El economista y profesor en la UBA, Claudio Katz, analizó la situación de Brasil en El Círculo Rojo. Sus principales definiciones.
“Bolsonaro superó cualquier pronóstico, pero no fue una elección, fue una extorsión, basada en la proscripción de Lula. Fueron elecciones totalmente manipuladas por el Poder Judicial, bajo la tutela de las Fuerzas Armadas, en un marco de golpe institucional que le aseguró a la derecha el manejo del proceso”.
“El PT perdió cuando la derecha le ganó las calles. Cuando Dilma renunció sin lucha, cuando Lula no pudo impedir su detención. Una vez que ganaron las calles prepararon este clima que permitió el auge de Bolsonaro”.
“No es una simple variante de la restauración conservadora, del autoritarismo, del populismo de derecha, es un peligro neofascista. Habrá que ver si puede llevar delante de esas características, pero la amenaza existe. Pero tiene un discurso reaccionario explícito, convoca al uso de la fuerza, sus seguidores ya comenzaron a realizar atentados, se apoya en la bancada de la bala, y la novedad es que cuenta con una base social de masas, fanatizada, que se asienta en las estructuras de las iglesias evangélicas y los militares, que se preparan para tutelar el proceso. Distinto al fascismo clásico, no apunta a crear un Estado totalitario, más bien piensa desenvolverse en el cuadro seminstitucional, además Brasil no es equiparable a Alemania o Japón de la preguerra, es un país dependiente de América Latina”. “Hay que prepararse para enfrentar un peligro de esa envergadura”.
“Estamos en una etapa de restauración conservadora y proyectos neoliberales, lo original de Bolsonaro es que a diferencia de los militares del 64, de la tradición nacionalista y desarrollista brasileña, parece más bien un neoliberal extremo”. “Es continuar el programa de Temer con métodos salvajes”. “Brasil no puede pelearse con china, y lo va a ser más con este perfil favorable a los agronegocios. Los mercados lo saludan porque lo ven como uno de ellos”.
“Lo que pase en Brasil va a definir el curso de lo que suceda en la región. Creo que no está solo si gana, sino por cuánto. Eso definirá el margen de acción para llevar adelante su proyecto. Y habrá que ver sobre todo después la resistencia”. “Va a tener que trabajar contra el desengaño que va a generar su propio programa”.
“Hay que ver cómo impacta en el escenario político argentino. Recordemos que felicitó a Macri porque “terminó con Dilma Kirchner”. El gobierno está estudiando aproximaciones, por un lado con la mano dura, y después está la discusión dentro del gobierno de en qué medida intentan con la farsa de los cuadernos una especia de Lava Jato, que acá es una versión degradada”.
“A diferencia de Brasil, acá hay una resistencia, huelgas, y además no tiene esa base reaccionaria”.
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