miércoles, 28 de diciembre de 2022

EEUU: Trump fue responsable del golpe contra el Capitolio


En las últimas horas, la comisión investigadora establecida por el Congreso de Estados Unidos para clarificar los hechos del 6 de Enero de 2021 (el asalto al Capitolio) destaca la responsabilidad central e ineludible del expresidente Donald Trump como promotor y organizador principal del putch, motorizado en el terreno por diferentes milicias armadas ultraderechistas, como los infames Proud Boys (grupo supremacista norteamericano). En concreto, el comité delega al Departamento de Justicia (parte del Poder Ejecutivo) elevar cargos e iniciar un proceso judicial contra el expresidente y dar pasos para impedir que pueda asumir cargos públicos (Fox News 23/12). Trump y sus partidarios desconocen la legitimidad de la investigación (y, dicho sea de paso, la validez de su derrota electoral). En escasas semanas, los republicanos recuperarán la mayoría en el la Cámara de Diputados. 
 La alianza de Trump con esa base social fascista ya se había expresado unos años antes en oportunidad de las protestas de Charlottesville, a donde se habían congregado una gran cantidad de neonazis y supremacistas. También se habían convocado allí contramarchas de organizaciones de izquierda. Luego de días de choques violentos, un neofascista usó su auto para embestir una de las columnas, asesinando a tres personas y dejando varios otros heridos. En medio de la conmoción nacional, Trump se negó a repudiar a los fascistas. 
 En el golpe del 6 de Enero, Trump también evitó condenar a los protagonistas. La toma del Congreso tenía el objetivo explícito de frenar el proceso de traspaso de poder. Hubo escasa resistencia de las fuerzas policiales y militares ante las milicias que se aprestaban a abrirse paso a la fuerza. Pocos meses antes, por el contrario, las movilizaciones de Black Lives Matter, incluso en Washington DC, fueron duramente reprimidas. Sin lugar a dudas, Trump contó con la complicidad de funcionarios de varios ministerios e incluso del Pentágono. 
 Hay un operativo muy amplio para evitar a como dé lugar que Trump vuelva a la Casa Blanca. Es un fin perseguido por el Partido Demócrata, sectores republicanos y también gran parte de la burocracia estatal a cargo de la política exterior norteamericana. Sucede que, si bien el establishment estadounidense da licencia absoluta a los presidentes y demás cargos electos para hacer y deshacer en materia de política interna (en tanto y en cuanto no lesionen los intereses de alguno de los poderosos lobbies capitalistas), la política exterior es una línea roja. Es por ello que los ´izquierdistas´ demócratas, como Alexandria Ocasio-Cortez, pueden hablar todo el día de tal o cual demanda pero jamás se atreven a criticar el militarismo imperialista. 
 Pero Trump cruzó esta línea al entorpecer la estrategia norteamericana en Siria, lo que le valió una ruptura con el mando militar, plasmada en la renuncia del Secretario de Defensa, el Gral. Jim “Perro Loco” Mattis. El expresidente siguió una política exterior, de manera errática e inconsistente, que tenía como norte desescalar o cerrar la mayor cantidad posible de los frentes que EEUU abrió a lo largo del mundo. La motivación es concentrar todos los recursos en la preparación de una gran guerra contra China en el futuro próximo. Esta opinión es sostenida por históricos estrategas del imperialismo, como Kissinger. La línea estratégica que tanto el Pentágono como el Departamento de Estado decidieron para EEUU consiste en cambio en una suerte de ´ni un paso atrás´: no ceder un sólo milímetro y apostar por descarte a la escalada sin techo en cada frente. Así es como hay que entender la guerra organizada en Ucrania, el gran campo de batalla en el Medio Oriente, las provocaciones cada vez mayores en torno a Taiwán, los intentos de expandir la OTAN a lo que resta del continente europeo y al mismo tiempo arrastrarla hasta el Pacífico, etc. 
 No debe sorprender que una de las líneas que siguieron los demócratas durante las últimas elecciones de medio término fue denunciar que una victoria republicana y más especialmente del trumpismo impondría un curso derrotista en Ucrania. Los demócratas están jugando con la idea de proscribir a Trump para salvaguardar su política de guerra y no como un acto democrático compulsivo. Evitaron un enfrentamiento con él y le permitieron completar su mandato con total normalidad en el momento del putch (Política Obrera 16/1/21), del mismo modo que no levantaron un dedo para frenar el copamiento de la Corte Suprema con jueces oscurantistas ni evitaron que éstos le abran la puerta a la anulación de los derechos reproductivos. 
 En paralelo a la guerra que inflaman en Ucrania, los demócratas en el poder están encabezando una guerra contra la clase obrera norteamericana, en medio de una caída generalizada de los salarios. Junto con los republicanos, hicieron pasar una ley para ilegalizar el derecho a la huelga de los ferroviarios y un retroceso en sus condiciones de trabajo (WSWS 20/12). 
 El intento demócrata de intervenir en la interna republicana, allanándole el camino al gobernador de Florida, Ron De Santis, inaugura un capítulo nuevo en la crisis política estadounidense. Su desenlace afectará el curso general que el imperialismo seguirá en el próximo período. 

 Leib Erlej 
 27/12/2022

Los K cumplen con la Corte con más ajustes y más impuestos

La deuda pública y semipública emitida en pesos alcanza al 20% del PBI y podría llegar al 26% si es remunerada, como ocurre, a tasas de interés por encima de la inflación. Estos porcentajes equivalen a 110 mil millones de dólares, que adeudan por mitades el Banco Central y el Tesoro nacional. No incluyen la deuda en dólares del Estado nacional, ni la deuda en pesos y dólares de provincias ni municipios. Tampoco la deuda de 45 mil millones de dólares con el FMI y otra relativamente menor con el Club de París y diversos organismos internacionales. La Corte, los K y el macrismo han armado, sin embargo, una disputa ‘de poderes’ por 125 mil millones de pesos anuales. Representa el 0.1% de la deuda nacional por todo concepto. Los Fernández, luego de despotricar contra el fallo judicial acerca de la coparticipación de impuestos para CABA, han hecho lo de siempre: recular en chancletas. Han decidido pagar de inmediato con la emisión de un bono, el TX, que vence en 2031, seguido de una convocatoria a sesiones extraordinarias del Congreso para aprobar un nuevo impuesto o una disminución de gastos (sociales), para recaudar fondos que le permitan pagar en efectivo. El saldo de la “crisis de poder” es un nuevo golpe contra los contribuyentes. 
 Rodríguez Larreta ha recurrido a la Justicia contra el pago en bonos de lo establecido por la sentencia de la Corte. El monto de ese pago cubre 90 días, con el inconveniente de que su valor de mercado equivale al 60% del nominal. Mientras se tramita esta nueva disputa judicial, que deberá esperar, por lo menos, a que termine la feria de enero, el intendente de CABA seguirá cobrando dos gravámenes que hizo votar a la Legislatura porteña, por el mismo valor de la suma reclamada. El ‘defensor de los porteños’ le cargó el fardo de la crisis judicial a los contribuyentes de la Ciudad, con impuestos que afectan el consumo –tarjetas e ingresos brutos- no a las ganancias capitalistas. La salida al bardo, unos y otros se la cargan al contribuyente. Es que responden a un mismo imperativo que es cumplir con las imposiciones del FMI. Los K no tienen ningún empacho, sin embargo, en denunciar al ‘poder económico’ y asegurar que defienden ‘políticas públicas’. El Presupuesto 2023, acordado con el FMI y el Tesoro norteamericano (que domina en el FMI) prevé un ajuste sin precedente de los gastos sociales.
 Sergio Massa, el embajador del Tesoro de EEUU en el ministerio de Economía, no ha visto en la ‘crisis’ ningún impedimento para enviar el proyecto de ley de blanqueo de capitales, que permite a los evasores de impuestos lavar sus activos a la módica multa del 2.5%. Macri había hecho lo mismo en 2017, incluyendo a sus familiares, lo que no evitó la fuga de capitales que arrancó en abril del año siguiente. Lo único que podría lograr Massa, en medio de una inflación del ciento por ciento anual y una desmedida emisión de bonos, es que esos capitales se acojan al lavado mientras dejan la plata en el exterior. La pugna por la coparticipación porteña es un fuego de artificio de dos coaliciones políticas que necesitan disimular el distanciamiento del electorado, incluido el que supieron tener. No fue necesario el ‘clamor’ de las entidades patronales a favor del ‘estado de derecho’, encabezada por las norteamericanas (AmCham), para que el profesor Alberto Fernández ‘redescubriera’, según sus propias palabras, que “los fallos son de cumplimiento obligatorio”. Los K, con los Capitanich y Zamora, se metieron, otra vez, en una reyerta que sabían de antemano que no iban a sostener. Estas bravatas nacionales y populares se proponen acentuar un perfil ‘opositor’, sin abandonar el gobierno, aun a riesgo de provocar su disolución anticipada. El proyecto de ley que se enviará al Congreso, en las extraordinarias, para pagar a CABA por medio de un mayor ajuste fiscal, probablemente no logre los votos necesarios, lo que obligaría a gobernar con DNUs por todo un año.
 La Corte se ha tomado dos años para dictar una medida “cautelar”; un verdadero despropósito. Se guarda para ella, como una extorsión, la futura decisión de fondo acerca de la coparticipación. Es probable que espere hasta después de las elecciones de octubre. El modo de dominación política armado a partir de la Reforma constitucional de 1994 está completamente desahuciado. La gran burguesía busca reunificar el sistema político para una política de devaluación y de poda legal gigantesca de los derechos laborales y previsionales. El defaul económico tiene su correlato en el default institucional. 

