Sin embargo, ahora empiezan las diferencias. En esta etapa, el gobierno se propuso ir a fondo con las desregulaciones y en esto incluye la facilitación de las importaciones.
En agosto pasado el Ministerio de Economía implementó una serie de medidas destinadas a facilitar la importación de insumos industriales, incluido el acero, de manera que no tengan intermediación de aduana y, además, limitó los controles para abaratar las certificaciones internacionales que, por norma, estas importaciones requerían hasta ahora para entrar al país.
Gran parte de la industria nacional se está preparando para sustituir su producción por importaciones. Como ejemplo, esta semana en Petroquimica Río Tercero hubo 125 despidos -más de 200 según los trabajadores- debido a que al TDI -uno de los insumos que se utilizan para hacer colchones- lo van a dejar de fabricar y lo van a importar.
La medida, que afecta a la única fábrica de Sudamérica que produce el TDI, también va a generar un proceso de retiros voluntarios en Fabricaciones Militares ya que afecta a entre 80 y 100 trabajadores que a su vez producían el ácido nítrico necesario para el TDI. El 90 % de su producción iba destinado a la Petroquímica. Milei –qué casualidad– ha disparado varios misiles de insultos contra la petroquímica local.
Además, cuatro empresas del gremio de la construcción (UOCRA) y otra del gremio metalúrgico (UOM) que brindaban servicios en Petroquímica, despidieron a unos 60 trabajadores que hacían servicios tercerizados en la planta de TDI.
Es decir, la apertura a las importaciones está generando una ola de despidos y una adaptación de la burguesía industrial al comercio de importación.
Sin embargo, hay quienes no están dispuestos a perder nada. Al reclamo general de la burguesía por la apertura del cepo -necesario para llevarse afuera en dólares las superganancias que están obteniendo acá en el país– Paolo Rocca le sumó un reclamo para ponerle trabas a las importaciones chinas de acero crudo.
El dueño de Tenaris y Tecpetrol, entre otras, es uno de los grandes ganadores del gobierno de Milei. Designó funcionarios en YPF y al mismo Ministro de Trabajo, con lo que se le retribuyó los millones que aportó a la campaña del presidente en el balotaje. Solamente Tecpetrol vio crecer su resultado operativo 18 veces con respecto a sus ganancias de 2023.
El problema para Rocca es que el acero que produce en el país es un 50 % más caro que el promedio mundial. China, el mayor productor, tuvo una caída industrial que redujo el uso local de acero, lo cual la obliga a volcarse desesperadamente a la busca de mercados. La liberación de las importaciones de acero es una amenaza mortal para la economía de Paolo Rocca, porque la construcción y la industria automotriz –final y autopartista– va a comprarle acero a China.
Guillermo Francos le respondió a Rocca que el gobierno no va a implementar ningún tipo de proteccionismo y que tiene que hacer más competitiva a la industria nacional. El problema que elude Francos es que las ventajas impositivas y la destrucción del derecho laboral no alcanzan para bajar los costos de la producción local cuando Argentina en dólares está más cara que nunca. Esto beneficia a la importación y penaliza la exportación.
Hay otra contradicción implícita en la apertura a las importaciones que es la falta de dólares. Debido a la recesión, la demanda de importaciones todavía se encuentra restringida. Caputo va liberando importaciones en función de una política de levantamiento gradual del cepo que no dispare la inflación.
Las contradicciones de la política ‘libertaria’ son explosivas.
Aldana González
03/11/2024
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