El desprecio que la “diplomacia amiga” de Hillary Clinton y Obama tiene por el gobierno argentino, que salió a la luz con el destape de los informes de “inteligencia” de los EEUU, eclipsó el mayor acercamiento a la política imperialista de CFK que acaba de aceptar, finalmente, la injerencia del FMI. En última instancia, si existiera la “bipolaridad” de la presidenta que preocupa a los norteamericanos, Cristina la está resolviendo políticamente hacia la derecha. La misión del Fondo que se presume llegará al país la semana que viene, reclama no sólo comenzar a confeccionar “un índice de inflación más realista” a la fantasía del INDEC, sino además “realizar una nueva encuesta de gasto de los hogares”. Es decir que el resultado de la negociación que el canciller Héctor Timerman y el ministro Boudou hicieron en Washington con el FMI- bajo amenaza de sanción a la Argentina por negarse a permitir el monitoreo anual de la economía que establece el estatuto del Fondo (el famoso Artículo IV)-, terminó acercándose al reclamo del organismo financiero internacional.
La Cámpora y el Evita aplauden a Insfrán
No solo el realineamiento con el FMI obtuvo el silencio de las agrupaciones de la juventud K ante la imposición de una de las banderas de exigencia al gobierno del monopolio mediático del Grupo Clarín y La Nación. Tampoco abrieron la boca ante la masacre a la comunidad Qom en Formosa. Peor aún: en la página de Internet de La Cámpora de la provincia se puede leer, en letra de molde, su explícito apoyo al responsable político de otro asesinato bajo el gobierno de CFK: “La Cámpora en los actos por el día del Militante junto a Gildo Insfran”. De la misma manera lo hizo una columna del Movimiento Evita que, dicen, “se identificaron con su oratoria” sobre ”la distribución equitativa de las riquezas” en una de las provincias con mayor desigualdad social del país, y solo ofrece miseria o muerte para los pueblos originarios.
Se está haciendo realidad el discurso fundacional de la juventud kirchnerista, sostenido por Cristina en el acto del Luna Park meses atrás, que sostiene la convivencia de las alas izquierda y derecha del “movimiento nacional”, y fue sintetizado por Pablo Moyano de la Juventud Sindical Peronista: “los 30 mil desaparecidos nos pertenecen y Rucci también”. En Formosa, el Estado bajo administración K le había dado un cargo en el INAI (Inst. Nac. de Asuntos Indigenas) al líder de la comunidad Qom Felix Díaz. Con cargo y todo, la policía de Insfran lo corrió a campo traviesa durante la represión. Una metáfora cruel del giro a la derecha que viene mostrando a todas luces el gobierno de Cristina Kirchner y lleva a la rastra a su flanco de centroizquierda.
“Trepando radares militares”
Uno de los principales deschavados por los documentos reservados del Departamento de Estado yanqui fue, nada menos, que el jefe de gabinete Aníbal Fernández. Según ellos, “es el funcionario más pro-americano del Gobierno”, no obstante dicen que, al mismo tiempo, “no ha demostrado timidez a la hora de vociferar críticas a EE.UU.”. En fin, por algo es el jefe de gabinete del gobierno del doble discurso.
Más allá de los “cables” de la diplomacia secreta norteamericana que lo incriminan en utilizar “un equipo de investigación privado” para espiar, 'a lo Macri', a los opositores de los Kirchner, lo que sí consta es que este duhaldista de la primera hora ha dado muestras en las últimas semanas de querer encubrir la actuación de la Policía Federal, que le reporta, en el crimen de Mariano Ferreyra. “No fue una orden de allanamiento, fue una Orden de Presentación”, dijo Fernández ante el secuestro de audios que estaban en manos de la policìa, pedidos por la jueza de la causa que presume colaboración de la fuerza con los asesinos. El ministro “ricotero”, según 678, acostumbrado a “andar trepando radares militares” salió a ocultar la complicidad policial en el crimen de Barracas.
