domingo, 24 de junio de 2012

Por una Argentina sin hambre, sin saqueo ni explotación




A 10 años de la Masacre de Avellaneda: Seguimos construyendo Poder Popular

A diez años de la represión que intentó acallar las luchas populares y se cobró las vidas de Darío y Maxi; en un contexto donde se reaviva la impunidad de los asesinos de Fuentealba, Kosteki y Santillán; en un momento político en el que las luchas de los trabajadores son judicializadas y criminalizadas; las organizaciones populares seguimos reclamando justicia, construyendo poder popular y gestando un nuevo proyecto de país, sin hambre, sin saqueo ni explotación.
La Masacre de Avellaneda, al igual que la rebelión del 19 y 20 de diciembre, provocó una indignación en todo nuestro pueblo y marcó a fuego a una nueva generación militante, para quienes los ejemplos de Maxi y Darío proyectaron un compromiso de lucha e intransigencia contra las injusticias que nos advierte sobre los peligros que entraña el posibilismo y la resignación.
En estos años los gobiernos kirchneristas adoptaron algunas medidas efectivamente progresivas, en muchos casos inspiradas en históricas reivindicaciones populares. Pero estas medidas no configuraron un programa integral capaz de superar la precarización del trabajo, el salario y la vida. La política de “sintonía fina” frente al impacto de la crisis internacional no ha resuelto sino profundizado el golpe de la inflación sobre los bolsillos del pueblo. El gobierno intenta poner techo a las paritarias, sostiene un sistema impositivo regresivo y a una gran masa de trabajadores precarizados y tercerizados. A la vez instala un discurso que condena y judicializa la lucha, como vemos que sucede hoy ante los distintos reclamos sociales y sindicales. A eso se suman problemas estructurales como la ausencia de una política integral de transporte público, que por su estado de abandono pone en riesgo la vida de nuestro pueblo como sucedió hace cuatro meses en la tragedia ferroviaria conocida como la Masacre de Once.
Entendemos que cualquier proyecto emancipatorio debe revertir la sobreexplotación y el saqueo de los bienes naturales por parte de corporaciones transnacionales; la “sojización” cada vez más extendida del campo; el modelo de la megaminería con las consecuencias socio ambientales que implica, así como el entramado industrial extranjerizado, concentrado, y basado en variadas formas de sobreexplotación de los trabajadores que sustenta este modelo productivo.
En el terreno de los derechos humanos, los avances en los juicios a los represores de la pasada dictadura no abarcaron a los responsables económicos, que aún siguen impunes. Es un buen paso el procesamiento a Blaquier, directo responsable de las muertes y desapariciones en el Ingenio Ledesma, pero los casos aislados no deben conformarnos. Exigimos juicio y castigo ya, también a los mentores y artífices civiles del genocidio. Del mismo modo y con el mismo énfasis luchamos por los derechos humanos de hoy: para que no se sigan invisibilizando la muerte de los luchadores y las luchadoras de los pueblos originarios o de países hermanos, para que no sigan quedando impunes los crímenes contra los sectores más humildes por el gatillo fácil o por la represión en las cárceles, que son verdaderos centros de criminalización de la pobreza; para que no continúe invisibilizada la muerte de mujeres por abortos clandestinos o por ser víctimas de las redes de trata para la prostitución. Al mismo tiempo decimos: ¡Abajo la ley antiterrorista!
El 2001 y la Masacre de Avellaneda dejaron un legado importante de experiencias organizativas de “los y las de abajo” que se extienden en los barrios, en los lugares de trabajo, en las aulas, en las asambleas. Y también en el plano cultural, artístico y simbólico, a partir de la ocupación de las calles en forma creadora, lo que se ve especialmente reflejado en la apropiación de la Estación que nuestro pueblo rebautizó con el nombre de Darío y Maxi, convertida en una muestra permanente de arte popular, y desplazando el nombre de Nicolás Avellaneda, ex presidente protagonista de la campaña de exterminio de pueblos originarios conocida como Campaña del Desierto, represor de huelgas de inquilinos, representante de las clases dominantes.
Por eso el desafío de las organizaciones populares pasa por reforzar la construcción de un proyecto político emancipatorio basado en una transformación estructural y cultural profunda de nuestra sociedad, sin mezquindades ni sectarismos, de carácter popular, anticapitalista, antipatriarcal, anticolonial, latinoamericanista y antimperialista, en una perspectiva socialista.
Hoy alzamos la voz frente a los crímenes del 26 de junio de 2002, los del 19 y 20 de diciembre y los asesinatos por represión en democracia. De Carlos Fuentealba y Mariano Ferreyra. De Rosemary Churapuña y Bernardo Salgueiro, asesinados en la represión del IndoamericanoDe Roberto López y Sixto Gómez, de la comunidad Qom de Formosa. De Cristian Ferreyra, asesinado por los sicarios del agronegocio en Santiago del Estero. De Mono, Jere y Patóm y, hace pocos días, de un nuevo asesinato cometido contra otro de los pibes de nuestros movimientos en Rosario. Alzamos la voz por las desapariciones de Julio López y Luciano Aurruga, y por el asesinato de Silvia Suppo. Porque en todos ellos y ellas y en tantos casos más, los reclamos de justicia sólo se verán redimidos cuando los culpables paguen, pero sobre todo cuando logremos poner en pie una Argentina donde no haya impunidad, ni hambre, ni saqueo ni explotación. Una Argentina de y para las grandes mayorías de nuestro pueblo, de los trabajadores y de las trabajadoras, de los campesinos y las campesinas, de los pueblos originarios, de los hombres y las mujeres, de las diversidades sexuales, de la juventud y de los y las estudiantes. Ese será el mejor homenaje y la mejor reivindicación que podamos hacer de nuestros compañeros caídos, que estarán presentes mientras nosotros sigamos luchando.

*Cárcel común, perpetua y efectiva a los autores materiales de los crímenes de Darío Santillán, Maximiliano Kosteki y Carlos Fuentealba

*Juicio y Castigo a Duhalde, Atanasof, J.J. Álvarez, A. Fernández y todos los responsables políticos de la Masacre de Avellaneda

*Contra la precarización laboral - Salario igual a la canasta familiar – 0% de IVA para los productos básicos. Por libertad y democracia sindical

*Por una Reforma Agraria Integral y Socialista – Por la Soberanía Alimentaria, Energética y Financiera de nuestro pueblo

*Basta de femicidios - Contra toda violencia de género - Aborto legal, seguro y gratuito

*Por el desprocesamiento de todos los luchadores y las luchadoras populares

*No a las bases norteamericanas y a la intervención imperialista - No al bloqueo de EEUU a Cuba

*Por la unidad y la autodeterminación de los pueblos de Nuestra América

A 10 años de la Masacre de Avellaneda

Por un país con soberanía popular

¡Por una alternativa política de los de abajo,

con democracia de base, asamblearia, y de lucha en las calles!

Lunes 25 y martes 26, todos y todas a la Estación “Darío y Maxi” (ex Avellaneda) y al Puente Pueyrredón

Espacio “20 de diciembre”

* Coordinadora de Organizaciones y Movimientos Populares de Argentina (COMPA) (1)

* Corriente de Organizaciones (COB) La Brecha (2)

* Movimiento Nacional Campesino Indígena (MNCI) – Vía Campesina (3)

* CTA Capital

* MTD Aníbal Verón Nueva Fuerza

* Quebracho

* Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR)

* Colectivo desde el Pie

* Agrupación Domingo Menna, Agrupación Kiki Lezcano, Casa del Trabajador Agustín Tosco, Corriente del Pueblo, Instituto Taki Ongoy, Jóvenes al Frente, Jóvenes Kurmi, Movimiento Campesino de Jujuy, Movimiento por la Unidad Latinoamericana y el Cambio Social MULCS, Movimiento Tupaj Katari

(1) COMPA: Frente Popular Darío Santillán, Juventud Rebelde-Rebelión; Organización Popular Fogoneros; Socialismo Libertario; CEIP-Cooperativa de Educadores e Investigadores Populares; Espacio Chico Mendes; Estudiantes Críticos Lanús; Garabatos la Aceitera; GEAL-Grupo de Estudios sobre América Latina y el Caribe; Casa de la cultura Los compadres del horizonte; Asamblea popular de Becar; Grupo AMAICHA; "PANGEA" Colectivo de trabajadorxs; FROP-Frente Riojano de Organización Popular; Grupo Ecologista Pro Eco; Cátedra Abierta de Estudios Americanistas; Centro Cultural de los Trabajadores; Atrapamuros -Colectivo de Educación Popular en Cárceles-; Agrupación Rodolfo Ortega Peña; Colectivo P.U.MA; Comedor Germinal; JAT -Juventud Anarquista de Tucuman; Organización Feminista Anticapitalista La Otredad; TIERRHA ; Colectivo La Minga; El Espejo; OTRAL - Organización de Trabajadores Rurales de Lavalle; Retamo; Minga - Grupo de Educación Popular; La Otra Voz ; Córdoba se Mueve ; Asamblea Permanente por los Derechos de la Niñez de General Pico –APDN-
(2) COB La Brecha: Frente por la Resistencia; Agrupación Universitaria La Cárcava; Cooperativa de Trabajo Cae Babylon; Sin Cautivas - Feministas por la Resistencia; La Ciega -Colectivo de Abogados Populares; El Galpón de Tolosa; Movimiento Cultural Hagamos Lo Imposible; CAUCE–UNLP;- CAUCE-UBA (Corriente Antiburocrática Universitaria Contra la Explotación); EPE; FOL-Frente de Organizaciones en Lucha; Organización Popular y Rebelde Villa Hidalgo
(3) MNCI- Vía Campesina: MOCASE de Santiago del Estero; MCC de Córdoba, UST de Mendoza; Red Puna de Jujuy; Encuentro Calchaquí de Salta; Mesa Campesina de Neuquén; Secupo de Buenos Aires.

sábado, 23 de junio de 2012

¿Por qué derrocaron a Lugo?



