jueves, 9 de noviembre de 2006

México y Colombia: los puntales del fascismo en América Latina.

Por: Fermín Hurtado
“Ya puede la burguesía arrebatarse, enfurecerse hasta el paroxismo, excederse, cometer tonterías, vengarse por anticipado de los bolcheviques y tratar de exterminar a centenares de miles de bolcheviques del mañana o del ayer; al proceder así la burguesía procede como todas las clases condenadas por la historia al hundimiento¨. Los comunistas deben saber que, sea lo que fuera, el porvenir les pertenece”. V. I. Lenin El pasado 3 de octubre el presidente de Colombia, Álvaro Uribe Vélez (AUV), y el presidente impuesto de México, Felipe Calderón, se encontraron en Bogotá. Como estaba previsto, dicha reunión sirvió para poner de total manifiesto la alianza entre los personeros más ultra reaccionarios y fascistas del continente, serviles a los intereses de las grandes transnacionales estadounidenses. Los grandes temas de dicho encuentro fueron la inclusión total de Colombia en el denominado Plan Puebla Panamá, así como mejorar planes de colaboración entre ambos países con fines contrainsurgentes, en concreto, trasladar la experiencia de la política de “Seguridad Democrática” a México. Para el Plan Puebla Colombia el paraco Uribe tiene previsto vender energía eléctrica a varios países de Centroamérica, para lo cual ya se avanza en un plan de redes. De igual manera, AUV pretende vincular el proyecto de gasoducto que ha establecido con el presidente de Venezuela Hugo Chávez, en beneficio de las grandes transnacionales yanquis (El Tiempo 4/10/06). De esta manera, la salida de Venezuela del G-3 (conformado por México, Colombia y Venezuela) quedaría saldada y nulificada con el Plan Puebla Colombia y la sirviente labor de Uribe al poner el gasoducto grancolombiano a disposición de los gringos y sus voraces compañías transnacionales. La aplicación de un proyecto neocolonialista, como el Plan Puebla Colombia, requiere necesariamente un complemento militar y contrainsurgente que combata la resistencia de los pueblos ante semejantes niveles de expoliación y saqueo. De esta manera es que se configura en Nuestra América una política fascista, adscrita al imperialismo estadounidense y de alcance continental. Semejante experiencia no es del todo novedosa en Latinoamérica. Macabros planes como la Operación Cóndor, orquestada por las dictaduras militares que asolaron a nuestros pueblos en los años 60 y 70 son un ejemplo claro de alianzas oligárquicas, fascistas y pro imperialistas. En este sentido, personajes como AUV y Felipe Calderón, encabezan lo que se denomina actualmente como “dictaduras civiles”. La empatía que reflejan Calderón y Uribe raya en lo obsceno e insultante. Calderón ha pronunciado públicamente su admiración por el paramilitar colombiano, a sabiendas de las atrocidades que éste comete en Colombia; y no sólo eso, sino que manifiesta su interés de que asesores colombianos ayuden a trasladar la fascista política de “Seguridad Democrática” a México con el pretexto de “combatir al narcotráfico y la delincuencia organizada”. No sobra decir que cada vez son más las personas que, en América Latina y el mundo, cobran conciencia de que el narcotráfico y demás negocios millonarios, contrarios a la dignidad humana, son auspiciados por mafiosos gobiernos nacionales. No es demagogia cuando se habla de la existencia de un narco-Estado en Colombia, dados los niveles tan elevados de corrupción y podredumbre que hay en las cúpulas del poder colombiano. En este sentido, la aplicación de la doctrina imperialista de de “Seguridad Democrática” en México, significaría un avance considerable del fascismo en nuestro continente y una obligada necesidad entre los revolucionarios y luchadores sociales de unificar esfuerzos en contra de estos siniestros planes. Pareciera que los yanquis no están dispuestos a permitir que lleguen gobiernos socialdemócratas al poder en lo que ellos consideran su “patio trasero”; pareciera que América Latina da un vuelco drástico al fascismo, endureciendo las políticas de terror y dominación en la región. Jorge Dimítrov explica bastante bien esta situación: “la subida del fascismo al poder es (…) la sustitución de una forma estatal de dominación de la burguesía –la democracia burguesa- por otra, por la dictadura terrorista abierta”. Colombia es el espejo en el cual el resto de los países latinoamericanos pueden reflejarse, y de esa manera, atenerse a las consecuencias de permitir que gangsters de la calaña de Uribe lleguen al poder. El camarada Iván Márquez tiene toda la razón cuando afirma que “la alternativa anti fascista clama concreción en Colombia” y México. A la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO) Al pueblo oaxaqueño y mexicano en general Desde las montañas y selvas colombianas les hacemos llegar nuestro saludo fraternal, bolivariano e internacionalista a nombre de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia – Ejército del Pueblo (FARC-EP) Queremos manifestarles nuestro más sentido apoyo e irrestricta solidaridad después de cumplirse más de cinco meses de heroica lucha; que nos sumamos al enorme clamor que por México y el mundo reclama la salida de las fuerzas represivas que el Estado mexicano ha enviado a la entidad oaxaqueña y por la urgente solución a sus demandas. Vientos de cambio soplan desde el Río Bravo anunciando un vendaval de revolución para todos los pueblos de Nuestra América. Por nuestra parte tengan la certeza de que seguiremos con nuestra lucha por la paz, la soberanía y la justicia social. Por último no resta más que expresarles nuestras condolencias por los caídos que ha dejado esta histórica jornada de lucha. ¡Porque nuestra Patria es América… que viva la resistencia del pueblo oaxaqueño! Comisión Internacional de las FARC-EP Montañas de Colombia, 1 Noviembre 2006

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