Un pacto podrido sobre la sangre de Mariano
El reciente anuncio de la presidenta sobre la cobertura de asignaciones familiares para los trabajadores temporarios es presentado como un “nuevo derecho de ciudadanía”. Es asombroso porque ni siquiera se restituyen los aportes patronales eliminados por Cavallo, por lo que el Estado cubre a los empresarios. La medida sólo alcanza a 150 mil beneficiarios, cuando hay más de 3 millones y medio de trabajadores en negro sin ningún tipo de cobertura social. Con todo, pondrán 202 millones de pesos anuales mientras decidieron desembolsar 7.000 millones de dólares para el Club de París. Hugo Moyano, que había convocado a los jefes de la CGT para “analizar la convocatoria al Pacto Social” fue llamado de inmediato a la Rosada; y levantó la reunión para ir a aplaudir la medida de la presidenta junto a los gobernadores y con la presencia estelar del formoseño.
La medida oficial, sin embargo, no deja de ser significativa en tanto muestra por donde le aprieta el zapato a Cristina. Con el asesinato de Mariano Ferreyra y el histórico triunfo de los tercerizados del ferrocarril Roca que obtuvieron el pase a planta permanente, temen que la clase trabajadora tome en sus manos esta bandera para terminar con la precarización laboral, generalizada en los años 90 y que viene siendo moneda corriente con los Kirchner. En tanto, la presidenta prepara otra señal a la derecha con su disposición a sancionar la nueva Ley de ART que vienen reclamando los empresarios, para “disminuir costos” ante los 605.566 accidentes laborales al año (más de 2.000 por día) que computa el propio Ministerio de Trabajo sólo en los trabajadores en blanco y desestimando que en los no registrados, con perores condiciones de explotación, las cifras son cualitativamente superiores. Será otra de las bondades del acuerdo “tripartito” que preparan entre la CGT, las cámaras empresarias y el Estado. Mientras, en la base de los gremios, crece el reclamo de un plus para fin de año ante la inflación de alimentos que tendrà un pico en las fiestas, la gran política de Estado es llegar a las negociaciones paritarias de marzo con acuerdos que permitan limitar los aumentos salariales. Para ello han empezado a cerrar acuerdos sectoriales con “los Gordos” de la burocracia como Armando Cavallieri en Comercio, Gerardo Martínez de la Construcción, y la cupula de los gremios de las grandes concentraciones de empresas petroleras y multinacionales mineras que pagan las más bajas retenciones e impuestos de toda Latinoamérica. Por si fuera poco, en la Mendoza del kirchnerista Celso Jaque, la lucha de los médicos y trabajadores de la Salud intenta ser reglamentada, mediante la imposición de guardias mínimas, en un claro avasallamiento al derecho a huelga.
¿Hace falta algo más para mostrar el giro a la derecha del gobierno luego del fortalecimiento que heredó la presidenta con la muerte de Kirchner?
Una alternativa a la burocracia sindical
Este 11 de diciembre, en la Estación Plaza Constitución se reunirá el sector más significativo del sindicalismo de base y clasista que, en contrario a la burocracia de la CGT y las CTA, viene enfrentando a las patronales y el gobierno. Será un gran evento al que llamamos a participar con todas las fuerzas. Como señala un fragmento de la declaración de las organizaciones obreras combativas que reproducimos completa en páginas centrales: “El gobierno nacional, que se presenta como nacional y popular acaba de hacer un nuevo “acuerdo” con los organismos de crédito internacional y hace desembarcar nuevamente los “consejos” del FMI para nuestra economía ya sometida. Los trabajadores clasistas, el sindicalismo de base, somos independiente de todas estas variantes políticas del sistema. Sin embargo enfrentamos el rechazo a la política que nos quieren imponer para dejar en manos de los empresarios y sus políticos los destinos del país. Somos los trabajadores los que producimos todas las riquezas, somos la única clase que puede generar una alternativa a las crisis permanentes del capitalismo. Somos la fuerza social que junto al pueblo pobre puede ofrecer una alternativa obrera a la crisis. Es por ello que impulsamos una política de los trabajadores”.
Manolo Rimano
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