domingo, 30 de noviembre de 2014

"Década ganada" para la banca



La denuncia realizada por la AFIP contra el banco HSBC por el armado de un sistema para evasión de impuestos y fuga de capitales fue ampliada el día viernes. El entramado deja en evidencia cómo evaden y fugan dólares los “dueños de la patria”.

El caso de las cuentas argentinas radicadas en Suiza a través del HSBC denunciado el día jueves por el titular de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), Ricardo Echegaray, destapó la olla sobre un entramado de fuga de capitales, evasión fiscal y asociación ilícita.
La denuncia recayó en el Juzgado Nacional Penal Tributario Nº 3, a cargo de María Verónica Straccia.
Según Echegaray: “Denunciamos la existencia de una plataforma ilegal montada por tres entidades bancarias que operan en la Argentina, todas vinculadas al HSBC”.
La información sobre las cuentas fue recibida por la AFIP a través de su par de Francia. Originalmente, los datos fueron sacados de la oscuridad del secreto bancario suizo por Hervé Falciani, un ingeniero que trabajó en la sucursal del banco en la ciudad de Ginebra. Este ingeniero sustrajo información sobre 130 mil clientes de la sucursal suiza que fueron a parar a las manos de las autoridades tributarias francesas.
Durante este viernes la AFIP, con la intervención de su subdirector general de Fiscalización, Horacio Curien, y del subdirector General de Asuntos Jurídicos, Pedro Roveda, se presentó ante la Justicia para ratificar la denuncia.
Según comunicaron, en la audiencia entregaron "las Declaraciones Juradas de las 39 personas que figuraban en la lista remitida por el gobierno de Francia que tenían declaradas ante la AFIP las cuentas del HSBC de Suiza".
Los funcionarios se presentaron en el juzgado de María Verónica Straccia y anticiparon que el lunes presentarán a la Justicia las Declaraciones Juradas del resto de las 4.040 cuentas denunciadas que fueron remitidas por la Dirección General de las Finanzas Públicas de Francia y que no tendrían sus cuentas declaradas.

Los ilustres de la patria

La denuncia consta de 4.040 cuentas de argentinos abiertas en Suiza, de las cuales sólo 125 estarían declaradas frente a la AFIP.
Entre las cuentas figura una que pertenece al propio presidente de la filial Argentina del HSBC, Gabriel Martino.
El oficialista Página 12 dio a conocer una lista acotada de las empresas e individuos involucrados.
Figuran, entre muchas otras empresas, Edesur, La Serenísima, Deutsche Bank, Pampa Holding y empresas del Grupo Clarín.
Entre los nombres célebres están el expresidente del Banco Central, Alfonso Prat Gay, el fallecido neoliberal Bernardo Neustadt, Amalia Lacroze de Fortabat, exdueña de Loma Negra y también fallecida, Raúl Moneta, Sebastián Eskenazi, a quien los Kirchner le abrieron el camino para que ingrese a la fallida gestión de Repsol, y el “rey de la soja”, Gustavo Grobocopatel.
No sólo eso. Aunque podría ser una operación más del Grupo Clarín, no está descartado que la lista toque a funcionarios del Gobierno. Según Marcelo Bonelli el viceministro de Economía, Emmanuel Ávarez Agis, estaría entre los que tienen una cuenta en Suiza con el HSBC.
Incluso hay 300 cuentas de las cuales aún no se logró localizar a las personas titulares debido a que ni siguiera contaban con CUIT u otra forma de identificación. Hasta los fantasmas están involucrados en fugar dólares del país.
Las maniobras ya tienen antecedentes. En 2013 directivos del banco fueron imputados penalmente por evasión agravada a partir de denuncias de la AFIP.
Como era previsible, varios de los implicados salieron a deslindarse de responsabilidades. Pero la muestra deja en evidencia al capital nacional y extranjero, tanto como a empresas que supieron estar cercanas al gobierno como en la oposición más férrea. Y a parte importante del personal político y mediático de las patronales. Y si sigue abriendo la olla se verá que todos los “dueños de la patria” están involucrados en el vaciamiento del país.

Fugadores seriales

La maniobra pergeñada no sólo comprende la evasión fiscal y la asociación ilícita, sino también la fuga de capitales. Para esto el HSBC Argentina elaboró una plataforma junto con sus casas en Estados Unidos y Suiza.
Durante el viernes apareció un "arrepentido" entre los que guardaron sus dólares en Suiza. Se trata del exvicepresidente de JP Morgan Argentina, Hernán Arbizu, quien confirmó que el HSBC "estableció un sistema de fuga de divisas".
Las cuentas radicadas en Suiza a través del banco sumaban depósitos por tres mil millones de dólares en el año 2006. Según estimaciones de la AFIP, las multas por evasión llegarían a 61.915 millones de pesos. Con ese dinero se podría fácilmente duplicar el monto de la Asignación Universal por Hijo durante un año. Y representan aproximadamente el 10% de las reservas actuales del Banco Central.
El caso HSBC es sólo un botón de muestra de la fuga generalizada de divisas que lleva adelante el capital imperialista y la burguesía local. El kirchnerismo ha dejado hacer.
La muestra es que la denuncia tiene lugar después que se fueron oficialmente 200 mil millones de dólares por el “pago serial” de la deuda externa. La formación de activos argentinos en el exterior producto de la fuga de capitales se ubica entre 200 y 400 mil millones de dólares (www.cefid-ar.org.ar/documentos/DTN52.pdf), según el cálculo que se tome.
En el mes de enero con la devaluación los bancos que actúan en el país se ganaron 10 mil millones de pesos y este año están en el tope mundial de rentabilidad más allá de las “regulaciones” del gobierno. Para los bancos también fue la “década ganada”.
Las maniobras de los grandes bancos para la evasión fiscal no es sólo una “argentinidad”. Semanas atrássaltó un escándalo en Europa por los sistemas de evasión armados por la banca junto a grandes empresas. Pero adquieren particular relevancia en un país semi colonial como Argentina donde la fuga de divisas y la escasez de divisas imponen serios límites al crecimiento económico.
En las últimas semanas el gobierno tuvo distintos episodios de enfrentamiento con empresas y entidades financieras: operativos en las “cuevas” que operan el dólar ilegal, controles y multas a los bancos que gestionan el “contado con liqui” o exigencias de liquidación de dólares a los sojeros.
Pero el descubrimiento tardío de las operaciones especulativas y fraudulentas de las patronales es puesto en función de administrar la crisis económica y la transición hacia el recambio presidencial, pero para nada significa que estemos frente a una cruzada del gobierno contra las corporaciones. Esta última interpretación sólo sirve para alimentar el “relato”.
Cuando desde la izquierda proponemos expropiar todos los bancos y constituir una banca estatal única bajo control de los propios trabajadores bancarios, organizados en asambleas desde las bases, apuntamos a atacar las raíces de esa especulación gigante de la que son agentes los bancos y financieras en asociación con las multinacionales imperialistas de todas las ramas productivas.
Una banca estatal única permitiría que todos los recursos del sistema bancario no sean un canal para las maniobras especulativas, sino que se destinen a resolver los problemas más acuciantes de la población mediante créditos baratos de alcance universal para todo el que no tiene casa propia y préstamos para equipar los hogares o llevar adelante los planes que las familias obreras tienen para su futuro. También serían un instrumento clave para el desarrollo productivo del país. Pero medidas de este tipo, combinadas con otras como el monopolio del comercio exterior para confrontar las especulaciones de los “sojeros”, sólo podrán ser llevadas adelante por un gobierno obrero.

Pablo Anino

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