En contraste con el intento del gobierno de reducir el espectro de aquellos que puedan acceder al bono, las oficinas de Anses se inundaron de gente para inscribirse. Algunos periodistas relataban que se trataba de las filas más largas que hayan visto en mucho tiempo. Los centros más concurridos fueron en CABA y el conurbano bonaerense. También en Córdoba, donde un funcionario de Anses explicó que “nos encontramos con un universo de gente que considera genuinamente, y es real, que necesita este suplemento económico, pero que probablemente en el cruce de datos se encuentre con incompatibilidades”. En la ciudad de Mendoza, los medios afirmaron que “la sede se vio colapsada”.
En Santa Fe se describió más de tres cuadras de fila en cada sede de Anses y que la escena se repetía en Santo Tomé. En Rosario las filas superaron las cinco cuadras, incluso haciendo doble o triple fila. En Paraná, a las largas filas se le sumó un corte de agua de la sede, por lo que se armó una asamblea de los trabajadores por las condiciones precarias en las que debían atender.
La situación de colapso y largas filas también se pudo ver en La Plata, Iguazú, Posadas, Salta, Trelew, Tucumán, La Pampa. En San Salvador de Jujuy las filas superaron las nueve cuadras. Las autoridades del organismo salieron a recorrer las filas para descartar tempranamente a aquellos que no reúnan los requisitos. En muchos casos, las personas entrevistadas al salir del Anses comentaban haber sido rechazados por distintos motivos: “tuve una moto hace un tiempo, por eso me rechazaron”, afirmó un desocupado de Córdoba.
En suma, la mayoría de los desocupados que comenzaron a aglomerarse desde ayer en las oficinas de Anses (y seguirán durante la semana) serán rechazados para recibir el bono. El gobierno pagará este refuerzo alimentario a un arco poblacional reducido con las sobras de lo recaudado por el dólar-soja. El grueso de esta recaudación irá al pago de la deuda. Los Grabois y compañía aplauden esta política, dictada por el FMI. La flamante ministra de Desarrollo Social, Tolosa Paz, aseguró que los programas sociales se mantendrán cerrados. Con el Presupuesto de 2023, que se votará en el Congreso el próximo martes, se prevé un mayor ajuste.
El gobierno lanzó este bono de indigencia para contener una crisis interna con los movimientos sociales. El resultado fue un búmeran: el llamado de Anses movilizó contingentes de desocupados de todo el país que acudieron a sus puertas para inscribirse. Las largas filas de varias cuadras sacaron a la luz la brutal crisis social que atraviesa la clase obrera.
El Be
24/10/2022
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