiciones laborales.
Algunos honestamente, otros con un cinismo sin fronteras, se preguntan ¿Cómo llegamos hasta acá?, como indagó la elegida vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner en el discurso del triunfo de este domingo. La respuesta es: con el peronismo de los gobernadores, con Sergio Massa, con las cúpulas sindicales y muchos otros colaboradores del macrismo. Fueron resortes fundamentales para que se vote el pago a los buitres, el blanqueo de capitales a los amigos del presidente, la estafa a los jubilados, el presupuesto de “déficit cero” del FMI y que funcione el operativo desmovilizador con el famoso “hay 2019”.
Alberto Fernández hizo campaña con la idea de poner en marcha la economía aludiendo a la “heroica” recuperación experimentada desde 2003. Ese relato omite dos detalles: por un lado, las condiciones internacionales extraordinarias de aquel momento y, por el otro, la destrucción del salario de 2002 con la devaluación de Eduardo Duhalde (el verdadero padre de aquel “modelo”) que favoreció la recuperación de las ganancias empresarias.
Pablo Anino
@PabloAnino
Lunes 28 de octubre | 01:53
Elecciones Uruguay: el Frente Amplio llega al 40% en primera vuelta, pero va a un balotaje en desventaja

El candidato del Frente Amplio Daniel Martínez ocupa el primer lugar de la elección con diez puntos de diferencia del segundo en la contienda, Luis Lacalle Pou del Partido Nacional. Con estos números la oposición se hace con la mayoría en el senado y en la cámara de diputados. Talvi y Manin Ríos dieron su apoyo a Lacalle Pou y el candidato blanco parte con ventaja hacia el balotaje.
Los resultados del escrutinio provisorio ubican al Frente Amplio alcanzando el 40% de los votos, seguido de Luis Lacalle Pou del Partido Nacional con el 29%. Ernesto Talvi del Partido Colorado y Guido Manini Ríos de Cabildo Abierto se ubican tercero y cuarto con 12 y 10,5% respectivamente. El Partido Independiente pierde su senador y retrocede de tres diputados a uno. Unidad Popular perdió su representación parlamentaria y el PERI de César Vega ingresa por primera vez al Parlamento. La votación alcanzó el 90% del total del padrón electoral.
Con el ingreso de siete de once lemas a la cámara de diputados, se conforma el Poder Legislativo más fragmentado de la historia política del país y sin un partido con mayoría absoluta. Esto es importante teniendo en cuenta que en el próximo período la clase empresaria pugnará por la reforma laboral y jubilatoria (en la que los grandes partidos tienen acuerdo), así como también por un ajuste fiscal de las cuentas públicas y políticas devaluatorias tendientes a beneficiar al sector rural exportador.
Las reacciones de los candidatos
El candidato del Frente Amplio con un semblante visiblemente golpeado por el resultado llamó a redoblar la militancia para la segunda vuelta desde el estrado colocado en 18 de julio y Aquiles Lanza. Martínez se dirigió a los batllistas y wilsonistas y pidió su voto por proyecto político del oficialismo.
Desde el Hotel NH Columbia Ernesto Talvi felicitó a Martínez y Lacalle y definió su apoyo por este último, llamando a hacer una campaña de unidad entre blancos y colorados similar a la que le diera el triunfo a Jorge Batlle en 1999.
Por su parte, Guido Manini Ríos hizo uso de la palabra desde la puerta del hotel Holiday Inn ubicado en la intersección de Colonia y Florida. El ex Comandante en Jefe destacó la gran elección de Cabildo Abierto a solo 6 meses de su fundación y planteó que su postura hacia la segunda vuelta será desde la responsabilidad. En su discurso Manini Ríos llamó a apoyar a Lacalle Pou hacia la segunda vuelta y destacó que serán parte de una coalición de cambio.
Lacalle Pou fue el último de los candidatos en tomar la palabra. Consciente de que fue uno de los grandes ganadores de la jornada, fue enfático en su llamado a un gobierno “multicolor”. Lacalle sabe que es la oportunidad más importante para acceder al gobierno de los blancos desde el triunfo de su padre en 1989.
Con los resultados de este domingo los partidos de oposición alcanzan 17 senadores en un total de 30, mientras entre el Partido Nacional, Cabildo Abierto, Partido Colorado, Partido de la Gente y Partido Independiente alcanzan un total de alrededor de 55 diputados en 99.
El FA cae y se reestructura el sistema de partidos
Con relación a las elecciones de 2014 el FA sufre una fuerte caída de alrededor de siete puntos porcentuales, mientras que de conjunto avanza el voto opositor, teniendo como principal animador al ex Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas, Guido Manini Ríos que ingresa al parlamento con una importante bancada de entre 10 y 11 diputados y 3 senadores para su partido Cabildo Abierto. Esta nueva formación política expresa un voto de antipolítica, así como también una necesidad de intervenir en política desde las Fuerzas Armadas. Cabe recordar que Manini Ríos fue ascendido a Comandante en Jefe por Fernández Huidobro en el gobierno de José Mujica y fue desde esa posición que rivalizó contra un gobierno que lo dejó crecer. Cuando fue destituido, Manini Ríos ya era una figura con una ascendencia importante en la derecha social, sobre todo en el interior del país.
Por su parte, Ernesto Talvi, el candidato liberal del Partido Colorado que había vencido en la interna al dos veces ex presidente Julio María Sanguinetti y se había ubicado con una intención de voto desafiante frente al mismo Lacalle, se desinfló sobre la recta final. Talvi, que basó su estrategia discursiva en recrear un ideario batllista que pudiera hacer retornar a los votantes colorados que se habían ido al Frente Amplio, cometió algunos errores posteriores a la elección interna como el no elegir como compañero de fórmula a Sanguinetti o negarle la posibilidad de inscribir una lista al senado a Pedro Bordaberry, lo que facilitó la fuga de esos votos hacia Cabildo Abierto.
Desde la victoria del Frente Amplio en 2004, la oposición de centro-derecha fue concentrada por los partidos blanco y colorado. En esta elección el bloque que va desde el centro hacia la derecha tiene tres actores de peso, que, en el escenario de un eventual triunfo blanco en el balotaje deberán intentar ponerse de acuerdo e incluso sumar fuerzas con el Partido Independiente y con el Partido de la Gente de Novick, lo que augura un bloque muy inestable.
