El gobierno liberticida tiene varios planes en carpeta para liquidar Aerolíneas Argentinas. El propósito estratégico de liquidar el sindicalismo aeronáutico y mandar a cuarteles de invierno al conjunto de los sindicatos y la CGT. La operación cuenta con el acuerdo del conjunto de la burocracia sindical. El sector aeronáutico en conflicto con el gobierno por las paritarias, arrastra los pies y se adapta a las extorsiones del gobierno. Frente a una pérdida salarial que se calcula entre el 50 y 70%, las autoridades de AA ofrecen un 11% por los tres meses últimos. Es el porcentaje que aceptaron las burocracias de APTA (técnicos) y UPS (supervisores). El secretario general de APTA, Roberto Cirielli, denunció que los sindicatos en conflicto “no han conseguido nada” y “siembran el desconcierto” con los paros (La Nación, 9/11). Incluso los acusa de favorecer con sus acciones la privatización de la compañía. Cirielli habla por Hugo Moyano, alineado con la CGT en un pacto con Milei y Caputo. En la misma posición se encuentra la UOM que encabeza Abel Furlán, un kirchnerista; emplazado por Paolo Rocca, un mandamás de la patronal nacional, ha aceptado el régimen salarial impuesto por el gobierno, cuya secretaría de Trabajo es manejada por un hombre de Techint. En estos meses, AA ha ejecutado despidos encubiertos de 1.334 trabajadores, y sancionado con la cesantía a trabajadores de Intercargo. La capitulación de la burocracia sindical en su conjunto, en lo que hace a AA, representa un golpe para los trabajadores aeronáuticos y para la clase obrera en general. El movimiento obrero culmina una nueva etapa de inmovilismo sindical. La resistencia a las patronales y al gobierno, y la lucha reivindicativa, tomará la forma de un choque de los obreros con la burocracia sindical, a medida que se vaya asimilando y comprendiendo esta situación. Los sindicatos aeronáuticos enfrentan este desafío en lo inmediato.
Para liquidar la resistencia de los trabajadores, Milei sigue una ruta perfectamente delineada. En primer lugar, se dispone a abrir el espacio aéreo comercial a compañías extranjeras como Gol, Avianca, Air Canadá, en la estación alta del verano, cuando se espera un alza del 15% del movimiento de pasajeros; Gol y Avianca se encuentran en manos de un mismo holding empresario, porque las dos vienen de sendas quiebras comerciales. No ha habido ninguna presentación judicial contra este golpe a la hoja de negocios de AA; el retroceso del dólar frente al peso representa una gran oportunidad de ganancia para la compañía, que factura principalmente en moneda local.
En la operación de vaciamiento de AA, se anotan empresas fantasmas como Fly Bondi o Jet Smart, ligadas al macrismo, que obtienen licencias para operar antes incluso de tener los aviones. Al mismo tiempo, el gobierno iniciará la gestión para declarar a AA en concurso preventivo de crisis, lo que la habilitaría a reducir salarios; a despedir con indemnizaciones más bajas, pero también a disponer de bienes y rutas de la empresa. La operación de desguace es, en primer lugar, una operación de pinzas para que el Congreso declare a AA “sujeta a privatización”. Sin embargo, la ausencia de postulantes para comprar la compañía, abre el camino para su desmantelamiento. De acuerdo al periodista Carlos Burgueño (Perfil), existiría la intención de seguir el ejemplo de Alitalia, que fue liquidada y sustituida por una nueva empresa ITA Airways. Clarín (9/11) anuncia otra variante: que la empresa sea adquirida (a precio de remate) por un fondo especulativo (venture capital). En estos casos, los activos de la empresa son rematados de a uno, que deje en pie un núcleo operativo básico para ser puesto en venta. Es una opción típica del ‘trader’ Caputo, que atraería rápidamente el interés de los aventureros de Wall Street. El Congreso asistiría, desde una elaborada ‘impotencia’, a esta estafa patrimonial contra el estado.
Los campeones de “La Patria Primero” no resisten esta entregada y hasta colaboran con ella. CFK recorre el conurbano sin un llamado a pelear contra el desguace con el único medio capaz de impedirlos – la huelga general. Descargan la responsabilidad del desmantelamiento sobre las espaldas de los trabajadores aeronáuticos. El Congreso que se reservó la declaración de privatización, que Milei pretendió imponer por decreto, se ha convertido en el cómplice principal de la persecución a los sindicatos del sector. No quiere asumir la responsabilidad de quebrar el régimen de gobierno por decreto del gobierno liberticida, como lo demuestra la continua vigencia del DNU/70 de diciembre de 2023.
Los trabajadores de AA pueden impedir una derrota estratégica como la que busca, por todos los medios, el gobierno anti-obrero. Es necesaria una discusión de conjunto acerca de la situación, desde la evaluación exacta de los propósitos del gobierno y el impasse mortal de la política y las acciones de las direcciones sindicales. Se impone un debate en las bases para darle fuerza al reclamo de una asamblea general, que elabore un claro plan de lucha. Es necesario convocar a los aeronáuticos de Brasil y Colombia, para luchar en común contra los planes de ajuste brutales que les han sido impuestos en sus empresas. Una respuesta consecuente de los trabajadores de AA estimulará la lucha del resto de la clase obrera, que solo necesita para ello el señalamiento de una nueva perspectiva.
Jorge Altamira
11/11/2024
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