Hace unos minutos se acaba de consumar la farsa: el presidente del Paraguay Fernando Lugo fue destituído de su cargo en un juicio sumarísimo en donde el Senado más corrupto de las Américas -¡y eso es mucho decir!- lo halló culpable de "mal desempeño" de sus funciones debido a las muertes ocurridas en el desalojo de una finca en Curuguaty.
Es difícil saber lo que puede ocurrir de aquí en más. Lo cierto es que, como lo dice el artículo de Idilio Méndez que acompaña esta nota, la matanza de Curuguaty fue una trampa montada por una derecha que desde que Lugo asumiera el poder estaba esperando el momento propicio para acabar con un régimen que pese a no haber afectado a sus intereses abría un espacio para la protesta social y la organización popular incompatible con su dominación de clase.
Pese a las múltiples advertencias de numerosos aliados dentro y fuera de Paraguay Lugo no se abocó a la tarea de consolidar la multitudinaria pero heterogénea fuerza social que con gran entusiasmo lo elevó a la presidencia en Agosto del 2008.
Su gravitación en el Congreso era absolutamente mínima, uno o dos senadores a lo máximo, y sólo la capacidad de movilización que pudiera demostrar en las calles era lo único que podía conferirle gobernabilidad a su gestión.
Pero no lo entendió así y a lo largo de su mandato se sucedieron múltiples concesiones a una derecha ignorando que por más que se la favoreciera ésta jamás iría a aceptar su presidencia como legítima. Gestos concesivos hacia la derecha lo único que hacen es envalentonarla, no apaciguarla.
Pese a estas concesiones Lugo siempre fue considerado como un intruso molesto, por más que promulgara en vez de vetarlas las leyes antiterroristas que, a pedido de "la Embajada", aprobaba el Congreso, el más corrupto de las Américas.
Una derecha que, por supuesto, siempre actuó hermanada con Washington para impedir, entre otras cosas, el ingreso de Venezuela al Mercosur. Tarde se dio cuenta Lugo de lo "democrática" que era la institucionalidad del estado capitalista, que lo destituye en un tragicómico simulacro de juicio político violando todas las normas del debido proceso.
Una lección para el pueblo paraguayo y para todos los pueblos de América Latina y el Caribe: sólo la MOVILIZACIÓN y ORGANIZACIÓN POPULAR sostiene gobiernos que quieran impulsar un proyecto de transformación social, por más moderado que sea, como ha sido el caso de Lugo.
La oligarquía y el imperialismo jamás cesan de conspirar y actuar, y si parece que están resignados esta apariencia es enteramente engañosa, como lo acabamos de comprobar hace unos minutos en Asunción.

Atilio Borón

Paraguay: tras la represión, avanza la derecha




Congreso paraguayo votó juicio político “express” al presidente Lugo

El 21/6 el Congreso paraguayo votó de forma sorpresiva por 76 votos contra 1 el Juicio Político al presidente Fernando Lugo. La medida es consecuencia del violento desalojo policial de la ocupación de una finca del empresario Blas Riquelme, quien amasó su fortuna durante la dictadura de Stroessner. Los campesinos sin tierra del movimiento “carpero” reclamaban la entrega de tierras mal habidas por este empresario (ver LVO 480). La represión se cobró la vida de 11 campesinos y 6 policías y abrió una nueva crisis de proporciones para el gobierno.
Los partidos de la derecha, el Partido Colorado, el UNACE, habían salido desde el primer momento con “los tapones de punta” a tratar de aprovechar la situación a su favor y asestarle un nuevo golpe a Lugo. Éste había dejado de lado cualquier discurso progresista y se había puesto abiertamente a favor de los terratenientes y de la represión, dando su “respaldo” a la fuerza policial que había actuado “de acuerdo a la ley y la constitución”. Además, para contentar a la derecha echó a su ministro del Interior y al jefe de la policía reemplazándolos por gente de confianza de sus opositores que se anotaban un punto importante de cara a las elecciones de abril de 2013.
Pero estos signos de debilidad y concesiones no hicieron más que impulsar a la oposición a ir más allá. Aprovechando su mayoría parlamentaria forzaron la convocatoria al juicio político que podría eventualmente terminar obligando a Lugo a renunciar. En realidad, el objetivo era empujarlo a presentar ya su dimisión y adelantar las elecciones (intensiones nunca disimuladas por la derecha desde 2008 a hoy). La jerarquía de la Iglesia Católica se plegó a la cruzada y le pidió formalmente la renuncia para “evitar la violencia”. En el lenguaje que utiliza por estos días todo el arco político de la derecha, es notoria la amenaza de pasar a un intento de desestabilización más o menos violento. De hecho, el juicio es un “juicio express” violatorio incluso de las propias normas constitucionales burguesas, que le dio a la defensa apenas 15hs para preparar su alegato y hasta se anunció en medios de prensa que la sentencia podría emitirse esta misma tarde (Última Hora, 22/6). En este sentido evidentemente el “juicio” es apenas una burda cobertura legal para echarlo del poder. De consumarse esta maniobra, habrá que ver hasta dónde trata de resistir Lugo y la postura que adquieran las FF.AA. que por ahora se mantienen en un cauto silencio.
Por el momento el presidente ha desechado esta posibilidad al declarar que hará frente al Juicio Político y no renunciará a su cargo. Este viernes manifestó que “las llamadas de los sectores populares me han incentivado a seguir” y que cuenta con el apoyo de los gobiernos vecinos. Mientras escribimos esta nota, miles de personas se congregaban en Asunción en apoyo a Lugo.
Hay que apuntar que los enemigos de Lugo no están sólo en la derecha opositora, sino también al interior de la precaria coalición que armara oportunamente para llegar a la presidencia y cuya principal fuerza es el tradicional Partido Liberal del vicepresidente Francisco Franco. Gran parte de los liberales siempre se pronunciaron en contra de cualquier gesto “progresista” que impulsara Lugo por más tibio que fuera. Franco, sin ocultar sus verdaderos objetivos, y demostrando el carácter oportunista que tuvo la Alianza, dijo ante la primer crisis de gobierno que estaba “dispuesto a asumir la presidencia cuando sea necesario”. Varios diputados de este partido han manifestado ahora su acuerdo con el juicio político.

La diplomacia sudamericana

Los gobiernos de la región y la UNASUR han manifestado su apoyo a Lugo y viajaron “de urgencia” a Asunción para sostener al golpeado mandatario. Las intenciones de Rouseff y Kirchner es aparecer como defensoras de “la democracia” y contrarias a procesos desestabilizadores de la derecha de los que ya hemos visto varios en la región: Venezuela con el golpe y posterior lock out patronal de 2002, Bolivia por parte de la derecha de la Media Luna durante gran parte del gobierno de Evo Morales, y que tuvo su máxima expresión con el Golpe de Estado (triunfante) en Honduras en 2009.
Sin embargo es necesario alertar que ninguna salida progresiva vendrá de la intervención de la diplomacia de la UNASUR y de los gobiernos capitalistas de Brasil o Argentina. Como quedó demostrado durante el Golpe en Honduras, su mediación estuvo centrada en controlar la respuesta de las masas y aplacar la movilización, llevando la disputa a las “organismos multilaterales” como la OEA lo que sólo consiguió darle tiempo y hasta legitimidad al gobierno de facto.
Tanto la derecha como los “progresistas” de todo pelaje, defienden en última instancia los mismos intereses, los de los capitalistas y los grandes monopolios. Los “progresistas” latinoamericanos han gobernado todos estos años al servicio de esos intereses al tiempo que han tratado de impedir el desarrollo de la lucha obrera y popular.
Sólo la movilización independiente de las masas obreras y campesinas de Paraguay, y sus hermanos de clase latinoamericanos, pueden tener la fuerza y determinación necesarias para enfrentar con éxito los intentos de la derecha de recuperar el terreno perdido y rehacerse del poder político. Sólo atacando sus intereses económicos, contra los latifundistas y grandes empresarios, contra el imperialismo, se podrá desarticular y derrotar a la reacción. Para esto es indispensable rechazar la política conciliadora y de convivencia que nos imponen los Lugo, Cristina, Dilma y demás “progresistas” que no enfrentan a la derecha, pero nos reprimen a los trabajadores y el pueblo pobre.

Diego Dalai

El Mundo según Monsanto.


El Grito de Alcorta y el relato de los hechos.




Un repaso por la historia de la huelga que conmovió al país en 1912, por sus repercusiones y sus usos posteriores, pero también por los posibles modos de entenderla y de contarla.

