martes, 31 de diciembre de 2019

Con una gran marcha frente a la Legislatura de Mendoza, se deroga la “ley cianuro”



Triunfo de la movilización popular contra los capitalistas y sus gobiernos.

Miles de manifestantes congregados frente a la Legislatura de Mendoza festejan el triunfo de una larga lucha: obligados por la movilización popular, los legisladores debieron votar hoy la derogación de la ley 9209 -popularizada como la “ley cianuro”, ya que reformaba la ley 7722 habilitando la explotación minera con esta y otras sustancias altamente contaminantes.
La votación en la Cámara Alta, donde la resolución tuvo 34 votos a favor y 2 en contra, la derogación fue ratificada en Diputados, con con 43 a favor y 4 en contra.Había sido anunciada días atrás por el gobernador radical Rodolfo Suárez, que ve con esto derrotada la avanzada en favor de las megamineras pactada entre la UCR, el PJ y los kirchneristas.
Lorena, del Polo Obrero mendocina, valoró la importancia de haber evitado la avanzada contaminante sobre el agua, ya que "en nuestros barrios el agua escasea, y tenemos que luchar mucho para llevarla hasta nuestras casas, y acarrear tachos" con el líquido. "La juventud está empoderada y ganando territorio", señaló por su parte una integrante de Jóvenes Autoconvocados de Tunuyán.
La caída de la 9209, tras largas manifestaciones que se venían profundizando en la región, marca un verdadero ejemplo de la potencia de la movilización para enfrentar los ataques de los capitalistas y sus gobiernos.
En ese sentido, Victor da Vila, referente provincial del Partido Obrero y ex senador del Frente de Izquierda-Unidad, señaló que "se trata de un gran triunfo popular cimentado sobre la movilización, la acción directa y la creación de asambleas populares a lo largo y a lo ancho de la provincia. Se abre un nuevo cuadro para una lucha a gran escala por todas las reivindicaciones pendientes del pueblo mendocino, empezando por el salario, el trabajo y la preservación del agua y los bienes comunes".

Prensa Obrera

Vargas Llosa discípulo de Goebbels

En su reciente entrevista concedida al diario O Estado de Sao Paulo el escritor volvió a repetir sus fatigosas letanías sobre la política latinoamericana asegurando que “los argentinos van a lamentar enormemente la derrota de Mauricio Macri” [1]. No sólo eso: volvió a calificar como una "tragedia" el triunfo de Alberto Fernández y atribuyó esa –para él infausta- decisión de votar al Frente de Todos a una supuesta vocación suicida de los argentinos. Abundando en el tema afirmó que “esa vocación suicida es algo verdaderamente extraordinario, pues ya se sabe que todos los problemas actuales del país fueron causados por el peronismo".
La verdad es que dudé mucho antes de sentarme a escribir una respuesta a sus dichos. Pero habida cuenta de que estas “ocurrencias” -ese producto semiintelectual que debe diferenciarse de las “ideas”- del narrador adquieren una enorme difusión gracias a la acción concertada de la oligarquía mediática mundial me pareció que valía la pena saltar al ruedo y refutar su discurso. La confusión y el embrutecimiento que promueve en la opinión pública exige prontas respuestas a sus venenosos ataques [2]. Me concentraré en tres temas.
Primero, sería insólito o estúpido que los argentinos nos lamentásemos por la derrota de un Gobierno que sumió en la pobreza al 40,8 % de la población y ha dejado al otro 35 % apenas por encima de la línea de pobreza (LP), cosa que normalmente se soslaya en muchas intervenciones periodísticas y académicas. Como si el 60 % restante “no pobre” estuviera constituido por sólidas clases medias o ricachones de abultada billetera. ¡No! Buena parte de ese conglomerado lo conforman gentes que en cualquier momento se hunden por debajo de la LP. Con cierto optimismo podríamos aventurar que tal vez haya un 25 % que no son pobres ni están en riesgo de serlo. Pero el resto está caminando sobre el filo de la navaja, apelando a diario a mil estrategias para evitar hundirse por debajo de la LP. Un dato adicional ilustra lo que decimos: 6 de cada 10 niños argentinos son pobres. Incurriría en el mal gusto de la reiteración si volviera a exponer aquí los archiconocidos datos sobre la crisis económica y la emergencia nacional en que nos ha dejado el Gobierno de Macri: caída de los salarios reales y los haberes jubilatorios, impresionante número de pymes que cerraron sus puertas, derrumbe del PBI, tarifazos a destajo en los servicios públicos, inflación descontrolada y un fenomenal endeudamiento externo, vehículo para practicar una fuga de capitales sin precedentes que constituye una marca a fuego del carácter corrupto del Gobierno de Cambiemos. La tragedia es la que hemos sufrido estos últimos cuatro años de gobierno de su amigo Mauricio, no la recién inaugurada gestión de Alberto Fernández cuyo signo en el sentir popular es la esperanza. En suma, ¡nada de lo que debamos lamentarnos!
¿Puede un hombre como Vargas Llosa ignorar datos tan elementales como estos? Imposible. Descartemos esa hipótesis. Sus críticas son expresión de la fanática obcecación de un converso o, peor aún, de alguien a quien le confirieron la misión de execrar todo lo que contraríe al paradigma neoliberal, aunque para ello deba mentir y barrer la realidad debajo de la alfombra.
Segundo, hay una afirmación que insulta la inteligencia de sus lectores cuando sentencia que todos los problemas de este país fueron “causados por el peronismo.” ¿Cómo desconocer que la Argentina padeció desde 1930 sucesivos golpes de Estado, todos los cuales tuvieron como signo distintivo la aplicación de los preceptos económicos del liberalismo? La dictadura de los años 30 tuvo esas características, como la de 1955 que abrió de par en par las puertas del país al FMI; la de 1966, pomposamente llamada “Revolución Argentina” promovió las ideas que el autor de Tiempos Recios abraza con singular fervor. A las anteriores hay que sumar la genocida junta del mal llamado “Proceso” que tomó por asalto el poder en 1976, dejó al país económica y socialmente deshecho, desapareció a 30.000 personas, alejó por décadas la posibilidad de recuperar las Islas Malvinas e hizo del neoliberalismo y su consigna principal: “achicar el Estado es agrandar la nación” el pilar de toda su política económica y social. Como si lo anterior fuera poco un Gobierno peronista travestido, el de Carlos S. Menem, se adhirió a esa nefasta doctrina con fervor. Una estudiosa del tema comprueba que “en los 50 años transcurridos desde el ingreso de nuestro país al organismo (el FMI) en 1956 hasta el pago total por adelantado de la deuda pendiente desde la crisis de la convertibilidad en 2006, la Argentina estuvo bajo acuerdo (con el FMI) durante 38 años” [3]. A estos hay que añadir los dos años más en los cuales la Directora Gerente del FMI, Christine Lagarde, se convirtió en la verdadera Ministra de Economía del Gobierno de Macri. Por eso nuestra decadencia económica y social se explica muchísimo más -por no decir en su totalidad- por esos cuarenta años de “cogobierno” entre la Casa Rosada y el FMI que por los errores que, como cualquier otro Gobierno, pudo haber cometido el peronismo en cualquiera de sus cambiantes concreciones históricas, el alfonsinismo de inicios de la reconstrucción democrática e inclusive la nefasta Alianza de finales del siglo pasado.
Tercero y último: alguna lectora o algún lector podrían preguntar qué diantres tiene que ver Joseph Goebbels en todo este asunto. Respuesta: mucho, porque el autor de La tía Julia y el escribidor demuestra conocer muy bien las tácticas comunicacionales del Ministro de Propaganda de Hitler (y doctor en Letras por la Universidad de Heidelberg, ¡ojo con la academia y los “hombres de letras”!). Una de las frases que resume el pensamiento del jerarca nazi dice textualmente que “la propaganda debe limitarse a un número pequeño de ideas y repetirlas incansablemente, presentarlas una y otra vez desde diferentes perspectivas, pero siempre convergiendo sobre el mismo concepto. Sin fisuras ni dudas. De aquí viene también la famosa frase: ‘Si una mentira se repite lo suficiente, acaba por convertirse en verdad’”. Eso es precisamente lo que hace Vargas Llosa con la maestría que le otorga su dominio del lenguaje: manejar unas pocas ideas y repetirlas hasta la saciedad “sin fisuras ni dudas”. Como cuadra a todo fanático su discurso está herméticamente sellado y los incómodos datos de la experiencia no hacen mella en la gruesa coraza de su ideología.
Sus mentiras se repiten incansablemente, como aconsejaba Goebbels. La tenacidad militante de Vargas Llosa es admirable, lástima que esté al servicio del mal. Gracias al inmenso poderío de los medios de comunicación hegemónicos esas mentiras se convierten en verdades indiscutibles, o en un “sentido común” difícil de desafiar. Hacerlo es visto como un acto temerario, casi como un sacrilegio. Pese a ello su ensayística es una artificiosa construcción que se derrumba como un castillo de naipes ni bien se la contrasta con el análisis histórico o la elocuencia de las estadísticas. Por algo en los últimos 40 años sólo en contadísimas ocasiones se lo ha visto debatir sus ideas y casi siempre con benévolos interlocutores cuidadosamente seleccionados. Resumiendo: las afirmaciones contenidas en la entrevista que hemos analizado son pura y simple propaganda, imbuidas de un odio y un resentimiento que mucho dicen sobre la naturaleza de los tiempos que corren en donde el hundimiento del neoliberalismo es un dato absolutamente insoslayable que enfurece y ofusca la mente del escritor peruano. Tendrá que acostumbrarse.

