jueves, 8 de marzo de 2007

FUERA BUSH DE URUGUAY Y DE AMERICA LATINA !!!!!

EL P.C.T.DE LA ARGENTINA REPUDIA LA VISITA DE BUSH A URUGUAY. EXIJAMOS LA RETIRADA DE LOS IMPERIALISTAS NORTEAMERICANOS DE IRAK,AFGANISTÁN Y MEDIO ORIENTE. SOCIALISMO O BARBARIE CAPITALISTA. P.C.T.


RONALD ROJAS, UN HOMBRE DE SU TIEMPO

“La historia de un comunista uruguayo que escupió la cara en 1965 al representante yanqui Dean Rusk durante su visita a Montevideo”

Los gigantescos aviones Galaxy vigilan noche y día el espacio aéreo uruguayo en espacial por donde se trasladará el Presidente de los Estados Unidos, George Bush. Diez aviones y cinco helicópteros entre los cuales se encuentran tres aviones radares de la Fuerza Aérea norteamericana, abastecidos por otras tres naves de recarga de combustible en pleno vuelo.

Estas naves de vigilancia y reconocimiento están permanentemente reportando información a sus comandos y también a las autoridades uruguayas de la Fuerza Aérea y a la Presidencia de la República.
En las seis aeronaves de carga Galaxy de 75 metros de largo y 60 de una punta a la otra de las alas se transporta el material de seguridad incluida grúas para el traslado de los materiales.

Según informa la prensa en el día de hoy aún restan llegar varios aviones más con materiales y personal de seguridad.
Los aviones operan en los aeropuertos de Carrasco y Laguna del Sauce en Maldonado, y como alternativa se mantiene pronto el de Durazno.
El gobierno progresista extendió a los tres aeropuertos la Autorización de Sobrevuelo Militar que permite a las aeronaves militares extranjeras sobrevolar el espacio aéreo uruguayo.
Sin embargo de acuerdo a la denuncia del Abogado uruguayo Gustavo Salles debió ser la Asamblea Legislativa Nacional la que facilitara el ingreso de tropas y material bélico al país.

El gobierno de George W. Bush anunció hoy que se suma a “la causa de la justicia social” en las Américas, se comprometió a brindar apoyo a gobiernos para promover el “cambio” que los pobres tanto necesitan y se declaró bolivariano.
Bush realizará una gira por cinco países latinoamericanos, incluido México, entre el 8 y 14 de marzo para reafirmar que las políticas neoliberales promovidas por Washington durante casi 20 años son la mejor vía de desarrollo para la región, e intentar con ello contrarrestar la creciente ola política que está desafiando, a diferentes grados, la hegemonía estadounidense en la región.

La Casa Blanca anunció este lunes que el tema oficial del viaje es “promover la causa de la justicia social en el Hemisferio Occidental”, y que el enfoque de Bush es ofrecer el apoyo estadounidense para que los gobiernos de las Américas puedan cumplir con la demanda del “cambio” de los trabajadores pobres de la región. Por lo tanto, Bush anunció una serie de “nuevos” programas para ofrecer asistencia médica, educación y vivienda, ampliar la enseñanza del inglés a jóvenes y el anuncio de una conferencia sobre el hemisferio occidental en Washington, entre otras iniciativas.

Con ello, la Casa Blanca aparentemente cree que podrá lograr el objetivo de esta gira que hoy fue caracterizada así por el Wall Street Journal: “El presidente Bush viaja a América Latina esta semana para enfrentar el tipo de populismo económico militante de Hugo Chávez”.
Bush ofreció un discurso sobre la política estadounidense hacia América Latina donde consideró que los índices de pobreza son “un escándalo y un desafío”. En un foro ante la Cámara de Comercio Hispana en Washington, insistió en que a pesar de los grandes avances en la consolidación de la democracia y las reformas económicas en América Latina, “decenas de millones en nuestro hemisferio permanecen en la pobreza” y sin expectativas en el futuro. “Mi mensaje a estos trabajadores y campesinos lo dijo en español es: ustedes tienen un amigo en Estados Unidos de América. Nos importa su apuro”.