Durante años, y para quienes suscriben, el asunto Grito de Alcorta no pasó de ser un hecho lejano, aburrido, especial para el bostezo. Suponemos que quienes transitamos la infancia y la adolescencia entre los 80 y una partecita de los 90 debemos compartir esa vivencia, extensiva seguramente a otras generaciones que crecieron escuchando un relato sin mayor trascendencia para el grueso de la población, salvo para un puñado de interesados o para quienes integraban la Federación Agraria Argentina, institución nacida de la huelga de 1912.
Se hablaba, apenas, de una protesta de chacareros, se recitaban de memoria algunos nombres, se mencionaba al 25 de junio como fecha clave, se dejaba flotando la idea de que aquellos tipos habían logrado cambiar algo que no entendíamos bien qué, y poco más. Pero no sabíamos si las cosas habían ocurrido de tal o cual manera, si los "gritones" habían levantado la voz contra un fantasma o enfrente tenían un adversario de carne y hueso, o si todos ellos pensaban lo mismo. Encima, tampoco establecíamos demasiada conexión entre esa historia y la de la pampa, ni entre esa historia y la del país. Y lo que es peor, no le encontrábamos la mínima vinculación con el tiempo que atravesábamos ni con el suelo que estábamos pisando. Tal vez como marca de época, la apatía y cierto espíritu snob ganaban la partida.
Recién hacia finales de la década menemista, cuando la ilusión del consumo y de pertenencia al primer mundo empezó a hacer agua, estos cronistas sintieron la necesidad de revisar el tema. Cien mil productores rurales ya habían sido barridos del mapa, y si nos animábamos, allá, en el fondo del siglo, podríamos encontrar algunas respuestas. Para nuestro regodeo periodístico, las que también se multiplicaron fueron las preguntas.
-¿Cómo es que en el Grito de Alcorta participaron anarquistas y socialistas?
-Bueno, eran las corrientes políticas ligadas a la inmigración, esa que vino como mano de obra barata a las colonias, fogoneada por un Estado que respondía a los intereses de los dueños de las tierras: a los estancieros, digamos. A estos últimos el tiro les salió por la culata, porque esos gringos no eran todo lo pasivo que esperaban. Entre ellos había agitadores, militantes, de lo contrario lo de Alcorta no hubiera sido posible. Los locos tenían en claro lo que era organizarse, y como las condiciones de trabajo y explotación del suelo eran paupérrimas, siempre con contratos de alquiler a la medida de los estancieros y sus representantes en la región, se terminó armando la batahola. Bastó con que perdieran una cosecha el año anterior, en 1911, para que al año siguiente las deudas terminaran por meterlos en un brete. De ahí a la protesta, había un paso.
-¿Y no se supone que a esta zona la llamaban el "granero del mundo"?
-Ese es un enfoque funcional a los dueños de las tierras, que eran los que se beneficiaban con la jugada de exportar lo que generaba el campo hacia las grandes potencias, principalmente europeas. El resto, como vemos, estaba en la lona. Además, para edificar ese "granero", habían aniquilado a indios y gauchos, a partir de la acción militar. Una ternura el granero.
-Lo de la represión es para profundizar. ¿Qué pasó con esto en el sur de Santa Fe entre junio y septiembre de 1912, mientras duró la huelga?
-No vamos a decir que la mano venía liviana, de hecho los huelguistas se cuidaron en los días previos al Grito de no hacer mucho barullo para no exponerse al orden policial que, tradicionalmente, respondía a los intereses de los más poderosos. Así y todo, en Santa Fe gobernaba Manuel Menchaca, de la Unión Cívica Radical. Lo hacía al amparo de la Ley Sáenz Peña, también de 1912, ley que les permitió a los sectores populares votar con una cierta libertad. Santa Fe fue la primera experiencia a nivel país, y ganó la UCR con Menchaca a la cabeza, cuyo proyecto no hacía hincapié en la represión abierta como método para solucionar los conflictos sociales. Por eso en Santa Fe hubo un poco más de aire para la protesta que en otras provincias. Menchaca tampoco se la jugó mucho en la mediación entre chacareros y propietarios, pero por el momento no tuvimos garrotazos de modo sistemático. Después, es otra historia. Y además, en ese después, tanto policía como ejército no dejarán de estar fuertemente ligados a la lógica de los sectores económicamente dominantes.
Así de básico era nuestro primer esquemita explicativo, pero nos sirvió para ir por más. Revistas y libros fueron allanando el camino, a los que se sumaron unos cuantos testimonios que, a la larga, terminaron volviéndose piezas claves del rompecabezas que sigue, y seguirá, sin armarse del todo.
Salardi Menna nos dice en la entrevista que a su padre, Francisco Menna, lo mataron en Firmat en 1917. Según los apuntes, Franciso Bulzani se fue de la Federación Agraria poco después de producirse el Grito, lo mismo que el primer presidente de la entidad, Antonio Noguera. Varios de los que participaron de la protesta en Alcorta más tarde terminaron en cana o se tuvieron que ir del pueblo. ¿No era que todos gritaron huelga en la Sociedad Italiana y la cosa estuvo bárbara?
-Que hayan gritado huelga no indica que la cosa haya estado bárbara. Vayamos por parte, como dijo Jack. ¿Qué saldo sacamos como positivo, para los gringos, del reclamo iniciado el 25 de junio de 1912?
-En resumen, lograron que los terratenientes aflojaran un poco con las exigencias del alquiler o arriendo de los campos, con pagos menos asfixiantes y la posibilidad de estar asentados en los lotes por más tiempo. Ah, y se constituyó la Federación Agraria, que les permitió a los chacareros agruparse y no ir a futuras discusiones por separado, cosa que los hubiera debilitado.
-¿Y todos se quedaron conformes con lo obtenido?
-No, por eso las polémicas posteriores entre muchos de los que motorizaron la huelga.
-¿Y eso de que habrá dependido?
-De la ideología. Por ejemplo, un anarquista no se iba a conformar seguro con un contrato menos abusivo: iba a ir por más, por una revolución, por el reparto de tierras. Y así con cada vertiente política. Las luchas que siguieron no sólo se limitaron al enfrentamiento con terratenientes, comercializadores de cereal o fuerzas del orden: también fueron luchas internas, pujas entre los componentes del movimiento agrario.
Definitivamente, la estampa liviana de huelguistas victoriosos quedaba de lado, lo mismo que el aburrimiento. La historia se volvía cada vez más atrapante: ya no se trataba de seres de otro mundo, sino de seres atravesados por la contradicción, el oportunismo, la convicción, la violencia.
Con la crisis y el estallido social de diciembre de 2001, notamos que lo que veníamos señalando desde hacía tres o cuatro años tenía puntos de contacto, no más que eso, y no menos que eso, con los discursos que se pronunciaban a la hora de la quema de gomas frente a los bancos de la localidad: el Grito de Alcorta aparecía como referencia de esa parte de la comunidad que estaba en plena ebullición, llámese sector medio. Es decir, el Grito era recuperado desde un acá y un ahora, y volvía un poco más interesante todo. Incluso el pasado.
-¿Qué hubieran hecho los protagonistas del Grito en un momento como este?
-Si es por jugar, podemos jugar a que se suman a los reclamos, pero lo que no podemos perder de vista es que la situación actual se enlaza en buena medida a los logros y a las derrotas del proyecto expresado por esos gringos del '12.
-Bien, entonces ¿qué y cómo ganaron, y qué y cómo perdieron?
-Exceptuando al ala anarquista, el movimiento iniciado en Alcorta respondió al interés del chacarero de mejorar su condición de vida, de ir capitalizándose, de pasar a ser propietario de campo y dejar de depender del humor del terrateniente. En ese sentido, el Grito de Alcorta consolidó una voz: la voz de un actor social que modificó la dinámica de producción y tenencia de la tierra en la región pampeana. Las colonias en manos de un solo titular, el terrateniente, dieron lugar a un sistema de parcelas a nombre de las familias que las trabajaban. Visto en proceso, se estima que entre 1912 y 1970 unos cien mil pequeños productores llegaron a ser propietarios de campo.
-¿Y después que pasó?
-La historia inversa. Esto también está vinculado a movimientos externos, pero el poder económicamente concentrado recuperó terreno de la mano de las dictaduras, y hasta de gobiernos constitucionales. Cientos perdieron las propiedades, y aunque otros las conservan, la postal de las zonas rurales habitadas por familias chacareras es un recuerdo. Al mismo tiempo, se barrió con la industria nacional y se disciplinó al movimiento obrero, primero con el terror de la desaparición y después con el terror de la desocupación. Y por si fuera poco, se "achicó" el Estado. Un lujo de país: fiesta de consumo, fiesta de la finanza, fiesta de los grandes grupos económicos, y por lo bajo el asunto se iba pudriendo. ¿Y ahora?
Ahora era el año 2002, y en Alcorta se conmemoraba el 90 aniversario del Grito. Es justo mencionar que la fecha y el contexto movieron unas cuantas piezas. La huelga de 1912, como tema, pasó a ocupar un lugar diferente en la agenda oficial, y nuevos relatos e investigaciones hicieron su aporte. Lógicamente no todos veíamos aquellos sucesos del mismo modo, lo que no quita que el carro de la historia local y regional comenzara a ser revisitado acorde a los vientos del momento.
El primer decenio del siglo XXI fue rico en producciones sobre la temática rural, hasta que el conflicto de 2008 nos puso cara a cara con otras lecturas del pasado. A nuestro entender, las diferencias con lo ocurrido nueve décadas atrás eran notorias. Las consecuencias del modelo de sojización presentaban, y presentan, características que no podían analizarse mecánicamente, ni tampoco como una simple lucha entre "gobierno vs. campo", por más romántico que sonara.
-¿Qué decimos?
-Que el reclamo tiene su parte de justicia, pero que en líneas generales no se está cuestionando el modelo económico con eje en la sojización. Y que salvo alguna voz puntual no se menciona a las grandes ganadoras de ese modelo: las cerealeras y exportadoras. Si la pelea se limita a unos puntos más o menos de retención, no hay cuestionamientos de fondo.
En fin, acá estamos. A cien años de un hecho que seguirá generando debates y relecturas. En buena hora. La historia nos convoca desde un presente que calla, que susurra, o que grita.

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Foto: Ariel Palacios / Mural en las calles de Alcorta

Ariel Palacios: Escritor y periodista nacido en Alcorta en 1973. Es licenciado en Comunicación Social (UNR, 2002) y actualmente colabora con el Instituto Gino Germani (Facultad de Ciencias Sociales, UBA) en una investigación sobre el impacto de las políticas de los años 90 en los pueblos rurales de la pampa húmeda. Desde el año 1997 dirige la Revista Postales (Alcorta), y es redactor del periódico Prensa Regional. En televisión, obtuvo los premios ATVC 2001 y ASTC 2003 por "Audiencia debida. Crónicas del sur" (Cablevisión Alcorta / Sacks Paz Televisora); y el Premio Juana Manso 2011 por "Estación Sur", en las mismas emisoras. En 2003 publicó "Historias a campo traviesa. Sangre, soledades y fuegos en la Argentina rural" (Tropiya / UNR Editora) y en 2009 "Combatiendo al capital. Rucci, sindicatos y Triple A en el sur santafesino" (Editorial Municipal de Rosario), en co-autoría con Jorge Cadús.

El Grito de Alcorta


A 100 años de una gesta histórica de los agricultores contra los terratenientes.