Atilio A. Boron

Notas:

[1] La nota se publicó en O Estado de Sao Paulo el 22 de diciembre y se reprodujo horas después en lengua castellana en Clarín. Disponible en http://www.clarin.com/politica/mario-vargas-llosa-argentinos-van-lamentar-enormemente-derrota-mauricio-macri-_0_42-G4vHQ.html
[2] Una refutación completa de sus artificios propagandísticos se encuentra en mi El Hechicero de la Tribu (Madrid, Buenos Aires, México: AKAL, 2019)
[3] 1 Noemí BRENTA, Argentina atrapada. Historia de las relaciones con el FMI 1956-2006 (Buenos Aires, Ediciones Cooperativas, 2008)

lunes, 30 de diciembre de 2019

Ley de salvataje capitalista: “¡Arriba las manos!”

Hay euforia y temor en filas liberales. En sus primeros diez de días de gobierno el presidente Alberto Fernández logró el respaldo legislativo a una ley que le da poderes especiales, sanciona suba de impuestos y, sobre todo, elimina la norma de movilidad previsional para los jubilados.
Con estas medidas se espera disminuir en dos puntos el déficit fiscal y continuar con rápida eficacia la labor de Mauricio Macri. Los bonos argentinos salieron del subsuelo y están al alza, al igual que la Bolsa. Fernández anunció que en pocos días llegaría una delegación del FMI. Pasó a segundo plano el riesgo inmediato de cesación de pagos. También la amenaza de hiperinflación.
Congelamiento, impuestazo y succión de poderes al legislativo se denominan “Ley de solidaridad social y reactivación productiva en el marco de la emergencia pública”. La solidaridad es principalmente de trabajadores activos y pasivos. Para pagar la deuda. Bella en todos los sentidos, esta palabra de la lengua castellana adquiere ahora significado de estafa.
Un bono de 10 mil pesos pagaderos en dos meses (120 dólares tras la devaluación camuflada del 30%) para las jubilaciones mínimas intenta enmascarar que se elimina la movilidad, ley que en 2020 debía reponer la pérdida provocada por la desenfrenada inflación de 2019. Ese bono involucra a unos 4 millones de personas que cobran hasta 15 mil pesos. Para el resto, algo menos de tres millones de jubilados, el 95% de los cuales cobra entre 15 y 40 mil pesos, el congelamiento es total y futuros aumentos quedan a discreción del Presidente. Esa traslación de recursos es parte principal de los 6 a 10 mil millones de dólares que, junto a las retenciones al agro y una colección de otros impuestos, el Ejecutivo busca ahorrar para cumplir con los acreedores. Es probable, como se verá, que esa cifra sea inalcanzable.
Quienes acostumbran a condenar estas políticas con el marbete de “neoliberalismo” han enmudecido. El capital, en cambio, celebra con apenas disimulo. Sus intelectuales orgánicos hacen inelegantes contorsiones para explicar que esta exacción a ancianos políticamente inermes es imprescindible.
Sin discusión previa aunque con mucho espectáculo en los recintos de diputados y senadores, ambas cámaras votaron en 48 horas a favor de una ley de graves consecuencias futuras. Antes Fernández se había reunido con dos agrupamientos que dan la tónica de la burguesía, la Unión Industrial Argentina (UIA) y la Asociación Empresaria Argentina (AEA). Esta última es la exclusiva estructura del gran capital, hegemonizado por seis empresas, algunas de las cuales están también en la UIA. La principal es Techint, cuyo presidente, Paolo Rocca, encabezó el apoyo al ex presidente Macri hasta que la detonación involuntaria de un proceso judicial terminó con el procesamiento por corrupción de altos ex funcionarios y una cuarentena de empresarios de primer nivel, entre ellos Rocca.

Estallido de un plan estratégico

El titular de Techint debió viajar de urgencia a México para evitar su detención. Su venganza fue la invención de la candidatura a ultranza de Roberto Lavagna, lo cual en última instancia y pese al ridículo desempeño electoral derivó en la derrota de Macri.
Luego de las Paso del 10 de agosto Rocca apareció como el principal impulsor de Fernández. La UIA se comprometió en la campaña del Frente de todos más allá de lo imaginable (y más allá de la prudencia empresarial, lo cual tendrá efectos antes de no mucho tiempo). En la AEA, Techint parece ser el mascarón de proa del apoyo al nuevo gobierno. Si arrastró a todos en la UIA, en AEA encuentra dudas y resistencias, lo cual transforma al frente amplio burgués dominante durante el período Macri en una coalición de miedos frente al amenazante cuadro de la economía nacional.
Con todo, Rocca exige más de lo que objetivamente puede conceder Fernández. Algo de eso se hizo evidente en la reunión del 18 de diciembre en el almuerzo de la AEA a la que asistió como invitado el Presidente. Fernández confesó en su discurso: “Recién Paolo Rocca me preguntaba por Vaca Muerta (N de la R: se comprenderá que el verbo para explicar la actitud de Rocca no era preguntar). Claro que Vaca Muerta para nosotros es algo primordial, si sabemos que allí hay fuentes de recursos para el futuro y hablábamos también de minería y claro que la minería también es un tema primordial. Hablaba, días atrás, con Gerardo Morales y le decía: ‘quiero ir a Jujuy a un yacimiento de litio’ y tenemos que hacer el esfuerzo de construir una empresa de baterías de litio para que al litio lo dejemos de vender como materia prima y empecemos a venderlo como un producto elaborado. Y lo mismo tenemos que hacer con el silicio. Y en Mendoza hemos logrado que salga una ley para que Mendoza, también, se involucre en la explotación minera; y en Chubut hemos logrado que, en la zona de la meseta, podamos explotar oro y plata. Allí está nuestra riqueza y eso es abrirnos al mundo con inteligencia”.
Poco duró la alegría del mandatario. En consonancia con sus deseos peronistas y radicales “hemos logrado”, dice Fernández, “ una ley para que Mendoza también se involucre en la explotación minera”. Apenas 48 horas después la capital de la provincia cuyana fue escenario de la más grande movilización popular en su historia, en choque frontal con la intención oficial de “abrirnos al mundo con inteligencia”. Insospechadas mayorías se rebelaron contra el permiso para utilizar cianuro y otros venenos ambientales para la explotación minera a cielo abierto y mediante fracking, que requiere prácticamente toda el agua que baja de los glaciares y de la cual depende Mendoza. Un rechazo inesperado a lo que parece ser la estrategia oficialista para abrirse al mundo con más inteligencia que Macri. Adelanto de las dificultades con las que chocará Fernández, incluso antes de que el ala izquierda del Frente de todos se alce contra lo que en otras circunstancias denominaría “neoliberalismo”.
En otro párrafo de su discurso ante adustos empresarios de AEA Fernández hizo una confesión más significativa aún: "Le hemos pedido al Fondo Monetario cambiar la lógica, que nos dejen construir un plan que sea sustentable y, sobre la base de este plan, nosotros resolver cómo pagar la deuda. El Fondo ha aceptado esta lógica de trabajo, no estamos improvisando. Tenemos un plan que silenciosamente hemos construido durante dos meses". Pedir permiso al Fondo para poder pagar. Raro modelo de soberanía.
Nada diferente podía venir de esos mandantes para encarar la renegociación de la deuda: una prueba de disposición al ajuste impiadoso. Allí está la ley de “solidaridad”, silenciosamente preparada. La soga se ajustará más cada día. Parafraseando a los ultra liberales que condenaban al gobierno anterior por no llevar a fondo las medidas de saneamiento, calificándolo como “kirchnerismo con buenos modales”, el nuevo elenco es “macrismo sin modales”.