 Política Obrera

martes, 27 de diciembre de 2022

Conflicto con la Corte: Los Fernández ya depositaron la primera cuota


En medio de innumerables declaraciones altisonantes alrededor del conflicto entre el gobierno y la corte suprema por los fondos coparticipables que ha reclamado CABA, el periodista económico Pablo Wende aportó este domingo una información singular. Según el columnista de Infobae, el gobierno enviará esta semana un proyecto de ley al Congreso para establecer con qué recursos afrontaría el pago a la CABA exigido por la Corte. En palabras del periodista, “que sea el Congreso el que defina de dónde se obtendrán los recursos para cumplir con la sentencia y pagarle al gobierno porteño” (Infobae, 25.12). 
 El gobierno barajaría dos alternativas: o un impuesto al juego, o mantener el actual impuesto a los bancos sobre los intereses de las Leliqs. Pero en este caso, en vez de tratarse de un tasa local –como ocurre actualmente- pasaría a ser un impuesto de carácter nacional, para “pagarle a la CABA”. Un régimen de impuestos nacionales para transferirle dinero a un solo distrito no es ‘unitario’ ni ‘federal’; su único propósito es acrecentar la masa de recursos destinada a pagar el préstamo al FMI y la deuda pública externa e interna. Luego, si –como es previsible- el tratamiento de esta “iniciativa” se paraliza en el Congreso, el gobierno de los K acabará pagando con títulos de la deuda pública, como hace con Anses, Pami, el Banco Central y los tesoros provinciales. Estas contorsiones agravarían, sin embargo, la fuga de los bonos en pesos al dólar, algo que para los economistas llevaría al ‘rodrigazo’. 
 El FMI, por su lado, “pidió sostener el ajuste y el respaldo político al acuerdo” (Clarín, 26.4), o sea que los K cumplirán con el fallo sin chistar y sin piruetas. El efecto de reaccionar para la tribuna terminará en farsa. En el reclamo, el Fondo exige que no se presente al Congreso una nueva moratoria previsional, un proyecto juzgado clave por el kirchnerismo. Habrá que ver el temario de la convocatoria a sesiones extraordinarias para comprobar si, además de tirar la chancleta en el asunto CABA, los Fernández arrugan también con esta iniciativa jubilatoria. 
 El gobierno nac & pop no llevará el conflicto con la Corte a ningún lado, para no arruinar el plan Massa-FMI, del cual depende que la crisis no se despeñe hacia una corrida cambiaria. Como ya hemos señalado en estas páginas (https://politicaobrera.com/8553-una-rina-de-gallos-en-la-arena-del-fondo-monetario), el ‘choque’ entre el gobierno, la Corte y la CABA no se aparta un milímetro del acuerdo con el FMI. El dinero puede ir a un distrito u otro; pueden o no crearse impuestos. Lo que está fuera de discusión es que el gobierno no alterará los términos del ajuste fiscal acordado con el Fondo y que ya ha dado lugar a reducciones brutales, en la transferencia a las provincias y en el conjunto del gasto social. 
 El ‘conflicto de poderes’ no pasa de una escenificación para tribunas cautivas. La alharaca de estos días busca disimular el empeño de unos y otros en profundizar la confiscación salarial, social y previsional a los trabajadores.

 Marcelo Ramal 
 26/12/2022

Los “mercados” presionan por un acuerdo


Horacio Rodríguez Larreta y Alberto Fernández.

 La amenaza formulada por Alberto Fernández y los gobernadores de desconocer el fallo de la Corte Suprema duró un suspiro. Varias asociaciones empresariales se declararon en alerta, señalando que se ponía en peligro la “seguridad jurídica”. Desde el exterior llegaban advertencias similares. En las páginas de los diarios los analistas financieros afirmaban que se afectaría la cotización de los bonos del país y que a Massa le saldría más barato cumplir el fallo que incumplirlo. En medio de tanto ruido el silencio del ministro de Economía era estruendoso. Las presentaciones judiciales por desacato y hasta sedición lo alcanzarían a él también, debido a que se trata del funcionario que debe ordenar los pagos. Dada su larga amistad con Rodríguez Larreta, varios auguraban que aprovecharían el espíritu navideño para buscar un acercamiento.
 Finalmente, pasó lo que muchos creían que pasaría. Alberto Fernández volvió sobre sus pasos y ordenó pagar a la Ciudad según ordena el recurso de amparo emitido por la Corte Suprema de Justicia. Atrás quedó la caracterización de que el fallo era de “imposible cumplimiento”. Sin explicar qué pasó para un cambio tan drástico de posición, afirmó en una cadena de tuit que “las decisiones judiciales son obligatorias”. No se impuso el “hombre de derecho” sino la más venal “presión de los mercados”. Donde manda Massa no manda marinero.
 El recule del gobierno vino con una dosis elevada de maniobra. Sucede que el pago de la sentencia será con bonos en vez de dinero. El bono que se utilizará será el TX3, que se ajusta por CER +2,5% con pagos de intereses semestrales y que vence el 30 de noviembre de 2031 por un monto total de $ 45.561 millones. Al tratarse de un bono sin liquidez ni operatoria en el mercado, si el gobierno de la Ciudad quisiera canjearlo para hacerse de los fondos sufriría una quita elevada. Según los especialistas la quita sería de al menos un 30%. De paso, la pérdida del valor de mercado afectaría al gobierno de Santa Fe, que recibió esos mismos bonos por un litigio con la Nación por los fondos coparticipables.
 Queda claro entonces que la decisión del gobierno implica un ajuste contra la Ciudad de Buenos Aires, dado que mediante el pago en bonos se reduce los fondos que esta debe recibir. A la vez, implica un incremento del stock de la deuda del Tesoro Nacional. Pasando en limpio: ajuste + deuda, una política que pinta de cuerpo entero al gobierno. 
 Ante el anuncio de Alberto Fernández, el gobierno de Larreta rechazó el pago en bonos. Bien visto, está obligado a hacerlo porque podría ser denunciado por aceptar una lesión al presupuesto de su gobierno. Patricia Bullrich, sin embargo, salió a poner paños fríos, anunciando que dejaban sin efecto la denuncia por sedición contra el presidente. 
 Queda ahora por ver qué hará la Corte Suprema. Hay antecedentes a tener en cuenta. En el litigio de Santa Fe con el gobierno nacional, ya aceptó que el pago se realice en bonos. Después de todo los cortesanos necesitan hacer equilibrio y ganar tiempo. Aunque no les falte vocación destituyente, carecen de condiciones para gobernar. Feria judicial de por medio, el litigio entrará en el letargo que caracteriza a los procesos judiciales. Si la decisión de aceptar o no un amparo le tomó dos años, la resolución del conflicto de fondo puede postergarse por un tiempo aún más prolongado. En el medio estarán las elecciones para buscar encauzar un conflicto cuya resolución supera el ámbito judicial. 
 Las tendencias a un compromiso que reclaman los “mercados” va de la mano de la necesidad de ambos bandos de escenificar una pelea que atienda sus propias divisiones internas. La descomposición política e institucional encuentra su límite en el disciplinamiento establecido por el FMI. La aceptación de los planes de ajuste dictados por el Fondo desmiente los discursos que aluden a la defensa del federalismo y de la Constitución Nacional y la división de poderes. Para el pueblo argentino no se trata de alinearse con alguno de estos bandos en disputa sino unirse contra todos los que gobiernan para el FMI. 

Gabriel Solano

lunes, 26 de diciembre de 2022

Un triunfo mundial de un país en crisis


El Seleccionado con la copa.

 El triunfo del seleccionado argentino de fútbol en Qatar provocó una verdadera conmoción nacional con fuertes repercusiones internacionales. Los festejos por la victoria frente a Francia y sobre todo la recepción de los jugadores rompieron todos los récords en cuanto a la movilización popular. Fuera del país el triunfo argentino fue festejado en Bangladesh, India, Irlanda, Haití, Venezuela, Nápoles, entre otros. Para muchos de esos pueblos el festejo estaba asociado a un verdadero sentimiento antiimperialista, sobre todo contra Inglaterra y Francia. A esto se sumaron los festejos masivos de los argentinos radicados en Estados Unidos, España, Italia, etc. 
 Los más de 4 millones de personas que en el Amba salieron a las calles en la búsqueda de ver pasar al seleccionado produjeron una movilización popular que no reconoce antecedentes en nuestro país y posiblemente en el mundo. Tampoco los 700.000 en el monumento a la bandera en Rosario. El festejo popular se impuso por la propia, sin esperar una convocatoria oficial ni de ningún sector político. Habría ocurrido con o sin feriado, fue imparable. 
 Semejante valoración popular de un triunfo futbolístico no puede pasar desapercibida en una Argentina dominada por la crisis económica y política. Mientras la selección iba progresando partido a partido, superando etapas y rivales, con un equipo que desde el técnico a los jugadores era cada vez más popular, a través de los medios de comunicación empezaron a aparecer las teorías que pretendían explicar esta performance y sacar conclusiones que pudieran ser utilizadas para conjurar la crisis en curso.
 Para algunos era el acierto de haber trazado un plan y llevarlo adelante, cuando la responsabilidad técnica recayó en Scaloni luego que Sampaoli renunció cuatro años antes de finalizar su contrato y nadie estaba dispuesto a hacerse cargo de la dirección técnica de una selección que venía de un enorme fracaso, con divisiones y enfrentamientos. Para más Scaloni nunca había dirigido un equipo, cumplía funciones de analista de rivales en la AFA, o sea que fue como técnico en forma transitoria, y se quedó con el lugar porque demostró con los hechos sus propias virtudes. Otros hablaron del valor de la meritocracia, por haber sabido elegir a los mejores, cuando en realidad el equipo se armó superando las complicaciones de jugadores expuestos al desgaste de los torneos de las ligas europeas, sobre todo, con lesiones o dificultades de entrenamiento, sometidos a las leyes del mercado del fútbol. Se editorializó sobre la enseñanza de que cuando los argentinos superamos las divisiones nos va bien, argumento utilizado siempre para someter a los explotados a los explotadores.
 La única realidad es que fue la voluntad y el buen saber de técnico y jugadores lo que permitió armar un equipo altamente competitivo, al punto de ganar el Mundial. Los “muchachos” de la Selección se dejaron ganar por una euforia popular que se desmarcó de los políticos capitalistas; el canto que jura nunca olvidar a los chicos de Malvinas, acompañado por “el que no salta es un inglés” en las concentraciones de festejo, se expandió por el mundo. Para un gobierno y una oposición que cada vez se recuestan más en el imperialismo esto no debe de haber sido música para sus oídos. A través de los días se fue percibiendo con más nitidez que la grieta era con los dirigentes políticos oficialistas y de la oposición. Muy posiblemente todo esto haya llevado a que el seleccionado no quisiera “tomar contacto con la política”, y preservarse en el estricto campo de lo deportivo rechazando una y otra maniobra. 
 Lo cierto es que del triunfo mundialista no pudo sacar provecho ninguno. Macri se instaló un mes en Qatar, aprovechando un puesto en la Fifa, y no pudo siquiera sacarse una foto en la puerta de la concentración del seleccionado. Alberto Fernández, como prevención, decidió no ir al partido final al cual estaba invitado como presidente de uno de los contendientes. Prefirió mirarlo desde Olivos y meter un par de tuits. Los políticos que fueron a Qatar trataron de pasar desapercibidos, sabiendo que además de no sacar réditos iban a ser escrachados por estar gastando en pocos días la guita que la inmensa mayoría del pueblo argentino no junta en un año. Se pretende cargar sobre los jugadores la responsabilidad de esta orientación, cuando posiblemente supieron leer con claridad que el ánimo popular iba para ese lado. Algunos de ellos como el Dibu y De Paul se declararon contentos de brindar esta alegría “cuando tanta gente no llega a fin de mes en la Argentina”. 
 Un triunfo tan significativo también sirvió de desahogo para un pueblo golpeado por el derrumbe de sus condiciones de vida, por un ajuste que va agravándose día a día. Las declaraciones de los jugadores sobre lo que hubo que sufrir en cada partido los emparentó con un sentimiento generalizado como resultado de un deterioro social que no encuentra un piso. Eso puede explicar la empatía entre el equipo y la hinchada más allá de la pasión futbolística. Por eso festejarlo fue una decisión inapelable.

