jueves, 15 de noviembre de 2018

Precios sin freno: la inflación de octubre fue 5,4 %



Indec informó que hasta el décimo mes del año el Índice de Precios al Consumidor acumula una suba de 39,5 %. El año terminaría con un 48 % de inflación, la más alta desde 2002.

El Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) informó en la tarde del jueves que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de octubre exhibió una suba de 5,4 %.
Asimismo, el organismo estadístico dio a conocer que hasta el décimo mes del año el IPC acumula una suba de 39,5 % en relación a diciembre último.
Por su parte, al comparar el IPC de octubre de este año con el mismo mes de 2017, la suba interanual de precios alcanza a 45,9 %.
Bajo el efecto de los tarifazos en servicios públicos, el rubro que más se incrementó fue vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles con el 8,8 %. En la misma sintonía se ubicó el transporte con 7,6 % de suba.
Luego siguieron: otros bienes (6,2 %), alimentos y bebidas no alcohólicas (5,9 %), salud (5,5%), prendas de vestir y calzado (5 %), equipamiento y mantenimiento del hogar (4,3 %).
De menor escala fue el alza en otros rubros como restaurantes y hoteles (3,1 %), probablemente por efecto del recorte en consumos prescindibles en el contexto de caída del poder de compra del salario. Lo mismo ocurre con bebidas alcohólicas y tabaco (2,3 %), recreación y cultura (2,7%). Por su parte, el rubro educación registró un incremento de 2,1 % y comunicación 0,7 %.
En el desagregado por regiones el alza fue más alta en Cuyo con 5,9 %, seguida por Pampeana y Patagonia con 5,8 % en ambos casos. Luego se ubicaron el Noroeste con una inflación de 5,3 % y el Gran Buenos Aires con 5,1 %. El registro más bajo del país fue en el Noreste con 4,9%.
Mientras el Gobierno afirma que se desacelerará la inflación el año próximo, los tarifazos siguen su curso: durante el jueves, en audiencia pública, AySA informó que 2019 subirá 50 % las tarifas de provisión de aguas en el área metropolitana de Buenos Aires. El aumento se aplicará en dos tramos: 17 % en enero y 27 % en mayo.

Ataque al salario

Hasta septiembre en relación a noviembre de 2015, la pérdida del poder de compra del salario en el sector privado registrado es de 15 %: el que compraba un kilo de pan hace tres años, en el noveno mes de este compraba 850 gramos. La mayor pérdida se acumula en el corriente año.
Todavía falta el efecto de la inflación del último trimestre (octubre-diciembre), por lo cual en diciembre la perdida del poder de compra acumulada podría alcanzar a más del 20 % comparado el inicio de la gestión macrista.
El bono acordado entre el Gobierno, la cúpula de la CGT, la Unión Industrial y las cámaras de Comercio y de la Construcción cubre sólo el 21 % de la pérdida salarial promedio del sector privado, que La Izquierda Diario estimó en $ 23.559.
En el sector público, en septiembre de 2018 el salario real era 21 % inferior que en noviembre de 2015. El Observatorio del Derecho Social de la CTA Autónoma estima que en el último trimestre el poder de compra del salario será un 25 % inferior que en 2015.
En el caso de los trabajadores no registrados (en "negro"), que son el 35 % del total de los asalariados, la pérdida del poder adquisitivo es superior que entre los registrados.

La era de hielo

Hacia el año próximo, el Ministerio de Hacienda, conducido por Nicolás Dujovne, proyecta una inflación promedio de 34,8 % y reducirla en diciembre de 2019 a 23 %. Esperar y ver.
Siguiendo los términos de lo acordado con el FMI, desde su asunción al frente del Banco Central a fines de septiembre, Guido Sandleris tornó más agresiva la política monetaria, superando incluso a la practicada previamente por Federico Sturzenegger y Luis Caputo, los expresidentes de la entidad que fueron devorados por la crisis.
Sandleris redobló el torniquete sobre la circulación de pesos congelando la emisión monetaria hasta junio de 2019. Además, ubicó las tasas de interés por las nubes como modo de estimular la inmobilización de pesos en los bancos y contener la huida hacia el dólar.
A fines de diciembre de 2017 el oficialismo realizó una conferencia de prensa donde estableció una meta inflacionaria del 15 % para este año. En el primer acuerdo con el FMI fijó un tope de 32 %.
En los últimos meses, a causa de la devaluación acelerada (que ahora transita un impasse) y los tarifazos, la inflación pegó un salto que la ubicó en un nuevo umbral cercano al 50 %, un número que el Gobierno quiere evitar alcanzar.
Por efecto de las medidas tomadas por Sandleris, el equipo económico aspira a que en noviembre la inflación se reduzca a menos del 3 % mensual. Para diciembre espera un guarismo similar. De cumplirse esta aspiración, el año concluirá con 48 % de inflación. Se trata del nivel más elevado desde 2002.
Por el momento, la nueva política monetaria profundizó la recesión. El año cerrará con una caída del 3 % o más en la actividad económica. La consecuencia es el derrumbe del consumo popular y despidos que están ejecutando muchas empresas, principalmente pequeñas y medianas.

Pablo Anino
@PabloAnino

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