“Los trabajadores pobres de América Latina necesitan cambio, y Estados Unidos está comprometido con ese cambio. Está dentro de nuestros intereses nacionales”, afirmó, y agregó que “la justicia social implica satisfacer necesidades básicas”.
El presidente Bush habló de varias iniciativas de asistencia a la educación, salud y vivienda y el apoyo a micro y pequeños empresarios, como reducción de deuda y ampliación de comercio para beneficio de “los pobres y los marginados” y promover así “la justicia social”.

Entre los ejemplos de estos esfuerzos habló de Víctor López Ruiz, un joven de 25 años originario de Chiapas, “donde la oportunidad es poca y la gente tiende a hablar sólo en los idiomas de sus comunidades locales”.
Los padres del joven, refirió Bush, vendieron su ganado para que su hijo acabara la preparatoria y en 2004 a Víctor le fue otorgada una beca de la agencia de asistencia estadounidense USAID para aprender inglés y estudiar administración empresarial y comercio internacional en una pequeña universidad comunitaria en Iowa. El presidente informó que el joven regresará a Chiapas, está acabando su licenciatura en contabilidad y va a poner una panadería para apoyar a su familia, abriendo así una “nueva puerta” y cambiando la vida del joven, todo por la generosidad estadounidense.

Bush anunció una nueva iniciativa para capacitar a trabajadores de salud para todo Centroamérica con sede en Panamá. También informó que enviará una de las naves médicas de las fuerzas armadas estadounidenses, el Comfort, que visitará varios países donde los médicos y enfermeras ofrecerán tratamiento a 85 mil pacientes, realizarán mil 500 cirugías y ofrecerá los servicios dentales.

A la vez, Bush sostuvo que “América Latina necesita el capitalismo para el campesino, un verdadero capitalismo que permita a la gente que empieza con nada levantarse hasta donde su capacidad y duro trabajo los lleve”, y por lo tanto Estados Unidos está ayudando a fortalecer las economías latinoamericanas, unas que “están abiertas al mundo”.
Bush concluyó su discurso al declarar que Simón Bolívar y George Washington eran muy parecidos, ambos lucharon por el derecho de sus pueblos de gobernarse a sí mismos y, de hecho, dijo, “nosotros somos los hijos e hijas de su lucha, y es nuestra misión completar la revolución que ellos iniciaron en nuestros dos continentes”.

De repente, al parecer, todos en el gobierno de Bush están mostrando gran preocupación por las injusticias sociales y económicas de la región. El asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, Stephen Hadley, dijo a periodistas hoy que los niveles de “la pobreza, la desigualdad y la exclusión social en las Américas son inaceptablemente altas”. Subrayó que “los beneficios de la democracia, libre mercado e integración económica han sido lentos en alcanzar a muchos en la región, particularmente los pobres y los indígenas”. Estados Unidos, afirmó, desea ser socio de “gobiernos que piensan correctamente, y que están tomando las decisiones correctas para sus pueblos”.

Su secretario asistente de Estado, Thomas Shannon, ofreció un contexto para el renovado interés de este gobierno en esta coyuntura de las Américas, al reiterar que a pesar de la democratización de la región y el libre mercado, las “demandas legítimas” de las mayorías aún no han sido satisfechas. Eso, comentó, “ha creado una oportunidad para el surgimiento de una visión rival de desarrollo en las Américas”, declaró Shannon la semana pasada ante el Congreso.
Continuó: “esta visión rival regresa sobre la pista de modelos de desarrollo anteriores en las Américas, y está basada sobre economías centralizadas basadas en mercancía, liderazgo político autoritario y la aseveración de que las demandas de la justicia social y la intención de la mayoría es superior al respeto por los derechos y libertades individuales. Esta visión no tuvo éxito en el pasado, y no creemos que podrá tener éxito hoy día”.

El propósito de la gira de Bush, informó Shannon, es promover la visión estadounidense de “vincular la democracia con el desarrollo, generar crecimiento amplio a través del libre comercio y políticas económicas sanas”.
O sea, ahora Washington anuncia una competencia entre dos visiones bolivarianas en el hemisferio.

En un discurso en el que reclamó el manto de John F. Kennedy y la “Alianza para el Progreso”, Bush subrayó que “cuando nuestros vecinos son prósperos y pacíficos, significa mayores oportunidades y más seguridad para nuestro propio pueblo”.