Del plan a los manotazos

No se trata sin embargo de un mero cambio de formas. Aquello que denominamos frente amplio burgués (Fab), prolongado hoy con sus mismos componentes, incluso y en lugar más relevante las cúpulas sindicales, culminó un ciclo en el que un bloque social con hegemonía real acordó un plan y creyó contar con programa y equipo aptos para sanear la descompuesta economía nacional, en función de un plan estratégico de crecimiento y estabilidad. En la cabeza de algunos pocos empresarios con ambiciones de refundadores y economistas con sentido de la historia, Cambiemos acabaría con 80 años de sistemática decadencia, acelerada hasta el paroxismo en los últimos 40. Argentina volvería a ocupar un lugar destacado en el concierto internacional. Se conformarían nuevos partidos y el país se lanzaría hacia sus grandes destinos.
Quienes redujeron ese intento al adjetivo “neoliberal”, compraron y vendieron la teoría del helicóptero, según la cual Macri huiría en pocos meses como lo hizo Fernando de la Rua en 2001. No comprendieron cómo Macri arrolló al peronismo en las elecciones de 2017 y, en consecuencia, no saben por qué el panperonismo recuperó el poder dos meses atrás y mucho menos por qué Macri obtuvo el 41% de los votos tras un mes de impresionantes manifestaciones con neto sigo de derecha en todo el país. No pudieron digerir que Macri transmitiera la banda y el bastón presidencial a su sucesor. Y no comprendieron que este hijo de la decadente burguesía argentina transpasaba mucho más que símbolos: entregaba un sistema a punto de colapso del cual debía hacerse cargo el peronismo. Poco importa que estuviera mejor apuntalado para la burguesía en comparación con lo recibido cuatro años antes. Ésta bien podría ser la involuntaria obra maestra del ex presidente.
En sus cúpulas dirigentes el amplio espectro peronista se dio por bien pagado con la perspectiva de usufructuar otra vez de las riquezas a las que da acceso el control del Estado. Los epígonos no han asumido todavía que el denominado “neoliberalismo” es una superchería, un comodín vacío, útil sólo para taparse los ojos ante la crisis capitalista. En la etapa agónica del capitalismo tardío el plan de Cambiemos era rotundamente inviable, como sostuvimos desde el primer momento (Ganó un presidente protofascista con base socialdemócrata, 23/11/2015) y acabaron por demostrar los hechos. Suponer que en este momento histórico, a partir de despojos legados por sucesivos gobiernos impotentes y corrutos, es posible construir desde la perspectiva capitalista una Argentina próspera, justa e igualitaria, es una quimera lindante con el desvarío.
Argentina transita de un Fab con proyectos de restauración capitalista a un mejunje inestable de azorados burgueses desvelados por el ejemplo de Chile. Sus perplejos componentes imaginan, correctamente, la conmoción trasandina multiplicada hasta dar lugar a una situación revolucionaria en Argentina. El cuadro se completa con ventajistas prontos a toda oportunidad de buenos negocios o al menos un cargo oficial.
Dicho de otro modo: las clases dominantes no tienen un programa de acción estratégica frente a la crisis más grave jamás vivida por el país.
Por su parte, la génesis del actual elenco, más lo visto en los primeros diez días de gobierno, confirma caracterizaciones previas (Antes de las elecciones; Argentina a la luz del resultado electoral). Se formó un Ejecutivo con remate de espacios entre facciones peronistas sin programa, sin organización ni ideas comunes. La disciplina para alinear semejante conjunto la puso el FMI. Pero la camisa de fuerza no resistirá.

Contradicciones inmanejables

Mientras en Diputados se discutía la “Ley de solidaridad”, sondeos de opinión inmediata llegaron a manos de Fernández. Señalaban el rechazo a las medidas en sus propias filas y el descontento general provocado por el aumento a las retenciones y el congelamiento de las jubilaciones. Por eso hubo cambios de última hora y anuncios relativos a una segmentación de la base agraria para cobrar el impuesto, más anuncios de que las jubilaciones serían incrementadas a partir de marzo, según decida el Ejecutivo. Otro tanto pasó con el anunciado propósito de suspender las negociaciones Paritarias por 180 días, a cambio de un aumento único y a cuenta, también definido por el Ejecutivo. Esta intención, avalada por la mayoría de los CEOs sindicales, fue sin embargo postergada en silencio.
En tanto, por las costuras de esta colcha de retazos derramaba el descontento de gobernadores, cúpulas sindicales y estructuras barriales. A los primeros el gobierno los calmó borrando de un plumazo la reforma impositiva -logro fundamental de Macri para el reordenamiento burgués- que privaba a los señores feudales del cobro de impuestos fuera de toda lógica capitalista, como ingresos brutos y otros cánones inventados por gobernadores e incluso intendentes. La idea de una reactivación económica sufría un golpe más con esta decisión. Ya la gobernación de Buenos Aires, supuestamente progresista, emuló a otro progresista en la Capital Federal y multiplicó por su cuenta el paquetazo impositivo hasta niveles confiscatorios contra… propietarios de una vivienda. Será difícil en adelante ganar confianza para este género de progresistas.
En sendas reuniones luego del triunfo electoral Fernández aseguró que su gobierno sería “de los 24 gobernadores”. Frente a los sindicalistas dijo en tono elevado que el gobierno sería también de la CGT. Enseguida juró a titulares de estructuras barriales que también ellos serían factores de decisión en su Ejecutivo.
Todos se encuentran ahora en situación de avalar las exigencias del FMI. El trago de votar y apoyar la “Ley de solidaridad” es demasiado amargo; pero un buen estómago lo soporta. Diferente es afrontar las consecuencias que vienen.
Es probable que un conjunto de artilugios en el manejo económico permita una reactivación mezquina y por tiempo limitado (en mayo se debería acordar la renegociación de la deuda con el Fondo). Pero es descartable la posibilidad de iniciar un período de crecimiento productivo y baja sostenida de la inflación. El paquetazo impositivo y la devaluación apenas disfrazada que lleva el dólar oficial a $82, aventan en lo inmediato el riesgo de hiperinflación. A la vez lo agravan a partir de pocos meses, puesto que, además de trasladar ese aumento a los precios, el gobierno deberá emitir dinero para asumir el pago de aumentos nominales de sueldos y jubilaciones, más los desesperados requerimientos de los señores feudales endeudados también ellos con bonos locales y extranjeros. Por el momento y durante un largo período no habrá crédito de ningún tipo. Emisión y ajuste serán los únicos recursos.
Por supuesto a partir de enero se multiplicarán las demandas de aumento salarial y, al cabo de poco tiempo, la CGT deberá hacerse eco de ese clamor, lo que introducirá una poderosa cuña en el heterogéneo gabinete. Ya se ha dicho que la señora Cristina Fernández debió ceder su lugar de candidata presidencial por decisión inapelable de los gobernadores. Estos volverán a la carga a corto plazo para recuperar los espacios que un pequeño núcleo arrebató circunstancialmente en el Ejecutivo. Como complemento, un enviado del FMI, de origen venezolano, ya está en Buenos Aires para celebrar navidades con su familia argentina. Difícilmente Fernández tenga un verano apacible, pese a la bendición impartida por Francisco a su enviada como primera dama.

Sin Partidos

Es por demás evidente que no hay un Partido de gobierno. Tampoco el oficialismo anterior conforma en la oposición algo semejante a una estructura partidaria. Por su parte el gran capital, como queda dicho, carece de un proyecto común y está librado a la competencia interburguesa. No hace falta insistir acerca de la situación de las izquierdas.
Un esfuerzo de inteligencia y voluntad, impulsado por movilizaciones de masas contra los efectos devastadores de la crisis capitalista, podría cambiar el estado y la dinámica de cientos de miles de militantes socialistas. Eso está por verse y, vale repetirlo, subordinado a la conducta espontánea de las masas y al combate para que su voluntad no sea desviada una vez más por estructuras del sistema ocultas bajo diferentes disfraces.
Construir una fuerza antisistema es misión difícil. Recomponer una estructura peronista es redondamente imposible. El llamado Justicialismo sufre un proceso de creciente y sistemática fragmentación desde la Resistencia de fines de los 1950. Sólo ha podido converger para ganar una elección. No para gobernar: después de 1989 Carlos Menem puso como jefe a Álvaro Alsogaray, un discípulo de Von Hayek que rechazaría con displicencia el calificativo de neoliberal y cuya conducción estratégica produjo el más grave daño jamás sufrido por el país, en directa continuidad con la última dictadura militar. Luego vino, por imperio de la crisis y el azar, Néstor Kirchner, quien definiéndose como keynesiano y sosteniéndose como pelota de ping-pong, gracias a golpes de derecha e izquierda, completó el desbarajuste estructural legado por el Frepaso, una suerte de padre no reconocido de Cambiemos. Discípulo zigzagueante de Domingo Cavallo, Fernández no torcerá esta lógica histórica, en primer lugar porque afronta una coyuntura nacional e internacional que impide cualquier medida no apuntada directamente al salvataje capitalista, a expensas de trabajadores y sectores medios.
A eso apuesta Cambiemos, en la esperanza de que no haya recomposición genuina del movimiento obrero y las filas revolucionarias. Con la UCR como estructura todavía superviviente -se rompe y se dobla, pero aun así sus hombres lograron la votación de la ley de minería en Mendoza. Sumada esa arquitectura tambaleante al supuesto fortalecimiento de Macri, quien obtuvo el 41% de los votos en las presidenciales, aspiran a recrear un liderazgo conservador, recomponer una estructura para rescatar el capitalismo, sanearlo y modernizarlo. Confían en que ese saneamiento lo completará Fernández y les pasará el testigo. Apuntan ahora a las legislativas de 2021 y confían en engañar otra vez a las masas en 2023. Cuando no hay pensamiento teórico sólido ni acción política con base material y sentido estratégico, cualquier dislate es defendible.
No habrá, por tanto, salvataje capitalista. Al menos si por esto se entiende un sistema productivo en funcionamiento consistente, sostenido y estable. Lo contrario se verá a partir de 2020. Atracadores de diferente signo tendrán su oportunidad, con leyes o sin ellas.
Resta la ingente tarea de apelar a las vertientes sanas de la sociedad, a los trabajadores y las juventudes, para crear la fuerza política de masas capaz de señalar un rumbo en medio de la tormenta.
Para “Poner a Argentina de pie”, según su consigna, Fernández exige que levantemos las manos en señal de rendición. Eso no ocurrirá.