 Festejo popular, crisis política 

Los festejos lejos de oxigenar al gobierno agravaron la crisis que lo envuelve. Alberto Fernández quedó pagando con su invitación a la selección a ir a la Rosada; contra esta posibilidad actuó incluso el kirchnerismo, que no quiere que el presidente siquiera se asome a una posibilidad de sumar puntos. Para más el presidente de AFA se cobró viejas cuentas con Alberto y Aníbal y los privó de intervenir en la organización de los festejos apoyándose en los límites puestos por el seleccionado, y aprovechó para meter su cuña a favor de Berni. Maniobra de cosecha propia en la que la Selección no tuvo nada que ver. Al kirchnerismo tampoco le fue bien, Wado de Pedro fue desairado en Ezeiza cuando bajaban del avión. Las oscilaciones y negociaciones llevaron al despropósito de que el feriado nacional fuera declarado horas antes. Para más, gobernadores peronistas (incluido el de Tucumán, la provincia del jefe de Gabinete) decidieron desoírlo. La marea humana que esperó infructuosamente el paso de la Scaloneta tuvo una demostración de la incapacidad manifiesta para organizar un festejo popular por parte del gobierno. 
 Macri con una parte de Juntos por el Cambio salió a denostar el feriado diciendo que no se podía parar al país; los millones en las calles le contestaron concentrándose de una forma tan contundente que no dejaron dudas que el feriado fue impuesto por la realidad. Los desaciertos del gobierno a la hora de encauzar los festejos no impidieron los enfrentamientos dentro de Juntos por el Cambio: desde el sector de Bullrich salieron a cuestionar a Larreta como posible presidente por no haber reprimido y haber aceptado el asueto. Si Bullrich, Macri, Milei y Espert esperan, como amenazan, gobernar con mano dura y política de shock, debieran tomar nota de lo que dejó el Mundial.

 21 años después, que se vayan los políticos capitalistas 

Que los políticos capitalistas se hayan ido con las manos vacías y con mayor crisis dentro de sus filas cuando se produjo la mayor movilización popular de la historia es un buen dato. Y aunque en las concentraciones no se levantaron banderas ni reclamos allí estaba el pueblo golpeado por el derrumbe nacional del cual son responsables los que nos vienen gobernando desde hace décadas. Que pasada la fiesta, como dice la canción “vuelve el pobre a su pobreza y vuelve el rico a su riqueza”, lo demuestra ya mismo el movimiento piquetero en la calle y el paro general del Sutna que concilió Trabajo. Que la crisis del régimen sigue su agudo curso lo demostró la Corte que mandó el misil del fallo a favor de la coparticipación de la Ciudad en menos de 24 horas. Y también antes de las 24 horas se hundía una sesión de Diputados por falta de quórum dejando a 800.000 posibles jubilados en la banquina y sin la ley en favor de ocho universidades. 
 Una parte importante del pueblo que festejó es el que está presente en las luchas contra la pobreza, contra las consecuencias de la inflación, contra la inseguridad o el ataque al ambiente, el resto son también víctimas de esta política. La fiesta del Mundial no fue un paréntesis en la crisis de la Argentina, solo una de sus facetas. De esa crisis no nos van a sacar los que la provocaron, la tarea de poner en pie un movimiento popular que supere a los que no dejan festejar sigue estando a la orden del día. 
 Apoyando e impulsando la lucha contra el ajuste, la pobreza y por todas las reivindicaciones populares seguimos impulsando la construcción de un movimiento popular con banderas socialistas. 

 Eduardo Salas

domingo, 25 de diciembre de 2022

Quema de humedales: el impacto en la salud | Entrevista a Ana Fisanotti

¿Con qué condiciones viene el nuevo giro del FMI?


Tarifazos y más ajuste. 

 El Fondo Monetario Internacional (FMI) liberó el giro de U$S 6.000 millones para que el gobierno afronte el pago de la deuda de U$S 44.000 millones que en 2018 contrajo el expresidente Mauricio Macri con el organismo. Los funcionarios del Fondo han elogiado la gestión del ministro Sergio Massa, por haber redoblado la política de ajuste fiscal. 
 Se trata del cuarto giro realizado por el organismo. Esto es una expresión de que Washington y el resto de las potencias imperialistas todavía no le han soltado la mano al gobierno del Frente de Todos. 
 La subdirectora Gerente del FMI, Gita Gopinath, señaló que las condiciones económicas del país continúan siendo frágiles, y que, para reducir el déficit fiscal primario al 1,9% del PBI en 2023, se tendrá que “fortalecer el control de los gastos, y, lo que es más importante, mejorar la focalización de los subsidios energéticos y de asistencia social” (Infobae, 22/12). Lo que quiere decir la funcionaria del Fondo es que el Ejecutivo nacional deberá avanzar en una profundización de los tarifazos y en un recorte más acentuado de los programas sociales. 
 Gopinath, además, dijo que “las restricciones cambiarias y las prácticas de múltiples tipos de cambio deben evitarse y eliminarse”, presionando por una liberación del cepo cambiario que permita a las empresas girar dividendos al exterior a una escala más grande, y, llegado al caso, a costa de una devaluación en regla. 
 Asimismo, el organismo le advirtió al gobierno que mantenga su política de suba de tasas, cuyo fin es evitar (aumentando la rentabilidad de los bonos en moneda nacional) que los grupos económicos se deshagan de sus tenencias en pesos y se vayan hacia el dólar. Es una política explosiva, habida cuenta, por ejemplo, el enorme pasivo que tiene el BCRA en materia de Leliqs, que ha alcanzado los 10 billones de pesos y cuyo pago fue afrontado en noviembre con la emisión de más de $500.000 millones. También es recesiva y ajustadora, porque encarece el crédito tomado de conjunto y echa nafta al fuego de la inflación.
 Esto, a su vez, alimenta las tendencias parasitarias de la economía argentina, en un cuadro donde los pulpos capitalistas se encuentran destinando su dinero a la especulación con bonos indexados a la inflación o al tipo de cambio, y no a la inversión en el terreno productivo (abrir fábricas, contratar mano de obra, etcétera). 
 Con todo, esta política implicará un reforzamiento del rol subordinado de Argentina en el concierto de naciones del mundo y una profundización aún mayor del carácter atrasado de su economía. 
 Desconocer la deuda externa y romper con el FMI son cuestiones vitales para salir de esta encerrona. 

 Nazareno Kotzev

El fallo de la Corte, Kicillof y los gobernadores


Kicillof tildó de inmundicia y atentado a la democracia y al federalismo al fallo de la Corte Suprema que ordena subir al 2,95 el porcentaje de coparticipación federal a la Ciudad de Buenos Aires. Según el gobernador de la provincia de Buenos Aires, a quien Alberto Fernández le cedió un 1% extra de coparticipación, el fallo significará un recorte equivalente que afectará a todas las provincias porque “esos recursos saldrán del presupuesto público nacional que se ejecuta en políticas públicas en todo el territorio del país”. 
 La resolución de la Corte Suprema suspende la aplicación de la ley 27.606 (decreto ley) promovida en 2020 por Alberto Fernández y que detonara como consecuencia del levantamiento de la Bonaerense que llegó a las puertas de la gobernación y a la propia Casa de Gobierno en Olivos. El motín, apoyado por Berni, sirvió a un aumento a los uniformados con los que reforzó su política como hemos visto.
 Mientras celebraban la resolución del ” máximo tribunal”-con fuerte tufillo macrista- dirigentes bonaerenses de Juntos cuestionaron que la devolución de la Corte siga por debajo del 3,5% que regía desde el pacto fiscal 2017. De paso le reclamaron a Kicillof que dé batalla por el aumento de la coparticipación bonaerense como “hizo María Eugenia Vidal”. Los mayores fondos para la provincia, que reivindicó Vidal, pasaron a mejor vida con el endeudamiento de Macri con el FMI. 
 En juego están 200.000 millones de pesos que irían al gobierno de Larreta para atender la campaña electoral 2023. Kicillof denuncia que son fondos que se aplican a educación y otros rubros lo que no es real porque no afecta la coparticipación expresamente. Justamente, se han adherido al reclamo de Alberto Fernández 18 gobernadores porque como está planteada la aplicación del fallo afectaría los adelantos a las provincias, o sea fundamentalmente las obras públicas. Kicillof agrega que esto además se da “cuando el FMI monitorea las cuentas públicas”. El gobernador confirma así que si hay algo que no se toca es el pago de la deuda, tanto de la Nación como de las provincias. 
 El capital financiero está primero para todos ellos, incluidos los gobernadores de Juntos por el Cambio, por supuesto. Cuando se discute coparticipación jamás discuten que la Nación se lleva hoy el 42% de los recursos coparticipables, aunque en el sistema impositivo la cuenta es más compleja porque hay impuestos nacionales no coparticipables, lo que eleva sensiblemente la cuenta que ha llegado en momentos al 70%. Esto porque el grueso de esos recursos nacionales van a los servicios financieros y a las exenciones impositivas al capital.
 El debate de la coparticipación “injusta” por lo que aporta la provincia de Buenos Aires está planteado contra las provincias y no contra el destino parasitario y usurario del gasto nacional. 
 En su rechazo al fallo, los “nacionales y populares” muestran la hilacha invocando que este desvirtúa el pacto colonial de Massa y los Fernández para bajar el déficit del PBI a un 1,9% mediante un ajuste contra los trabajadores, reivindicando su “cumplimiento imposible porque no hay partida prevista en el presupuesto aprobado”. Agregamos nosotros: redactado en Washington y por eso aprobado con los votos de Juntos por el Cambio. 
 Por ahora estamos ante una cautelar de la Corte sin ir a la cuestión de fondo. En la cuestión de fondo es difícil que la Corte vuelva atrás si miramos los anteriores fallos de San Luis, Córdoba y Santa Fe. Pero que se trate de una cautelar puede estar al servicio de abrir un período de negociación. Negociaciones ya hubo con Wado de Pedro como representante del gobierno nacional y fracasaron, lo que ha provocado un debate interno en el Frente de Todos. El gobierno nacional hoy incumple el fallo desafiando la resolución de la Corte, pero se puede amparar en la apelación. 
Una vez volteada la apelación por la misma Corte que la dictó habrá que ver hasta dónde el gobierno y los gobernadores alineados en este punto –todos menos los cuatro de JxC, Schiaretti y Perotti- están dispuestos a llevar la colisión de poderes que se ha desatado. 
 Por lo pronto Larreta tampoco tuvo número para las tablas que aprobarían la rebaja de impuestos, tanto a las tarjetas de crédito que pagan los consumidores como a las Leliq depositadas en el Banco central. 
 Las acusaciones de “distrito opulento” de Alberto Fernández y de Kicillof en la misma línea buscan enfrentar a los trabajadores de uno y otro lado de la General Paz, víctimas de la política de ajuste como lo han revelado las huelgas de la salud y las grandes huelgas docentes con los recientes paros convocados contra Baradel por la Multicolor. Los trabajadores en esta crisis somos convidados de piedra, todos víctimas de los ajustes nacional y provinciales y, por supuesto, ningún interés popular está presente en este fallo de la Corte cuyo enfrentamiento con el gobierno ha escalado mediante una batería de fallos contra el gobierno. 