En el año 1912 los agricultores del sur de Santa Fe se sublevaron contra los terratenientes. La cosecha del 1911 había sido malísima y ellos estaban endeudados con los dueños de las tierras a los que les alquilaban (arrendaban) sus campos en forma directa o con intermediarios que gerenciaban (subarrendaban) para los oligarcas. Estaban afectados por la crisis de 1910, la baja de los precios de maiz y trigo (los cereales por excelencia que ellos cultivaban), el aumento del precio del arriendo que llegaba en algunos casos al 45% de la producción, sumados a contratos leoninos, que se renovaban año tras año, con obligaciones de utilizar las herramientas de trilla que les diera el dueño, de no poder usar mas que el 10% de la superficie en arriendo para criar animales domésticos o para huerta pagando un canon anual, y en algunos casos obligados a comprar en el almacen de ramos generales que era propiedad del mismo terrateniente. En fin, un panorama de explotación abierta. La cosecha del 1912 era buena, pero ahí se dieron cuenta de que nada les quedaría al tener que pagar las deudas y gastos y la bronca estalló.
En Bigand el 15 de junio se hizo una asamblea de agricultores que terminó con la consigna “A la huelga”. Unos días después más de mil agricultores en Alcorta, se reúnen en la Sociedad Italiana y lanzaron la huelga agrícola el 25 de junio. Se prolongaró por 4 meses y se extendiól a 100.000 colonos de Santa Fe, Cordoba y Buenos Aires. La llamada Pampa gringa se enfrentaba a la oligarquía terrateniente que se nucleaba en la Sociedad Rural. El “Grito de Alcorta” levantaba como programa la reducción del arrendamiento, los contratos que duraran 4 años, que pudieran utilizar sus herramientas de trilla y contra la usura. Es que el grueso, 3 de cada 4 agricultores, no eran dueños de la tierra y el otro 25% estaba endeudado por créditos usureros.
La Argentina desde 1888 al 1912 había pasado de 2 millones hectáreas cultivadas a 20 millones. La inmensa mayoría era en base a colonos venidos de Europa. La concentración de tierras a fines del siglo XIX era brutal, unas 1800 familias tenían más de 40 millones hectáreas. La huelga
“La situación de los agricultores de Alcorta y de otras colonias, durante 1912, era desesperante, difícil y agobiadora. Sobre ellos recaía todo el peso de la crisis cíclica del sistema capitalista. El bajo precio del cereal, los altos arrendamientos y las turbias maniobras de los cerealistas, los cuales operaban en común acuerdo con los importadores y exportadores de cereales, provocaron un sisma desesperante.” Placido Grela, pág 129, “Alcorta…rebelión agraria de 1912”.
El comerciante Bujarrabal, dueño del almacén de ramos generales, tenia como clientes a los agricultores y tuvo que cortarles el crédito, cerrándoles las famosas libretas. Pero apoyaba el reclamo de los colonos y les facilitó el sótano de su negocio para que se reuniera el comité de huelga.
En medio de la lucha, el 15 de agosto de 1912, fundaron en Rosario, su entidad gremial: la Federación Agraria Argentina, cuyo primer presidente sería un socialista llamado Noguera.
Los curas párrocos de Alcorta y Máximo Paz eran 2 hermanos venidos de Italia. Los agricultores tuvieron el apoyo de ellos en su lucha contra la ambición desmedida de los terratenientes. Pero ellos, decían, no podian ponerse a la cabeza del movimiento y le aconsejaron que acudieran a ver a su joven hermano abogado de Rosario: el Dr. Francisco Netri fue el asesor y verdadero líder de aquella gesta y el promotor de la FAA. Pese a que era del ala católica y moderada y que desplazó a Noguera por socialista, la oligarquía no le perdonó su accionar y por eso un killer contratado por la Sociedad Rural lo asesinó a balazos en pleno centro de Rosario el 5 de octubre de 1916. Un año después en Firmat dos dirigentes agrarios también serán asesinados.
En la región de Alcorta había unos 2000 colonos, 1500 eran italianos y 500 españoles. Sus sueños de venir a Argentina “hacerse la América” se hicieron pedazos al no poder liberarse del arriendo y no poder comprar la tierra que trabajaban. Solo una minoría lo lograró, el resto seguó atado al arriendo y muchos volvieron a su patria. Pero a su vez algunos de sus dirigentes estaban influenciados por las ideas socialistas y anarquistas de sus orígenes proletarios en la vieja Europa. Los colonos utilizaron el método de la clase obrera urbana o rural: la huelga. Sin embargo su programa era limitado. El reclamo de reforma agraria, para repartir la tierra o el famoso “la tierra para quien la trabaja” no fueron consignas del movimiento que explotó en Alcorta.
Pasó un siglo. La estructura del campo varió. Hoy el campo en la pampa húmeda, reconcentrado en la producción sojera, ha desarrollado los pools de siembra. Cosa curiosa. Estos no son dueños de la tierra. La “arriendan” a los pequeños y medianos propietarios para explotarla con peones rurales, son socios o la comercializan con los grandes grupos acopiadores y exportadores de granos. La inmensa mayoría de los chacareros da sus campos en explotación a estos grupos capitalistas. Son sus socios menores, por eso apoyaron el lock out sojero del 2008 contra la 125. Cien años despues la Sociedad Rural y la FAA están juntos en la Mesa de Enlace. Eduardo Bussi dijo en un reciente acto en Bigand: “Cien años después, somos los herederos de aquella gesta”. Falso. El Dr. Netri y los otros mártires de aquella huelga antioligárquica no se abrazarían con sus asesinos.

Titin Moreira

La belleza de lo autóctono.




Estuve en General Pinto, una población del noroeste bonaerense. De unos ocho mil habitantes. En medio de la bella pampa que da pleno carácter a casi medio país. Primero, a media mañana, se hizo en la plaza el acto del Día de la Bandera. Allí, los maestros, los alumnos, los vecinos. Auténtico clima de pueblo sano que goza de esa calidad de vida que se nos robó para siempre a los que vivimos en las grandes ciudades. Mucho sol, árboles por doquier, el horizonte siempre a la vista. Música. Los discursos como diálogo. Belgrano, esa figura, el ejemplo del político amigo de la humanidad: sus donaciones para escuelas, su morir en la pobreza, su defensa de los derechos de los perseguidos, su fe en la educación y en juntar ladrillos para escuelas. Y luego el bello espectáculo: niños disfrazados de la bandera belgraniana, danzas con música bien nuestra. Todo auténticamente de pueblo. Y luego todos esos vecinos vestidos de domingo a saludarse y conversar largamente, como si el tiempo no transcurriera. Ni bocinazos ni ruido de motores ni olor a gases de tránsito. Y por último volverse caminando a sus casas para el clásico asado de los días patrios.
Bien, esa tarde del 20 de junio ese pueblo fue capaz de tener el coraje civil y la conciencia de llevar a cabo una ceremonia también auténticamente popular de quitar para siempre el nombre del genocida Julio Argentino Roca de una de sus calles principales y llamarla Pueblos Originarios, es decir, cambiar la muerte por la vida. Y así lo demostraron los “indios” que arribaron con sus ropas originarias, su música de puros ecos pampeanos. Los descendientes de aquellos que fueron desalojados de sus tierras hace un siglo y medio y traídos como esclavos a las grandes ciudades.
La medida fue realmente democrática: se debatió en el Concejo Deliberante cuando el concejal Sergio Santos presentó el proyecto y fue votada para su aprobación por todos los concejales del Frente para la Victoria. En cambio, votaron por mantener el nombre del genocida de nuestros pueblos originarios el bloque del PRO –el partido de Macri– y el representante del radicalismo. Lo interesante del caso es que estos opositores no abrieron la boca durante el debate, es decir, no pudieron argumentar nada favorable al general que restableció la esclavitud en 1879, el año en que se “repartieron” los hombres indios prisioneros como peones, las “chinas” –como señalan los avisos oficiales en un abierto tono racista– como sirvientas y los “chinitos”, es decir los niños, como “mandaderos”. Esto fue posible por la actitud del presidente Avellaneda y su ministro de Guerra, Julio Argentino Roca.
La quita del nombre de Roca en una de las calles principales de General Pinto fue una verdadera fiesta popular. Me tocó la suerte de acompañar al intendente Alexis Guerrera a bajar la placa con el nombre del militar genocida y descubrir la nueva con el auténtico nombre de “Pueblos Originarios”. El intendente luego pronunció palabras plenas de humanismo acerca de qué significan las culturas milenarias de los pueblos originarios y su derecho a la vida y a sus formas de vida. También en ese sentido se pronunció el director de Cultura de la ciudad, Julio Galván. Y todo terminó con los números artísticos que desarrollaron representantes mapuches que viajaron desde Los Toldos: con su música, sus danzas, sus exclamaciones de saludo y amistad. El fin de fiesta se dio en un salón de la ciudad donde disertamos acerca de cómo, en este país, se cayó desde la cima generosa de aquel Mayo de 1810 con su búsqueda de Igualdad en Libertad, a los monstruosos crímenes de un Roca y de la dictadura militar de la desaparición de personas. Todo en un tono auténtico con la belleza de lo autóctono. Quedó formado un ambiente en ese lugar de la generosa tierra de búsquedas de nuevas formas de convivencia y de defensa de la vida por sobre todas las cosas.
En esto ayudó la visita del historiador Marcelo Valko, que presentó su libro Pedagogía de la Desmemoria, una verdadera revisión de la historia oficial con las pruebas de las deslealtades sufridas por nuestro país por gobiernos y dictaduras que decían que traían el “progreso”. Y la pregunta es: ¿el progreso para quién trajeron? Y aquí es fundamental la repartición de las tierras después del genocidio de los pueblos originarios. El historiador Valko siguió luego su gira por Vedia y General Villegas, cercanas de General Pinto y de sus experiencias históricas.
Y todo este impulso culminó el jueves, allí, en pleno centro de Buenos Aires, junto al monumento al genocida y a su diagonal Julio Argentino Roca. Un público absolutamente joven con músicos jóvenes y oradores que trajeron a la Etica como principio fundamental de la vida. Sí, todo bajo la consigna de “Chau Roca”. Se trató de dilucidar ahí, con la palabra, por qué los argentinos en vez de tener a pocos metros del Cabildo una escultura que represente el pensamiento de Mayo y la grandeza del pensamiento de un Belgrano, de un Castelli, de un Mariano Moreno, no, tenemos en ese bronce a un genocida. A un exterminador de pueblos. Al que repartió la tierra con un sentido de desigualdad pocas veces visto en la historia del ser humano. Aquel que en vez de cumplir con las palabras del Himno Nacional desde 1813 (aquello de “Ved en trono a la noble Igualdad”), otorgó cuarenta millones de hectáreas de nuestras pampas a 1800 estancieros socios de la Sociedad Rural. A quien restableció la esclavitud con el famoso “Hoy reparto de indios”, en las plazas públicas de Buenos Aires.
Qué acto pleno de juventud y generosidad el del jueves pasado. Con la música realmente joven de conjuntos plenos de vida y alegría y un público entusiasta por terminar con ese bronce abominable de un militar que importó diez mil fusiles Remington, el arma con que los estadounidenses habían eliminado a los sioux y a los pieles rojas, para humillar para siempre a nuestras generosas pampas con la muerte y la desigualdad. Ahí cambió la Argentina: optó por el “progreso de la desigualdad”. Roca: el autor del genocidio del “desierto”, de la represión obrera y de la miserable y sucia Ley de Residencia, la 4144, sólo posible en las dictaduras más innobles de la historia del ser humano.
El del jueves a la noche fue un acto de mano generosa, con medios barriales cuyos periodistas anotaban todos los detalles, con músicos pura juventud que derramaron sonidos y ritmos para una multitud plena de optimismo y dispuesta a cambiar lo injusto por el abrazo fraterno. Y estuvo siempre la pregunta: ¿por qué los argentinos, luego de ese pensamiento de Mayo generoso de pura Igualdad y Fraternidad, le pudieron levantar un monumento a un genocida que practicó la muerte y la desigualdad con ritmo de marcha militar? ¿Por qué no se continuó con el pensamiento de un Belgrano, de un Castelli, de un Mariano Moreno? Nombres para recordar siempre. Ese Belgrano, después de su vida dada al pueblo y muerto en la pobreza más absoluta mientras el general genocida, hoy en bronce, recibía como premio por sus crímenes 60.000 hectáreas de las mejores tierras para su estancia La Larga. Por haber matado, por haber reimplantado la esclavitud: “Hoy reparto de indios, chinas y chinitos”, como informaron los diarios porteños después del genocidio roquista.
Sí, en el acto del jueves, junto al monumento que la Etica tiene que sacar cuanto antes, se juntaron los que piensan en otro país. Hubo allí una especie de fiebre de aquel Mayo de nuestra Libertad. Hubo representantes de partidos políticos que hablaron con absoluta claridad frente a esa Legislatura porteña, hasta hoy de puertas cerradas que tienen que abrirse ya para el pensamiento de Libertad, Igualdad, Fraternidad que caracterizó a nuestra generosa primera historia de los argentinos. Seremos fieles a ella cuando logremos como primer paso desmonumentar al genocida de pueblos, que cambió aquellas tres hermosas palabras por las de Muerte, Desigualdad y Odio entre los pueblos que habitan este generoso suelo y lo cercó con el alambre de púa del latifundio.
Unas jornadas donde el optimismo comenzó a echar fértiles raíces.