Luis Bilbao
@BilbaoL

Falleció el Héroe de la República de Cuba Harry Villegas, el «Pombo» de la guerrilla del Che en Bolivia



El general de brigada y Héroe de la República de Cuba, Harry Villegas Tamayo, conocido como «Pombo» en la guerrilla del Che Guevara, falleció este domingo 29 de diciembre de 2019 en La Habana, a los 79 años de edad.
Su fallecimiento se debió a una disfunción múltiple de órganos. Su cadáver fue cremado por voluntad de la familia. Mañana lunes 30 de diciembre se le rendirá homenaje póstumo al destacado combiente.
Harry Villegas nació en 1940 en una familia de campesinos pobres, en Yara, una localidad situada en las estribaciones de Sierra Maestra, entre Bayamo y Manzanillo. Su hermano Téogenes era un joven dirigente local del Partido Ortodoxo, activo opositor a la dictadura de Fulgencio Batista (1952-1958) y seguidor de Fidel Castro, referente de la Juventud Ortodoxa que dirigió el asalto al cuartel Cuartel Moncada el 26 de julio de 1953.
En 1954, con apenas 14 años, Harry Villegas comenzó a apoyar a los activistas del Partido Ortodoxo en sus acciones de oposición y sabotaje contra la dictadura. Cuando Fidel Castro fundó el Movimiento 26 de Julio el 12 de junio de 1955, Villegas, como muchos jóvenes ortodoxos, se incorporó e integró una célula clandestina que incluía, entre otros, a Leopoldo Cintra Frías («Polo»), Teté Puebla, Manuel Lastre Pacheco, quienes luego se destacarían en la Revolución cubana.
Al comienzo de 1958, Villegas y otros jóvenes decidieron subir a la Sierra Maestra para integrarse a la guerrilla del Movimiento 26 de Julio, pero fueron rechazados por el Che Guevara, quien les dijo que con las armas de bajo calibre con las que estaban no era posible enfrentar a los soldados, invitándolos a volver a bajar al llano, para quitarle las armas a algún soldado y volver. Villegas y sus compañeros buscaron armas de mayor calibre entre las familias conocidas. En esa segunda oportunidad sí fueron aceptados por Guevara, quien en ese momento se encontraba en La Plata.
En los primeros tiempos actuó como mensajero y ayudante y fue enviado a la Escuela de Reclutas de Minas del Frío. Durante la ofensiva del gobierno contra la guerrilla de Sierra Maestra, iniciada en mayo de 1958, Villagas fue enviado a combatir en la Columna 1, dirigida por Fidel Castro, y participó en los combates del Jigüe, Las Vegas, San Lorenzo, Meriño y Las Mercedes.
Cuando se formó la Columna 8 Ciro Redondo, al comando del Che Guevara, Villegas fue asignado a la misma y se convirtió rápidamente en uno de los hombres de confianza del Che, quien integró su escolta con Juan Alberto Castellanos, Hermes Peña, Carlos Coello («Tuma») y Harry Villegas («Pombo»).
En su condición de escolta, permaneció toda la campaña militar junto a Guevara. Participó en la Batalla de Santa Clara y otros combates y luego se estableció en la Fortaleza de San Carlos de La Cabaña, La Habana, a partir de enero de 1959.
En 1961, se desempeñó como administrador de la empresa estatal Sanitarios Nacionales, designado por el Che Guevara en su condición de Ministro de Industria.
En 1963, el Che Guevara envió a varios de dos hombres de confianza (Hermes Peña y Juan Alberto Castellanos) a formar parte del grupo guerrillero que se instaló en el norte de la Argentina, al mando de Jorge Masetti bajo el nombre de Ejército Guerrillero del Pueblo (EGP). Villegas recibió una clara explicación sobre su ausencia del grupo por parte del Che, quien le mencionó que no lo enviaba debido a su piel negra, que lo hubiera impedido pasar desapercibido en el norte argentino.
Sin embargo, la misma razón jugó un papel importante para que el Che Guevara lo convocara en 1965 a combatir en el grupo de guerrilleros cubanos que aquel encabezaba, en la República Democrática del Congo. Allí tomó el sobrenombre de «Pombo», con el que ha sido mundialmente conocido, que en idioma swahili significa «hoja».
Entre 1966 y 1967 «Pombo» participaría del foco guerrillero que el Che Guevara instaló en Bolivia, en la zona del río Ñancahuazú, y en donde este último moriría. El grupo guerrillero tomó el nombre de Ejército de Liberación Nacional (ELN) de Bolivia con secciones de apoyo en Argentina, Chile y Perú. Los enfrentamientos armados comenzaron el 23 de marzo de 1967.
Villegas fue uno de los cinco hombres3​ (3 cubanos y dos bolivianos) que logró escapar del cerco militar que aniquiló al grupo guerrillero.
Luego de 1967 continuó sirviendo en las Fuerzas Armadas Revolucionarias, participando como asesor militar en Angola y Nicaragua.
Nació en 1940, en Yara, provincia de Granma. A los diecisiete años ya combatía en el Ejército Rebelde en la Sierra Maestra. En la invasión al centro de la Isla integró la columna 8 Ciro Redondo y formó parte de la escolta personal del Che.
Recibió la condecoración Héroe de la República de Cuba. Fue General de Brigada de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), miembro del Partido Comunista Cubano PCC, vicepresidente y secretario ejecutivo de la Dirección Nacional de la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana y estudioso del pensamiento militar de Ernesto Che Guevara.

Cubadebate

2019, nada halagüeño para la economía mundial

Este 2019 deja varios saldos que no son muy halagüeños para el mundo en que vivimos, caracterizado por una administración en Estados Unidos que ha tratado de mantener su hegemonía mundial con agresivas extorsiones financieras, ataques y desestabilizaciones contra gobiernos progresistas y la utilización de amenazas de guerra con ese fin.

Guerra comercial EE.UU.-China

La guerra económica que desarrolla el magnate estadounidense Donald Trump, esta poniendo en peligro la recuperación económica mundial y la pérdida de miles de empleos a lo largo de todo el orbe. Durante 2019 se ha mantenido la tirantez económica entre Estados Unidos y China con una especial guerra de aranceles a los productos de ambos países que ha determinado también la pérdida en los intercambios comerciales mundiales. Según la Organización Mundial del Comercio (OMC) el conflicto ha traído graves consecuencias para la economía mundial y para el crecimiento económico.

¿Crisis económica mundial?

Varios factores se han unido para que los analistas y medios de comunicación especializados insistan en que se avecina una crisis económica mundial a semejanza de la ocurrida en 2008. Entre las cuestiones más álgidas aparecen la disminución de la producción industrial mundial, la caída de la confianza de las empresas, algunos importantes países al borde de la recesión, el desmedido aumento de la deuda global, la guerra comercial entre Estados Unidos y China, así como la incapacidad de los bancos centrales del orbe en tomar las medidas adecuadas para estabilizar la situación.

América Latina en declive

En América Latina la pobreza y la pobreza extrema alcanzaron a 191 millones y 25 millones de personas o sea, el 31 y 11,5 % de la población y según CEPAL se ha perdido un decenio pues son cifra parecidas a 2009. Este año solo crecerá 0,1 % y la CEPAL indica que la desigualdad es estructural, multidimensional e ineficiente lo que constituye obstáculos para el desarrollo. Grandes diferencias sociales con la imposición de sistemas neoliberales, impulsaron las demandas y manifestaciones de la población a lo largo del año.

Desaceleración en Europa

Europa se desacelera al entrar varios países en crecimiento casi cero y en total la zona euro lo hará 1,2 %. La salida de Gran Bretaña de la Unión, conocido como Brexit, creará problemas comerciales y económicos para ambas partes y debilitará en gran medida a la Unión Europea.

Fracaso de la COP 25

La cumbre contra el cambio climático (COP 25) realizada en Madrid concluyó en un completo fracaso al no poderse lograr un acuerdo mundial para reducir los gases de efecto invernadero debido a la intransigencia de los países desarrollados en contra de la mayoría de las naciones del planeta que sufren los grandes desastres. Las consecuencias a lo largo del 2019 han sido devastadoras con la ocurrencia de grandes desastres naturales como potentes huracanes, incendios forestales, violentos terremotos, mientras el presidente Donald Trump abandonó los acuerdos alcanzados en la anterior Cumbre climática de París bajo el pretexto de no dañar la economía de su país. Asimismo, la destrucción de la Amazonía (pulmón del planeta) por las ambiciones del presidente brasileño Jaír Bolsonaro y la desaparición de los glaciales en Groenlandia y la Antártica, auguran un inmenso desastre natural para la existencia del planeta.