Bush anunció la realización de una “Conferencia de la Casa Blanca sobre el Hemisferio Occidental” con representantes del sector privado, sociedad civil, organizaciones religiosas y grupos voluntarios para discutir fórmulas de entregar ayuda, y dijo que instruyó a los secretarios de Estado, Condoleezza Rice, y del Tesoro, Henry Paulson, para crear una iniciativa para que bancos estadounidenses y locales mejoren su capacidad de prestar a pequeños negocios.

El mandatario, que habló ante la “Cámara de Comercio Hispánica de Estados Unidos”, subrayó por ejemplo que “cuando hay empleos en nuestro vecindario como se refirió a Latinoamérica, la gente puede encontrar empleo en casa y no tiene que migrar a nuestro país”.
La gira del presidente Bush se realizará al tiempo que enfrenta un serio problema de imagen en Latinoamérica y las sociedades del área viven una creciente insatisfacción por problemas atribuidos a las políticas de libre comercio promovidas por Estados Unidos y lo que se considera como una democratización insuficiente.

Con la campaña presidencial en marcha y el voto hispano cada vez mas volátil, no es por casualidad que Bush eligió pronunciar su discurso en la cámara de comercio hispana. Sin embargo, frente a la ola antiimperialista que se observa en la región y la falta de recursos que tiene para poder invertir en Latinoamérica, las posibilidades de que pueda revertir las críticas son casi nulas.
El programa de ayuda que anunció es realmente irrisorio si se lo compara con la “Alianza para el Progreso” de Kennedy, como lo hizo Bush ayer. "La intención es buena. Pero es demasiado poco y demasiado tarde", dijo un diplomático latinoamericano que asistió al discurso.

Ayer, cuando un periodista preguntó hasta qué punto los atentados del 11 de setiembre habían desviado la atención del gobierno estadounidense hacia otras regiones del mundo, el consejero para la seguridad Nacional, Steve Hadley, lo negó rotundamente, lo que no hace más que disminuir la credibilidad de Bush.
“Creo que uno de los problema que tenemos en América latina es que la gente cree que nuestra agenda es únicamente el contra el terrorismo, el comercio y la lucha contra el narcotráfico. Y no ha prestado atención a la otra mitad de la agenda, como la educación, salud y vivienda”, dijo Hadley. Según él, entonces todo es un problema de relaciones públicas, o de diplomacia pública, como dicen ahora. No ha habido suficiente propaganda con respecto a la “otra agenda”.

Lo cierto es que ni siquiera el acuerdo estratégico con Brasil para promover la industria de los biocombustibles tiene “uñas y dientes”. Shannon reconoció que todo el esfuerzo vendrá del sector privado. Pero eso no es todo: Estados Unidos no está dispuesto a terminar con las tarifas que impone a la venta del etanol brasileño en su territorio. Shannon ya lo anunció: no habrá ninguna reacción con respecto al acto anti Bush que en principio liderará Hugo Chávez en la Argentina, cuando la comitiva de la Casa Blanca esté en Uruguay.

Sin embargo, el programa de asistencia que anunció es muy diferente a lo que fue la Alianza para el Progreso, con la que lo comparó anunciada por Kennedy en Punta del Este, hace 46 años y que previa una inversión de 20.000 millones de dólares en diez años.

El plan de ayuda de Bush no tiene una cifra exacta y lejos de involucrar al Banco Mundial y al BID, como lo hacia aquella Alianza, depende en parte de la iniciativa privada.

Cuando hizo referencia a la educación, Bush prometió 75 millones de dólares y en los próximos tres años, pero para ayudar a “miles de jóvenes a mejorar su inglés y para que tengan la oportunidad de estudiar aquí en Estados Unidos”

En el área de la vivienda Bush remarcó que “una industria de la vivienda fuerte puede ser un motor para el crecimiento económico, la estabilidad social, y la reducción de la pobreza”. Explicó que, a través de la Corporación de la Inversión Privada en el Extranjero, los Estados Unidos otorgarán 385 millones de dólares para que los latinoamericanos puedan cumplir con el sueño de tener su propia vivienda tramitando una hipoteca.