Osvaldo Bayer

viernes, 22 de junio de 2012

A 10 años de la Masacre de Avellaneda: Alberto Santillán. “Los asesinos están impunes porque tienen poder”




Alberto Santillán, padre de Darío Santillán, dialogó extensamente con ACTA a diez años de la masacre de Puente Pueyrredón. Santillán señaló: "¿Qué Justicia se puede esperar?. Los asesinos están impunes porque tienen poder”. El padre de Darío embistió contra el poder político, judicial y la "maldita policía".

-¿Cuál es su visión a diez años de la masacre?
¿Qué visión puedo tener cuando el ex policía Alfredo Franchiotti que asesinó a mi hijo es trasladado a Baradero, a una cárcel de régimen abierto, es decir me lo puedo encontrar caminando por la calle. Son asesinos del poder. Tienen impunidad. Jorge Vanossi, implicado en el caso es hoy miembro de la Corte Suprema de Justicia de la provincia de Buenos Aires. ¿Usted lo imagina volviendo a meter en la cárcel a Franchiotti?
-¿Y los autores intelectuales?
Tampoco les pasó ni les pasará nada a Eduardo Duhalde, Felipe Solá, el ex ministro de Justicia, Luis Genoud. Ninguno de los implicados es investigado siquiera. Pero ojo, que no crean que vamos a bajar los brazos, seguiremos pidiendo Justicia, marcando a fuego a los asesinos. El juez Adrián Lijo tiene la causa encajonada, la fiscalía tampoco hace nada y la maldita policía sigue como si nada.
-Las muertes son diarias pero no salen en los diarios...
¿Cómo no unir estas muertes con el crimen de Natalia Medelmam de Miramar, el hecho de que el asesino del maestro Fuentealba ande tranquilo por la calle?. Hay una constante. Las cárceles están para los pobres. Con el poder, la Justicia mira para otro lado.
-¿Qué le enseño su hijo?
Lo que hace que esté peleando. Lo mataron pero multiplicaron sus ideas. Por todos lados hay miles de jóvenes con él con sus mismos ideales de justicia. Como no me va a dar orgullo. Darío está vivo en cada uno de ellos, y sigue peleando. Que sepan los asesinos, Maxi y Darío se multiplicaron a través de su ejemplo.

Carlos Saglul (ACTA)

El paro camionero y la crisis política




La reacción del gobierno frente al paro camionero ha desatado una crisis política de larga incubación. Después del ‘roce’ con Cameron, la Presidenta ha amenazado al sindicato camionero, primero con la fuerza pública (ley de abastecimiento) y con la intervención; luego con la Gendarmería. ¿Para qué? Para defender a rajatablas el ajuste “en casa”: paritarias con techo y la confiscación impositiva del salario. El sindicato de Moyano reclama un 30 por ciento de aumento y la elevación del mínimo no imponible. Página/12, el domingo pasado, defendió el impuesto al salario en nombre de la ‘redistribución del ingreso’.
La advertencia de una intervención a los camioneros tiene como antecedente la amenaza de retiro de la personería a los técnicos aeronáuticos, por parte del camporista Kicillof, y coloca al gobierno “nac & pop” en la saga de la revolución libertadora. El arbitraje oficial contra la clase obrera se lleva adelante con unos métodos encarnizados que jamás se pusieron en marcha contra los especuladores capitalistas.
Moyano, por su parte, se manifestó dispuesto a bajar la pretensión de aumento del 30 por ciento si el gobierno sube el mínimo no imponible. Pero no dijo de cuánto tiene que ser esa suba, lo que deja la puerta abierta a un acuerdo en torno de un aumento efectivo inferior. Según los mentideros oficiales, CFK piensa elevar el mínimo después del congreso de la CGT. Pero no en más de un 20 por ciento, en línea con los aumentos homologados en las paritarias. Esa variante deja la exacción impositiva al salario en el mismo nivel que existía antes de las paritarias, en el mejor de los casos.
Desde el anuncio de la “sintonía fina”, el moyanismo se dedicó a una escalada de chicanas verbales con el gobierno -mientras dejaba pasar aumentos a la baja en la abrumadora mayoría de las negociaciones colectivas, sin promover una respuesta de conjunto. A la intervención de los K en la CGT, Moyano no respondió con un programa y un plan de lucha contra el ajuste.

La lucha por la sucesión

Moyano estuvo subordinando los intereses de los trabajadores a sus choques con el gobierno. Sostuvo reuniones con Scioli y con Lavagna en función de un armado político patronal para 2013 -nada que ver con un gobierno de trabajadores. Ese armado opositor propugna un ajuste fiscal a costa de tarifazos. Una lucha consecuente por las reivindicaciones obreras es incompatible con las alianzas políticas con estos ajustadores.
Dentro de los ataques del kirchnerismo a Moyano, Horacio Verbitsky denuncia el uso de “métodos gremiales para dirimir un conflicto político”; pretende que las paritarias y el impuesto al salario se zanjen en 2013 (Página/12, 17/6). Pero, en realidad, es el gobierno el que ha convertido a la lucha por la sucesión presidencial en un ataque contra el movimiento obrero y en una cruzada para convertir a la CGT en un anexo de la Rosada. El trabajo sucio de atacar el paro camionero quedó en manos de “Ciccone” Boudou, hasta que CFK tome la cadena. Los arribistas del kirchnerismo han salido a una campaña reeleccionista en nombre del “constitucionalismo popular”, para ocultar la marcha del ajuste y la regimentación sindical. El kirchnerismo viene condicionando la ayuda nacional para el pago de los sueldos bonaerenses a que Scioli desista de armar una lista propia para las parlamentarias de 2013. Por ahora, el oxígeno oficial llegaría para pagar los sueldos de junio, aunque el anuncio del “pago en fecha” quedó en manos del cristinista Mariotto.

Plan de lucha

Con su largo inmovilismo, Moyano confiaba en salvar la ropa de la paritaria camionera al final de las restantes negociaciones colectivas. Pero el gobierno resolvió que cualquier aumento de salarios de los camioneros debería ser bancado sin la ayuda estatal. Como también ocurre en ferroviarios o en Luz y Fuerza, el ajuste de los subsidios oficiales se opera a través de los trabajadores, no de la gestión capitalista.
Al final, un paro obrero terminó concentrando todos los elementos de la crisis política.
Los límites del moyanismo para dar una respuesta a esta escalada son insuperables. La crisis planteada exige un planteo y un programa de la clase obrera frente a sus reivindicaciones inmediatas y frente al conjunto de la crisis política. En sus diferentes vertientes, la política de la burocracia sindical coloca los reclamos obreros como moneda de cambio de las fracciones capitalistas que emergen del derrumbe de la política oficial.
El porvenir de los reclamos exige, en cambio, una orientación política y sindical independiente para la clase obrera, que debe manifestarse en un programa: abajo el ajuste, salario igual a la canasta familiar, por el pago integral de las asignaciones familiares; eliminación del impuesto al salario hasta los 15 mil pesos mensuales; por la liquidación del IVA, por impuestos progresivos a la tierra y a la especulación inmobiliaria; el cese del pago de la deuda externa, nacionalización sin pago de las privatizadas (en quiebra), fuera el capital financiero internacional del petróleo; por un Congreso de Bases del movimiento obrero y una alternativa política propia de los trabajadores.

