La invitación al embajador de Israel en Buenos Aires es otra bufonada. Llama la atención que el estado sionista se haya prestado al espectáculo, cuando sabe que estas acciones de servilismo provocan un repudio generalizado entre los pueblos. El Mossad, sin embargo, que tiene despacho en la Rosada y en las secretarías y ministerios de Seguridad y Defensa, tiene una agenda de escalada represiva, advertido de que el ‘ajuste’ económico brutal impulsará luchas crecientes de la clase obrera y los sectores medios a lo largo y ancho del país. La diplomacia sionista quiere acentuar la grieta política entre Argentina y Brasil (incluso Colombia) ante el alineamiento de Lula con la expansión comercial de China y la oposición a la escalada de Israel contra Siria, Líbano y por sobre todo Irán. Esta política pro-guerra mundial es funcional al tándem Milei-Caputo, que busca volver a los mega prestamos del FMI para elevar la cotización de la deuda externa con mayor endeudamiento internacional.
Si es cierto, como sostienen algunos, que Milei se mira en el espejo de Carlos Menem, lo que en su momento fue el envío de tropas a la guerra del Golfo, el tráfico de armas con Croacia para acelerar la división de Yugoslavia, el contrabando con Ecuador y la voladura de Fabricaciones Militares, esta vez el resultado sería aún más trágico para los trabajadores. Milei se ha comprometido con el Pentágono en instalar una base binacional en Tierra del Fuego y convertir al Atlántico sur en un coto de la OTAN (Estados Unidos-Gran Bretaña). Milei está inscripto en la corriente internacional que aboga en favor de una guerra comercial y armada con China.
¿Alguien planteará esta sumisión internacional como causal de un juicio político en el Congreso? La totalidad de los bloques parlamentarios, a excepción claro del FITU, se encuentran alineados con el sionismo.
Política Obrera
15/04/2024
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