Esta votación del Frente Amplio tiene su correlato lógico si tenemos en cuenta que la percepción popular acerca del desempeño del actual mandato presidencial de Tabaré Vázquez es altamente negativa. Es que Uruguay viene de cinco años de desaceleración económica con cierres de fábrica que redundaron en la pérdida de 60 mil puestos de trabajo, topes salariales y restricciones presupuestales que imposibilitaron que el Frente Amplio cumpliera con su promesa de campaña del 2014 de otorgar el 6% del PBI para la educación.
En Montevideo, el bastión histórico del Frente Amplio, la coalición cae levemente a 48% de los votos, mientras que en el interior del país se da el descalabro más importante para la fuerza de gobierno cayendo del 44% en 2014 a un 34% en el día de ayer. Un fuerte voto castigo contra el gobierno. Los factores que tienen que ver con esta caída esencialmente son: 1) la situación económica del interior 2) el conflicto con el sector ruralista que tuvo el surgimiento de Un Solo Uruguay, y 3) una fórmula presidencial que desde el principio se objetó que era demasiado “montevideana”.
La situación regional que tiene a la Argentina de Mauricio Macri hundida en una crisis económica de magnitudes catastróficas, o el estallido social en Chile contra las desigualdades del neoliberalismo más salvaje no han terminado de actuar como un aglutinador del voto por el candidato del Frente Amplio, que intentó instalar con fuerza la idea de la existencia de dos modelos de país y la idea de certezas por sobre las incertidumbres que representaría la oposición.
Otro factor que terminó no interviniendo en la campaña electoral fue el escándalo desatado a partir de la filtración de los audios de whatsapp del intendente de Colonia, Carlos Moreira del Partido Nacional, en el que se lo observa solicitando favores sexuales a cambio de renovar dos pasantías en la intendencia.
El corrimiento hacia el centro del espectro político por parte de los candidatos de los partidos fundacionales Lacalle y Talvi , con el objetivo de disputar esa franja del electorado al Frente Amplio, dejó un espacio hacia la derecha que terminó ocupando Guido Manini Ríos con la construcción de una derecha conservadora basada en su liderazgo caudillesco. La estrategia del ex comandante en jefe de las FFAA se basó en representar a las alas derechas del Partido Nacional y el Colorado, tomando como base a una estructura con un fuerte peso de la llamada “familia militar”, pero que también cuenta con el apoyo de importantes sectores civiles.
A la izquierda del Frente Amplio el Partido Ecologista Radical Intransigente aumentó su caudal electoral a 33 mil votos (1,43%), mientras el Partido Verde Animalista de Gustavo Salle obtuvo alrededor de 19 mil votos pero no le alcanzó para consagrar un diputado. Unidad Popular (UP) pierde aproximadamente 10 mil votos, por un lado perjudicado por la atomización del espacio electoral y la mayor oferta de candidaturas que disputaban sensibilidades similares como el voto anti-UPM o con causas ligadas al ambientalismo. También es posible que la UP haya pagado un costo importante por la postura de apoyo al campo en enero de 2018 por parte de algunas corrientes internas como el Movimiento 26 de Marzo.
Hacia la segunda vuelta que se celebrará el 24 de noviembre, Lacalle Pou larga como favorito para lograr el triunfo, ya que cuenta con los apoyos de Talvi y Manini Ríos y una mayoría parlamentaria para la virtual coalición opositora.
Triunfó el NO a la Reforma
Por su parte, el plebiscito que ponía en consideración la Reforma “Vivir sin miedo” fracasó y cosechó un 47% de los votos, un porcentaje parecido al 46% del SI a la baja de edad de imputabilidad en 2014. El resultado constituye un golpe a los intentos de militarización de la seguridad pública, que de igual manera cosechó números muy importantes en el interior del país en departamentos como Artigas (59%), Durazno (55%), Rivera (60%), Treinta y Tres (55%), Tacuarembó (55%), Lavalleja (60%) y Flores (56%).
Damián Recoba
Lunes 28 de octubre | 12:31
El último acusado por la Masacre de Trelew

Bravo tiene 78 años y es teniente retirado de la Armada. Fue detenido por Interpol en Miami. Está acusado de secuestros, torturas y homicidios cometidos en 1972.
Cuarenta y siete años después, fue detenido en Estados Unidos el único prófugo que quedaba de los fusilamientos clandestinos de presos políticos en 1972, en el hecho conocido como la Masacre de Trelew. Guillermo Bravo, teniente retirado de la Marina, que fue protegido por las autoridades estadounidenses durante años, fue detenido en el aeropuerto de Miami a punto de tomar un avión hacia Chile. Bravo está acusado de ser uno de los militares que dispararon contra detenidos políticos en la Base Almirante Zar, en Chubut. El militar reside hace cuarenta años en Estados Unidos y cuenta con ciudadanía de ese país.
Bravo está acusado de "privación ilegítima de la libertad, torturas y homicidios agravados", que fueron cometidos después de una fuga de presos políticos de la cárcel de Trelew. La investigación judicial la llevó a cabo el juez Hugo Sastre, que en 2006 abrió la causa nuevamente a pedido de los familiares de las víctimas para que el caso se reconociera como delito de lesa humanidad. El avance de la causa determinó que en 2012 fueran condenados el contraalmirante Horacio Mayorga, el ex jefe de la Base Roberto Horacio Paccagnini, el capitán Jorge Del Real, el capitán Luis Sosa, a quien se sindica como uno de los ejecutores e ideólogos del plan, el cabo Carlos Marandino y el capitán de Navío Jorge Enrique Bautista. Bravo era el único de los imputados que siempre logró esquivar a la Justicia argentina.
Junto a los otros acusados, algunos fallecidos después de ser condenados, Sastre acusa a Bravo de haber sido partícipe del fusilamiento de 16 presos políticos integrantes de organizaciones que luchaban contra la dictadura en los años 70. El 22 de agosto, habían logrado fugarse 25 presos, de los que seis llegaron a embarcarse en un avión con rumbo a Santiago de Chile y 19 fueron apresados en el aeropuerto. Luego de una ardua negociación y de hablar con un juez, les prometieron que no iban a ser trasladados a la Base Almirante Zar, ya que estaban convencidos de que los iban a matar. Finalmente, los militares y el juez incumplieron el acuerdo y los llevaron a la base de la Armada. Durante dos días los mantuvieron en condiciones aceptables, hasta que en el turno de el capitán Sosa comenzaron a hostigarlos. En medio de la madrugada los hicieron salir de las celdas y los fusilaron en el pasillo.