Golpetazos al dólar

Países del orbe están apartándose de la utilización del dólar en sus transacciones comerciales para alejarse de las ataduras del billete verde. En ese camino se encuentran China, Rusia, Irán, India, Turquía y varias naciones del sudeste asiático. La adquisición de petróleo en yuanes, euros y otras monedas comienza a causar sus efectos. El próximo lanzamiento de un nuevo activo de reserva por parte del Banco Asiático de Inversión en Infraestructura (AIIB), denominados derechos de giro asiáticos (equivaldrá a 2 dólares) se convertirá en una fuerte divisa. Se augura que desdolarizará el comercio en la región asiática al adquirir esos países petróleo a Rusia y a las naciones de la OPEP mediante esos giros.

Persiste bloqueo contra Cuba

El gobierno de los Estados Unidos arreció con más fuerza su bloqueo económico y financiero contra Cuba a pesar de volver a sufrir una gran derrota en la Asamblea General de Naciones Unidas al aprobarse por 187 votos a favor, tres en contra y dos abstenciones, la Resolución: Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos. La persecución contra barcos y compañías que transportan petróleo a Cuba, la eliminación de la llegada de cruceros turísticos a la Isla, así como la reducción de los vuelos de aeronaves desde Estados Unidos fueron algunas de las medidas adoptadas por la Administración de Donald Trump para tratar de ahogar al pueblo cubano.

El desastre de los inmigrantes

A lo largo del año continuó incrementándose el número de inmigrantes que huían de guerras, acciones de bandas armadas, pobreza y políticas neoliberales instrumentadas por varias naciones. Miles han perdido la vida al cruzar las temidas aguas del Mediterráneo para tratar de alcanzar desde África las costas europeas, o los que realizaron extensas caminatas para atravesar ríos, montañas y selvas para llegar desde Centroamérica hasta las fronteras de Estados Unidos en busca de un mejor estatus económico. El desastre humano que eso significa ha sido prácticamente ignorado por las antiguas metrópolis europeas y la administración estadounidense culpables del saqueo de esos países durante siglos.

La ASEAN marca la diferencia

Los países agrupados en la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) resultaron los impulsores de la economía mundial y sobre todo regional pues sus 11 integrantes lograron crecer en promedio alrededor de 6 % de su PIB. Ya varios analistas auguran que para el 2050 la región se convertirá en la cuarta economía del planeta con cerca de 9,5 billones de dólares en conjunto.

África avanzó con dificultades

Con 38 países en la lista de los 50 menos desarrollados del mundo, debido fundamentalmente a largos siglos de colonialismo y de neocolonialismo, el continente africano obtuvo avances en el presente año con un crecimiento promedio de 4 % y un PIB de 2,8 billones de dólares. Casi todos sus países son ricos en recursos naturales pero se les hace difícil mejorar la vida de sus ciudadanos porque gran parte de las ganancias se las llevan las compañías transnacionales o se escapan por el síndrome de la corrupción. Pese a los inconvenientes, sus 55 países, integrados en la Unión Africana lograron trabajar por la integridad, el avance de sus afiliados, profundizar en la estabilidad y la paz en el continente.

Hedelberto López Blanch, periodista, escritor e investigador cubano.

domingo, 29 de diciembre de 2019

Encontró una baldosa rota que homenajeaba a un desaparecido, la reparó y la devolvió a su familia



“En recuerdo a Wolfang Achtig ‘el austríaco’ detenido el 16/9/77 durante la última dictadura cívico militar”, decía la baldosa que Paulo encontró. Investigó, la reparó, contactó a su familia y hoy está puesta en la casa de la que se lo habían llevado.

“Las baldosas permiten marcar los pasos de los compañeros, contar sus historias”, reflexionó Paulo Giacobbe, quien la semana pasada aportó su granito de arena para dar continuidad a la de Wolfang Achtig, un militante del PRT-ERP desaparecido durante la última dictadura. Tras encontrarla rota en la calle, Giacobbe restituyó la baldosa que construyeron estudiantes de una escuela secundaria de Quilmes Oeste y colocaron en la última casa donde vivió el “Austríaco” para homenajearlo. “Fue un acto esperanzador”, definió la docente Leonor Romero, coordinadora de la actividad de memoria.
Giacobbe caminaba por las calles de su barrio en Lanús Oeste la semana pasada cuando vio tirada en una vereda una baldosa que, por sus características, no era cualquiera: fondo de color, pedacitos de azulejos de colores y una leyenda que reconoció perfectamente ya que él participó en la realización y colocación de varias de esas junto a vecinos de San Cristóbal, en la ciudad de Buenos Aires. En las clásicas letras blancas, ésta que halló en la vereda, partida en tres partes, decía: “En recuerdo a Wolfang Achtig ‘el austríaco’ detenido el 16/9/77 durante la última dictadura cívico militar”.
“Me llamó la atención. Estaba tirada en el pasto, partida en tres, pero armada. Re raro. Decía que era de una escuela de quilmes y esto era Lanus oeste”, contó a este diario Giacobbe. Lo primero que atinó a hacer fue tocar timbre en la casa de la vereda en donde encontró la pieza. “No atendió nadie”, aclaró. Sacó fotos, la recogió y comenzó a buscar por internet a quién devolverla.
Las sospechas de Giacobbe resultaron atinadas. La baldosa que homenajea al “Austríaco”, como era conocido el militante, había sido elaborada y colocada por estudiantes de la escuela secundaria 71, de Quilmes, tras un proyecto de investigación que estudiantes de quinto año llevaron a cabo con la docente Leonor Romero en el marco del programa Jóvenes y Memoria.
“Este año encontramos la historia de un desaparecido que vivía cerca de la escuela y lo elegimos”, introdujo Romero. Wolfang Achtig era músico aficionado y bioquímico --trabajaba en la fábrica Ferrum-- y militaba en el PRT-ERP. Docente y estudiantes supieron que había llegado a una casa de Quilmes Oeste, ubicada en la calle San Mauro 1315, gracias al favor de un amigo que se la había prestado. De allí se lo llevaron el 16 de septiembre de 1977. El centro clandestino de detención Vesubio, ubicado en el sur del gran Buenos Aires, es el último destino que se le conoce.
En el marco del proyecto de investigación que Romero coordinó con sus estudiantes, entrevistaron al hijo del “Austríaco”, contactaron a vecinos y los dueños de la casa de donde se lo llevaron para consultar sobre la colocación de la baldosa. La casa estaba deshabitada, pero recibieron la aprobación. En la colocación, que sucedió el 6 de noviembre pasado, estuvieron presentes familiares, organismos de derechos humanos provinciales, el colectivo del sitio de memoria Pozo de Quilmes, la comunidad educativa, vecinos y el sobreviviente de Vesubio Ricardo Cabello, quien vio a Achtig por última vez.
Pero alguien la sacó y la dejó en Lanús, a unos 15 kilómetros del lugar en donde Achtig fue libre por última vez. Con los días, miembros de la comunidad supieron que el ataque respondió a un conflicto interno de la familia dueña de la casa. El 21 de diciembre, luego de que se contactara con Romero, Giacobbe regresó la baldosa a José Dabrowski, uno de los hijos del “Austríaco”, militante de Hijos en Lomas de Zamora, otra localidad del sur del Conurbano bonaerense. La había resguardado: “Más allá de que la intención sea armar otra baldosa nueva, capaz para los familiares era importante tener” la original, indicó.
Durante un tiempo, Giacobbe participó del colectivo de vecinos de San Cristóbal por la memoria, encargado de homenajear con baldosas a desaparecidos y desaparecidas de la zona. “Las colocaciones de las baldosas permitían marcar los pasos de los compañeros, visibilizar por donde transitaron, vivieron, militaron, estudiaron. Pero lo más importante para mí era el acto (de colocación) en donde se encontraban compañeros de militancia que estaban desconectados y se contaban historias, en donde familiares (de las víctimas) conocían a los compañeros de los desaparecidos y desaparecidas. Se restablecen los lazos que la dictadura vino a destruir”, consideró.
Tal como intuyó Giacobbe, la docente y los y las estudiantes construirán una nueva baldosa, que colocarán en la casa de al lado de donde vivió Achtig. Para la docente, la restitución del pequeño monumento fue “un hecho esperanzador”, así como enterarse de que el motivo por el cual fue vandalizado responde a una pelea familiar. “Sabemos que hay un sector muy pequeño de la sociedad que no quiere baldosas por la memoria de los desaparecidos, que prefiere tener de vecino a un genocida. Pero somos muchos más los que no, y les pibes son parte de eso”, sostuvo.

Ailín Bullentini

Lucha política y de clases en Bolivia



Bolivia es un volcán en ebullición que puede volver a erupcionar con una violenta lucha de clases.

