Abajo el gobierno anti-obrero.
El ataque criminal lanzado por el gobierno liberticida -económico y político- ha desencadenado un movimiento de rebelión en los medios docentes, universitarios y académicos.
Saludamos esta reacción vibrante y combativa y llamamos a convertirla en una victoria completa de sus reivindicaciones.
No estamos solamente ante un ´ajuste´ fiscal de la educación universitaria y de la formación científica y tecnológica. El propósito de esta camarilla al servicio de los fondos internacionales es avanzar en el arancelamiento de la Universidad, profundizar su función de tercerizada de los grandes capitales, descalificar el trabajo docente y consumar un proceso de privatización – que comenzaría por los hospitales y centros de investigación.
El gobierno no esconde su propósito de enseñorearse de la Universidad para convertirla en un centro del macartismo y del liberticidio académico. Aunque no haya establecido un régimen político fascista, toda su orientación estratégica apunta en esta dirección. La historia ha demostrado que el fascismo es un recurso último del capital para evitar el desmoronamiento del capitalismo y la victoria final de los trabajadores.
La ofensiva liberticida ha encontrado una resistencia en las autoridades universitarias, a despecho de la colaboración de las corrientes políticas que pertenecen, con el gobierno de los Milei. Lo mismo ocurre con algunos sectores empresariales, para quienes los hospitales y centros de tecnología constituyen un mercado cautivo. Este cruce de intereses agudiza la crisis desatada. Es necesario aprovechar este aislamiento relativo del gobierno dentro de su propia clase social para ampliar el radio de la rebelión universitaria y académica, y reunir las condiciones para la victoria.
La crisis desatada por el ´ajuste´ pone de relieve el carácter estratégico del antagonismo entre la libertad política y académica, de un lado, y el gobierno liberticida. La rebelión universitaria constituye un paso muy importante en el camino de acabar con la camarilla entreguista del empobrecimiento. En lugar de volcar todo el apoyo de los sindicatos a la rebelión universitaria, la CGT ha elegido el pacto con el gobierno, en contra de los intereses inmediatos e históricos de la clase obrera.
Llamamos a convertir a la Marcha del próximo martes 23 en una manifestación multitudinaria sin precedentes. Reclamamos que sea apoyada por una huelga de los sindicatos docentes. Impulsaremos en todos los lugares de trabajo y estudio la participación en ella, incluso con pancartas que identifiquen a cada colectivo. Es una forma concreta de desarrollar la rebelión popular en el conjunto de la clase obrera y los trabajadores.
17 de abril de 2024
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