Marcelo Ramal

jueves, 21 de junio de 2012

Acerca del conflicto entre el sindicato de camioneros y el gobierno nacional




Para Guillermo Almeyra, autor de este artículo, “Cristina Fernández debe ajustar cuentas con sus valiosos aliados anteriores- los dirigentes sindicales burocráticos de la CGT- porque por sobre ellos y haciendo de ellos los cabeza de turco dado el desprestigio que tienen, se lanza a desmantelar la resistencia obrera”. Asimismo, afirma que este conflicto es “una lucha contra la represión, por la liberación de los presos sociales, por paritarias libres, por aumentos por sobre la inflación, por la eliminación del Impuesto a las Ganancias que se aplica a los salarios, por una CGT independiente del Estado.”


Por ANRed - L (redaccion@anred.org)

Frente Obrero-Popular en defensa de los derechos sindicales y las paritarias y por la anulación del impuesto a las ganancias aplicado a los salarios
Por Guillermo Almeyra

En el actual conflicto entre el sindicato de camioneros y el gobierno se juega el control de los sindicatos y de la CGT por éste y la necesidad del gobierno de impedir toda resistencia obrera a las facilidades dadas al gran capital industrial, petrolero y minero para tratar de capear las crecientes dificultades económicas resultantes precisamente de la aplicación de una política distributiva y asistencialista diseñada para aumentar las ganancias de los capitalistas (aumento de la productividad obrera, salarios bajos y controlados, fuerte porcentaje de la mano de obra en negro), dejando para la asistencia estatal las necesidades de los trabajadores y de los sectores pobres de las clases medias en servicios y viviendas y haciendo de los salarios reales una variable. Como Margaret Thatcher en su momento, cuando se lanzó contra los mineros, el sindicato inglés más fuerte, Cristina Fernández debe ajustar cuentas con sus valiosos aliados anteriores- los dirigentes sindicales burocráticos de la CGT- porque por sobre ellos y haciendo de ellos los cabeza de turco dado el desprestigio que tienen, se lanza a desmantelar la resistencia obrera.
La burocracia sindical es la expresión de la ideología y de la dominación capitalista en el movimiento obrero. Pero lo es de un modo particular, porque al mismo tiempo debe expresar deformadamente los intereses de los trabajadores de base, a los que, simultáneamente, sirve como productores y consumidores y traiciona como proletarios y ciudadanos. El fascismo y los gobiernos burgueses más duros no pueden aceptar sindicatos con cierta independencia y menos aún sindicatos democráticos. Recurren a aparatos corporativos, sometidos, intermediarios del gran capital ante los trabajadores. La debilidad del movimiento sindical reivindicativo, al mismo tiempo, radica en que en los momentos de crisis capitalista representan sólo al sector más acomodado de los obreros ocupados y no al conjunto de los trabajadores y, en particular, tampoco a los tercerizados, en negro, o a los que están dispersos en pequeños talleres. Los aparatos burocráticos, además, están desprestigiados ante sus bases por su corrupción y su autoritarismo y conservadurismo y son vulnerables al ataque gubernamental contra los bienes sindicales (obras sociales, cuentas bancarias). Para defender los sindicatos, por consiguiente, hay que ir más allá de cómo son hoy y democratizarlos combinando movimientos de base con la afiliación masiva y con la construcción de comités de fábrica, de lucha, de empresa, o sea con organismos que agrupen afiliados y no afiliados sobre una base ágil y democrática.
Pero existe también un interés común entre esta base democrática que va más allá de los aparatos burocráticos y adopta decisiones independientes y los aparatos sindicales, frente al patrón y al Estado de los capitalistas. Ese interés reside en la defensa intransigente de la independencia de clase frente al Estado, los patrones, los partidos de éstos. Porque si enjuicia a los dirigentes camioneros por mantener una movilización durante una paritaria, el gobierno actúa como defensor de los patrones y no quiere sólo golpear a dirigentes que no le son fieles sino, sobre todo y particularmente, a la organización sindical.
Perón reprimía las huelgas de los obreros peronistas con el argumento infame que usaba también Stalin: los obreros no pueden hacer huelga contra su propio Estado. Ahora bien, mientras unos trabajen para que otros vivan bien, los que trabajan tienen intereses propios frente incluso a “su” supuesto gobierno o Estado y deben defenderse de éste. Supuesta heredera de un supuesto “Movimiento nacional y popular” que sólo existió en la imaginación de charlatanes como Laclau, Cristina Fernández cree dirigir una amalgama entre un sector obrero, la polvareda social de los sectores de las clases medias pobres, y el poderoso sector de los grandes industriales y comerciantes. Organizativamente, eso se expresa en una CGT burocratizada y progubernamental, las corporaciones empresariales e industriales y las agrupaciones políticas burocráticas (líderes locales territoriales y sus punteros y las agrupaciones tipo La Cámpora creadas y financiadas desde arriba). O sea, mediante un sistema corporativo semejante al del fascismo italiano, cuyo vértice –el Duce o la Líder- se mueve con aparente independencia según el momento y las presiones.
Néstor Kirchner, de modo clásico, gobernó con Hugo Moyano como vicepresidente del partido y negociando con los intendentes, gobernadores y otros barones. Cristina Fernández, en su soberbia, pero presionada también por la crisis, cree en cambio poder prescindir de los burócratas sindicales y de los barones territoriales y gobernar con su propio aparato pagado y dependiente de ella, La Cámpora. Quita la obra social, que es de los afiliados, al sindicato de trabajadores rurales, enjuicia a los líderes camioneros, quiere darle la CGT a los Gordos, que son felpudos del capital y de los gobiernos, va a una prueba de fuerza con el sindicato más fuerte y estratégico –camioneros- y con el líder burocrático que hasta hace poco era su aliado y puntal.
Éste, por su parte, resucita un lenguaje clasista y los programas de Huerta Grande y La Falda y denuncia la ruptura de CFK con el peronismo histórico, tratando de superar por la izquierda a la Líder que busca una nueva reelección (que según su ideólogo Laclau debería ser por tiempo indefinido). Como parte de esta izquierdización de Moyano, que le atrae los rayos del gobierno, figura la consigna de eliminar para los trabajadores el Impuesto a las Ganancias porque el salario no es ganancia. El gobierno responde con represión y judicialización de la lucha por un aumento salarial que al menos absorba la inflación real porque busca, precisamente, disminuir los ingresos reales aunque aumente los nominales y acabar con toda relativa independencia sindical.
La CTA- Micheli apoya ya al sindicato de camioneros y parte de la izquierda también. Esta lucha es también nuestra. Porque es una lucha contra la represión, por la liberación de los presos sociales, por paritarias libres, por aumentos por sobre la inflación, por la eliminación del Impuesto a las Ganancias que se aplica a los salarios, por una CGT independiente del Estado. Por eso hay que formar un Frente obrero-popular que derrote los intentos represivos y antisindicales del gobierno.

miércoles, 20 de junio de 2012

La guerrilla urbana cumple cincuenta años




De izquierda a derecha: Juan Carlos Cibelli, Ariel Hendler, Jorge Borean y Jorge Pérez.

Tras cumplirse cincuenta años de la primera acción urbana armada en Argentina, precursores de lo que después fueron las Fuerzas Argentinas de Liberación (FAL) relatan sus experiencias. Por ANRed

Por ANRed - Sur (redaccion@anred.org)

Hace cincuenta años, en la madrugada del 16 de junio de 1962, tuvo a lugar la primera acción armada de guerrilla urbana, en la cual se asaltó la armería del Instituto Geográfico Militar del barrio de Palermo. Quienes estuvieron detrás del golpe, fueron miembros de una agrupación secreta sin nombre que fue precursora de las Fuerzas Argentinas de Liberación (FAL).
Con motivo del quincuagésimo aniversario de este operativo, miembros fundadores y de generaciones posteriores dieron una charla, organizada por miembros de la agrupación estudiantil “El Viejo Topo” en la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires, sede de Marcelo T. de Alvear 2230. En dicha ocasión, los miembros fundadores Juan Carlos Cibelli, Jorge Pérez y Jorge Borean relataron la preparación del operativo junto a los motivos de su decisión de levantarse en armas.
Cibelli relató varios detalles sobre el desarrollo e implementación del asalto. “Planeamos todo como siete u ocho meses antes, juntábamos planos, estudiábamos a la gente del instituto, juntamos los contactos y hasta hicimos un molde de la llave de la armería e hicimos una nueva”. La incursión contó con el apoyo de catorce miembros de la agrupación (siendo su total de dieciocho miembros en ese entonces), se hizo prácticas con escaleras improvisadas, corte de alambres y creación de rutas de escape.
“Fue una operación hecha con precisión quirúrgica” dice Jorge Pérez, miembro fundador. Hizo énfasis en el uso del secreto para evitar caer en un enfrentamiento armado y poder pasar desapercibidos. También contaron que dejaron en la escena un boleto de tren como pista falsa donde figuraba el nombre José C. Paz, barrio que en ese entonces contaba con una población militar perteneciente al bando “azul”, facción más cercana al peronismo dentro del ejército.
En medio de una charla muy íntima contaron, además, el motivo que los llevó a alzarse en armas. Cibelli relató su experiencia en Mir-Praxis, de Silvio Frondizi, un abogado intelectual que se separaba del trotskismo y el stalinismo. Junto a Frondizi se formaron los primeros miembros de la futura FAL, pero decidieron armar un grupo nuevo debido a la poca eficacia del proceder puramente intelectual.
“Lo importante para nosotros era entender, entender la realidad, eso nos decía Silvio” dijo Cibelli.
Además, otro motivo de su alzamiento era cambiar las cosas en un país cuya ebullición política y social eran cuestión de todos los días. “Si uno se lo pone a pensar -decía Cibelli- no había otra cosa que hacer”.
También estuvieron presentes las miembros de segunda generación como Viviana Ressig y Ana Elgarte, quienes relataron su ingreso a las FAL (constituidas ya como tales) por medio de contactos en el caso de Ana y de la fusión del FAL 22 con la rama “original”.
Estuvo presente también Ariel Hendler, autor del libro “La guerrilla invisible” y licenciado en psicología de la UBA. Hendler dio detalles con gran precisión, como resultado de su investigación sobre las FAL a modo de ilustrar con mayor cantidad de datos los relatos contados.
Así finalizó el encuentro, donde estos y estas militantes mostraron una parte de sí, una parte que decidió sustentar sus palabras con la acción de la insurrección: la decisión de entender la realidad circundante, de cambiar el país dentro de las acciones posibles, de llegar a un objetivo común, alzándose contra la represión de turno.

