miércoles, 14 de noviembre de 2018

Un debate con Estela de Carlotto

Dos estrategias hacia el 24 de marzo.

Los organismos de DDHH nucleados en torno a Estela de Carlotto –titular de la Asociación Abuelas de Plaza de Mayo– realizaron distintas reuniones la semana pasada con bloques de la oposición, entre ellos el Frente de Izquierda. La banca del Partido Obrero fue convocada un día previo para lo que se suponía sería un encuentro con la Liga por los Derechos del Hombre (organización de derechos humanos ligada en sus orígenes al Partido Comunista) para discutir sobre “la avanzada represiva del gobierno”.
La reunión resultó ser algo distinto. No era sólo con la Liga, sino que estuvieron presentes una veintena de referentes de organismos de derechos humanos, en su mayoría ligados al kirchnerismo (como así también la APDH y Familiares Desaparecidos), ni tampoco era para debatir cómo enfrentar distintos atropellos represivos del gobierno –sobre lo que no hubo ninguna propuesta de acción en lo inmediato– sino un planteamiento de marcha común el 24 de marzo y “unidad para enfrentar a Macri”.
Las compañeras de la banca del Partido Obrero que participamos de la reunión (Romina Del Plá se encontraba en Misiones, acompañando las luchas de la provincia), presentamos las distintas iniciativas que venimos impulsando en el Congreso contra la profundización de una política de impunidad y “re-reconciliación” con los milicos de la dictadura que impulsa el gobierno de Macri. Tal es el caso de los decretos que otorgan mayor autonomía a las fuerzas armadas, que habilitan la injerencia del Ejército en materia de “seguridad” (represión) interior, o la reciente resolución del Ministerio de Defensa en favor de 25 milicos pasados a retiro por estar alineados con los represores de la última dictadura cívico-militar. Explicamos que esas disposiciones, junto con la ofensiva contra los migrantes o la reforma en danza del Código Penal, forman parte de una orientación de Estado contra el movimiento popular que se agudiza en el marco del brutal plan de guerra que quieren aplicar contra los trabajadores, del cual el Congreso es cómplice. Y pusimos nuestra a banca a disposición para impulsar denuncias o reclamos concretos contra los atropellos represivos y operativos pro-impunidad en curso.

Una unidad sin principios

Luego de una primera ronda de intervenciones, Carlotto plantea que su “sueño” es una marcha común el 24 de Marzo para construir “la unidad contra Macri”. Una unidad que fue planteada como genérica, pero que tiene contornos y actores bien definidos. Por caso, previo a la reunión con el FIT, los organismos y Carlotto fueron recibidos por el nuevo interbloque que integran el Movimiento Evita y Victoria Donda (ex Libres del Sur) y preside Felipé Solá. Como se ve, la unidad no es sólo con las Abuelas, sino que se extiende hasta uno de los máximos responsables de la masacre del Puente Pueyrredón. Pero este debate no estaba en agenda para Carlotto –que se ofendió cuando lo planteamos en la reunión. Sí, en cambio, se increpó al FIT a entender que “Macri y Scioli no son lo mismo” –algo con lo que seguramente disienta el propio Scioli, que acaba de realizar declaraciones en defensa de los tarifazos, el acuerdo con el FMI y la campaña xenófoba del gobierno.
Del Caño refutó que, por ejemplo, la política contra los migrantes sea patrimonio exclusivo del macrismo –recordando a todos los presentes el papel que juegan Pichetto y el PJ en esta ofensiva. No obstante, sobre la unidad y la marcha común –el tema sobre el cual fuimos interpelados– sostuvo que iba a “transmitir” el planteo y la preocupación.

Una lucha contra Macri y también contra sus socios “de la oposición”

Desde el Partido Obrero señalamos que resultaba llamativo, en primer lugar, que eligieran el Congreso para hacernos este planteo, siendo que el parlamento es la máxima impugnación al planteo de “unidad contra Macri” que nos proponen, ya que es la llamada “oposición” la que le ha garantizado la gobernabilidad y votado el presupuesto y todas las leyes del ajuste al gobierno. Cambiemos es minoría en el Congreso, sin embargo, este parlamento no ha hecho nada para revocar el acuerdo con el FMI contra el pueblo–que de acuerdo con la Constitución debe ser aprobado en el Congreso. Tampoco en materia de derechos humanos han querido tratar nuestros proyectos de ley para anular los sucesivos decretazos –y en el caso del DNU anti-migrantes, la llave para hacerlo la tenían el FPV y el PJ, mayoría en la Comisión Bicameral del año en que se trató (2017).
Carlotto había mencionado que la unidad ya se había expresados en luchas como por el aborto legal –una movilización de masas donde todos los partidos tuvieron una pata adentro y otra en el campo del Vaticano, con la única excepción del FIT. Le dijimos que, ciertamente, la lucha por el aborto nos había llevado a confluir con sectores impensados –incluso del oficialismo– pero que por nuestra parte eso respondía a que estaba en juego un derecho concreto. A la hora de enfrentar un atropello o defender un derecho, siempre vamos a estar en el campo de la lucha. Pero ella nos estaba pidiendo ahora una “unidad” con el Papa y los agentes de una Iglesia que fue cómplice y parte de la dictadura genocida.

Un 24 de marzo independiente y de lucha

Los 24 de marzo son una jornada de lucha, no sólo conmemorativa de los 30 mil compañeros detenidos-desaparecidos, sino de continuidad de la lucha contra la clase social capitalista y sus partidos, responsable del capítulos más trágico de la historia del movimiento obrero y popular en nuestro país.
Hacer del 24 de marzo una plataforma electoral del “volveremos 2019” sería un grave daño para el movimiento de lucha que desde la dictadura hasta hoy enfrentó a todos los gobiernos y los distintos operativos pro-impunidad. Desde las leyes de punto final y la obediencia de vida, pasando por los indultos menemistas, la connivencia policial estatal en el crimen de Mariano, hasta la designación de Milani. El Encuentro Memoria Verdad y Justicia debe defender su movilización independiente el 24, para hacer de la Plaza de Mayo una tribuna no sólo contra Macri, sino también contra las Iglesias y su rol reaccionario de contención social, así como de los gobernadores del ajuste y persecución a los que luchan en las provincias. Históricamente, MVyJ ha planteado la ruptura con el FMI y el no pago de la deuda externa que hunde a nuestros pueblos en la miseria, cuestión ajena por completo al kirchnerismo desde Scioli a Kicillof. Sostendremos decididamente un 24 de marzo independiente de las fuerzas patronales y levantaremos muy alto las banderas de independencia política de la clase obrera que enarbola el FIT desde su nacimiento bajo el gobierno kirchnerista.

Juliana Cabrera

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