Las fuerzas represivas no consiguieron derrotar a los amplios sectores de masas que se movilizaron contra el golpe derechista que destituyó a Evo Morales. Fue la colaboración directa del mismo Evo y del MAS que se empeñaron en “la pacificación”, lo que contuvo la irrupción en marcha.
Se ha ido generando un cogobierno de hecho entre la presidenta Añez, impuesta por el golpe, y la dirección del MAS en Bolivia. Más allá de las declaraciones opositoras, el MAS está permitiendo el mantenimiento de este régimen de transición, apoyado en las iglesias (católica y evangélicas), las Fuerzas Armadas (depuradas) y policiales (en constante depuración), el Imperialismo, la OEA, las Cámaras Patronales y gran parte de las burocracias sindicales.
Han logrado llegar a un acuerdo para nominar el nuevo Tribunal Supremo Electoral que tendrá a su cargo la convocatoria a elecciones, presumiblemente en mayo próximo. Se elegirá no solo al presidente, sino también a diputados, senadores y diversos funcionarios. Se anula, por lo tanto, la elección de la primera vuelta, también, para los miembros del Congreso. Aunque el MAS obtuvo entonces mayoría, había perdido los dos tercios automáticos con que contaba en el período anterior. La derecha pretende dividir y hacer retroceder parlamentariamente al masismo.

Transición derechista

No se trata de un gobierno de transición hacia una salida electoral “democrática” como lo pintan el imperialismo y sus aliados. Pretende modificar la correlación de fuerzas para garantizar un triunfo derechista. Realizar el golpe en dos etapas: primero la destitución -en este caso violenta- del régimen masista y luego la institucionalización, a través de elecciones manipuladas, de un gobierno derechista. Como en Honduras, Paraguay y Brasil.
El gobierno de Añez no se ha limitado a ordenar la transición electoral. Ha incorporado a Bolivia al Grupo de Lima siguiendo los mandatos de Trump y Bolsonaro contra Venezuela y las rebeliones latinoamericanas. Especialistas yanquis e israelíes están “capacitando” en operaciones antiterroristas a las fuerzas represivas. El gobierno golpista no autoriza los salvaconductos para salir del país a los funcionarios masistas refugiados en la embajada de México. Siguen las detenciones, el cierre masivo de radios comunitarias indígenas y de colectivos sociales, etc. Como los campesinos de la combativa región del Chapare han expulsado a la fuerza policial durante la resistencia antigolpista y le impide retornar a sus bases, el nuevo ministro del interior, Murillo, con la excusa de garantizar el próximo acto electoral, amenaza con una intervención militar y nuevos baños de sangre o en caso contrario no colocar urnas allí. Se ha proscripto la presentación electoral de Evo Morales y de su exvicepresidente García Linera. La fiscalía plantea sus detenciones para impedir su retorno a Bolivia. Agrupaciones derechistas han reclamado (y movilizado) exigiendo al Tribunal Electoral que proscriba directamente al MAS del proceso electoral. El clima reaccionario que se intenta imponer se evidencia en el pedido de Sánchez Berzain -exministro del gobierno del Goñi depuesto por un alzamiento revolucionario, acusado de la represión que cobró 70 víctimas-, a través de una carta a Añez, pidiéndole que anule las sentencias que le impiden retornar a Bolivia, “para poner preso a Evo Morales”.

Divisiones y realineamientos

La oposición derechista no consigue, aún, unificarse. Por un lado, está la candidatura de Carlos Mesa (segundo en las elecciones anuladas). Por el otro, se presentan las candidaturas del dirigente fascista Camaño (de la Asamblea Ciudadana de Santa Cruz) y del “populista” Pumari (de la Asamblea de Potosí). Camaño intenta hacer una fórmula común con el segundo, sin llegar todavía a un acuerdo. Pero un audio, que se ha hecho público, señala que Pumari (considerado por sectores izquierdistas como un dirigente “proletario”) pidió para aceptar una suma inicial de 250 mil dólares y el control de las aduanas de Potosí y Oruro.
Por su lado diversas informaciones señalan que el MAS está fracturado siendo una parte de sus dirigentes críticos de Evo Morales y más abiertamente colaboracionistas e integracionistas con el gobierno golpista. La Cámara de Diputados ha aprobado la “Ley de Garantías Constitucionales” que pretende blindar a los dirigentes del MAS contra persecuciones “judiciales”. Pero Añez, esgrime el problema judicial como una espada de Damocles sobre los dirigentes que se retoben. Ha anunciado que en caso de ser aprobada por el Senado la vetará y la enviará para que se declare anticonstitucional.
Una encuesta última ha señalado que el candidato masista más nombrado, Andrónimo Rodríguez, tiene un 23% de intención de voto, seguido a corta distancia por Carlos Mesa con el 21% y un retroceso de Camacho que está en el 13% y Pumari en el 11%.

La “garantía” bonapartista de Evo Morales

Como suele suceder con los regímenes bonapartistas nacionalistas burgueses, su caída, produce una tendencia a la fragmentación de su dirigencia política. Para impedir el estallido del MAS (y hasta el surgimiento de sectores radicalizados) es que se ha armado el operativo del retorno de Evo Morales… a la Argentina. Se quiere asegurar un tránsito ordenado al nuevo gobierno surgido de las próximas elecciones e impedir una fuerte división del MAS y que las masas pasen a organizarse en alternativas independientes y radicalizadas. Por eso, el imperialismo (y hasta el gobernador radical de Jujuy, Gerardo Morales) ha aceptado la presencia del Evo en Argentina y su intervención política.
Evo Morales pretende encapsular la actividad política de los explotados detrás de las elecciones de mediados del 2020, alejándolo de toda medida de resistencia.
El acto que para el domingo 29 tiene anunciado Evo Morales en el norte de Argentina juega este doble papel: colocar a Evo en el rol bonapartista de arbitraje respecto a las candidaturas y sumergir a las masas en el clima electoral. Por eso el acto señalado como de “inicio de campaña” se hace en el exterior. No se quiere acelerar ningún proceso que pueda abrir un canal de movilización para las masas.

La lucha por la independencia política de la clase obrera

Las burocracias sindicales que se reclamaban masistas fueron de las primeras que abandonaron el barco y se pasaron al golpe cuando vieron que este estaba en marcha.
Vitalicio Mamani, secretario de organización de la central obrera (COB), acaba de jurar como viceministro de Trabajo. Es la punta de un iceberg de evoluciones de burócratas sindicales del MAS hacia el gobierno golpista. La burocracia sindical no tiene ideología, su tendencia es a adaptarse a los gobiernos de turno, no ve más futuro que su integración al estado burgués.
Muchos sectores burocráticos se han declarado “independientes”, renegando de su militancia masista. Es simplemente una maniobra, para mejor ubicarse frente al poder actual y el que surja de una eventual próxima elección.
La lucha por la independencia de los sindicatos es fundamental, es la llave para constituir una autentica dirección clasista. Basado en el mandato de Asamblea, sin subordinarse a ningún partido burgués, ni gobierno de turno: el movimiento obrero debe luchar por su autonomía. Esto no significa encerrarse solo en los reclamos propios de cada categoría, hoy fundamental. Sino organizar la intervención unificada de la clase con su programa reivindicativo y antimperialista, en la perspectiva de un gobierno propio, de un gobierno obrero y campesino.
En febrero próximo está convocado el Congreso de la COB. Si se reúne con estos burócratas actuales no habrá futuro para el movimiento obrero. El anterior, 18° Congreso de la COB, aprobó unas Tesis de apoyo a Evo Morales. Es necesaria una renovación, una nueva dirección. Para ello es fundamental que los sectores clasistas agiten en favor de la realización de un Congreso de Bases de la COB, con delegados elegidos y mandatados en Asambleas. Para que fije un programa y un plan de acción para imponerlo. Los militantes que se reclaman marxistas revolucionarios deberían organizarse para poner en pie un Partido Revolucionario de la Clase Obrera, que es lo que permitirá garantizar una alternativa revolucionaria en este proceso boliviano, latinoamericano y mundial de irrupción de las masas contra el capital. La presencia de Evo Morales en la Argentina acrecienta la importancia que la vanguardia de la extendida comunidad boliviana en el país, mayoritariamente trabajadora, avance también en este reagrupamiento clasista y revolucionario.

Rafael Santos

¿Qué pasó el año que pasó?