El presidente también ordenó a su secretaria de Estado, Condoleezza Rice, y al titular del Tesoro, Henry Paulson, para que desarrollen una nueva iniciativa que permita a los bancos locales y estadounidenses conceder créditos a las pequeñas empresas.

Más aún, a finales de este año, la Casa Blanca organizará una conferencia en Washington sobre el Hemisferio Occidental, con participantes del sector privado, organizaciones no gubernamentales y grupos religiosos para analizar las formas más efectivas de llevar ayuda a la región.

Sorprendentemente Bush no dedicó ni siquiera un párrafo de su discurso a la iniciativa de los biocombustibles que lanzaron conjuntamente con Brasil el viernes pasado en las Naciones Unidas en Nueva York.

Pese a que se espera que este será uno de los temas principales de las discusiones que tendrá en Brasil con el presidente brasileño Lula da Silva, Bush obvió el tema porque según los analistas, ya ha tenido muchas objeciones con respecto a este asunto por parte de los agricultores estadounidenses que temen a la competencia del etanol brasileño.

Bush ignoró también el tema de Venezuela. Sin embargo en el último párrafo de su discurso hizo un tiro por elevación. Antes los 400 empresarios hispanos y diplomáticos latinoamericanos Bush recordó que no lejos de la Casa Blanca se encuentra la estatua del “gran libertador Simón Bolívar”, uno de los ídolos del presidente venezolano Hugo Chávez.

“Muchas veces comparan a Bolívar con George Washington”, dijo Bush mencionando sus siglas que coinciden con las del patriota lo que provocó una risa generalizada en la audiencia. “Como Washington, el fue un general que peleó por el derecho de su pueblo a autogobernarse. Como Washington, logró derrocar al poder colonial y como Washington nos pertenece a todos los que amamos la libertad”.

Bush concluyó citando a un embajador latinoamericano, que no identificó, al que atribuyó haberle comentado que “ni Washington ni Bolívar estuvieron destinados a tener sus propios hijos, para que nosotros los americanos pudiéramos llamarnos sus hijos”.

Estados Unidos sigue de cerca la actividad de Chávez y, eventualmente, contribuya a su caída. Pero, de momento, la estrategia parece ser otra más prudente y moderada, fortalecer los Gobiernos pro norteamericanos de la región y evitar la expansión de la revolución bolivariana.
En su informe ante el Senado, McConnell advertía: “La buena actuación de candidatos presidenciales con ideología de izquierda populista en otros países habla de la creciente impaciencia entre el electorado por la incapacidad de sus Gobiernos para mejorar los niveles de vida de la población. La insatisfacción popular con la democracia es especialmente inquietante en los Andes, particularmente en Ecuador y Perú”.

Precisamente por eso es importante el respaldo que este viaje constituye para Gobiernos progresistas no revolucionarios que Washington quiere que tengan buenos resultados, como Brasil o Uruguay.
En el mismo paquete se podría incluir también a Chile. Pero no a Argentina, cuyo presidente “Peronista”, Néstor Kirchner, actúa demasiado cerca de Chávez y sabrá ahora entender el mensaje de que Bush pare precisamente en Montevideo y no en Buenos Aires.

Los dos países ribereños del río de la Plata mantienen un grave litigio por el asunto de la planta celulosa contaminante.
En el caso de Brasil, además del apoyo a Lula, que devolverá visita a Washington a finales de este mes, Bush va a explorar el uso del etanol como sustitutivo del petróleo, una producción en la que el gran país latinoamericano es líder mundial.

En Colombia, por otra parte, George W. Bush espera encontrar de parte del presidente Álvaro Uribe buenos argumentos para convencer después al Congreso norteamericano de que el escándalo de las conexiones de miembros de su Gobierno con los paramilitares no debe poner en riesgo la continuación del Plan Colombia y del apoyo económico y militar de Estados Unidos a ese país.
La política de ayuda militar a Colombia para combatir a las FARC, unos 700 millones de dólares anuales, fue iniciada por Bill Clinton, pero es hoy uno de los instrumentos esenciales de la política de Bush en América Latina.

