lunes, 9 de enero de 2012

¿Por qué la Barrick Gold no nos beneficia?


El nombre de Miguel Bonasso evoca una prolífica y conocida trayectoria periodística y política. Autor de numerosas investigaciones, su último título “El Mal” es un relato exhaustivo sobre el modelo económico y político de la era kirchnerista. El Mal no es aquí una entelequia, sino el producto de una contaminación sistémica que avanza en todas las estructuras gubernamentales, en las maneras de nuestra cultura política y que anida en las bases sociales con una lógica reproductiva y devastadora. El modelo extractivo de la megaminería a cielo abierto es el epítome de la corrupción legada del menemato y reactualizada, ahora bajo consignas de progreso económico y bienestar social; una usurpación que empeñará a futuras generaciones y que no puede pasar desapercibida. Bonasso habló de todo en esta entrevista: los negociados, la corrupción, su relación con los Kirchner y las responsabilidades políticas que siempre reclama la historia.

La Barrick Gold

Es tomada como un nuevo símbolo, como un sistema de empresas dedicadas a la extracción y abuso de los recursos naturales de nuestro país. ¿Cómo puede ser que nadie pregunte por las 206 mil hectáreas de la Barrick en los Andes? ¿Cómo puede ser que la presidenta haya mandado al congreso la ley de tierras y nadie haya dicho nada? Muchas preguntas rondan por la cabeza de Bonasso a la hora de explicar y entender la construcción de un proyecto a cielo abierto que utiliza cianuro para separar el oro de otros minerales.
Las consecuencias de este proyecto sobrepasan la investigación que cualquiera pueda hacer en una tarde. Se comprobó que el proceso requiere de millones de litros de agua, de los cuales muchos se contaminan y el área para realizarlo no es la indicada. Como es sabido, en las zonas áridas montañosas el agua es un bien escasísimo y preciado.
Mientras tanto, en el Congreso, algún pariente del gobernador Gioja gritaba: “Bonasso dice disparates, porque el agua entra a la mina y sale más pura”, la respuesta de Miguel siempre era la misma, desde su banca se defendía: “Denle un vasito, denle un vasito”.
Frente a estas acusaciones las hipótesis suenan descabelladas y alarmantes ¿Acaso se defiende la desaparición de un bien como el agua?, ¿Será que muchos la consideran como el próximo petróleo? Sin embargo, existen frases que dejan en evidencia el desinterés de las consecuencias a futuro que la mega minería lentamente comenzó a causar. “Aznar, actual director de relaciones internacionales de la Barrick, delata lo que piensa sobre este proyecto con la siguiente frase: ‘No sabemos si el cambio climático va a reducir los glaciares, pero en todo caso ese será un problema de nuestros tataranietos’”. ¿No existe acaso alguna coincidencia de pensamiento entre Gioja, con Beder Herrera, con Juan Manuel Urtubey, con Peter Munk?.
Argentina es testigo de la construcción de una cordillera virtual, el propósito que comenzó a gestarse en 1997, con un tratado entre Argentina y Chile, en que los gobiernos de Menem y Eduardo Frei Ruiz Tagle, firmaron para la utilización tanto el agua argenta como del mineral chileno. Ellos ponen un 75% y nosotros el 90%. Como consecuencia, nos quedó el dique de cola, el basurero de la mina. La carne podrida.
“Tomando Pascua Lama como referencia, se van a dinamitar 300 mil toneladas de rocas diarias; de esas, 250.000 no sirven para nada y 50.000 sí se utilizan porque hay mineral, entonces son molidas y rociadas con 27 millones de litros de agua diarios, que están mezcladas con 4 toneladas de cianuro por día. Estamos hablando de 120 toneladas de cianuro por mes. Son mega cifras, por eso se llama mega minería. ¿A cuanto le venden esa agua? A $93 por día. Entonces si la Barrick tiene 27 millones de litros diarios por $93, usted debería hacer la cuenta, es una infamia. Se trata de una venta y entrega de la soberanía argentina”.
Esto es “El Mal”, la descripción de una actividad que no se detiene sin represión de por medio, por eso la ley antiterrorista, porque ahora viene la apretada de cinturón, la otra cara del esquema populista.