 Daniel Rapanelli 
 Néstor Pitrola

La pandemia no quedó atrás

El vertiginoso crecimiento de la ola de covid de las últimas semanas preocupa tanto al gobierno nacional como a los provinciales. Argentina sigue con semanas de atraso la tendencia de los países del hemisferio norte, donde nuevas olas de la enfermedad están haciendo estragos. 
 Según el Ministerio de Salud, entre el 12 y el 20 de diciembre, los casos diarios detectados saltaron de 27.119 a 62.261 (un crecimiento del 129%); y de 7 a 39 muertos (457%). Se registraron 342 pacientes graves, 84 más que la semana pasada, con una ocupación del 41,3% de camas de terapia intensiva. Las provincias más afectadas son Buenos Aires, CABA, Córdoba, Santa Fe, Tucumán y Catamarca (Clarín, 20/12). 
 Los gobiernos han limitado los testeos PCR en los hospitales a personas mayores de 50 años, que tienen condiciones de riesgo, personal de la salud o de instituciones de larga estadía, como geriátricos, y a las que requieran internación por enfermedad respiratoria aguda. Por otra parte, el funcionamiento de los centros de testeo está restringido a la franja horaria de la mañana. En los casos de aquellas personas que presenten síntomas evidentes como pérdida de olfato se está procediendo a ingresarlas como positivos sin testeo. Está creciendo la demanda de auto test en farmacias (554%), entre los cuales también se registra un crecimiento de la positividad – del 11 al 45 % de los casos informados (Infobae, 17/12).

 Vacunas 

El stock de vacunas con las que cuenta el gobierno corresponde a la primera generación, diseñada para atacar a la primera cepa del virus. La variante Ómicron las ha dejado obsoletas. Las sub-variantes de ésta, BQ.1 y XBB, de mayor grado de contagiosidad, son inmunes a las vacunas aplicadas hasta ahora en nuestro país. Solo en EEUU, Canadá, Japón y algunos países de Europa están aplicando las vacunas bivalentes ARNm de Pfizer y Moderna, que generan inmunidad para ambas cepas. 
 Si bien el gobierno había anunciado la llegada de dosis para fin de año, no hay ninguna información precisa al respecto. En estas circunstancias, ha anunciado para mediados de 2023 la producción de una versión local que, según los medios de comunicación, habría superado exitosamente la fase 1 de prueba. Según los científicos locales, además de la fuerte reducción de costos que significa la producción local, otro elemento ventajoso es que la plataforma tecnológica desarrollada se podría modificar rápidamente en el caso de que la variante Ómicron fuera desplazada por una nueva mutación.
 La eliminación del testeo y la dificultad para acceder a información fehaciente sobre el desarrollo del contagio son la columna vertebral en la que se apoya la política de convivencia con el virus, propiciada -con mayor o menor determinación- por todos los gobiernos capitalistas. 

 Covid prolongado 

Sin embargo, la convivencia con el covid tiene consecuencias dramáticas a mediano y largo plazo. Si bien desde 1980 se estudia la encefalomielitis miálgica o Síndrome de Fatiga Crónica, después de una serie de problemas de salud que incluyeron faringitis estreptocócica y mononucleosis, muchos de estos síntomas se parecen bastante al long covid o covid prolongado. Los científicos se encuentran estudiando concentradamente estos síntomas. 
 Los virus, tanto los habituales como el covid, están relacionados con complicaciones duraderas. La Influenza puede provocar inflamación del cerebro y el corazón, y el Epstein-Barr (herpes) está asociado con el síndrome de Guillain-Barré, una condición rara en la que el cuerpo ataca su propio sistema nervioso, lo que a veces provoca parálisis (Infobae, 22/12).
 La reinfección de covid como las afecciones prolongadas han sido invisibilizadas, por lo que llegar a tratamientos adecuados aún puede llevar años y, en consecuencia, se destaca la necesidad de medidas sanitarias preventivas. En Alemania, se estudian los cambios de estructura y función pulmonar encontrados en niños como parte del abordaje de long covid. El desarrollo de las fuerzas productivas -la aparición en tiempo récord de las vacunas- choca contra las relaciones sociales capitalistas – que impusieron la ´inmunidad de rebaño´. 
 Un estudio publicado en la revista Nature Medicine sobre 443.588 pacientes con una infección por SARS-CoV-2, 40.947 con dos o más infecciones y 5,3 millones de personas no infectadas -mayoría varones- muestra que los primeros tenían más del triple de probabilidades de desarrollar problemas pulmonares, tres veces más de sufrir afecciones cardíacas y un 60% más de padecer trastornos neurológicos que los pacientes que sólo se habían infectado una vez (Infobae, 19/12). 
 Más allá del sistema respiratorio -los sobrevivientes de covid tiene mayor riesgo de sufrir complicaciones graves, como problemas cardíacos y pulmonares- el covid prolongado puede afectar debilitando casi todos los órganos ya que sus células pueden adherirse a sus tejidos (Infobae, 22 de diciembre). 
 Por lo general, los sobrevivientes requieren de un seguimiento en una unidad de cuidados intensivos. También son proclives al estrés post traumático. Diversas dificultades y síntomas de long covid aparecen en 1 de cada 5 pacientes (wsws.org, 19/12). 
 Las consecuencias en materia de salud mental agravan las preexistentes a la pandemia. En Estados Unidos aumentó un 50% la tasa de suicidio en las mujeres. “Hay que verlo clínicamente, endocrinamente, cardiológicamente, neuomonológicamente y hacer una evaluación neuropsiquiátrica” (La Voz del Interior, 3/11). 
 El ‘ajuste’ capitalista ha afectado la alimentación y también el acceso a la salud en las infancias. Las embarazadas son más vulnerable frente al virus afectando directamente su embarazo a través de partos prematuros. También se ven afectadas por el estrés postraumático, ya sea por haber transitado la enfermedad o por haber perdido algún familiar, lo que implica probabilidades de impacto en la salud mental de los niños, según informes provenientes de Suecia.

 Desigualdades 

Un trabajo publicado en la revista científica Nature, que reúne el consenso de 386 investigadores, médicos y asesores políticos de 112 países, apunta a dos problemas estratégicos para abordar la pandemia como fenómeno internacional. Uno es la “inequidad social”, que se refleja en los países más pobres a través de los indicadores de vacunación y tasas de muerte (Infobae, 3/11). 
 Hay 2,4 mil millones de personas sin vacunar, de los cuales el 90% reside en los países más pobres. A mediados de año, la Organización Panamericana de la Salud afirmaba que un tercio de la población de América seguía sin vacunarse. En 10 países, la vacunación no llegaba al 40%. El trabajo plantea que se podrían haber evitado más de un millón y medio de muertes si se hubieran distribuido más equitativamente las vacunas en lugar de su acaparamiento por parte de los países más ricos. 
 El consenso científico concluye que, para acabar con la pandemia, se hace indispensable la cooperación solidaria internacional de las naciones en transferencia de tecnología, así como la puesta en marcha de políticas multidisciplinarias que integren a diferentes actores sociales de la sociedad además de los sistemas de salud. Advierte que este enfoque se contrapone con los intereses empresariales a nivel mundial y que deja planteada la constitución de fuerzas sociales de “presión” para vehiculizarlas. Con todo, la OMS ha anunciado que el año 2023 marcará el fin de la pandemia. 
 El capital ha impuesto su “salida” en el conjunto de los estados – de un lado, una transferencia gigantesca de recursos para el rescate de grandes corporaciones; del otro, la inmunidad de rebaño. La guerra, la agresión al medio ambiente y los negocios con la salud de la población han marcado estos tres años. La solidaridad entre los pueblos enfrentará la guerra imperialista, la pandemia de los capitalistas y sus políticas de hambre y enfermedad. 

 Maxi S. Cortés 24/12/2022

Una riña de gallos en la arena del Fondo Monetario


La decisión de “desacatar” el fallo de la Corte sobre la remisión de fondos a la CABA desató una escalada política tan sonora como inconducente. El gobierno anunció que presentará un recurso “extremo” a la Corte pidiendo la revisión del fallo y, ulteriormente, por la recusación de los magistrados. Mientras tanto, los gobernadores que apoyan la postura de Fernández se presentarán en la causa como damnificados. Todas estas acciones servirán para postergar la ejecución del fallo, cuanto menos, hasta después de la feria judicial. Pero la dilación podría ser mucho mayor –Santa Fe acaba de cerrar un acuerdo de cobro por fondos nacionales por un juicio similar, donde la Corte falló hace ¡tres años! A través de chicanas jurídicas, el desacato político se convierte en nada. 
 La escalada opositora tampoco tiene visos efectivos. Los pedidos de juicio político a Alberto Fernández no pueden ser aprobados por el Congreso. Tampoco prosperarían los pedidos de destitución, como los de Carrió o López Murphy. Conocido el fallo que restauraría el “estado de derecho”, Macri se fue de vacaciones. 
 La razón por la que la tormenta no sale de un vaso de papel, es la fidelidad de los Fernández al acuerdo con el FMI. Los comunicados de las grandes compañías de rechazo al desacato, en especial de la Cámara norteamericano-argentina, son para la tribuna. La disparada del ‘blue’ ha sido vinculada por los columnistas de economía a la abundancia de dinero en circulación, debido a las emisiones de moneda por el Banco Central, y la tendencia a una corrida cambiaria. La parálisis legislativa, que bloquea la aprobación del Presupuesto de 2023, viene desde antes y encierra una fuerte disputa por la carga impositiva. Los gobernadores de las provincias más relevantes, en términos de población y de economía, han rechazado la jugada de Fernández – el presidente ninguneado por la selección que ganó el Mundial. El único conflicto real de poderes ni siquiera está en la mesa – el rechazo al FMI y el no pago de la deuda. El gobierno asegura que el fallo contradice el presupuesto 2022, que nunca fue aprobado, sin darle las gracias a la Corte por no enjuiciarlo por proceder a modificaciones impositivas por decreto – prohibido por la Constitución. Cuando se trata del FMI, la Corte acompaña y con yapa.
 Del lado del gobierno, el frente del rechazo tiene ausencias fundamentales. No le pusieron el gancho ni Córdoba ni Santa Fe. Tampoco se sumó el salteño “Litio” Saénz, un aliado de Massa. Los gobernadores se han convertido en socios del capital minero, petrolero y sojero, con el pleno apoyo de la jefatura del FdT y del gobierno. Cristina aún no ha abierto la boca; lo hará el martes en Avellaneda, cuando tendrá el cuidado de no darle más alas a una posición que no tiene vuelo. 