El Partido Demócrata, que actualmente controla ambas Cámaras del Congreso, tiene reservas crecientes sobre la continuación de esa ayuda y quiere recibir garantías de que el Gobierno de Uribe respeta los derechos humanos. Colombia busca, además, un tratado de libre comercio con Estados Unidos para el que el Congreso tiene la última palabra.

Y la etapa final del viaje es la de México, donde Bush se encontrará con un presidente, Felipe Calderón, que intenta ganar legitimidad después de la durísima pugna electoral y postelectoral, y que debe ser para Estados Unidos un aliado esencial en su política migratoria.
Washington se libró de la pesadilla de tener a López Obrador como presidente vecino, pero necesita ahora que Calderón sea un líder fuerte y capaz de desarrollar y estabilizar México.
Ésas son las mejores armas para contener la masiva emigración a través de la larga frontera común.

Otras medidas más drásticas, como el muro aprobado por el Congreso norteamericano y al que Bush se opone, provocan un fuerte rechazo en México y resultan costosas y de dudosa viabilidad en Estados Unidos.
Pero sean cuales sean, George W. Bush y el Partido Republicano necesitan ofrecer soluciones para la emigración. En algunos Estados decisivos para las elecciones, como California o Tejas, ése es un asunto que ocupa el primer lugar entre las preocupaciones de los ciudadanos. Se trata, en sí mismo, de un tema capaz de hacerle ganar o perder a un candidato unas elecciones. Y hay que recordar que estamos en campaña electoral.

El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, robará gran parte del protagonismo a la gira que emprenderá por Latinoamérica el próximo jueves el presidente de Estados Unidos, George W. Bush.
Chávez viajará la próxima semana a Bolivia y Argentina, países que no visitará Bush.
El presidente venezolano no desaprovechó la oportunidad de hacer referencia al viaje de Bush en una charla telefónica que mantuvo en su programa de radio Aló Presidente con el presidente de Bolivia, Evo Morales: “Ahora andan diciendo que tú y yo y que estamos saboteando el viaje de Bush”, dijo Chávez a Morales.
Después, Chávez bromeó: “Es una coincidencia que mister Bush llega a Brasilia y casi al mismo tiempo llego yo a Buenos Aires; que Mister Bush llega a Montevideo y casi al mismo tiempo sigo yo en Buenos Aires; que mister Bush llega a Colombia y yo llego a Bolivia: casi que nos cruzamos en los aviones”.

En Buenos Aires, unas 40 organizaciones defensoras de los derechos humanos y de piqueteros o sindicalistas especializados en bloqueos y cortes de carreteras, recibirán el próximo viernes a Chávez.
Las Madres de Plaza de Mayo, encargadas de la organización, llamaron a “recibir masivamente” al gobernante venezolano en el estadio del club de fútbol Ferrocarril Oeste, bajo las consignas “Por la unidad latinoamericana”, “Bienvenido presidente Chávez”, “Fuera Bush y el imperialismo”, según informaron en un comunicado.
La visita de Chávez a Argentina coincidirá con la Bush a Uruguay, país vecino con el que Argentina mantiene un litigio a raíz de la construcción de una papelera en la frontera uruguaya con Argentina.
Chávez firmará acuerdos complementarios con el presidente argentino, Néstor Kirchner, y luego se trasladará a la provincia de Santa Fe para visitar la planta de la empresa láctea Sancor, financiada por el gobierno venezolano. El sábado Chávez emprenderá su viaje a Bolivia, donde le espera su amigo Morales.

Mientras que hoy nuevamente cayeron las bolsas en Asia y arrastraron a la baja a las principales bolsas latinoamericanas.
La Bolsa Mexicana de Valores terminó operaciones el lunes con una baja de 2.02%, la segunda más alta en el año, mientras los inversores seguían escapando de los mercados emergentes por una ola de temor al riesgo que se inició la semana pasada tras el desplome del mercado chino.
En una sesión volátil, el principal indicador, el IPC, llegó a perder 2.05% a 25,780.58 puntos, siguiendo los fuertes descensos de los mercados mundiales, aunque luego subió brevemente.

La corriente vendedora mundial y la volatilidad se mantenían a inicios de semana por la aversión al riesgo de los inversores, que además esperan una serie de datos de Estados Unidos para conocer el estado de la mayor economía del mundo.