Dieciséis de los detenidos fueron asesinados esa madrugada, mientras que tres resultaron con heridas graves, pero lograron sobrevivir. Ricardo René Haidar, María Antonia Berger y Alberto Miguel Camps contaron lo sucedido y, a partir de sus testimonios, Francisco Urondo escribió el libro La patria fusilada, en 1973.
Bravo, de 78 años, había sido enviado por la Armada Argentina a la Embajada en Washington, ciudad donde se quedó a vivir y en 1983 consiguió la ciudadanía estadounidense. Allí se convirtió en un exitoso empresario de servicios de salud y proveedor del Pentágono. Eso le valió la defensa y protección del Estado norteamericano cuando en 2008 fue requerida su detención y extraditación. En febrero del 2010 había sido detenido en Miami pero quedó libre dos meses después tras pagar una fianza de 1,2 millón de dólar.
Página 12
Macri y Alberto Fernández: una transición ordenada bajo el control del FMI

En una elección híper-polarizada, el Frente de Todos se impuso a Juntos por el Cambio. Las tensiones políticas y económicas del país que viene.
En la madrugada de este domingo, con el 96 % de las mesas escrutadas, el Frente de Todos lograba un 48,03 % de los sufragios frente a un 40,44 % de Juntos por el Cambio. En una elección hiper-polarizada -donde dos fuerzas acapararon casi el 90 % de los votos- Alberto Fernández se convertía en presidente electo. El apoyo electoral al Frente de Todos, tal como ocurrió en las PASO, expresó el enorme rechazo a las consecuencias del ajuste implementado estos cuatro años.
En ese marco, desafiando previsiones, el macrismo logró una notoria recuperación en relación a los comicios de agosto. En ese crecimiento electoral hay que balancear la mayor afluencia de votantes y el haber avanzado sobre el espacio electoral de Lavagna, Espert y Gómez Centurión concentrado el voto anti-peronista.
Ese crecimiento no puede analizarse solo a partir de la épica y las movilizaciones de las últimas semanas. Si se mira más allá del simple conteo electoral, la remontada cambiemita expresa una suerte de empoderamiento de las clases medias más conservadoras, aquellas que sostuvieron las políticas más reaccionarias de la gestión macrista desde 2015.
El Frente de Todos aportó su cuota a este empoderamiento. Luego de las PASO, lejos de enfrentar a la derecha, moderó su discurso al límite de lo posible. El objetivo fue garantizarse las simpatías del gran capital.
En las semanas que siguieron a aquel domingo de agosto, Fernández ratificó su vocación de “pagador serial” de la deuda externa. Lo hizo ante la Fundación Mediterránea, la UIA y los empresarios reunidos por Héctor Magnetto. En esa tónica conservadora eligió posar junto al cuestionado gobernador de Chubut, Mariano Arcioni. Ante los reclamos del movimiento de desocupados y las organizaciones sociales, insistió con el pedido “salir de las calles”, al tiempo que jugaba un rol activo en el levantamiento de una huelga de pilotos.
Más en general, luego de la fuerte resistencia callejera que la reforma previsional encontró en diciembre de 2017, el peronismo eligió el camino de la contención. A quienes reclamaban contra el crecimiento de la pobreza y la desocupación les propuso la espera pasiva del “Hay 2019”. Apostó a la desmovilización, alentando como única salida el camino de las urnas. La dirigencia sindical operó aislando las luchas en curso mientras administraba -en dosis homeopáticas- las medidas de fuerza nacionales. En ese escenario, el kirchnerismo sostuvo un discurso opositor mientras llamaba a la unidad a los antiguos “traidores”.
Ese recorrido político también permite explicar las tendencias conservadoras que se expresaron este domingo en el voto a Macri.
Bipartidismo senil bajo la tutela del FMI
Aunque lejos de lo acontecido a la salida de la dictadura, el resultado electoral alienta la conformación de una suerte de nuevo bipartidismo. Se trata, agreguemos, de uno senil, débil, sustanciado más en el rechazo al rival que en el mérito propio. Malmenorismo puro y duro, para decirlo sumariamente.
Bajo lo que se insinúa como un nuevo esquema político, este domingo por la noche Mauricio Macri anunció su intención de jugar el papel de “una oposición constructiva”. El discurso representa un giro de 180° a lo dicho en las últimas semanas, donde apostó a la polarización extrema con el peronismo.
Esas declaraciones se completaron con el llamado a Alberto Fernández a un desayuno para este lunes. Desde otro barrio de la Ciudad de Buenos Aires, el presidente electo aceptó el convite. Propuso “empezar a hablar del tiempo que queda” y señaló su voluntad de “colaborar en todo lo que podamos colaborar”.
El discurso político de ambos referentes propone una "transición ordenada" hacia diciembre. Sin embargo, la misma no pone en discusión ninguno de los supuestos que empujaron la crisis actual. Implica naturalizar el más importante de ellos: la tutela que ejerce el FMI sobre la economía nacional.
Bajo ese control, el endeudamiento externo pesa como una enorme carga sobre los destinos de la nación. Los pagos correspondientes a los próximos cuatro años superan los USD 200.000 millones. Aceptar la continuidad de los mismos -como lo hacen Macri y Alberto Fernández- implica condenar a las mayorías populares a un futuro sombrío.
La importante votación lograda por Macri repercutirá, necesariamente, al interior del Frente de Todos. Dentro de ese variopinto conglomerado cobrarán fuerzas los sectores más conservadores y derechistas, aquellos que durante estos años dieron su aval para la continuidad de las políticas de ajuste.
Entre esos activos dadores de gobernabilidad hay que contabilizar a gobernadores, intendentes, dirigentes como Sergio Massa y a la dirigencia sindical burocrática. El ajuste que empujó la pobreza al 35 % no hubiera pasado sin su colaboración. Macri, al proponerse como un “opositor racional”, repite desde otro extremo del arco político ese mismo esquema.
En términos institucionales, los resultados de la elección también empujan a esa posible colaboración. La relativa paridad electoral encontrará expresión en el Congreso. Aunque el peronismo tendrá mayoría en el Senado, los números de la Cámara Baja mostrarán un virtual empate, con alrededor de 120 diputados para el Frente de Todos y 119 para el macrismo. Si se atiende al escenario del poder territorial, la continuidad de Larreta en la Ciudad de Buenos Aires también configura una base para esas eventuales negociaciones.