 Golpes y contragolpes

 La “crisis de poderes” desatada en estas horas tiene los límites impuestos por el régimen económico y político que apoyan tanto la Corte como los “desobedientes”. Pero este régimen se encuentra en default custodiado – amenazado por una corrida cambiaria, de un lado, y por las luchas crecientes, del otro. Razón demás para no atizar ‘crisis de poderes’. 
 La Corte, representación máxima de un poder vitalicio y no electo, se ha arrogado un arbitraje que quiere hacer valer frente a los choques que se producirán en la grieta, en el ‘año electoral’. La legislatura de Chubut desbarató un intento de aprobar la ley de lemas, para evitar un recurso ante la Corte. Pero estas irregularidades prevalecen en varias provincias y en especial en Tucumán, donde el ‘acople’ permite la presentación de centenares de listas debajo de una candidatura única a gobernador. 

 Distinguir la farsa de la crisis 

2023 termina en medio de una escaramuza “por arriba”. Sin la compañía de Massa ni de la burocracia de los sindicatos, Alberto Fernández y su procurador Zaninni tirarán la toalla después de la feria judicial. El conflicto de poderes procura mantener en el corral nacional y popular a numerosas disidencias que nunca renunciarán a las dádivas que vienen con su participación en los ministerios. Alberto Furlán, el ´combativo´ de la UOM, acaba de arreglar con el ‘poder económico’, Techint, un acuerdo paritario que excluye del aumento a la mitad del salario imputado como complementario. Entre bueyes no hay cornadas. Desde esta columna nos empeñamos en desbaratar lo que no son más que fintas, dentro de un acuerdo internacional con la banca y los fondos protegidos por el FMI.

 Marcelo Ramal
 24/12/2022

"Todos los gobiernos de la democracia gobernaron conspirando contra el pueblo" // Gabriel Solano

Un triunfo mundial de un país en crisis // Movilización récord para recibir a la Scaloneta

viernes, 23 de diciembre de 2022

La Corte avala el saqueo de los contribuyentes de CABA por parte de Larreta y los Fernández


La Corte Suprema de Justicia se tomó dos años para dirimir una disputa entre el Estado nacional y el gobierno de CABA, acerca de una coparticipación de impuestos. En la sentencia, que acordó por unanimidad, tampoco explica las razones para la demora, en un caso en que debía “cautelar”, o sea proteger, una situación patrimonial. El tema de fondo, cuánto le corresponde a CABA de la masa de impuestos coparticipables, lo dejó para otra ocasión, probablemente porque tampoco es un asunto que corresponda al Poder Judicial. El reparto de los impuestos nacionales, primero entre la Nación y el conjunto de las provincias, y luego entre las jurisdicciones federales entre sí, es un asunto del Congreso o de una Convención Constitucional. 
 El fallo demorado suscitó un escándalo entre las barras del oficialismo y el macrismo. Se trata, en realidad de un escándalo ficticio, por parte de dos agrupamientos políticos que comparten el apoyo a la confiscación fiscal que perpetran los buitres nacionales e internacionales que se han adueñado de la deuda pública. En 2016 Macri había elevado al 3.5%, por medio de un decreto, la parcela de CABA en los fondos coparticipables. La medida fue justificada por el traspaso de la polícía al presupuesto de la Ciudad. Luego, la suba fue reforzada por una ley, gracias al voto de los legisladores de Massa y otros bloques peronistas que se amucharon en un Frente de Todos, sólo cuando vieron que el gobierno macrista había entrado en desbande. Esto explica el silencio con el que la sentencia fue recogida por los socios peronistas del kirchnerismo. 
 En 2020, AF redujo ese porcentaje, también por decreto, al 2.3%, con el pretexto de que debía financiar un aumento de salarios a la policía bonaerense, que se había ‘sublevado’ bajo el manto de Sergio Berni. Todo este ida y vuelta tiene que ver con una cesión de fondos de la redistribución primaria de ingresos, aquella que tiene lugar entre Nación y provincias –no altera el reparto interprovincial. 
La Corte, sin dar razones, la ha llevado al 2.95% –un 0.6% abajo de lo establecido por Macri y un 1.6% arriba del decreto de Fernández. La Corte no ordena, sin embargo, reparar la pérdida de ingresos sufrida en estos dos años por CABA; debía haberlo hecho por tratarse de una medida cautelar, que se llama así porque pretende proteger intereses que se encuentran amenazados. Larreta, que no tiene un pelo y menos de zonzo, se había atajado de entrada, mediante el establecimiento de un impuesto a las tarjetas de crédito de los bancos con sede en Ciudad, y una suba del impuesto a los ingresos brutos. Cobró por adelantado, del bolsillo de los contribuyentes, en lugar de esperar a un fallo que, en principio, debía tener efecto retroactivo. Anuncia ahora la eliminación de estas medidas, pero no devuelve el dinero a quienes pagaron esos impuestos durante dos años. El protector del patrimonio de los porteños transfirió el dinero de estos porteños al Tesoro de la provincia de Buenos Aires, mientras decía defender los derechos de la Ciudad. Durante dos ejercicios fiscales consecutivos desvalijó a los contribuyentes de la Ciudad. La misma Corte que ha puesto en vigencia leyes que fueron anuladas por el Congreso, no ha aplicado la retroactividad para saldar las cuentas de quienes pagaron los impuestazos de Larreta. 
 Es obvio que no se trata de desvestir a los bonaerenses para vestir a los porteños. Sea en Provincia o en CABA, la plata de los contibuyentes se destina a financiar exenciones impositivas a negociados inmobiliarios o a la obra pública-privada. Pero esto demuestra, precisamente, que la disputa entre las dos barras bravas no apunta a la defensa de intereses populares sino a quién gestiona la corrupción privada. La disputa no encierra un conflicto “federal” sino que busca ocultar un conflicto social. Nación avanza sobre la masa coparticipable para pagar los intereses usurarios de la deuda pública, en tanto que los gobernadores necesitan pagar la deuda usuraria de las provincias con los impuestos nacionales. La disputa por la coparticipación es una pantomima, es para la tribuna; la Corte no interviene para defender un estado de derecho o un régimen político federal, sino para ocultar su complicidad con el pago de una deuda estatal enteramente amparada por legislación extranjera y jurisdicción foránea. El régimen político de Argentina es una sucursal de los mercados y los Estados de Londres y Nueva York.
 Un “conflicto de poderes” en los términos señalados, con la consiguiente parálisis legislativa, es simplemente una farsa. 

 Jorge Altamira
 22/12/2022

Biden lleva a Zelensky a Washington para escalar la guerra


Zelensky, el presidente de Ucrania, fue llevado a Washington por un avión de las fuerzas armadas de EE.UU, para espolear la guerra internacional de la OTAN. El Congreso norteamericano está a punto de aprobar un paquete de 49 mil millones de dólares para proveer de mayor asistencia militar al ejército ucraniano. Biden, por su lado, ha anunciado el envío de misiles Patriot, cuyo alcance geográfico lo habilita para atacar el interior del territorio de Rusia. Dada la necesaria asistencia de personal militar norteamericano para capacitar su uso por Ucrania, se asiste a un involucramiento cada vez más directo de Estados Unidos en la guerra, y por lo tanto a un choque militar directo con Rusia. 
 Esto sería suficiente para iniciar una escalada nuclear. Estados Unidos ha aprobado una directiva que autoriza a golpear preventivamente los comandos estratégicos de Rusia con armas nucleares. Rusia, por su lado, ha alistado misiles hipersónicos, en el marco de una doctrina que deposita en la respuesta nuclear la salvaguarda de la “existencia nacional”. En la ciudad de Bakhnut, en la frontera de hecho entre las tropas rusas y ucranianas en la provincia de Donetsk, se libra una batalla despiadada con miras a conquistar posiciones en nudos ferroviarios y viales que permitan extender la guerra terrestre. 
 El operativo de llevar a Zelensky a Washington apunta a alinear al Congreso en una línea belicista abierta y a insuflar un ánimo guerrerista en la población, en momentos en que la guerra pierde apoyo, según todas las encuestas. El guerrerismo tiene lugar cuando crecen las huelgas, en especial en Estados Unidos y Gran Bretaña. El rearme norteamericano a una gran escala es acompañado por Japón, pivoteando en torno a las amenazas que atribuye a Corea del Norte. 
 Que la extensión de la guerra se ha convertido en un plan definido, se manifiesta en la brutal agresión económica norteamericana contra China. La escala de sanciones contra las empresas tecnológicas de este país, en especial las de semiconductores o ‘chips’, ha cobrado una magnitud sin precedentes. Rusia y China están realizando operativos navales conjuntos. Putin pretende asociar a Bielorrusia en un ataque directo a Ucrania, en una operación de pinzas desde el este y el oeste. 
 Ante el Congreso de Estados Unidos, Zelensky se anotó como una suerte de Churchill, para reforzar la campaña que encubre a la guerra como una cruzada de la democracia contra el nazismo. Ocurre que Zelensky mismo está adscripto a una corriente política que entronca con el apoyo a la invasión de la Alemania nazi a Ucrania, y cuyo propósito no es la independencia de Ucrania sino llevar hasta el final una guerra que se propone el desmantelamiento nacional de Rusia. En las últimas semanas, el gobierno ucraniano se encarnizó en una campaña contra el exsecretario de Seguridad de Estados Unidos, Henry Kissinger, para quien la unidad nacional de Rusia es un factor decisivo para conservar el equilibrio internacional.
 La escalada de guerra de Biden y la OTAN está penetrando en América Latina, para bloquear el avance económico de China en la región. Es un factor fundamental en el golpe que ha destituido a Pedro Castillo en Perú. Más que nunca es necesaria una campaña para parar la guerra, que sólo puede lograr una movilización independiente de la clase obrera. 