Así, la tormenta bursátil de los últimos días volvió a arreciar este lunes inicio de semana en los mercados mundiales, con una caída en la bolsa de Tokio del 3.34%, en un contexto de fuerte apreciación del yen, que se contagió a otras plazas asiáticas y europeas.

En Europa, la bolsa de Londres cerró con una pérdida de 0.94%, igual que Francfort, -1.04%, París -0.73% o Milán -1.03%.
Los mercados europeos acaban precisamente de salir de una semana “negra”, en la que registraron su mayor caída en cuatro años.
Las Bolsas de Nueva York también terminaron en baja, con el índice Dow Jones en retroceso de 0.53%, mientras que el Nasdaq bajó más de 1%, en medio de preocupaciones por la salud del mercado de hipotecas a clientes riesgosos y un menor apetito por el riesgo, en el último capítulo de un derrumbe global de las bolsas.

Además, “las bolsas de Asia caen, y hay nuevos riesgos para las sociedades estadounidenses que financian el sector inmobiliario”, comentó Francois Chaulet, gerente de carteras en Montsegur Finance.
Existen en efecto temores sobre una ralentización del mercado inmobiliario en Estados Unidos, que durante mucho tiempo fue el principal motor de crecimiento de la primera economía mundial.
Las plazas financieras latinoamericanas fueron arrastradas por la tendencia general, y la bolsa de Sao Paulo perdió 2.69%.

Según los corredores de bolsa, las acciones de los grandes grupos exportadores japoneses son las que más han sufrido debido al reciente repunte del yen frente al dólar, que perjudica el comercio exterior nipón.
“El yen japonés sigue beneficiándose de la creciente aversión al riesgo tras las pérdidas en los mercados de acciones mundiales, que animaron a los inversores a reducir su exposición y a deshacerse de sus carry trades”, comentó John Kiriakopoulos, de Australia Bank.

El “carry trade”, práctica especulativa que consiste en tomar dinero prestado, donde las tasas de interés son bajas, para invertirlo donde son altas, había debilitado mucho al yen en los últimos meses, ya que las tasas de interés son muy bajas en Japón 0.50% comparadas con las del resto del mundo.
Las otras bolsas del sudeste asiático también tuvieron una jornada de bajas, afectadas por las pérdidas de Wall Street -0.98% el viernes por la noche.
Shangai, cuya caída del 9% provocó el martes pasado la tormenta bursátil mundial, se recuperó sin embargo el lunes +1.23%.
Pese a este contexto preocupante, el secretario estadounidense del Tesoro, Henry Paulson, y el ministro japonés de Finanzas, Koji Omi, minimizaron este lunes la gravedad de la crisis bursátil mundial, afirmando que los mercados acabarán por reflejar la solidez de la economía mundial.

Paulson llegó el lunes a Tokio, primera etapa de una gira regional que lo llevará a Corea del Sur y a China, en plena tempestad bursátil originada la semana pasada en Asia.

Los precios del petróleo bajaban este lunes 1 dólar, a menos de 61 dólares el barril, debido a que la profunda caída de los bolsas de valores asiáticas y europeas se desbordó hacia los mercados de materias primas.
El crudo de referencia West Texas Intermediate, para entregas en abril, cerró con una pérdida de 1.57 dólares 2.6 por ciento, para ubicarse en 60.07 dólares por barril.
En Londres, el crudo Brent retrocedía 1.04 dólares, a 61.04 dólares.
Sin embargo, lo que provocó las caídas en casi todos los mercados fue la subida del yen japonés, que tocó un máximo de tres meses contra el dólar y el euro, cuando los inversores se apuraron a cerrar operaciones riesgosas y cancelaron los préstamos baratos en yenes que las financiaban.

Las bajas tasas de interés en Japón habían incentivado a muchos a pedir prestado yenes y usar el dinero para invertir en otras monedas más rentables y en activos en otras partes.
El petróleo había estado relativamente inmune al desplome de los mercados accionarios de la semana pasada.
Llegó a subir durante siete sesiones consecutivas hasta el viernes pasado, impulsado por la caída de los inventarios de gasolina en el mayor consumidor mundial, Estados Unidos, y por la disputa entre Irán y el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas sobre el programa nuclear del país petrolero asiático miembro de la OPEP.