La importante votación del macrismo constituye, al mismo tiempo, un canal para la presión directa del gran capital imperialista y local. Cambiemos fue en estos años el vocero abierto de esos intereses. Dados los resultados electorales, esa relación cuenta muchas posibilidades de continuar.
Un futuro de tensiones
El masivo voto castigo a las políticas de Macri volvió a expresarse en las elecciones generales. Allí se concentró el deseo de millones de un mañana mejor en cuanto a las condiciones económicas.
Esto constituye un límite por izquierda a las políticas de ajuste que el FMI y las grandes patronales, con toda seguridad, intentarán empujar a través de la nueva coalición de gobierno y del macrismo.
En el mismo registro hay que leer las recientes rebeliones populares en Chile y Ecuador. Esos levantamientos, que vuelven a poner en escena el fantasma de la lucha de clases, evidencian los obstáculos sociales a una nueva agenda de ajuste. Sea la derecha liberal chilena o los restos del pseudo-progresismo ecuatoriano, los intentos de seguir precarizando la vida de millones son contestados con la protesta callejera y el enfrentamiento a la (brutal) represión. Indudablemente, esto también construye límites por izquierda en el escenario político nacional.
Una valiosa elección del Frente de Izquierda Unidad
En el marco de la brutal polarización electoral, la fórmula presidencial que encabezó Nicolás del Caño alcanzó un 2.16 % de los votos, retrocediendo levemente en relación a las PASO.
Sin embargo, la simpatía hacia las ideas desplegadas por el FIT Unidad supera los porcentajes electorales obtenidos este domingo. Un dato que lo ilustra es la votación en la categoría de diputados nacionales, donde el escrutinio provisorio arroja un número cercano a los 800 mil sufragios. Allí destacaron las logradas por Myriam Bregman (CABA), Néstor Pitrola (PBA), Raúl Godoy (Neuquén) y Alejandro Vilca (Jujuy).
Esa simpatía se sostiene en la coherencia de un espacio que, en estos años de macrismo, no abandonó los reclamos en las calles ni negoció con los cómplices del ajuste. Nicolás del Caño fue, además, una de las figuras destacadas en los dos debates presidenciales. Ante millones de personas ofició de vocero de múltiples causas que no hallaron voz en otros candidatos. A modo de breve listado, se pueden señalar el rechazo al pago de la deuda externa; la lucha contra la precarización laboral; el derecho al aborto legal; la denuncia del fracking y el uso de agrotóxicos; o la legalización de la marihuana, entre otros.
En el nuevo escenario nacional resulta urgente fortalecer a la izquierda como fuerza política. Frente a las exigencias del FMI y las grandes patronales, hay que oponer un programa anticapitalista y socialista, que ataque los intereses de los ganadores de estos años. Solo una perspectiva así puede impedir que la crisis siga recayendo sobre las mayorías populares.
El futuro, como muestran Chile y Ecuador, también se jugará en las calles. Es preciso seguir avanzando en la construcción de una fuerza política de los explotados y los oprimidos, independiente de todos los partidos patronales, capaz de imponer su propia salida a la crisis. Un partido capaz de, movilizar ampliamente al pueblo trabajador, a las mujeres y a la juventud ante las tensiones futuras que la tutela del FMI impondrá al país.
Eduardo Castilla
@castillaeduardo
Lunes 28 de octubre | 03:44
Exhuman los restos del genocida Francisco Franco tras 44 años ¿de democracia?
Tras meses de una batalla política y judicial, reacciones viscerales y amenazas, el gobierno de España logró exhumar los restos del dictador Francisco Franco del conjunto monumental del Valle de los Caídos , tras 44 años de democracia: en la fosa común permanecen más de 33 mil republicanos asesinados por mandato del dictador.
La exhumación de los restos del dictador Franco (1892-1975) - que tiranizó, masacró y condenó al exilio durante su largo régimen totalitario a cientos de miles de personas- del Valle de los Caídos, el mausoleo que mandó a construir para gloria suya y de su cruzada, se consumó el jueves 24 de octubre, en un hecho histórico pospuesto por 44 años. En las calles de España muchos celebraron, algunos con algarabía, otros con discreción.
De piedra de granito, con una arquitectura sombría y tenebrosa, el Valle de los Caídos es desde entonces un lugar de peregrinaje para los nostálgicos del franquismo. Franco estaba enterrado a un costado del que fue su ideólogo y fundador de la Falange Española, José Antonio Primo de Rivera (1903-1936), pero también en el mismo lugar donde fueron sepultados en una fosa común 33 mil presos republicanos.
Un equipo especializado retiró la piedra de más de mil 500 kilos para extraer los restos del dictador, hecho que siguieron desde una carpa próxima unos 500 periodistas nacionales y extranjeros. Tras sacar el féretro, el prior del Valle de los Caídos, el franquista Santiago Cantera, realizó un breve responso antes de trasladarlo al cementerio de Mingorrubio, a unos 15 kilómetros de Madrid.
Hoy se pone fin a una afrenta moral: el enaltecimiento de la figura de un dictador en un espacio público... se da un paso más en la reconciliación. Nos costó mucho tiempo deshacernos de un régimen represor. Y casi nos ha llevado el mismo tiempo apartar los restos de su artífice del homenaje público. Hoy España cumple consigo misma, declaró el presidente Pedro Sánchez.
En un comunicado, la Fundación Francisco Franco, con el epígrafe “Aquí no se rinde nadie”, advirtió: “Sí, hoy hemos perdido una batalla, el enemigo ha alcanzado un objetivo parcial, pero en ningún caso hemos perdido la guerra. Así que, señores socialistas y comunistas, basta ya de vanagloriarse tanto”.
La exhumación fue criticada por líderes partidistas de uno y otro lado del espectro ideológico porque fue percibida como un acto propagandístico del presidente socialista Pedro Sánchez de cara a las elecciones del próximo 10 de noviembre. Pero lo cierto es que el actual presidente hizo lo que no se atrevieron a hacer sus antecesores y compañeros de partido Felipe González (1982-1996) y José Luis Rodríguez Zapatero (2004-2011).
El retiro de los restos de Franco del mausoleo que se hizo erigir fue un desagravio indispensable, así se haya realizado casi 44 años después de que al dictador se le enterrara con todos los honores de Estado, como prócer y no como el criminal de guerra que fue. Era grotesco que una democracia mantuviera a un genocida enterrado en un monumento nacional levantado con el trabajo esclavo de los republicanos, donde los cuerpos de 33 mil de ellos fueron arrojados a fosas comunes.
