La represión sistemática y creciente a la marcha de los jubilados de los miércoles, por parte de Bullrich, Milei y Jorge Macri, ha despertado la indignación general. Las hinchadas de fútbol se hicieron cargo de ese repudio y han convocado a marchar a Congreso el próximo miércoles. Los alcahuetes del gobierno califican a la convocatoria de los hinchas como una conspiración de “barrabravas”. No saben de qué hablan. Muchos de los que han subido sus flyers y convocatorias en las redes forman parte de las fracciones “antifa” (antifascistas) de cada club – como se diferencian de los “barras” siempre propensos a arreglar con el poder de los clubes y el poder político. Las directivas de los clubes se han apurado a aclarar que “no son parte” de la convocatoria. El mundo futbolero que va a acompañar a los jubilados es el de los tablones, no el de las patotas y los negocios.
El llamado a movilizar ha animado a organizaciones obreras independientes, estudiantiles o barriales, que acompañaron en diferentes circunstancias esta lucha, a reforzar su participación este miércoles. El andamiaje represivo del gobierno se va enfrentar, por lo tanto, con una movilización masiva.
“Trescientos viejos locos”
La convocatoria de los miércoles ha querido presentarse como el capricho de “trescientos viejos locos”, los sesentistas que marcaron historia. Una movilización jamás es minoritaria, en perspectiva, cuando levanta reivindicaciones históricas cruciales. En este caso, la cuestión jubilatoria cruza por la médula al conjunto de la clase obrera. La jubilación que se expropia es también el salario que se confisca a quienes aportan para ella. Es lo que ocurre también con el salario de los hijos que contribuyen a la supervivencia de esos padres.
Las jubilaciones han caído un promedio del 20% en el último año, y más de un 40% durante el último lustro. Antes de Milei, los dos Fernández, Martín Guzmán y Massa habían hecho lo suyo: los “nac & pop”, encabezados por su todavía Jefa, consideraban a la movilidad jubilatoria como “inflacionaria”; no que siguen a la inflación, sino que la provocaría. En el caso de la “motosierra” de Milei-Caputo, a la trepanación de los ingresos jubilatorios se suma los recortes del PAMI a los medicamentos y a la atención médica. Mientras tanto, la híper suba de los alquileres y expensas comunes ha expulsado a miles de jubilados de sus domicilios. Ahora, la supresión de las moratorias previsionales dejará a un altísimo número de trabajadores sin posibilidad siquiera de acceder a una jubilación mínima. Milei tiene en la gatera, lo ha repetido, el aumento de la edad jubilatoria, la supresión de los regímenes que todavía reconocen el 82% y una pensión-asistencial- para quienes no cuenten con los aportes necesarios para jubilarse. La eugenesia de los jubilados es lo que exige la clase capitalista en todos los países, para hacer frente a la bancarrota financiera del Estado, al default de la deuda pública y a la quiebra económica
Estas son las cuestiones que se ponen en la agenda, todos los miércoles en el Congreso.
La calle
La marcha de los jubilados ha colocado otra cuestión crucial: el derecho a ocupar las calles y a manifestarse. Las reivindicaciones obreras o los derechos democráticos son incompatibles con un régimen político que se derrumba. La orden de pedir permiso para manifestar violenta cualquier principio de la democracia, incluso de los que no manifiestan hoy, pero deberán hacerlo mañana. Desde que Bullrich y Milei sancionaron el protocolo antipiquetes, la burocracia sindical y los partidos patronales se acogieron a esta arbitrariedad ‘libertaria’. Las “movilizaciones con mordaza” con tránsito y ruta designadas por los cripto-estafadores, en la vereda, bajo la mirada policial es la versión callejera la expresión de la connivencia de esos partidos con el gobierno.
Las marchas de los miércoles han ejercido una enérgica ocupación de las calles: enfrentando los gases, empujones y palos de la policía que pretendía descargarlos a la vereda. De ahí la consigna de las hinchadas, la “defensa de los viejos”, o sea de los padres y las madres de la clase obrera. La presencia de hinchadas de fútbol, motoqueros y toda clase de organizaciones autoconvocadas subraya la ausencia completa de la CGT, o sea de la burocracia sindical que se reivindica peronista.
Política Obrera coloca todo su empeño y militancia en concurrir este miércoles 12 al Congreso y llama a hacerlo en todas las ciudades del país.
Marcelo Ramal
10/03/2025
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