Un abajo que se mueve… y un arriba muy nervioso

Lo más sobresaliente del 2019 han sido los triunfos electorales de fuerzas progresistas en México y Argentina y las grandes protestas populares en Colombia, Chile, Ecuador y Haití contra gobiernos neoliberales, que contrastan con la estabilidad en Cuba, Venezuela, Nicaragua, México, Argentina e incluso Uruguay, pese a la derrota electoral del Frente Amplio.
De enorme valor han sido este año las masivas manifestaciones populares contra las imposiciones neoliberales en varios países sudamericanos y también del Caribe. En todos los casos, las políticas de ajuste y sumisión a los dictados del Fondo Monetario Internacional han quedado jaqueadas y los gobiernos desacreditados y cuestionados por las violaciones a los derechos humanos debido a la represión desatada.
El año que pasó, América Latina y el Caribe perdió su lugar de territorio de paz, pero los estallidos sociales también fueron marcando la agonía del neoliberalismo en medio de la disputa entre los intereses del capital trasnacionalizado y los de los pueblos, que parecen haber comprendido la necesidad de construir democracias que no abandonen las calles.
En la región, y particularmente en Chile, Ecuador, Colombia y Haití, nada será como antes. No hay una sola fórmula ni tiempos preestablecidos para las transformaciones, pero seguramente, estas insurrecciones populares de 2019 darán como resultados procesos de cambios progresistas de sus sociedades.
Los triunfos progresistas en Argentina y México abren, pese al convulsionado contexto, esperanzas sobre el relanzamiento de los organismos de articulación e integración latinoamericano-caribeña. Mientras, en Panamá el socialdemócrata Laurentino Cortizo declaró por primera vez duelo nacional el 20 de diciembre, a 30 años de la sangrienta invasión estadounidense al istmo. Significa oficializar la memoria histórica del pueblo.
Surgen nuevas temáticas, nuevas agendas: el fortalecimiento de la unidad desde abajo, el feminismo como herramienta de emancipación, el desarrollo científico-tecnológico para la soberanía, la justicia social y las dinámicas de la guerra híbrida en el continente, junto a la lucha por el cambio climático, el tema de las migraciones o el de los cambios tecnológicos y el futuro del trabajo.
Se afirma el feminismo como movimiento clave y protagónico en la disputa por los territorios pero también en el movimiento internacional, plagado de onegeísmos e intereses que poco tienen que ver con los de nuestros pueblos. Es desde la calle que se construye un feminismo popular.
La teoría de los ciclos no deja de ser más que una falacia desmovilizadora y paralizante de la lucha de los pueblos. Es como si los pueblos estuvieran condenados, hagan lo que hagan, a volver a sufrir gobiernos militares o fascistas, represores, entregados a los intereses de las empresas trasnacionales y a los dictados de Washington.
No es el fin de la historia de Francis Fukuyama, es una variación más inmovilizadora y pervertida: el ritornello permanente de la historia, impulsado desde think tanks de Europa, que obliga a la pregunta obvia de si se trata solo de derrotas electorales o de derrotas culturales.
El “ciclo progresista” se dio cuando la correlación de fuerzas lo permitió y cuando los liderazgos se pusieron en concordancia con los pueblos. Es cierto que estos factores no siempre se presentan al mismo tiempo, pero también es cierto que desde el inicio del milenio se produjeron en nuestra región nuevas formas de la lucha de clases.
Pero desde la izquierda, los viejos pensadores críticos insisten en manejar la teoría como dogma, tratando de amoldar metodologías del siglo 19 a un mundo totalmente diferente, donde las herramientas de lucha debieran ser, también, diversas, ante los violentos y permanentes cambios tecnológicos y las diferentes luchas geoestratégicas.
¿En cuál ciclo vivimos? ¿En el “progresista” que marca la llegada al gobierno de Alberto Fernández en Argentina y antes, de Andrés Manuel López Obrador en México, en el reaccionario que establece la derrota del Frente Amplio en Uruguay, en el neofascista de Bolsonaro y del golpe de Estado en Bolivia?, se pregunta Sergio Rodríguez.
Quizá el ciclo que vivimos en este final del 2019, es el de la lucha creciente de los pueblos que se levantan contra el neoliberalismo como en Haití, Honduras, Ecuador, Chile y Colombia y en el de la resistencia anti imperialista de Cuba, Nicaragua, Venezuela y Dominica, añade.
Es la lucha permanente entre lo viejo que trata de perpetuarse y lo nuevo que se abre paso. Hoy los estallidos muestran una apuesta por la redistribución de la riqueza. El gobierno siempre está en disputa, incluso en los procesos progresistas (¿nacional-populares?) con coaliciones que logran gran apoyo en las urnas. Y el Estado no se logra desmontar del todo, ya que, en general, la policía y el ejército, el poder fáctico (las elites económicas y mediáticas), no siempre responden a la conducción.
El imperialismo utiliza distintas tácticas, dependiendo del lugar donde actúa estratégicamente. Desde sus tanques de pensamiento, estudian las distintas organizaciones populares para poder manejar una guerra híbrida y multidimensional, donde cada territorio está en disputa.
Surgen nuevos actores sociales, nuevas consignas, nuevas luchas… y la necesidad de aggiornarse en el uso de las herramientas de dominación que usa el mismo enemigo. Pero no terminan de surgir nuevos liderazgos, porque una de las fallas mayores de los gobiernos progresistas e la de no haber formado cuadros que garantizaran la continuidad de los cambios, las revoluciones, en buena parte por el egocentrismo de los dirigentes, acicalados por asesores europeos que poco saben de la idiosincrasia regional.
El modelo de economía neoliberal ya no sirve. El sistema de democracia republicana, representativa, tampoco. Y por eso la necesidad de democracias participativas (no de partidos sino de pueblo), que ayuden al aislamiento del enemigo principal que es el imperialismo y las dependientes y cómplices oligarquías locales.
Quizá esa izquierda derrotada a finales del siglo 20, no fue capaz de asumir tal derrota en términos políticos, careció de capacidad de reflexión y análisis. Pero creó el imaginario de que es posible un mundo diferente, más equitativo, donde la salud, la educación y el trabajo para todas y todos sea la prioritario: un cambio cultural.
¿Nos quedamos sin líderes cuando las masas vuelven a tomar las calles? Hoy –y por ahora- el liderazgo lo ejercen los pueblos, la masa trabajadora, desempleada, de la economía popular, la clase media pauperizada.
Y desde el viejo pensamiento crítico se critica a los chilenos, haitianos, ecuatorianos y colombianos porque se lanzan a la lucha sin conducción política; al nuevo gobierno argentino por ser peronista y no “revolucionario”, a Evo por su inocencia, a Lula por haber salido en libertad por decisión política y no por la lucha del pueblo… Desde los escritorios, criticar todo resulta más fácil.
Nuestro pensamiento crítico, valioso pero anclado en el siglo pasado, no ofrece armas para pelear en este mundo nuevo y esta América Latina actual, que son diferentes y que cambian a pasos vertiginosos de la mano del big data, la inteligencia artificial, los algoritmos. Se necesita un pensamiento crítico joven para acompañar estas luchas.
La lucha no es solo política y electoral. Muchas veces no se le da importancia a la disputa cultural, que significa entre otras cosas construir alternativas para los millones de pobres, pero también los millones que logran zafar de la miseria (lo que llaman las clase medias posneoliberals). Y para eso es necesario contar con proyectos mediáticos: saber qué se quiere comunicar, a quién se debe comunicar para asegurar imaginarios colectivos que acompañen los cambios.
Pese a lo que piensan los aliados-cómplices de Grupo de Lima, Estados Unidos no tiene amigos, sino intereses, y muy especialmente sobre los recursos naturales de los países de la región y para lograr sus objeticos alientan golpes de Estado, desestabilización, bloqueos, saqueos, invasiones, usando sus armas propias (DEA, Departamento de Estado, Comando Sur, Usaid) o “ministerio de las colonias”, la Organización de Estados Americanos (OEA), bajo la batuta del injerencista y falseador Luis Almagro..
Mientras, Venezuela sigue estable, pese a todos los intentos de Washington por terminar con el virus del bolivarianismo, inventando la figura del “presidente interino” y autoproclamado, financiado a la oposición –con apropiación de empresas y recursos venezolanos- incluyendo un show “humanitario” desde Cúcuta, un frustrado y frustrante golpe de estado, un superbloqueo económico y financiero y amenzas continuas de invasión.
Al mismo tiempo, Bolivia, el país latinoamericano con mayor estabilidad política, económica y social fue quebrado por un golpe de Estado con una dura represión y una presidenta autoproclamada (Jeanine Añez), y con Evo Morales refugiado en Argentina.
Parafraseando a Mario Benedetti en "Cielito del 69": Un arriba nervioso y un abajo que se mueve, del norte al sur y del sur al norte de esta América la pobre . Ya llega el 2020, pero será solo un cambio de fecha, porque la realidad seguirá siendo la misma y también la lucha por la dignidad de los pueblos.

Aram Aharonian
Periodista y comunicólogo uruguayo. Magíster en Integración. Fundador de Telesur. Preside la Fundación para la Integración Latinoamericana (FILA) y dirige surysurtv y el Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la )

Tensión por encuentro del MAS convocado por Evo Morales en Argentina



Con la agenda electoral instalada nuevamente en el país, luego de que el MAS vino negociando sin parar con los golpistas, Evo Morales convocó a un acto este 29 de diciembre con dirigentes y delegados de los 9 departamentos de Bolivia para discutir quiénes serán sus futuros candidatos para las elecciones del 2020. Mientras tanto la derecha discute aceleradamente si proscribe al MAS o no.