La exhumación llegó con cuatro décadas de retraso, entre las airadas protestas de fascistas nostálgicos y de neofascistas que experimentan una preocupante alza en las preferencias electorales. Sin cerrar definitivamente las heridas de la Guerra Civil y de la brutal dictadura fascista, no habrá condiciones para el establecimiento de una democracia verdadera y funcional en España. Y eso párte de la reconstrucción republicana, del fin de la monarquía.
Obviamente, el carácter inacabado de la transición iniciada en 1978 se revela en la institución de la corona, en la vigencia de una Constitución redactada con el visto bueno de los herederos monárquicos de Franco, o en el fracaso de los nacionalismos para conseguir sus reivindicaciones en el contexto institucional de la España moderna.
Además, la exhumación es un acto a todas luces saludable en tanto la política institucional también se dirime en el terreno de los símbolos, y la permanencia de Franco en el Valle de los Caídos era un símbolo tan ofensivo para la memoria de las víctimas del alzamiento fascista y de la posterior dictadura como impresentable y vergonzoso para una democracia.
Las imágenes del féretro del genocida saliendo en helicóptero del Valle de los Caídos retransmitidas en todo el mundo, una medida simbólica que ningún Gobierno había puesto en marcha en 44 años, llegan en un momento en que los socialistas estaban estancados en las encuestas.
Con la exhumación de Franco, el presidente Pedro Sánchez ha cosechado -a 18 días de las elecciones- su mayor logro desde que llegara al poder tras desalojar al derechista Mariano Rajoy (tras el escándalo de corrupción de Gürtel). Mientras, la oposición acusa a Sánchez de electoralismo y los partidos de izquierda y nacionalistas hablan de un exceso de permisividad con la familia del dictador.
Isabella Arria. Periodista chilena residenciada en Europa, analista asociada al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, estrategia.la)
La exhumación de los restos del dictador Franco (1892-1975) - que tiranizó, masacró y condenó al exilio durante su largo régimen totalitario a cientos de miles de personas- del Valle de los Caídos, el mausoleo que mandó a construir para gloria suya y de su cruzada, se consumó el jueves 24 de octubre, en un hecho histórico pospuesto por 44 años. En las calles de España muchos celebraron, algunos con algarabía, otros con discreción.
De piedra de granito, con una arquitectura sombría y tenebrosa, el Valle de los Caídos es desde entonces un lugar de peregrinaje para los nostálgicos del franquismo. Franco estaba enterrado a un costado del que fue su ideólogo y fundador de la Falange Española, José Antonio Primo de Rivera (1903-1936), pero también en el mismo lugar donde fueron sepultados en una fosa común 33 mil presos republicanos.
Un equipo especializado retiró la piedra de más de mil 500 kilos para extraer los restos del dictador, hecho que siguieron desde una carpa próxima unos 500 periodistas nacionales y extranjeros. Tras sacar el féretro, el prior del Valle de los Caídos, el franquista Santiago Cantera, realizó un breve responso antes de trasladarlo al cementerio de Mingorrubio, a unos 15 kilómetros de Madrid.
Hoy se pone fin a una afrenta moral: el enaltecimiento de la figura de un dictador en un espacio público... se da un paso más en la reconciliación. Nos costó mucho tiempo deshacernos de un régimen represor. Y casi nos ha llevado el mismo tiempo apartar los restos de su artífice del homenaje público. Hoy España cumple consigo misma, declaró el presidente Pedro Sánchez.
En un comunicado, la Fundación Francisco Franco, con el epígrafe “Aquí no se rinde nadie”, advirtió: “Sí, hoy hemos perdido una batalla, el enemigo ha alcanzado un objetivo parcial, pero en ningún caso hemos perdido la guerra. Así que, señores socialistas y comunistas, basta ya de vanagloriarse tanto”.
La exhumación fue criticada por líderes partidistas de uno y otro lado del espectro ideológico porque fue percibida como un acto propagandístico del presidente socialista Pedro Sánchez de cara a las elecciones del próximo 10 de noviembre. Pero lo cierto es que el actual presidente hizo lo que no se atrevieron a hacer sus antecesores y compañeros de partido Felipe González (1982-1996) y José Luis Rodríguez Zapatero (2004-2011).
El retiro de los restos de Franco del mausoleo que se hizo erigir fue un desagravio indispensable, así se haya realizado casi 44 años después de que al dictador se le enterrara con todos los honores de Estado, como prócer y no como el criminal de guerra que fue. Era grotesco que una democracia mantuviera a un genocida enterrado en un monumento nacional levantado con el trabajo esclavo de los republicanos, donde los cuerpos de 33 mil de ellos fueron arrojados a fosas comunes.
La exhumación llegó con cuatro décadas de retraso, entre las airadas protestas de fascistas nostálgicos y de neofascistas que experimentan una preocupante alza en las preferencias electorales. Sin cerrar definitivamente las heridas de la Guerra Civil y de la brutal dictadura fascista, no habrá condiciones para el establecimiento de una democracia verdadera y funcional en España. Y eso párte de la reconstrucción republicana, del fin de la monarquía.
Obviamente, el carácter inacabado de la transición iniciada en 1978 se revela en la institución de la corona, en la vigencia de una Constitución redactada con el visto bueno de los herederos monárquicos de Franco, o en el fracaso de los nacionalismos para conseguir sus reivindicaciones en el contexto institucional de la España moderna.
Además, la exhumación es un acto a todas luces saludable en tanto la política institucional también se dirime en el terreno de los símbolos, y la permanencia de Franco en el Valle de los Caídos era un símbolo tan ofensivo para la memoria de las víctimas del alzamiento fascista y de la posterior dictadura como impresentable y vergonzoso para una democracia.
Las imágenes del féretro del genocida saliendo en helicóptero del Valle de los Caídos retransmitidas en todo el mundo, una medida simbólica que ningún Gobierno había puesto en marcha en 44 años, llegan en un momento en que los socialistas estaban estancados en las encuestas.
Con la exhumación de Franco, el presidente Pedro Sánchez ha cosechado -a 18 días de las elecciones- su mayor logro desde que llegara al poder tras desalojar al derechista Mariano Rajoy (tras el escándalo de corrupción de Gürtel). Mientras, la oposición acusa a Sánchez de electoralismo y los partidos de izquierda y nacionalistas hablan de un exceso de permisividad con la familia del dictador.