Saludo de las FARC-EP al Foro "Lucha anticapitalista, prisioneros y prisioneras políticas y de guerra"


lunes, 18 de junio de 2012

Entrevista: Ida Garberi, periodista italiana en Cuba. `Creo en una prensa más de abajo a la izquierda´


cubainformacion.tv

Por paro de gráficos no salió el diario La Nación por primera vez en 142 años


Según informa la propia web del periódico tradicional de la oligarquía argentina: ¨Como consecuencia de una medida de fuerza de personal de la planta impresora, la versión papel del diario LA NACION no llegó esta mañana a sus lectores por primera vez en 142 años¨. El paro y toma de planta fue causado por 30 suspensiones, luego convertidas en despidos, de trabajadores que reclamaban aumento de salario y mejora en condiciones de trabajo. Reproducimos a continuación un mensaje de un trabajador gráfico del diario.

Harto de que la culpa la tengan siempre los trabajadores.

Estoy cansado como trabajador gráfico que siempre las culpas las tengan los trabajadores, reconozco que si, estamos tratando de lograr un aumento salarial, acorde a lo que este diario refleja todos los días es sus páginas sobre el costo de vida, pero con los derechos que nos da la constitución nacional para ejercer nuestros reclamos. No comparto para nada las mentiras que sacó la empresa en los medios sobre lo que pasó con la impresión del Sábado 9/6/12, no vamos a ser complices los trabajadores de esas mentiras. El diario se vio con problemas en su salida a la calle, por el lamentable estado en que se encuentran las maquinas en su totalidad, no tienen ningún tipo de mantenimiento desde hace años, su estado es deplorable y lamentablemente, esta Planta Impresora que cuando se inauguró era un modelo en toda Sudamérica, en tecnología de impresión, hoy da lástima. Invito a los accionistas de este diario, a que vengan de visita a esta planta impresora, a recorrer junto a los TRABAJADORES, quienes les van a explicar el estado en que se encuentra cada máquina y que se precisa para que dichas máquinas vuelvan a trabajar a full y sacar el diario en los tiempos normales de salida a la calle. La solución no es llevarse solamente las ganancias, la solución es invertir en tener las maquinas en óptimas condiciones de funcionamiento y en tener diálogo con este personal calificado con el que se cuenta y no creyendo que el problema se soluciona trayendo personal contratado, que no solo no sabe ni como es el funcionamiento de una máquina, lo peligroso es que no cuentan ni siquiera con el equipamiento para estar al lado de una máquina, ni vestimenta ni saber como se trabaja, una mezcla muy peligrosa

domingo, 17 de junio de 2012

El día que bombardearon Buenos Aires.


Retrato de un genocidio: Fátima


“Para el Estado cuando un indígena muere es un problema menos”




Entrevista con Félix Díaz, líder de la comunidad originaria Qom, al norte extremo del territorio argentino

"Los que más voz tienen son los menos escuchados"

Eduardo Galeano

Al decir, las palabras de Félix Díaz vienen volando de lejos. No precisa de altavoces cuando vibra la comunidad Qom mediante su mensaje. Apresado, maltratada su familia, desheredado y sin camisa, Félix es la autoridad indígena más reconocida del territorio argentino. Se la ha llevado peleando junto a su pueblo toda la vida en el extremo norte de un país que, por un costado parece ejemplo de democracia representativa, y por otro, rezuma odio de clase, de origen, de brutalidad terrateniente y venganza del capital.
Félix Díaz no es histriónico, dice con voz segura y desde abajo, como si sus afirmaciones fueran árboles sin tiempo. Sólidos y brillantes al mediodía, a pesar de todos los dolores y las ramas carbonizadas.
-La comunidad Qom empieza a sentar su ‘existencia medial’ en los últimos años, hace muy poco tiempo. Tan fuerte es el racismo, tanto el odio y el desprecio. ¿Por qué decidieron volverse ‘visibles’?
“Comenzamos a manifestarnos en el 2010 frente al Estado provincial a causa de una nueva ola de despojo territorial y la negación de los derechos constitucionales que se deberían aplicar para proteger los territorios y la integridad física de los pueblos de Formosa. Hemos dicho que no queremos más que se nos trate como objetos, sino como seres sujetos de derecho. Por eso es legítimo y legal que luchemos por frenar la violencia en nuestra contra, y terminar con los ataques que pretenden silenciar nuestras demandas: tierra y vida. El 23 de noviembre de 2010 perdimos a nuestro hermano, Roberto López, en manos de la policía de Formosa, y hasta ahora no se ha investigado ese hecho. No existe ningún policía detenido. Sólo indígenas han sido procesados por resistencia a la autoridad y un montón de figuras con el fin de acusar a los pueblos indígenas de ser ‘los malos’ de la película. El gobierno de la provincia apoya y defiende el accionar armado de la policía, quemando nuestras casas, los documentos nacionales de identidad. Apresaron a mujeres, ancianos y niños. Actualmente, continúa peleando el hermano Samuel Garcete que está inválido en un hospital y ha sido también víctima de la represión. El caso nuestro ha sido conocido por la tragedia del 23 de noviembre de 2010. Hemos recibido apoyo de profesionales, artistas, intelectuales, de muchísima gente que repudia la actitud de este gobierno democrático que lo único que hace es tapar la injusticia con discursos mediáticos.”
-¿Y los derechos sociales en el país ‘de los Derechos Humanos’ como reza la propaganda oficial?
“Esto no da para más. No podemos andar sólo mirando el sufrimiento de nuestra gente cuando muere algún hermano por falta de acceso a la salud, falta de acceso a la justicia. Hemos demostrado que nuestra lucha es justa y nunca exagerada. Estamos intentando ser parte de este país que se dice ‘Argentina’, y que todavía ignora nuestra existencia. Nos han reconocido como ‘pueblo preexistente’, pero no se nos respeta como corresponde.”

ABAJO Y ARRIBA, LA TIERRA

-En Argentina la propiedad de la tierra, la reforma agraria o el latifundio son tabúes. ¿Cómo enfrentar el robo que han sufrido?
“De las tierras no se habla porque el gobierno dice que ese problema está en manos de la justicia, y cuando nosotros exigimos el cumplimiento de la ley 26.160 –creada para garantizar la regularización de las tierras de los pueblos indígenas- se nos burla y posterga.”
-¿Cuál es la reivindicación que enarbolan al respecto, en un Estado argentino que fundó la propiedad privada de la tierra en el obsequio a un puñado de terratenientes de casi 42 millones de hectáreas hacia fines del siglo XIX y primer cuarto del XX?
“Nosotros continuamos reclamando la devolución de las mil 300 hectáreas que están en poder del Parque Nacional, el cual es propiedad del gobierno de la provincia y de una familia criolla privilegiada por el gobernador Gildo Insfrán –que lleva 5 períodos en el cargo y tres como vice Gobernador- . Existe una corrupción enorme que facilita la persecución indígena y la de sus dirigentes cuando se manifiesta cortando la ruta. Allí se deja caer una sanción penal ‘para que dejen de joder’ como ellos dicen, porque ‘los indios son vagos, haraganes y para qué quieren tierra’.”
-Como gran novedad, los poderosos los acusan de estar ‘contra el progreso’…
“La tierra es parte de nuestra existencia. No es negociable ni un recurso económico, como sí la ven los empresarios que tienen mucha hambre de destrucción de la misma vida. Deseamos mantener a la Madre Tierra intacta frente a la contaminación ambiental debido, entre otras, a la fumigación de la soja.”

EL ESTADO CALLA PORQUE TIENE LA FUERZA

-El pueblo mapuche, sobre todo el que sobrevive en territorio de Chile, diariamente es golpeado por el Estado uniformado. Ustedes se encuentran en el norte, ¿se trata del mismo viejo combate?
“Lo que sufre el pueblo mapuche en territorio de Chile nos provoca mucha tristeza. Me dan mucha bronca los balazos sobre ancianos, mujeres, niños. No sé si se trata de gente o de inhumanos los que disparan. Sé lo que es sobrevivir en medio del ataque cotidiano de una fuerza armada que lo único que hace es matar y no discutir. Muchas veces no nos dejan dormir siquiera, preocupados de si habrá mañana para nosotros.”
-Parlamentar es una práctica añosa de los pueblos indígenas…
“Los indígenas siempre hemos querido hablar, decir las cosas como son. Pero el Estado se niega al diálogo. Para él cuando un indígena muere es un problema menos. Sin embargo, no es admisible que existan categorías de personas entre los seres humanos por tener un color distinto, un idioma distinto.”
-¿Qué vínculos tienen con los indígenas de los países vecinos?
“Los indígenas que habitamos el norte nos relacionamos con los del Paraguay, Bolivia y otros países. ¡Y compartimos la misma cosmovisión! La muerte planificada proveniente del Estado y los grandes terratenientes para borrarnos del planeta ha sido esquivada sabiamente por nuestros ancestros. Pero no se conforman con haber matado a millones de indígenas. Nosotros damos nuestras vidas porque amamos a la Madre Tierra. Y estamos convencidos que la única forma de salir de este problema es a través de un diálogo político. La justicia no sólo tarda, sino que no funciona para nosotros. Sólo falta voluntad política de los Estados.”