Miguel Bonasso y los Kirchner

Años anteriores Bonasso decidió sumarse al proyecto de Néstor Kirchner y Cristina Fernández, sin embargo, al tratarse del proyecto mega minería él se mostró en desacuerdo desde un principio. Luego, su amistad y alianza con los Kirchner se rompió al enterarse que Daniel Scioli había sido nombrado como candidato a vice presidente.
“Fue una gran traición, porque muchos habíamos pensado que el Frepaso podría ser un nuevo escalón, un tercer espacio entre el PJ y la UCR. Yo tenía un proyecto más ambioso que el kirchnerismo en la cabeza. Cuando el Frepaso se alía con el sector más conservador de la UCR, con De la Rúa, y aparece Cavallo como ministro de economía, todo se pudre. En ese momento, Néstor que tiene mucha astucia política, compra muchas de las cosas que yo le decía que compre. Establecimos con el tiempo una buena relación personal. Cuando Néstor decide largarse le creo parcialmente, podía ser un gobierno de transición hacia otra cosa mejor y darle el tiempo necesario para no reprimir jamás el conflicto social. Esa fue una de las cosas que le planteé a Néstor estando a su lado, no reprimir el conflicto social”.
Por eso, fue necesario escribir un libro. “La visión de: Bonasso pasó de ser kirchnerista a anti kirchnerista es una visión muy primaria. Esta es la relación; es más matizada, más compleja, por eso se necesita escribir un libro: para contar ciertas cosas -irrefutables porque ocurrieron-, pero con ciertos matices y detalles que se pierden en la crónica periodística.”
Bonasso se siente lejos de lo que alguna vez fue partícipe, “existe una política oportunista, hay sectores progresistas confundidos que se centran en la relación de Cristina con Chávez, cuando lo importante es ver qué pasa en nuestro país, puertas adentro. Yo, ante todo, soy argentino porque quiero que sigan existiendo los estados nacionales. Esta gente tiene que detenerse ante un problema de soberanía, como es el tratado de la mega minería entre Argentina y Chile y detenerse sobre todo ante lo que es una amenaza sobre el conflicto social, es decir, la ley antiterrorista. ¿Cómo puede ser que voten la ley antiterrorista? Cuando yo todavía estaba con los Kirchner voté en contra del primer artículo de la ley ya presentada por el GAFI en el 2007. Me llamó Kirchner y me dijo: ‘¿Así que te haces el anti imperialista no?’ Entonces yo le digo: ‘yo no me hago, yo soy anti imperialista, yo estoy en contra del imperialismo norteamericano, yo a la ley me la tomo en serio’”.
Kirchner repetía la frase de Perón: “‘Los ranchos se construyen con ladrillos de bosta’. Y yo le decía: ‘Sí Néstor, pero cuando uno los habita huelen a mierda’.”

“El mal”

Entre otras cosas, cuenta la historia de Rubén Osvaldo Bufano, un represor que actuó en la última dictadura, condenado por el tribunal superior de Suiza a cuatro años y medio de prisión. Bufano integraba la banda que secuestró al famoso empresario Carlos Koldobsky. “El problema es que Bufano siempre sale, siempre, se va a San Juan. El gobernador Escobar lo protege, luego lo protege Gioja. ¿Y quién protegió a Gioja? Estela de Carlotto, ella protege el gobierno de San Juan que pone 100 mil pesos para su película”.
“Por este medio le estoy reprochando por primera vez a Estela de Carlotto. ¿Y Bufano, responsable del secuestro, tortura y desaparición de Haroldo Conti?, si no me equivoco existe un centro de la Escuela de Mecánica de la Armada llamado Haroldo Conti, en homenaje a este gran escritor argentino desaparecido por la dictadura”.
No solo de Bufano habla “El mal”. Sino también de corrupción, de intereses gubernamentales, del voto inmediato, prometido. “Todas las negociaciones alrededor del mega proyecto que están relacionadas con este gobierno tienen un trasfondo oscuro”.
No se trata de un proyecto a largo plazo. El oro, la plata, el cobre y otros minerales se agotan, mientras tanto dejan un pozo de profundidad de 400 metros por 340 hectáreas de superficie, es decir, una superficie parecida a la reserva ecológica a la ciudad de Buenos Aires.

Paloma Navarro Nicoletti

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