Isabella Arria. Periodista chilena residenciada en Europa, analista asociada al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, estrategia.la)
Declaración del Partido Obrero-Frente de Izquierda Unidad ante los resultados de las elecciones 2019
El triunfo de Alberto Fernández en primera vuelta confirma lo que ya estaba anunciado en las PASO. Pero el dato de la elección es la reducción de su votación respecto a las Paso y, en especial, de su diferencia con el macrismo. Desde las Paso, el macrismo realizó una campaña de movilización de su base mientras Alberto Fernández y el Frente de Todos llamaron a no salir a la calle y se dedicaron a darle señales a los mercados, planteando una reestructuración de la deuda en los términos más amigables para el capital financiero y promoviendo la devaluación del peso, después del 11 de agosto.
Con seguridad, Alberto Fernández invocará este resultado para justificar la derechización de su política. Se abrirá una etapa de colaboración entre el ganador y el perdedor en torno a la descarga de la crisis capitalista sobre las espaldas de los trabajadores. Deberá apoyar las principales medidas que tomará Alberto Fernández de renegociación de la deuda, pacto con el FMI y la política de ajustes fiscales que afectará al pueblo trabajador.
El cuadro de polarización afectó la votación del Frente de Izquierda-Unidad. El corte de boleta en favor de los cargos legislativos expresa que parte de la base del Frente de Izquierda se volcó al peronismo para garantizar la derrota de Macri.
El Frente de Izquierda-Unidad desarrolló un programa que concentra los principales problemas planteados en América Latina y resume las aspiraciones de los pueblos que se levantan contra los ajustes capitalistas que llevan adelante los gobiernos de diferente signo político. La bancarrota económica que envuelve a la Argentina condicionará todo el proceso político inmediato y planteará la lucha de los trabajadores contra el intento de descargar la crisis sobre sus espaldas.
El Partido Obrero se esforzará por desarrollar una política para enfrentar el pacto social que pretende descargar la crisis sobre los trabajadores.
Con seguridad, Alberto Fernández invocará este resultado para justificar la derechización de su política. Se abrirá una etapa de colaboración entre el ganador y el perdedor en torno a la descarga de la crisis capitalista sobre las espaldas de los trabajadores. Deberá apoyar las principales medidas que tomará Alberto Fernández de renegociación de la deuda, pacto con el FMI y la política de ajustes fiscales que afectará al pueblo trabajador.
El cuadro de polarización afectó la votación del Frente de Izquierda-Unidad. El corte de boleta en favor de los cargos legislativos expresa que parte de la base del Frente de Izquierda se volcó al peronismo para garantizar la derrota de Macri.
El Frente de Izquierda-Unidad desarrolló un programa que concentra los principales problemas planteados en América Latina y resume las aspiraciones de los pueblos que se levantan contra los ajustes capitalistas que llevan adelante los gobiernos de diferente signo político. La bancarrota económica que envuelve a la Argentina condicionará todo el proceso político inmediato y planteará la lucha de los trabajadores contra el intento de descargar la crisis sobre sus espaldas.
El Partido Obrero se esforzará por desarrollar una política para enfrentar el pacto social que pretende descargar la crisis sobre los trabajadores.
Se va Macri
Se va Macri. Se va el que dijo que venía a reconstruir la República y en la primera semana de Gobierno quiso meter dos miembros de la Corte Suprema por decreto. Que recibió en la Casa Rosada al policía que disparó antes de arrestar. Que hizo difundir la versión de que un pibe que estaba desaparecido luego de un operativo represivo en realidad era un asesino que estaba escondido. Que se preocupó más por atacar a la familia de ese joven y defender a las Fuerzas de Seguridad que por buscar a la víctima y averiguar qué había pasado.
Se va Macri. El que dijo que venía a combatir la corrupción y apareció envuelto en los Panamá Papers. El que, como quien no quiere la cosa, hizo un acuerdo para que el Estado le condonara a su familia una deuda de, por lo menos, cinco mil millones de pesos. El que, entre otras cosas, también benefició a las empresas de su familia con contratos en las autopistas, con una maniobra mediante la cual pagó una reparación millonaria injustificada que sirvió a la vez para renovar los contratos. El que ubicó en áreas del Estado a funcionarios que cuidaban y representaban intereses de las empresas de su área.
El 1984 de George Orwell es muy conocido por el Gran Hermano que todo lo vigila, la distopía que anticipó el reinado de la vigilancia. Pero en 1984 hay algo más sutil que no necesita de tecnología y tiene que ver con el trastocamiento del lenguaje. Allí, el ministerio del Amor se encargaba de aplicar castigos y tortura, el ministerio de la Paz se encargaba de mantener la guerra, el ministerio de la Abundancia, de administrar escasez y del racionamiento y el ministerio de la Verdad, de reescribir la historia.
Algo en el orden de este desquicio se ha percibido en estos cuatro años de marketing permanente.
Porque se va Macri. Que dijo que había que dejar de lado las diferencias y no ilumina el mural de Eva, la mujer que es un símbolo de la Argentina acá y alrededor del mundo. En esa oscuridad, que para algunos puede parecer un detalle menor, se condensa el odio con que en otros tiempos se escribía “viva el cáncer”. En esa oscuridad se ve que detrás del marketing del amor hay odio.
Se va Macri y los que hacen campaña diciendo que está en juego la libertad y que no podremos expresarnos si pierden pero arman causas penales y arrestan a personas por escribir tuits en los que expresan el rechazo al Presidente.
Se va el que dijo que traería pobreza cero. Y el primer motivo por el que se va es por su fracaso en el área económica. No porque no le salió bien lo que quiso implementar, ni porque el contexto internacional no lo ayudó, sino porque no era posible llevar a cabo su plan sin el deterioro de la mayoría de la población. Destrucción de puestos de trabajo y baja del poder adquisitivo no fueron daños colaterales sino el corazón de su proyecto.
Se va Macri. El que pidió sensatez al peronismo (que, se sabe, siempre es insensato e irracional, siempre levantando el parquet para hacer asado) pero, como dijimos, dedicó sus últimos actos de campaña a pregonar que estaba en juego la libertad y esto permite intuir que él mismo en la oposición no sería el ejemplo del diálogo democrático y republicano que su marketing exigía exigir. Porque si está en juego la libertad ¿qué no sería legítimo hacer para recuperarla?
