lunes, 29 de diciembre de 2025

La "inocencia fiscal" del lavado de dinero y la constante fuga de capitales


La ley sancionada premia a los evasores pero no resuelve el problema de los dólares "debajo del colchón".
 Caputo llamó a depositar dólares en el Banco Nación. 

Luis Caputo, luego de que el Senado aprobara el proyecto de "Inocencia Fiscal", se apresuró a anunciar un nuevo blanqueo de capitales. Desde su cuenta de X, instó a quienes poseen dólares por fuera del sistema bancario a depositarlos en el Banco Nación sin tener que dar explicaciones sobre el origen de los fondos. La medida apunta a engrosar las reservas para el pago de la deuda, a costa de convertir a la Argentina en un "paraíso narco". 
 Por un lado, se trata de un premio a la evasión impositiva ya que aquellos que ingresen al circuito legal dinero no declarado (hasta U$S 6,6 millones de dólares anuales) no recibirán pena alguna. Además, el Arca dejará de cotejar si los consumos cotidianos de quienes se adhieran a ese esquema guardan relación con el patrimonio declarado; lo que algunos tributaristas llaman un "blanqueo hacia el futuro". Ese manto de impunidad es lisa y llanamente una incitación a defraudar al fisco. Cabe destacar que, mientras el gobierno concede ventajas a los capitalistas evasores, tiene en agenda reforzar la carga tributaria sobre la población trabajadora; sin ir más lejos, dejó trascender su intención de eliminar el monotributo y bajar el piso de Ganancias sobre la cuarta categoría para gravar aún más el salario. 
 A su vez, la iniciativa permitirá lavar con mayor facilidad los fondos provenientes de actividades ilícitas, como el narcotráfico y la trata de personas, favoreciendo la expansión de estos negocios que significan un flagelo para las familias trabajadoras. Como vemos, Bullrich prepara una reforma del Código Penal que agrava las penas sobre los eslabones más débiles de la cadena delictiva, pero le facilita a los "peces gordos" el blanqueo de su dinero malhabido. 
 La ley es tan obscena que hasta los bancos privados manifestaron dudas sobre su aplicación ya que todavía no se modificaron las normas del Banco Central que regulan la actividad de las entidades financieras. Por eso, Caputo salió a responderles tuiteando "Si en sus bancos les piden cosas de más (léase, romper las p…), no pierdan su tiempo. Pueden ir al Banco Nación, donde su presidente dará la instrucción de cumplir estrictamente con la ley". 
 Sucede que el gobierno está desesperado por recabar divisas para hacer frente a los vencimientos de deuda externa que se avecinan. Con esta medida, tiene la esperanza de que ingresen al sistema parte de los dólares que, como se dice coloquialmente, están guardados "bajo el colchón". Según los datos del Indec, hasta el tercer trimestre 2025, ese monto ascendía a U$S 253.919 millones.
 Sin embargo, el blanqueo previsto no logrará que haya un flujo constante de dólares en el mercado de capitales argentino destinado a la inversión productiva porque la tendencia es a la fuga, fruto del carácter parasitario de la clase capitalista, que desinvierte en el país para girar divisas a sus cuentas off-shore. Basta con visualizar lo ocurrido con el megablanqueo del 2024, que tuvo como resultado el ingreso de fondos especulativos a corto plazo, que, luego de pedalear en la bicicleta financiera, se retiraron del país provocando un agujero en las reservas.
 La nueva legislación convierte a la Argentina en una guarida fiscal para evasores y criminales. No es posible terminar con la fuga otorgándole estímulos a los fugadores, sino mediante el control de la clase obrera sobre la banca y el comercio exterior para cortar con dicha sangría, sumado al repudio de la deuda externa fraudulenta. Eso implica que los trabajadores desplacemos a los capitalistas del poder y nos erijamos como clase dirigente. 

 Sofía Hart

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