 Comité Editorial 
Política Obrera
 22/12/2022

miércoles, 21 de diciembre de 2022

De la fiesta monumental a una “monumental” crisis política


La celebración a los campeones del mundo ha sido calificada como histórica, en términos de movilización de masas. El circuito que supuestamente debía recorrer la selección en un micro albergó una cifra calculada entre los 4 y 5 millones de personas. Pero pasadas unas cuatro horas desde su salida, los organizadores tomaron la decisión de cancelar la caravana, y subir a los campeones a un helicóptero con rumbo a Ezeiza. Algunos presentaron a esa interrupción como el resultado inevitable de la movilización desbordante, que dificultaba la marcha del ómnibus. No está claro que esa fuera la razón: aunque la marcha era tortuosa, el micro desplegaba su andar. Pero su destino estaba en disputa: se dijo que, ya suspendida la llegada al Obelisco, iba a improvisarse un palco para la multitud en el codo de la AU 25 de mayo y la 9 de Julio. Más allá, en la Casa Rosada estaba preparada una ornamentación y un buffet para los jugadores, que ahora tendrá que repartirse entre los empleados de “la casa”. La suspensión de la caravana dejó broncas y frustraciones. Al final del día, los manifestantes que permanecían en el Obelisco terminaron desalojados por la policía de la Ciudad.
 Desde el mismo momento en que fue concebida, la caravana triunfal de la selección estuvo pegada a la mortal crisis política del gobierno. Alberto Fernández se privó de concurrir a Qatar, aun siendo invitado por Qatar y por el propio Macron. Pero reclamó, a la vuelta de la selección, el gesto elemental de que la Selección ´pasara´ por la Rosada, o sea, quiso ejercer un principio básico de autoridad estatal. El que practican, por ejemplo, los directores de colegios cuando le entregan un diploma a un egresado. 
 La negativa de los campeones a concurrir es una monumental desautorización política. Alguien puede afirmar que “sólo se trata de un evento deportivo”. Pero para gobiernos y partidos que manipulan sistemáticamente al fútbol en función de sus propósitos, ese argumento no vale: ahora,tienen que beber de su propia medicina. 
 En ese cuadro, el vacío al titular del ejecutivo es una crisis de proporciones. El modo a través del cual se tejió esa crisis caracteriza al gobierno. En primer lugar, quien operó activamente para impedir la concurrencia a la Rosada fue el kirchnerismo, temeroso de que el “saludo a los campeones” le diera ínfulas a Alberto Fernández en las luchas intestinas del oficialismo y en las próximas candidaturas. Para ello, la Cámpora explotó otra enemistad de Fernández: la que tiene con Tapia, el presidente de la AFA, desde los tiempos de Tinelli y su derrumbe. Refrendando la existencia de esa interna, Tapia saludó por tuit al kicillofista Berni, mientras repartía palos a las fuerzas de seguridad nacionales o porteñas. El fútbol es un nido de camarillas políticas, cruzadas por la propia crisis de gobierno y de Estado. Sólo bastaron esas viejas reyertas, y la operación de la Cámpora, para producirle el vacío a Alberto Fernández. 
 En un plano más general, las cinco millones de personas que manifestaron en esta jornada mostraron, junto a su alegría, la enorme orfandad política de un pueblo que, sin embargo, se presentó en las calles como una potencia gigantesca. Esa potencia deberá encontrar los planteos, el programa y las luchas que le resulten propios – la agenda de una victoria deportiva no llena esa gran aspiración. En medio de una demostración de masas, el gobierno que esperaba un “respiro” por el mundial no pudo organizar una caravana de bienvenida – y, ni siquiera, una ceremonia oficial. Todos los que desde mañana deban defender el salario o el derecho al trabajo con sus propias fuerzas, deben tomar nota de lo que enseña esta jornada crucial.

 Marcelo Ramal 
 20/12/2022

Perú: el Congreso vota la prórroga de un gobierno usurpador

Los diputados peruanos lograron aprobar este martes el proyecto de adelantamiento de las elecciones, para abril de 2024. Serán para presidente y para congresales. El tribunal electoral no puede, sin embargo, proceder a su organización, porque la convocatoria está sujeta a una serie de reformas políticas de características imprecisas. Esta salida es un cheque en blanco, que no cuenta aún con garantías de validez. Muchos interpretan que es una echada de lastre ante la presión popular, porque admite una renovación temprana del Congreso. Pedro Castillo, mientras tanto, seguirá en prisión preventiva por 18 meses. Lo resuelto no es lo que reclama la calle y en especial las regiones andinas: la liberación de Castillo y la restauración de sus derechos políticos; elecciones de inmediato y una Asamblea Constituyente. Planteada, en un inicio, para llevar a cabo la nacionalización de las minas o, en todo caso, la aplicación de una mayor carga impositiva, luego se desbarrancó hacia una reforma insitucional, con el propósito de quitar al Congreso la facilidad para derribar ministros, gabinetes y gobiernos. La crisis política ha sido atizada por el enorme empobrecimiento social. “Perú fue uno de los países del mundo más afectados por la pandemia: la pobreza subió unos 10 puntos porcentuales” (NewYorkTimes, 09/12).
 La distante convocatoria electoral se produce en medio grandes protestas, puebladas y declaración del toque de queda en 15 provincias. La suspensión de los derechos constitucionales está a cargo de la Policía Nacional y las Fuerzas Armadas. El jueves pasado, primer día del toque de queda, hubo ocho asesinados por parte de las fuerzas policiales en la región de Ayacucho. La cantidad de muertos ya superan los 30 y hay más de 600 heridos. Los precarios servicios de salud colapsaron en las regiones más afectadas por la represión. Según las autoridades de salud, “el 90 por ciento de los fallecidos y heridos en Ayacucho son por impactos de bala, el otro 10 por ciento por contusiones. Un dato que revela que las fuerzas de seguridad dispararon con armas de fuego” (La Voz de Cataratas, 18/12). Los asesinatos policiales no hicieron más que multiplicar las protestas, que arremetieron contra las comisarías y fiscalías. 
 Boluarte no reúne condiciones de gobierno; ya renunciaron dos ministros y ella tuvo que despedir al Jefe de Gabinete. Estados Unidos fue uno de las primeros en reconocer a Boluarte como jefa de Estado; la embajadora norteamericana en Lima estuvo muy activa en acelerar los trámites para suplantar a Castillo. El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, pidió “a los diferentes actores políticos de Perú que multipliquen sus esfuerzos para hacer 'las reformas necesarias' con el objetivo último de salvaguardar la estabilidad democrática del país” . Como acaba de ocurrir en Chile hace un par de días, la ‘asamblea constituyente’ será asumida por el Parlamento para votar las leyes que condicionen aun más los procesos electorales. La Casa Blanca desató el nudo que amenazaba con ahogar el gobierno de Boluarte, empantanado por la negativa de los parlamentarios a acortar su propio mandato legislativo. 
 El proyecto aprobado, de todas maneras, fue menos que nada. El objetivo de Boluarte de que el adelantamiento de las elecciones se realice para el próximo año no prosperó. Con 93 votos a favor, 30 en contra y una abstención, se aprobó el recorte del mandato hasta julio del 2024, algo que algunos medios calificaron como una “eternidad peligrosa”. Resta todavía que la resolución sea ratificada en una segunda votación que tendrá lugar en febrero próximo. No obstante, un sector de lo que los medios llaman la 'ultraderecha' votó en contra del adelantamiento electoral. 
 La Asamblea de Gobiernos Regionales, que agrupa a los gobernadores electos, en un comunicado, limitaron el adelantamiento electoral al cargo de presidente, una vez producidas las “reformas políticas necesarias”. 
 Los sectores de la centroizquierda parlamentaria peruana tuvieron votaciones divididas. Perú Libre, la fuerza que llevó al destituido Pedro Castillo, votó en contra, reclamando elecciones de inmediato y un referéndum para que se convoque a una Asamblea Constituyente. Otro de estos sectores votó a favor porque, según sus voceros, “en este difícil escenario, con movilizaciones exigiendo elecciones, la peor alternativa era que no se apruebe el adelanto de elecciones” (Página/12 21/12). 
 Boluarte pretenderá llegar a julio del 2024. En sus últimas apariciones públicas, la presidenta se mostró rodeada de militares. Acordó con el Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas para que sea la Justicia militar la que investigue las muertes causadas por la represión que tuvieron a su cargo. El Fuero Militar Policial se deslindó incluso de esta última responsabilidad, al señalar que sólo se ocupará de investigar cualquier conducta “que atente contra los bienes jurídicos vinculados con la existencia, organización, operatividad o funcionamiento de las Fuerzas Armadas y Policía Nacional del Perú”. 
 La crisis peruana produjo una crisis entre gobiernos de América Latina. México, Bolivia, Colombia y Argentina han reclamado la reposición de Castillo. El chileno Boric y el electo Lula han trabajado para asegurar un adelanto de las elecciones. Los primeros vuelven a denunciar la mano de Biden en el golpe peruano –una saga que comenzó con la Cumbre de las Américas, en Los Ángeles-. Los otros dos, en cambio, deben, en parte, su llegada al gobierno, al respaldo norteamericano frente a sus rivales ‘trumpistas’. Se cruza en este entrevero la disputa entre Estados Unidos y China por el control de la cadena de suministros de América Latina. China no solamente se ha convertido en el principal mercado del cobre peruano, sino que pelea la primacía por las inversiones mineras. La crisis en Perú es un eslabón de la guerra mundial y la crisis internacional. 
 Los arreglos electorales no aseguran la supervivencia de Boluarte; tampoco aseguran las ‘reformas políticas’ que puedan privar de poder a las camarillas del Congreso. El Parlamento es una de las plataformas de operación de los Fujimori, cuya jefa, Keiko, arriesga una condena a 30 años de prisión por corrupción. La reivindicación de la Asamblea Constituyente se convierte en una vaguedad, si no es apoyada por el derrocamiento del gobierno usurpador, en principio por medio de una huelga general. La Sierra del Perú ha vuelto a mostrar su músculo de lucha: hay que potenciarlo y evitar que se disipe. No es un momento de propagandismo, sino de organización del poder de las bases agrarias y urbanas sublevadas. 

 El Be 
 21/12/2022

Fusión nuclear, un hito científico en el marco de una guerra imperialista


El Departamento de Energía de los Estados Unidos realizó un anuncio que conmovió a la comunidad científica. Se refiere a los resultados obtenidos en el Laboratorio Nacional Lawrence Livermore, que alberga la Instalación Nacional de Ignición (NIF, en inglés). Allí, a través de un proceso llamado fusión nuclear, se habría conseguido producir más energía que la utilizada para impulsar el propio experimento. Es una réplica del proceso natural que realizan las estrellas -como el Sol- para alimentarse. En estos casos, existe una ganancia de energía neta en el proceso, es decir, la energía final es superior a la inicial. El alcance histórico de este logro anticipa las posibilidades de un desarrollo ulterior para su uso comercial y militar. 
 En el experimento, se utilizaron 192 láseres sobre una diminuta bola de plasma de hidrógeno –del tamaño de un grano de pimienta. Así, “aportó 2,05 megajulios (MJ) de energía y dio como resultado 3,15 MJ de salida de energía de fusión, lo que generó más del 50% más de energía de la que se introdujo”. Es la primera vez en la historia que se obtiene como resultado una ganancia energética significativa con relación a la aplicada al inicio del proceso. 
 En la fusión nuclear, explica Ricardo Farengo, físico e investigador de la Comisión Nacional de Energía Atómica (Infobae, 20/12), “se busca unir los núcleos de dos isótopos del hidrógeno (deuterio y tritio). En esta reacción de fusión se produce un núcleo de helio (partícula alfa) y un neutrón. La fusión es el proceso que produce la energía en las estrellas”. Actualmente las usinas nucleares utilizan otro método, conocido como fisión nuclear, donde se rompe el núcleo de un elemento pesado (Uranio) dando como resultado mayor energía. 
 El propio Farengo explica los límites actuales de la fusión nuclear: “se trata de un logro muy importante, ya que hubo una ganancia neta de energía del 50%. Pero esa ganancia no compensó la energía entregada a los láseres para que funcionen. Por eso es relativo el tema de la ganancia de energía final obtenida, respecto a la invertida” (ídem). De igual manera, el Departamento de Energía de Estados Unidos ha dejado en claro el nivel experimental de estas pruebas, aun cuando demuestran la posibilidad de realizar la fusión nuclear. Restan décadas de investigaciones para poder expandir su uso a nivel comercial. 
 Existen dos métodos para intentar una fusión nuclear: el confinamiento inercial y el confinamiento magnético. El primero de ellos fue el utilizado por los científicos estadounidenses. Existe una diferencia fundamental entre ambos. Mientras el confinamiento inercial consiste en tomar una pequeña cantidad de combustible, calentarlo mediante un láser y comprimirlo, el confinamiento magnético se basa en la utilización de campos magnéticos para confinar al combustible. En ambos se obtiene -en un caso exitoso- el mismo resultado. Este segundo método es utilizado en la central francesa ITER, que es una colaboración mutua entre la Comunidad Europea, Estados Unidos, Japón, China, Rusia, Corea del Sur e India. No se han logrado todavía resultados de ignición superiores al 1% (producir la misma energía a la aplicada). En China, utilizando este método, “lograron mantener la reacción durante 17 minutos, aunque sin ganancia energética” (ibídem).