El precio del petróleo bajó ante los renovados temores de que la economía mundial pudiera entrar en un periodo de ralentización, lo que reduciría la demanda de los energéticos, según analistas.
“La caída está relacionada con el mercado de valores, lo que tiene sentido si lo ves como un indicador de la situación económica. Un crecimiento económico más lento, especialmente en Asia, es muy preocupante para el mercado petrolero”, apuntó Eric Wittenauer, de A.G. Edwards & Sons.

Así están las cosas compañeras y compañeros, en el mundo, la región y nuestra comarca.
El Gobierno progresista recibe un invitado de honor, con sus aviones, helicópteros, radares y miles de agentes de la CIA y el Pentágono.
Política de cielos abiertos, como en Medio Oriente rugen los motores de los Galaxy por las noches orientales.
La dirección del Frente Amplio reunida el día lunes en su Mesa Política, ni condena la visita de Bush, ni convoca a la protesta, mucho menos critica la actitud por imperialista del gobierno progresista.

La Central Obrera, la única, la unitaria, la clasista, la excepción mundial, convoca a manifestar en contra de Bush en un comunicado pero sin mencionar al gobierno progresista que lo invitó.
Un estilo bien uruguayo de condenar las generalidades, sin hacer mención al causante.
Más bien con que razón puede condenar el PIT-CNT la venida de Bush si sus principales dirigentes -entre los que se encontraba su secretario general Juan Castillo- ya se reunieron con el Director Político de la Embajada de Estados Unidos Oliver Griffith.

Presidente Vázquez, no acepte dinero robado, producto del narcotráfico, de la expoliación de los pueblos, de la guerra imperialista, de la rapiña.
No acepte ayuda social, de planes que intentan imitar a Chávez y a Fidel, operando de la vista, construyendo viviendas para los pobres, enseñando inglés a los niños del campo.
Ahora ya está metido hasta la “coronilla”, “la embarró”, “para todo el tiro”, usted señor Presidente no levanta más, “esto no lo tapa ni con un poncho patria”.
Usted divide la izquierda, divide a los compañeros, los enfrenta, parte al Frente, lo está destruyendo.
Ya no hay retorno, no habrá marcha atrás, porque tampoco hay dudas después de esta acción, de la cual no somos nosotros los descarriados, los ultras, los radicales los que le alertamos y criticamos con dureza.
¿Por qué se imagina que viene Chávez a la Argentina?
Piense un poco, no lo que le digan sus seguidores, piense por usted mismo y se dará cuenta, que está desperdiciando una gran oportunidad y la de los uruguayos.
Jamás nadie dilapidó tanta esperanza y oportunidad como lo está haciendo usted, señor presidente.

Claro que siempre al final de la noche más oscura, viene el amanecer más luminoso.
Y hoy tuvimos en el estudio “José Germán Araujo” de la radio, al compañero de la Juventud Comunista del Uruguay de los años sesenta Roland Rojas. El único caso en el mundo que acertó en escupir el rostro al representante del imperio Dean Rusk, en 1965 en la Plaza Independencia de Montevideo.
En aquella oportunidad decenas de agentes de la seguridad se peleaban para agredir a Rojas. Fue así que le desprendieron la retina y tuvo que ser operado de la vista.
Jamás nadie le realizó una entrevista hasta hoy y la misma está publicada en la pagina WEB de la radio y en el diario La Juventud.

El compañero Roland Rojas se mantiene siendo un verdadero comunista, marxista leninista, vive humildemente de su trabajo, continúa siendo antiimperialista y antioligárquico y sostiene que si tuviera que hacerlo nuevamente lo volvería a hacer.

HAY ESCUPIDAS QUE SIGUEN SUSPENDIDAS EN EL AIRE Y JAMÁS SE OLVIDAN.
¡HAY SALIVASOS QUE PASAN A LA HISTORIA!
¡LOS IMPERIALISTAS DE TODAS LAS ÉPOCAS AL FIN Y AL CABO NO MERECEN MÁS QUE SER ESCUPIDOS EN EL ROSTRO!
Tomado de CX36 Radio Centenario de Uruguay

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