El macrismo trastocó el lenguaje. Nombraba una cosa para transmitir lo contrario. O nombraba una cosa cuando estaba ocurriendo lo contrario. El ministerio del Amor, la Verdad, la Paz y la Abundancia. Pero, a pesar de todo, la sociedad mantuvo la cordura.
Se va que el trastocó el lenguaje. Pero el lenguaje de Macri también tuvo límites.
Se va el Presidente que no pudo decir desaparecidos ni terrorismo de Estado durante estos cuatro años. Que cuando dijo dictadura fue para hablar de Venezuela, ni una sola vez para Videla y Massera. Macri sólo usó el genérico “violencia política”, un eufemismo porque dos demonios ya estaba muy quemado. Un Presidente que sólo se reunió con las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo cuando supo que lo harían el presidente de Francia y el de Estados Unidos.
El viernes, durante la veda electoral, Alberto Fernández fue a acompañar a la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela Carlotto, que recibió el premio honoris causa de la Universidad Nacional de Tres de Febrero. “De ahora en adelante, Alberto, caminamos juntos”, le dijo Estela. “Vengo a acompañar a Estela, Y a las Abuelas y a las Madres, que son seres enormes”, apuntó Fernández cuando lo abordaron los periodistas. En los festejos de las PASO, Fernández subió al escenario y abrazó a Taty Almeida y Lita Boitano, de Madres de Plaza de Mayo línea fundadora y Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas. También estuvieron en primera fila en el festejo de ayer las Madres y Abuelas.
No tendrá una tarea fácil Fernández en el plano económico. Debe emprender una reconstrucción complicada. Pero partiremos de la base de que los trabajadores no son un costo empresario, que los que van a la escuela pública no se cayeron y de que los derechos humanos no son un curro. Tendremos un Estado que otra vez esté orgulloso de las Madres y las Abuelas y del trabajo que hicieron los organismos de derechos humanos para que podamos tener y mantener esta democracia, ellas son la verdadera base sobre la que se levanta la república. Ahora tendremos un presidente con el que podremos enojarnos y amigarnos, pedirle más, exigirle más, reclamarle, como él mismo dijo, si no cumple con lo que prometió, pero, todo indica, será un presidente que no trastoque el lenguaje sino con el que tendremos un lenguaje en común. Es un buen inicio.
Victoria Ginzberg
Página/12
Se va Macri. El que dijo que venía a combatir la corrupción y apareció envuelto en los Panamá Papers. El que, como quien no quiere la cosa, hizo un acuerdo para que el Estado le condonara a su familia una deuda de, por lo menos, cinco mil millones de pesos. El que, entre otras cosas, también benefició a las empresas de su familia con contratos en las autopistas, con una maniobra mediante la cual pagó una reparación millonaria injustificada que sirvió a la vez para renovar los contratos. El que ubicó en áreas del Estado a funcionarios que cuidaban y representaban intereses de las empresas de su área.
El 1984 de George Orwell es muy conocido por el Gran Hermano que todo lo vigila, la distopía que anticipó el reinado de la vigilancia. Pero en 1984 hay algo más sutil que no necesita de tecnología y tiene que ver con el trastocamiento del lenguaje. Allí, el ministerio del Amor se encargaba de aplicar castigos y tortura, el ministerio de la Paz se encargaba de mantener la guerra, el ministerio de la Abundancia, de administrar escasez y del racionamiento y el ministerio de la Verdad, de reescribir la historia.
Algo en el orden de este desquicio se ha percibido en estos cuatro años de marketing permanente.
Porque se va Macri. Que dijo que había que dejar de lado las diferencias y no ilumina el mural de Eva, la mujer que es un símbolo de la Argentina acá y alrededor del mundo. En esa oscuridad, que para algunos puede parecer un detalle menor, se condensa el odio con que en otros tiempos se escribía “viva el cáncer”. En esa oscuridad se ve que detrás del marketing del amor hay odio.
Se va Macri y los que hacen campaña diciendo que está en juego la libertad y que no podremos expresarnos si pierden pero arman causas penales y arrestan a personas por escribir tuits en los que expresan el rechazo al Presidente.
Se va el que dijo que traería pobreza cero. Y el primer motivo por el que se va es por su fracaso en el área económica. No porque no le salió bien lo que quiso implementar, ni porque el contexto internacional no lo ayudó, sino porque no era posible llevar a cabo su plan sin el deterioro de la mayoría de la población. Destrucción de puestos de trabajo y baja del poder adquisitivo no fueron daños colaterales sino el corazón de su proyecto.
Se va Macri. El que pidió sensatez al peronismo (que, se sabe, siempre es insensato e irracional, siempre levantando el parquet para hacer asado) pero, como dijimos, dedicó sus últimos actos de campaña a pregonar que estaba en juego la libertad y esto permite intuir que él mismo en la oposición no sería el ejemplo del diálogo democrático y republicano que su marketing exigía exigir. Porque si está en juego la libertad ¿qué no sería legítimo hacer para recuperarla?
El macrismo trastocó el lenguaje. Nombraba una cosa para transmitir lo contrario. O nombraba una cosa cuando estaba ocurriendo lo contrario. El ministerio del Amor, la Verdad, la Paz y la Abundancia. Pero, a pesar de todo, la sociedad mantuvo la cordura.
Se va que el trastocó el lenguaje. Pero el lenguaje de Macri también tuvo límites.
Se va el Presidente que no pudo decir desaparecidos ni terrorismo de Estado durante estos cuatro años. Que cuando dijo dictadura fue para hablar de Venezuela, ni una sola vez para Videla y Massera. Macri sólo usó el genérico “violencia política”, un eufemismo porque dos demonios ya estaba muy quemado. Un Presidente que sólo se reunió con las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo cuando supo que lo harían el presidente de Francia y el de Estados Unidos.
El viernes, durante la veda electoral, Alberto Fernández fue a acompañar a la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela Carlotto, que recibió el premio honoris causa de la Universidad Nacional de Tres de Febrero. “De ahora en adelante, Alberto, caminamos juntos”, le dijo Estela. “Vengo a acompañar a Estela, Y a las Abuelas y a las Madres, que son seres enormes”, apuntó Fernández cuando lo abordaron los periodistas. En los festejos de las PASO, Fernández subió al escenario y abrazó a Taty Almeida y Lita Boitano, de Madres de Plaza de Mayo línea fundadora y Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas. También estuvieron en primera fila en el festejo de ayer las Madres y Abuelas.