 Armamento nuclear

 Los medios internacionales, y en particular la gestión Biden, han celebrado el resultado del experimento como un primer paso en la provisión de energía limpia, barata y casi ilimitada, sin desechos radiactivos como sucede en la actualidad con las usinas nucleares. Se abre la posibilidad de abandonar la dependencia de las energías fósiles, una poderosa palanca para combatir el cambio climático. La fusión nuclear sería menos costosa incluso que la energía eólica o solar -siempre como proyección comercial.
 Lo que es obviado por una gran cantidad de medios, pero señalado por el columnista Iker Seisdedos, de El País (13/12), es que este desarrollo “facilitará a Estados Unidos el mantenimiento de sus armas nucleares sin necesidad de realizar pruebas con esas armas. Ese fue el objetivo primordial por el que se construyó el NIF, que costó 3.500 millones de dólares”. Es decir, que la fusión nuclear -como todos los grandes desarrollos científicos de los últimos años, como Internet o el GPS- ha sido concebida y desarrollada en clave militar. No hay un ápice humanista o ecologista en los planes del Departamento de Estado. El desarrollo de la ciencia y la producción, bajo el capitalismo decadente, se vuelve contra la Humanidad. 
 Las declaraciones de varios mandamases del gobierno norteamericano sobre la posibilidad de abandonar la dependencia del petróleo y el gas refleja, sencillamente, la aspiración del imperialismo yanqui de ´emanciparse´ definitivamente de sus proveedores de combustibles fósiles, mientras en la actualidad desarrolla una agresiva política para asegurarse las reservas fundamentales de petróleo, gas, litio, oro y tantos otros minerales necesarios para impulsar un rearme militar. Estos desarrollos científicos, excepcionales sin dudas, deben ser vistos además en el marco general de una guerra imperialista en desarrollo. 
 Algo similar ha sucedido en el campo espacial con los descubrimientos sobre minerales en el lado oscuro de la Luna o los comandos autónomos en Marte, que ha sido colonizada por los grandes capitalistas como Elon Musk (Tesla).
 Marx ya había señalado que un régimen social declinante tendía a convertir a sus fuerzas productivas en fuerzas destructivas, lo que vuelve al desarrollo científico indisociable del capital -sus enfrentamientos, choques y contradicciones- en momentos de un derrumbe económico general y una guerra imperialista en desarrollo. 

 Joaquín Antúnez 
 20/12/2022

Juicios ABO V -día 14- Miércoles 21 de diciembre 10:00 horas

Perú y Argentina una misma clase, una misma lucha ¡No al Golpe de la oligarquía!

martes, 20 de diciembre de 2022

La Selección de nadie, la Selección de todos


Los festejos populares por la conquista de la copa del Mundo 2022 han superado todo lo conocido en materia de celebraciones futbolísticas. La movilización callejera no solo ocupó el Obelisco y la 9 de Julio. Tuvo lugar en todos los cascos céntricos de las ciudades del país, y, más allá, en los barrios más recónditos y humildes. La celebración superó, por supuesto, a la “fiesta” del Mundial de la dictadura (1978) pero también a los festejos de 1986. Es bueno preguntarse porqué. 
 En un país signado por un derrumbe político y social de proporciones gigantescas, la selección 2022 despertó una simpatía popular inusitada. Alguien se ha tentado en afirmar que la selección es “el contraejemplo” de aquel derrumbe. De ningún modo: la crisis nacional tampoco dejó indemne al fútbol, y esta selección es la mejor demostración de ello. Scaloni, el DT triunfante, asumió esta responsabilidad por descarte. Scaloni era un oscuro ayudante de campo del anterior cuerpo técnico del seleccionado, tempranamente eliminado del Mundial 2018. Sin técnicos dispuestos a aceptar el reto, Scaloni fue asumiendo en forma creciente las responsabilidades de convocar a jugadores para los amistosos, hasta que fue provisoriamente confirmado. En conferencias de prensa, los periodistas llegaron a preguntarle si tenía “título habilitante”. Luego, ante las primeras victorias, nadie se animó a reemplazarlo. La Scaloneta, por lo tanto, surgió en medio de una tierra arrasada, no demasiado diferente al país que representa - un 50% de pobreza, una deuda pública del 130% del PBI y una degradación histórica del salario y las jubilaciones. 
 El equipo que Scaloni debió presentar para Qatar sufrió ese mismo derrotero oscuro. Los “históricos” fueron cayendo bajo el peso de la edad y las lesiones. Aparecieron jugadores de extrema juventud, que se cargaron al equipo sin que nadie creyera demasiado en ellos. 
 La Scaloneta, en definitiva, no puede ser atribuida a ningún burócrata de la AFA o a algún estamento del poder político. Fue un “accidente histórico”, parido por un conjunto de pibes sin demasiados pergaminos y un `hombre quieto” (Scaloni), parafraseando al film de John Ford. Por eso mismo, ni los Fernández de un lado, ni los Macri del otro, se animaron a explotar sus éxitos en el Mundial. Alberto Fernández desistió del viaje a la final, temeroso de despertar un repudio popular infinito por “subirse” al carro de la selección. Ël, y Cristina Kirchner, tuvieron que limitarse a los tuits de rigor. Del otro lado, Mauricio Macri, devenido en burócrata de la FIFA, se pasó un mes en Qatar asistiendo en soledad a los partidos, y se cuidó muy bien de no aparecer al momento de los festejos y las medallas. La módica “Scaloneta”, en ese sentido, fue la “selección de nadie”. 
 Contradictoriamente, fue esa distancia del poder político la que le permitió convertirse en la Seleccíon “de todos”. En la fantasía de muchos jóvenes, los Enzo; Alexis o Julián resultaban demasiado parecidos a ellos mismos –aun cuando los veinteañeros de la selección ya recogen miles de euros por mes en sus clubes de la UEFA. Nunca un festejo futbolero fue tan grande. Nunca estuvo tan distante de los de arriba. La alegría popular de este domingo no le aportará ningún respiro a un régimen político en estado de disolución. Las jornadas callejeras que se vienen, en cambio, irán por las “finales que perdimos”, como dice la canción que popularizó el Mundial. Pero no las finales del fútbol, sino las que tienen que ver con el destino de los oprimidos del país. 

 Marcelo Ramal
 18/12/2022

La Corte Suprema sanciona una condena ‘tácita’ contra Milagro Sala

La Corte Suprema rechazó el recurso extraordinario presentado por la defensa de Milagro Sala y con ello convalidó la condena a 13 años en la causa denominada “Pibes Villeros”, por los delitos de asociación ilícita, extorsión, defraudación al estado y desfalco en la construcción de viviendas sociales, dictada por la la Cámara de Casación Federal. Es la primera condena definitiva de lo que podría ser una seguidilla de fallos judiciales. La Cámpora ha reclamado la sanción de un indulto presidencial. Alberto Fernández ha reiterado, en más de un oportunidad, su certeza acerca de la inocencia de la dirigentes de la Tupac Amaru. Sin embargo, ha rechazado esa posibilidad en sus visitas a la Morales, de su lado, en lo que concierne a maniobras políticas. El indulto podría producirse entre los últimos actos del actual gobierno. 
 La Corte alega que no le cabe pronunciarse sobre el accionar de jueces provinciales en casos donde “lo sustancial del litigio versen sobre aspectos propios de esa jurisdicción (…) los pronunciamientos por los cuales los altos tribunales provinciales deciden acerca de los recursos locales que son llevados a su conocimiento no son susceptibles de revisión por la vía del recurso extraordinario, salvo que se demuestre una lesión a un derecho de raigambre federal…”. La Corte pretende desconocer el margen de arbitrariedad de los juzgados provinciales, convertidos en verdaderos feudos de los gobiernos de turno. 
 Cuando Morales ganó las elecciones en 2015, una de sus primeras medidas fue ampliar el Superior Tribunal de Justicia incorporando a diputados radicales que votaron dicha ampliación. No existe la imparcialidad en los fallos del STJ de la provincia de Jujuy. La Corte debió haber considerado si en los ámbitos de la justicia provincial se respeta el debido proceso y las garantías y, enseguida, pasar a atender el recurso extraordinario. No lo ha hecho para no añadir un conflicto con las Cortes de Provincia a los que tiene con el poder legislativo. 

 Golpe de gracia 

 El fallo contra Sala se da en el cuadro de una seguidilla de fallos contra los K. El mismo día del fallo de la Corte, la legislatura provincial tuvo su ultima sesión del año, en la cual se votó un proyecto para expropiar los principales inmuebles de la Tupac. El proyecto fue “metido por la ventana”, como se dice de los proyectos que no entran por el acuerdo de los bloques en Labor Parlamentaria. Fue aprobado en un tramite exprés. Entre estos inmuebles se encuentra la sede de la Tupac, el instituto terciario y los colegios, que ya eran utilizados por parte de la provincia. El gobierno descontaba que la Corte habría de rechazar el recurso extraordinario.

