miércoles, 24 de diciembre de 2025

El año de la marmota, Caputo en apuros


Cuándo se producirá el default. 

 El mago de las finanzas tiene que pagar un vencimiento de 4.200 millones de dólares en enero, pero no consigue juntarlos. Colocó un Bono Nacional (Bonar) con pésimos resultados, porque endeudó a Argentina por mil millones de dólares, pero solamente recibió 910; de modo que la tasa de interés del 8% se convirtió para el Tesoro en poco más del 9%. Con estos ‘rendimientos’, sigue teniendo cerrado el mercado voluntario de deuda y por lo tanto la posibilidad de reciclar los vencimientos de la deuda externa, que son de 47.000 millones de dólares, en 2026/27, si se suman los intereses. Lo más importante, aunque se le presta menor atención, es que ha reunido unos 800 millones de dólares por la licitación de represas en la Patagonia, o sea que la camarilla gobernante ha empezado a rematar activos para pagar deuda. YPF, la nave insignia de los liberticidas, se encuentra a la búsqueda de financiamiento para sus inversiones, por lo que ha empezado a rematar su conglomerado de empresas (Pro-Fértil, por ejemplo), para obtener dólares que deberán pasar por el Banco Central y serán usados para la cancelación de deudas. Fue lo que hizo Martínez de Hoz en 1981 cuando endeudó a la empresa estatal en 15.000 millones de dólares, que rápidamente se hicieron humo y convirtieron a YPF en una empresa fallida. Llegada a esa situación, la compañía (que ya es privada en un 49%) sería liquidada con un ‘generoso’ descuento. El ‘milagro’ de Vaca Muerta se convertiría en una sepultura. Todo lo que produzca dólares se desvanecerá en el aire. Esta es la razón de conjunto por la que Petronas y Shell se retiraron de una asociación con YPF, mientras YPF busca llegar al mercado internacional por la intermediación de la italiana ENI y el grupo de Abu Dhabi. Milei ha izado en Argentina la bandera roja del remate. YPF ha renunciado a construir plantas de licuación del gas para no demorar las exportaciones. El uso de barcos licuificadores para apurar la monetización del crudo, muestra la urgencia que imponen los vencimientos de deuda a la industrialización a partir de cadenas de producción y valor propias. El gobierno ha autorizado el endeudamiento en dólares de compañías que venden en pesos, para apurar el ingreso de divisas, a riesgo de que éstas no puedan devolver los préstamos en la moneda de origen. 
 Sigamos. Todo indica que para el pago de enero Caputo no contará con un canje de monedas con el Tesoro norteamericano ni con los créditos que se le atribuían a un consorcio de bancos liderados por el JP Morgan. La alternativa sigue en pie, según algunos, pero para más adelante (“hoy no se fía”). Por eso ronda la idea de que Caputo quiere obtener un canje con los acreedores de la deuda de enero, claro que a plaza breve y a mayor tasa de interés. Exactamente lo que impide la ley de Administración Financiera, que condiciona los canjes a que representen una mejora en la posición deudora del Tesoro. Es aquí cuando ingresa la cohorte de diputados y senadores en el tratamiento del proyecto de Presupuesto 2026, ya aprobado en Diputados y sin obstáculos (todo lo contrario) en el Senado, cuyo artículo 53 habilita el canje de deuda “en condiciones (que) serán definidas, en su conjunto, por la Secretaría de Finanzas y la secretaría de Hacienda”, ambas dependientes del ministerio de Economía. Lo último que querría Milei es vetar este Presupuesto ilegal; Caputo lo quiere para antes de Noche Vieja. La coalición de los liberticidas votó con los brazos en alto, pero la oposición ‘a su majestad’ hizo valer el silencio. 
 El artículo siguiente tampoco se queda corto. El 54 dispone la conversión en títulos (o sea deuda) del Tesoro a las “letras intransferibles denominadas en dólares” (en poder del Banco Central), a la par y con amortización íntegra”. O sea que convierte a los ‘pagadiós’ de gobiernos anteriores en deuda del contribuyente, acentuando un ajuste que no podría ser más brutal. Esta tentativa de rescate del Banco Central (que tiene un patrimonio neto negativo por 17.000 millones de dólares) por parte del Tesoro, tiene lugar cuando el mismo Tesoro ha obligado a los bancos a mantener encajes de alrededor del 50% de los depósitos en títulos públicos. El gobierno paga deuda externa con parte de los depósitos en dólares en los bancos, creando la conexión perfecta entre una fuga de capitales en los mercados de cambio y de depósitos en los bancos. Cuando los legisladores y la prensa saludan con un ‘habemus presupuesto’, se olviden mencionar que es el de la estafa y la quiebra. Al autorizar al ministerio de Economía a reemplazar activos por nueva deuda, en el artículo 51, se pone en marcha una alternativa usada hasta el abuso por el kirchnerismo – que el pago de los vencimientos de enero se haga con los fondos del Fondo de Sustentabilidad de la ANSES. Los jubilados seguirían pagando desfalcos en violación a la ley de Administración Financiera. El artículo 54 autoriza a Economía a operar en el mercado de derivados, como se denomina a las apuestas financieras que tienen como referencia otros activos financieros. Si la crisis no se lleva puesto a Caputo antes de lo previsible, veremos al Tesoro (o sea a los contribuyentes) operando involuntariamente en cripto monedas – la cueva de los evasores y de los negocios ilegales (mientras Trump ejecuta en forma sumaria a pescadores en el Caribe). 
 La morosidad que registra el crédito bancario es parte integral del rulo especulativo. Las tasas de interés han oscilado de un extremo al otro, golpeando los ingresos de los deudores personales e incluso empresas (que suspenden actividades a tropel). Un 7% de mora promedio, que registra índices mayores al 10% y apunta hacia arriba, con encajes elevados en el sistema bancario, amenaza todo el sistema de deuda. 
 Varios economistas del ‘establishment’ advierten acerca de este rulo hacia el abismo. La decisión de devaluar el peso en concordancia con la inflación del mes previo, no sólo disparará los precios; también obligará al Banco Central a financiarse por medio de deuda con el sistema bancario; esto secará el mercado de deuda pública en pesos, que equivale a 200.000 millones de dólares; es un canal de fuga de capitales y de presión inflacionaria. Con una base monetaria que es mucho menos del 10% de la deuda pública total, no hay moneda que resista. Argentina no es una excepción a la regla mundial – es su brújula. Del 50% del PBI mundial, diez años después de la Segunda Guerra, la deuda pública de los estados, hoy representa el mucho más del doble – en China y Japón alrededor del triple. La representación del capital es varias veces superior al capital real. Este fenómeno no es sólo especulación; es la expresión de una movilidad en busca de lucros y tasas de ganancias que decrecen velozmente de una rama a otra, una industria a otra. La anarquía del mercado se acentúa. 
 Volviendo al punto de partida. El nuevo Congreso ha demostrado su servilismo sin adjetivos desde su primera sesión – no sólo el oficialismo. Los auditores de las cuentas públicas, designados en Diputados y Senado, representan todos los matices de la política tradicional. 

 Jorge Altamira 
 23/12/2025

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