LA DISCRIMINACIÓN NO PUEDE EXPLICARSE CON PALABRAS

-Ahora mismo está en curso la campaña para desalojar el céntrico monumento al general y ex presidente de la nación, Julio Argentino Roca (http://www.argenpress.info/2012/06/argentina-por-que-urge-decapitar-al.html), mata originarios y mata trabajadores. ¿Qué significa para la lucha del pueblo Qom?
“La Campaña para sacar el monumento del general Julio Argentino Roca de la Ciudad de Buenos Aires, es una gran oportunidad para decir lo que sentimos. El general Roca fue el ideólogo de tanta muerte. Claramente sacar la estatua no nos soluciona los problemas de fondo, pero al menos nos brinda la posibilidad de decir y contar cómo es la vida de los pueblos indígenas. El pasado siglo y el presente es y será recordado por miles de indígenas perseguidos y arrinconados en lugares inhóspitos. Desde el comienzo de la colonización que nos han corrido hacia el monte para hacerse de nuestras tierras. Y ahora ocurre que donde nos trasladaron a la fuerza se encuentran los recursos más codiciados por ellos. Nos matan otra vez y nos arrebatan lo poco que nos quedó. Lo mismo ocurre con la resistencia de los hermanos de Chile, de Bolivia, de Paraguay.”
-Los Estados en América Latina no fueron una creación de los pueblos indígenas…
“La zona que nosotros habitamos linda con la frontera de Paraguay. Entonces cuando de Argentina se pasa al Paraguay, hay que decirse paraguayos y cuando ocurre al revés, hay que decirse argentinos, toda vez que los indios no teníamos fronteras. Por eso cuando mueren muchos indígenas, no aparecen en los informes porque no están registrados. La discriminación de los Estados es muy difícil de explicar con palabras.”

Andrés Figueroa Cornejo

¿Viviendas para todos o nuevo anuncio mediático?




El anuncio de una línea de créditos para la construcción de 400 mil viviendas en los próximos 4 años es otro de los golpes de efecto mediáticos cristinistas que tanto conmueve el imaginario progresista argentino y le impone seguir apoyando el “modelo” a pesar de todas sus “falencias”. Leyendo la coyuntura política, donde empiezan a emerger signos de descontento entre sectores de masas (algunos de carácter progresivo y otros donde suenan las cacerolas gorilas que estuvieron con el campo) es evidente que el nuevo plan, busca contrapesar en parte esas tendencias políticas. Para respetar una tradición, el cristinismo muestra en este anuncio sus propios límites para dar solución a los problemas de fondo que viven las masas obreras. Mientras, como se señala acá, CFK “pesifica” sus “ahorritos de 3 millones”, la vida en las barriadas obreras y populares discurre por otros caminos, como lo hicimos público en este programa. Esto prepara, a futuro, condiciones de estallidos y rebeliones que el cristinismo, por ahora, logra desplazar en el tiempo.

Un plan más y van…

Como bien señalan los compañeros del sitio Plaza de mayo. Com “éste no es el primer plan de estas características que llevó adelante el kirchnerismo”. La pregunta de que pasó con los anteriores nos remite al fondo de una medida que puede terminar cubriendo parcialmente las necesidades de determinados sectores de los trabajadores y las clases medias, pero dejando sin solución global el problema de la vivienda nacional. Como se señala acá, el déficit habitacional en Argentina alcanza los 3,5 millones de viviendas, es decir medio millón más que en el 2001. Por lo tanto el plan anunciado con bombos y platillos, apenas alcanzaría a cubrir poco más del 10% del déficit existente. Otro indicador, citado acá, es que los 5 planes de vivienda anteriores que lanzó el gobierno nacional desde el 2007 sólo redujeron el déficit habitacional en un 5% entre ese año y el 2009. A esto le podemos agregar que el precio del metro de construcción, dependiendo del lugar, limita la calidad de la vivienda. Acá se dice “Para construir en Córdoba (…) una modesta vivienda de 75,7 metros cuadrados, se requieren entonces unos 230000 pesos (…) para quienes ganen hasta 5.000 pesos por mes de salario (…) el monto máximo de crédito asciende a 200 mil pesos. Con los indicadores que tomamos como referencia, no llegarían a los 230 mil mínimos para edificar”. Es decir, el plan prevé la posibilidad de construir un lugar con comodidades mínimas, algo bastante más modesto que la casa que CFK tiene en El Calafate o el departamento de Boudou en Puerto Madero. Pero además, “los tomadores del mismo (el crédito, NdR) deberán asumir los mayores incrementos de los costos de construcción que se presentarán en el transcurso de la obra (…) este plan (…) agregará demanda adicional por lo que es previsible que los niveles de aumento de los precios de la construcción sigan o incluso aumenten las tasas de incremento”. (Ver acá). De esta forma, quienes logren acceder al crédito, deberán edificar en un “plazo rapidísimo” para que los mayores costos de construcción no impliquen quedarse con cada vez menos dinero.

La tierra, ese “bien escaso”

El plan, a pesar de tomar la cuestión de la tierra, lo hace de una manera absolutamente formal. En su discurso CFK anunció el sorteo de 1820 hectáreas, cuando tan sólo el Ministerio de Defensa “tiene, exactamente 884 mil hectáreas”. La cuestión de la tierra no es un problema menor, sino un elemento central de la crisis de la vivienda. Como señala Le Monde Diplomatique “Un estudio realizado en agosto de 2011 muestra que el precio de los terrenos entre 2004 y 2011 aumentó en el partido de Moreno 747% y en el de Almirante Brown 608%. En el caso de la Ciudad de Buenos Aires, el incremento del precio de los terrenos fue de 271% en el período, llegando a incidir entre un 30% y un 50 % en el costo de una construcción, cuando históricamente lo aceptable era de hasta un 25%”. De este modo, quienes no tengan su propio terreno, deben tomar en cuenta este enorme costo y esto puede generar que muchos de quiénes accedan al crédito posiblemente terminen construyendo en un terreno compartido, lo que lleva al crecimiento del hacinamiento.
La sola mención de 1820 hectáreas en el total de las 23 provincias suena a burla cuando el ex amigo de CFK, Carlos Blaquier, tiene más de 150 mil en Jujuy y, en la Patagonia, los hermanos Benetton concentran más de 1 millón de hectáreas. Pero además, las tierras que seguramente podrán incorporarse al plan se hallarán en los márgenes de las grandes ciudades. Como bien agrega Le Monde “Convertido el suelo urbano en una mercancía escasa y de oferta rígida, las urbanizaciones privadas compiten con las urbanizaciones “informales” (ocupaciones, asentamientos y villas miseria), desplazándolas cada vez más lejos de las oportunidades que la ciudad ofrece (medios de transporte, calidad del equipamiento y de los servicios) y convirtiendo a la dificultad en el acceso a la tierra en el primer obstáculo para el acceso a la vivienda (…) las familias que quieren adquirir un terreno para autoconstruir su casa (como hicieron históricamente los sectores populares) no pueden hacerlo, pues los terrenos más cercanos a las ciudades son retenidos a la espera de un mayor valor” (resaltado nuestro)

El marxismo y el problema de la vivienda

En 1873 Federico Engels señalaba “Lo que hoy se entiende por penuria de la vivienda es la particular agravación de las malas condiciones de habitación de los obreros a consecuencia de la afluencia repentina de la población hacia las grandes ciudades; es el alza formidable de los alquileres, una mayor aglomeración de inquilinos en cada casa y, para algunos, la imposibilidad total de encontrar albergue. Y esta penuria de la vivienda da tanto que hablar porque no afecta sólo a la clase obrera, sino igualmente a la pequeña burguesía”. Estas palabras, escritas hace casi 130 años, conservan una profunda actualidad como lo muestra el mismo artículo que ya citamos, donde se señala que “el 60% de los habitantes que llegaron al área metropolitana entre 2001 y 2006 se establecieran en asentamientos informales, la mayoría de las veces a través de ocupaciones. Se calcula que hoy existen 819 asentamientos, con una población de alrededor de 1.000.000 de personas (…) en una superficie de 6.484 hectáreas y una densidad de 164 habitantes por hectárea” El problema de la vivienda no es sólo déficit de lugares, sino además hacinamiento en villas miseria, superpoblación y carencia de servicios esenciales. Más allá del crecimiento económico de los últimos años a “tasas chinas”, esta cuestión siguió sin resolverse y sólo halló respuestas represivas como en Villa Soldatti o en Ledesma. Desde ese punto de vista, el kirchnerismo, como administrador del estado burgués, mostró sus enormes límites para dar una solución duradera a las necesidades del pueblo trabajador.
De ahí que, como decía Engels “Para acabar con esta penuria de la vivienda no hay más que un medio: abolir la explotación y la opresión de las clases laboriosas por la clase dominante”. Más adelante agregaba “toda revolución social deberá comenzar tomando las cosas tal como son y tratando de remediar los males (…) se puede remediar inmediatamente la penuria de la vivienda mediante la expropiación de una parte de las casas de lujo que pertenecen a las clases poseedoras, y obligando a poblar la otra parte”. En Argentina se calcula que hay a nivel nacional casi 2,5 millones de viviendas deshabitadas. En Córdoba, como señalamos acá se cuentan por decenas de miles. Es evidente que mientras, el problema de la vivienda siga estando bajo la órbita del estado burgués y de la propiedad privada será imposible una solución profunda y duradera a este flagelo. Precisamente por eso, el camino de la expropiación a los grandes capitalistas y especuladores inmobiliarios, así como la nacionalización del conjunto de las grandes propiedades terratenientes y terminar con los subsidios a los grandes empresarios, constituyen el requisito básico para avanzar en un plan de viviendas y obras públicas que contemple la extensión de las redes de los servicios de agua, cloaca, gas y electricidad a todos los hogaresy la construcción de las millones de casas que hoy necesita imperiosamente el pueblo trabajador. Es evidente que este programa no puede ser llevado adelante por este gobierno que ha hecho de los negocios para los empresarios amigos un modus operandi. La solución sólo puede venir de la organización y lucha del conjunto de la clase trabajadora, superando las barreras entre tabajadores nativos e inmigrantes, y superando la burocracia sindical, cómplice de este problema.

Eduardo Castilla y Matias R.

sábado, 16 de junio de 2012

Farmacity: No a la tercerización


Documental "Luz Mala"






Documental sobre la asamblea de vecinos que resisten en Berazategui, Buenos Aires, la instalación de la subestación Rigolleau desde el año 2005. Presentado en la Biblioteca Popular Manuel Belgrano el 17 de marzo del 2008.