 (In)justicia 

 Minutos después de la ratificación de la condena, Morales subió una ‘Carta al kirchnerismo’ y anunció que va a solicitar la prision efectiva a Sala. En su carta, Morales habla del ‘fin de la corrupción y la violencia’, de la desarticulación del Estado paralelo en la provincia, aunque “todavía existe a nivel nacional, de la mano de algunas organizaciones que manejan millonarios presupuestos en beneficio propio, convirtiendo a las personas mas vulnerables en rehenes y esclavos” (Carta Abierta al Kirchnerismo, 15/12). 
 La causa Pibes Villeros, la única que cuenta con condena firme, representa una porción ínfima de la denuncia a Sala por el desfalco de las viviendas, conocida como Mega-Causa, que desde hace casi 6 años se encuentra estancada. Como hemos denunciado en artículos anteriores, estas causa han “exonerado” por decisión del poder ejecutivo a los responsables políticos y empresariales del desfalco, que hoy revistan en las propias filas del gobierno. Sin la complicidad de los intendentes (radicales y peronistas), funcionarios del instituto de la vivienda y empresarios, que firmaron obras que nunca se construyeron, el desfalco no se podría haber producido. 
 El esquema de distribución discrecional de recursos y el manejo de la obra pública vuelve al control del Estado – la ‘corrupción y la violencia’ se estilizan e institucionalizan. Morales ha integrado al Estado a miles de compañeros que estaban en la Tupac, obligándolos a realizar tareas en un cuadro de flexibilización y explotación, es decir, a cambio de un plan social. 
 Al asumir, Morales se lanzó decidido en una lucha politica hasta las últimas consecuencias contra Sala y su Estado paralelo, en función de recuperar el manejo de la asistencia social para sus propios fines. Encontró al kirchenrismo a la defensiva. La propia defensa jurídica de Sala no ha sido una defensa politica sino técnica. 
 La ratificación de la condena es el golpe final del gobierno a la Tupac Amaru. La crisis y disgregación de un movimiento que supo organizar a decenas de miles de jujeños exige sacar las conclusiones y realizar un balance sobre los limites de esta experiencia.

 Iñaki Aldasoro
 17/12/2022

Argentina campeón del mundo


En forma brillante, con un equipo que colectivamente fue extraordinario y con un Messi en todo su esplendor, que reunió la experiencia y la brillantez del mejor futbolista del mundo, Argentina -superando el escollo de la derrota en el debut contra Arabia Saudita- fue claramente un justo campeón mundial. 
 Las condiciones para ganar este campeonato estaban muy presentes en la previa del evento mundial. Antes de que comenzara el juego, anticipamos que Argentina llegaba al Mundial en “estado de gracia”, a diferencia del Mundial de Rusia, cuando cambió tres veces de técnico, la AFA casi no existía y se vivía bajo una especie de síndrome de salir siempre segundos. Ahora, en cambio, la selección nacional llegaba invicta en varias decenas de partidos, con el triunfo de la Copa América y con una conformidad absoluta con su técnico y sus jugadores, creando una gran expectativa. 
 Argentina durante el torneo siguió ese derrotero de buen juego y estiró la cifra de 39 partidos ganados sobre 40 jugados, en una demostración de un enorme poderío futbolístico. Los argentinos, casi sin distinción de clases, después del triunfo frente a México comenzaron a ilusionarse con la posibilidad de ganar una copa que no se levantaba desde 1986, con Diego Maradona como guia. 
 La canción que se transformó en el “hit” de los hinchas expresaba esa ilusión contenida y postergada desde hace cuatro décadas. Por eso hoy festejarán por miles en todas las calles y plazas del país y lo mismo harán en el recibimiento a la Selección cuando llegue al país, La recepción será un encuentro entre el equipo y los hinchas, porque ni el gobierno de Alberto Fernández, ni el kirchnerismo, ni el macrismo podrán sacar rédito político de este triunfo. Un rédito que también, sin éxito, buscó el derechista Macron con su presencia en las finales. 
 El mundial de fútbol es, por lejos, el espectáculo deportivo que concita la mayor atención mundial. Las cifras oficiales de la FIFA, en 2018, arrojaron que más de 3.500 millones de personas vieron la final entre Francia y Croacia, y se estima que casi 4.000 millones de personas vieron Argentina -Francia. 

 En Qatar se acabó la fiesta 

 Mientras se desarrollaban los preparativos de la fiesta final, cuadrillas de miles de trabajadores tercerizados comenzaron a desmantelar varios estadios de última generación, que ellos mismos construyeron con “containers”, una técnica pensada para servir para otros mundiales y eventos. Miles de trabajadores migrantes fueron conchabados para su construcción a tiempo, con jornadas de sol a sol. Al menos 400 de ellos murieron como resultado de los ritmos extenuantes bajo el calor del desierto y la falta completa de medidas de seguridad – los sindicatos están prohibidos en Qatar. Por su parte, los capitalistas del fútbol han encontrado la superación de los gastos superfluos que se hicieron en Sudáfrica, donde los estadios luego fueron abandonados y algunos demolidos. De ahora en más, los eventos mundiales serán trasladados de un lugar a otro del mundo. La idea precisa del futuro de los estadios mundiales la dio el diseñador Mark Fenwick (del 974 Stadium) que entiende que los próximos mundiales deben ser como un circo que se traslada adonde la FIFA designe su realización. 
 El mundial de Qatar -un diminuto emirato ubicado en el Golfo Pérsico- fue una caja de resonancia de varias causas de alcance internacional que afectan a Medio Oriente. 
 La selección iraní mostró su apoyo a las protestas que las mujeres protagonizan en su país desde el asesinato de una joven kurda a manos de la ´Policía de la Moral´, por su vestimenta. Millones de espectadores de todo el mundo también han sido conmovidos, ahora, por la noticia de que, en represalia, el régimen de los ayatollahs ha condenado al ex futbolista Amir Nasr-Azadani a muerte por apoyar los derechos de las mujeres en su país. Significativamente, no hubo pronunciamientos oficiales sobre este aberrante hecho de parte de ninguna selección del mundial. El arquero de la selección iraní fue el único denunciante solitario que llamó a la FIFA a un pronunciamiento que nunca llegó, aunque la realización del mundial viralizó la noticia y dará una oportunidad a movilizaciones y pronunciamientos en todo el mundo. Por otra parte, la hinchada marroquí se hizo eco de la ´cuestión Palestina´, a la que las teocracias reaccionarias árabes, en acuerdo con Estados Unidos e Israel, traicionan de todas las formas posibles.

 “Vuelve el pobre a su pobreza, vuelve el rico a su riqueza...” 

Como en la famosa canción de Serrat, en Argentina, seguirán las intenciones del gobierno y los partidos capitalistas de seguir desvalorizando la fuerza de trabajo en beneficio de las grandes patronales, incluso después de las dos inmensas movilizaciones populares que habrá para la saludar a la Selección. Aun con la camiseta de Messi puesta, miles de ocupados y desocupados seguirán la lucha contra la carestía, por mejorar los salarios, para que no siga el recorte de alimentos y planes sociales, y se seguirá peleando por los derechos de la mujer en todo el mundo. 
 Los que amamos el fútbol festejamos este triunfo de la Selección que, por un momento, hace felices a hombres, mujeres y niños, a sabiendas de que el fútbol, en cierto modo, es también un espejismo. 
 Hasta la próxima. 

 Juan Ferro
 18/12/2022

Argentina, campeón del mundo // Alegría popular, movilizaciones y festejos en todo el país

"Nuestros proyectos están al servicio de la lucha de las y los trabajadores" //Romina Del Plá

domingo, 18 de diciembre de 2022

Inflación “en descenso”, una operación politica contra los salarios y jubilaciones


El gobierno celebró el “descenso” del índice de inflación de noviembre con un entusiasmo similar al que se emplea en estos días para festejar los goles de la escuadra albiceleste. Pero en el caso de la carestía, los informes del gobierno no pasan el filtro del VAR. Como ocurría en los tiempos del inefable Guillermo Moreno, los índices nacionales empiezan a diferir de los provinciales. Algunos especialistas atribuyen esas discrepancias al modo cómo se “ponderan” los precios justos o las tarifas reguladas. Los primeros rigen en los grandes supermercados, pero casi nada en el pequeño comercio. En cuanto a las tarifas, entre el 40-50% de los hogares quedó fuera de la segmentación. No se conoce la gravitación de los valores libres y de los regulados en el IPC. El director del INDEC, el massista Marco Lavagna, responde directamente al superministro del FMI. 
 En cualquier caso, la pretensión de una inflación “autopercibida” tiene un horizonte muy corto: el régimen de la deuda pública está sometido a la indexación, y los acreedores no tardarían en poner el grito en el cielo si ven afectados sus intereses. Los funcionarios omiten la otra razón del desinfle de precios: la retracción económica, a caballo de la degradación constante del salario. 
 Nadie apuesta un centavo por la desaceleración de precios, porque el programa oficial es inflacionario hasta los tuétanos: para fines de enero, están convocadas audiencias públicas para aumentos de tarifas en el mes siguiente. En marzo, vencen los “precios justos”. Las consultoras privadas anticipan un 6-7% mensual para diciembre y marzo, y una inflación 2023 que no bajaría del 100-110%. 
 Todos los anuncios bajistas de Massa, en este cuadro, son una gran venta de humo. Ha ´previsto´, por ejemplo, un menor ritmo de devaluación del dólar oficial, algo que choca con las exigencias de acumulación de reservas internacionales. El dólar oficial es un gigantesco subsidio a las patronales industriales, que importan insumos a ese dólar “cuidado” mientras aplican precios equivalentes a los dólares paralelos o financieros. Los precios justos son un “vuelto” de los monopolios alimentarios, deducido de esos beneficios extraordinarios. El régimen de múltiples valores del dólar es un rescate de los grupos capitalistas, a costa de la población trabajadora y de una carestía del 5% mensual como piso. El índice de precios, en ese cuadro, no pasa de ser una gran ficción.
 Pero ¿adónde apunta entonces la operación política de presentar una supuesta inflación a la baja? El propósito del gobierno es preparar el terreno para revisiones paritarias a la baja – lo que los economistas llaman diplomáticamente ´desarmar las expectativas inflacionarias´. El primer blanco de esa operación son los trabajadores que dependen del presupuesto público. Del desfasaje entre la inflación real -y la recaudación de impuestos resultante-, por un lado, y los salarios, jubilaciones y gastos sociales, del otro, depende decisivamente el ajuste pactado con el FMI para el 2023. La burocracia sindical y todo el kirchnerismo se ha sumado a la celebración fraudulenta de un índice de precios con piso del 5% mensual. Ocultan a los trabajadores que ese nivel inflacionario comporta una colosal confiscación de los salarios incluso con ajustes bimestrales o trimestrales –como ocurre con las actuales negociaciones paritarias. Una revisión salarial, digamos, trimestral, ocurre después que la inflación ha corroído al 15-18% de los salarios reales. En oposición a las mentirosas “actualizaciones” que discute la burocracia sindical, cualquier revisión debe partir de un aumento de emergencia del 100%, que recupere la pérdida inflacionaria de, al menos, los últimos dos años, y la indexación mensual de los salarios. Los controles de precios “oficiales” son un arma fraudulenta para disimular la carestía, que exige, por el contrario, la apertura de los libros de los grandes grupos capitalistas, la clarificación de los subsidios escandalosos recibidos y el control obrero general. 

 Marcelo Ramal 
 17/12/2022