No tendrá una tarea fácil Fernández en el plano económico. Debe emprender una reconstrucción complicada. Pero partiremos de la base de que los trabajadores no son un costo empresario, que los que van a la escuela pública no se cayeron y de que los derechos humanos no son un curro. Tendremos un Estado que otra vez esté orgulloso de las Madres y las Abuelas y del trabajo que hicieron los organismos de derechos humanos para que podamos tener y mantener esta democracia, ellas son la verdadera base sobre la que se levanta la república. Ahora tendremos un presidente con el que podremos enojarnos y amigarnos, pedirle más, exigirle más, reclamarle, como él mismo dijo, si no cumple con lo que prometió, pero, todo indica, será un presidente que no trastoque el lenguaje sino con el que tendremos un lenguaje en común. Es un buen inicio.
Victoria Ginzberg
Página/12
domingo, 27 de octubre de 2019
Quiebra del BCRA: de la amenaza a la realidad

El macrismo termina sus días hecho “puré”.
Con el fin de la campaña electoral ha quedado expuesto una realidad que desde hace meses denunciamos en Prensa Obrera: el Banco Central de la República Argentina (BCRA) tiene patrimonio negativo y es totalmente incapaz de enfrentar las turbulencias que se vienen. Lo que ayer era negado por los principales comentaristas económicos del mainstream, se ha convertido hoy en una verdad de Perogrullo.
Las reservas cayeron más de 23.000 millones de dólares desde las Paso y lo hicieron, solamente entre jueves y viernes, más de 2500 millones en un intento fallido del gobierno por contener la estampida al dólar, que tocó su máximo precio nominal desde la post convertibilidad.
El problema que se manifiesta como una crisis financiera tiene en realidad raíces mucho más profundas. El endeudamiento record realizado durante los últimos años no implicó ninguna clase de inversión productiva y se destinó exclusivamente a la especulación financiera. Esto no es una consecuencia del modelo macrista como nos quiere hacer creer el kirchnerismo sino de la crisis mundial que no le ofrece a los capitalistas la rentabilidad que esperan en caso de invertir en la economía real. Este fenómeno que se vive en todo el mundo se expresa con especial crudeza en nuestro país.
Del default al puré, del puré al default
El vaciamiento de las arcas del Central viene de larga data y atravesó distintos gobiernos. Sin embargo, lo que se vivió en el último tiempo supera en cuanto a celeridad, volatilidad y vértigo cualquier experiencia reciente. La fuga de capitales financiada por el Central como una política de Estado acrecentó enormemente la bancarrota y derivó, entre otras cosas, en el default que anunció el ministro de Hacienda, Hernán Lacunza, bajo el eufemismo del “reperfilamiento”.
La devaluación post Paso y el “dólar razonable” a $60 que acordaron Macri y Fernández estuvieron acompañados por la tasa de interés nominal más alta del mundo y por la venta diaria de más de 100 millones de dólares diarios en promedio por parte del BCRA. La implementación del cepo dio lugar a una brecha entre el dólar oficial de 60 –que fue utilizado por el macrismo como una herramienta electoral- y el dólar blue o el contado con liqui que usan los grandes operadores, que terminó superando el 35% y ofreciendo una rentabilidad muy significativa en dólares. Ha vuelto el rentable mecanismo de comprar en el oficial y vender en el paralelo, conocido como "puré".
legamos a las vísperas de las elecciones con la evidencia de que el pago de la deuda externa se ha convertido en una traba absoluta para el desarrollo nacional, para sostener el valor de la moneda propia y que es totalmente incompatible con cualquier reivindicación obrera, dada la constante caída del salario real. En esto juega un papel fundamental el persistente aumento de los precios. Contra sus predicciones de que sería un problema menor, el macrismo termina su mandato sin haber podido dominar la inflación en ningún momento y con las perspectivas de acabar en un escenario de hiperinflación.
Sobre depósitos y reservas
La erosión constante de las reservas internacionales parece no tener fin, algunos días bajo la forma de goteo y otros de tormenta. Se suman 60 días consecutivos de caída de las reservas que comprometen la situación financiera con la cual el gobierno va a entregar el poder en diciembre, si es que llega a ese momento.
Más allá de que las reservas brutas sigan figurando por encima de los 40.000 millones de dólares, el verdadero problema radica en las reservas netas, es decir descontados los préstamos, las letras intransferibles y el swap con China. Ahí el panorama empieza a ennegrecer siendo que quedarían menos de 10.000 millones y con una cantidad de vencimientos de deuda por delante que absorberían prácticamente la totalidad de estos fondos.
Eso no es todo: la situación puede empeorar en la medida en que se sostenga el actual esquema cambiario, con el cual se fugaron en los últimos dos meses cerca del 30% de los depósitos tanto en pesos como en dólares, dejando un escenario extremadamente delicado en términos de solidez bancaria y abonando el terreno para una futura corrida bancaria. Para colmo, los propios bancos se niegan a renovar Leliqs y se han pasado cada vez con más vigor a los pases que renuevan diariamente, y que acumulan a la fecha más de 200.000 millones de pesos de otro pasivo del BCRA.
En síntesis, se van acumulando las condiciones para una tormenta perfecta de la cual ninguna de las políticas en danza podría alejarnos. Tenemos un Banco Central extremadamente endeudado, con bombas de tiempo con la mecha encendida y un sometimiento al FMI y los grandes fondos de inversión que es como patalear en arenas movedizas. El problema no es financiero, ni se trata de la falsa polarización entre políticas económicas, sino de una crisis mundial capitalista donde el bote argentino se encuentra a la deriva de una tempestad internacional.
El próximo lunes comenzará un cogobierno más explícito que el que se dio con posterioridad a las Paso. Un endurecimiento del cepo se da por descontado, pero será incapaz de frenar el aumento espiralado entre el dólar y la inflación, por lo que no podemos descartar que la situación termine de desbarrancar y nos encontremos en un escenario de hiperinflación y corrida cambiaria y bancaria.
La nacionalización de la banca para terminar con la fuga de capitales, sostener el ahorro interno dentro del país y valerse de él para un desarrollo industrial se presentan ahora con más valor que nunca. Así como el desconocimiento de la deuda usuraria y su repudio como política esencial para la refundación del país sobre nuevas bases sociales.
Guido Lapa
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