Este encuentro ha sido convocado en puntos fronterizos entre Argentina y Bolivia (se habla de las ciudades de Orán o Salvador Mazza de la Provincia de Salta). Evo Morales había señalado que cuenta con el apoyo, en cuestiones de seguridad, del gobierno argentino. Sin embargo, varios medios informativos hicieron referencia a una publicación en la cuenta de twitter de Evo Morales, del sábado 21 de diciembre, en la que señalaba que dicho evento se realizaría en Buenos Aires.
Lo cierto es que más allá de donde finalmente se lleve este encuentro las tensiones son evidentes. Un ejemplo de ello y que al mismo tiempo refleja el claro alineamiento del gobierno golpista con Trump, es la delegación estadounidense que llegó a la Casa Rosada para pedir explicaciones sobre este evento y señalando que Morales no debe “abusar de su condición de refugiado”. Esto ha generado intercambios sobre cómo se garantizará la seguridad este #29D dado que según señaló Evo, estimarían que participen como 1000 dirigentes y delegados de los 9 departamentos de Bolivia además seguidores del MAS que viajarán al encuentro.
En medio de estos preparativos, en La Paz, el representante de la Central Obrera Departamental, Hugo Torrez, señaló que rechazan que los candidatos del MAS sean elegidos en el exterior y que estos deben surgir del consenso de las organizaciones sociales en el interior de Bolivia. Manifestaciones de este tipo, provenientes de seguidores y partidarios del MAS dejan abierta la posibilidad de que aún no se definan candidatos en el encuentro de este domingo.
Hay cuatro nombres que se barajan con fuerzas entre las posibles variantes para representar al MAS en las próximas elecciones. Éstas van desde representantes del ala más orgánica con Evo Morales, como Adrónico Rodríguez dirigente de las federaciones del Trópico de Cochabamba, pasando por el ex Canciller David Choquehuanca, el ex ministro de Economía, Arce Catacora, hasta los más conciliadores como la propia Eva Copa (actual presidenta del senado) que no tiene reparos en posar abrazada con el ministro de Gobierno, Arturo Murillo, responsable de la violencia y las masacres de Senkata y Sacaba.
Otro elemento, que no se puede descartar, y tiene que ver con la eventual proscripción que la derecha boliviana busca materializar para que el MAS no pueda participar de los comicios del 2020. Algunos sondeos han dejado ver que pese a que el MAS no tiene candidatos definidos es el partido con más intención de voto. El propio Evo Morales, declaró tener seguridad que "volverán a ganar en primera vuelta". Esta visión también es percibida por la derecha y la razón por la que podrían proscribir al MAS.
La llamada “pacificación” del país que fue firmada entre los golpistas y el MAS que utilizó como moneda de cambio, para las negociaciones, la sangre derramada de la resistencia contra el golpe que dejó un saldo de más de 30 asesinados, no concretó la “ley de garantías”. El propio presidente de la cámara de diputados del MAS, Sergio Choque señaló que la Ley de Garantías ya no tiene sentido debido a que ya todos están en la carrera electoral empero advirtió “Ahí ya veremos quiénes también van a pedir posteriormente la Ley de Garantías”, en una velada amenaza -en caso de que ganara el MAS- al gobierno golpista por las masacres de Sacaba y Senkata.
La situación de crisis política y social en Bolivia es profunda. Mientras una parte del país festeja la recuperación de lo que llaman democracia, Áñez está avanzando de manera acelerada en imponer su programa neoliberal. La fuerte campaña mediática y todas las disposiciones desplegadas desde el llamado “gobierno de transición” siguen operando para convencer al mundo de que en Bolivia no hubo un golpe de Estado. El MAS ha sido y sigue siendo responsable de haber entregado a esta derecha que hoy volvió al poder, las banderas de la democracia liberal. Sin embargo, cada día que pasa se va desnudando el contenido neoliberal y profundamente reaccionario y antipopular de lo que marcó la pelea por el “respeto al voto”.
Evidentemente los nuevos hechos que marcarán el escenario rumbo a las elecciones del 2020 serán turbulentos y conflictivos donde la derecha golpista intentará mantener el control del Gobierno y del Estado.

Juana Runa
Militante de la LOR-CI y de Pan y Rosas
Sábado 28 de diciembre | 09:41

sábado, 28 de diciembre de 2019

El pacto social arrancó rengo, pero claro: el apoyo colectivo para el pago de la deuda



La reunión en la Rosada para dar la primera puntada del pacto social tuvo un faltazo no menor, la totalidad del capital agrario que representa la Mesa de Enlace. En cambio reunió a toditas las alas de la burocracia sindical: Daer, Caló, Moyano, Yasky y Godoy. Desde los gordos hasta el centroizquierda degennarista han puesto la firma en un documento que los compromete a integrar el Consejo Económico y Social que ser formará por ley. A ellos hay que sumar el Trío Vaticano de movimientos sociales. La burocracia sindical ha sido humillada, firmando su estatización a cambio de nada, porque no se hizo ningún anuncio hacia los trabajadores. El Presidente después de obtener superpoderes del Congreso recibe superpoderes de la burocracia sindical que resigna el papel de los sindicatos en defensa de los trabajadores.
Ese será el altar en el que se comprometen a sacrificar las reivindicaciones del movimiento obrero para el “pago de la deuda pública de manera sustentable, lo que será un esfuerzo colectivo”. Estas son las palabras centrales del texto que han firmado junto a las cámaras empresariales, porque en ellas no hay una sola palabra de recomponer el poder adquisitivo de los salarios, de garantizar la reocupación de los millones de desocupados que la descarga de la crisis capitalista arrojó a la calle.
El otro gran compromiso que firmaron los “destacados representantes sindicales” que disfrutan de la foto en la Rosada, es que “respaldan un esquema sustentable y equitativo de actualización jubilatoria”. El santo y seña del ajustazo contra la movilidad, mediante la cual pretenden “desindexar la economía” empezando por la confiscación a los jubilados. Y resulta particularmente repugnante que el Trío San Cayetano firme este compromiso indisimulable hacia el FMI contra “los abuelos” con los que tanto se “solidarizan”.
El documento, en cambio, sí responde a la moda del momento, apelando a la palabra “solidaridad” con los más vulnerables y a la urgencia de la deuda social, tan “urgente” como la deuda pública sobre la que “tenemos la total voluntad de pago”. Los firmantes, bajo la batuta del gobierno, se comprometen a tener en cuenta “primero a los últimos” en una apelación bíblica que sin embargo no los movió a firmar ni anunciar ninguna medida concreta.
Fernández no tuvo suerte, porque el mismo día que él reunía a esta mesa “ética” que presume de “unir a los argentinos contra el hambre”, un grupo de científicos del Conicet le pusieron el cuerpo a una experiencia de vivir tres meses con un salario equivalente a la canasta de pobreza. La experiencia demostró que terminaron con la salud afectada después de perder hasta seis kilos de peso viviendo con los $163 por día para cada adulto. Al mismo tiempo se conocía que se perdieron 161.000 puestos de trabajo en la actividad privada el último año.
Los patriotas que firmaron la adhesión a la “ética” que “jamás permita que se vuelva a desunir la patria”, no atinaron a definir que, contra el hambre, el salario y las jubilaciones mínimas no podrían bajar de los $40.000 que alcanzó este fin de año la canasta básica. Y que no habrá ninguna reactivación sin recomponer el poder adquisitivo de salarios y jubilaciones.
Los apuros de Fernández para reunir tan elevado grupo fueron muy grandes. Había que ofrecer este menú en bandeja a la misión que se apresta a llegar del FMI, primer paso para la negociación con los fondos de inversión.
El capital agrario faltó en masa porque está empeñado en evitar que se use el tope de la megaley para las retenciones y tal vez en arrancar el compromiso de Kicillof de no revaluar las propiedades agrarias cuyo valor fiscal está congelado hace 20 años, entre otros compromisos. Pero al mismo tiempo la tensión con el capital minero es muy grande porque se ha desatado una ola de movilización popular en Mendoza y Chubut que les congeló la sangre a los dueños de la gran esperanza nacional y popular, porque Fernández y el macrismo tienen un pacto de Estado con los pulpos mineros para entregar nuestros recursos y conseguir los dólares para la deuda. Por otro lado las petroleras siguen deteniendo pozos porque pretenden retomar el sendero de tarifazos en los combustibles.
En estas condiciones era muy importante lograr este texto de apuro. Pero la historia recién empieza. Los trabajadores tenemos que tomar nota y reforzar una gran campaña por paritarias libres, por enfrentar en marzo el ajuste jubilatorio, en no permitir un despido más, en exigir desde abajo la más completa independencia de las organizaciones obreras, que para eso las tenemos.

Néstor Pitrola

Qué es una jubilación de privilegio y qué es el 82% móvil

Deliberadamente se está impulsando una notable confusión. Golpeado por el impacto negativo de la suspensión de la movilidad jubilatoria por 180 días, el gobierno contraatacó diciendo que mandará un proyecto para terminar con las jubilaciones de privilegio. Pero cuáles son esas jubilaciones es todo un tema que tenemos que clarificar para que no nos hagan pasar gato por liebre.
Las llamadas jubilaciones de privilegio surgieron de la ley 24.018 de Menem, en 1991. Disponían “asignaciones mensuales vitalicias para el Presidente, Vicepresidente y Jueces de la Corte Suprema. Magistrados y Funcionarios del Poder Judicial, del Ministerio Público y de la Fiscalía Nacional de Investigaciones Administrativas; Vocales del tribunal Fiscal y de Cuentas de la Nación; Legisladores Nacionales, Ministros, Secretarios y Subsecretarios del Poder Ejecutivo Nacional, Secretarios y Prosecretarios nombrados a pluralidad de votos por las Cámaras de Senadores y Diputados de la Nación, el Intendente, los Concejales, Secretarios y Subsecretarios del Concejo Deliberante y los Secretarios y Subsecretarios del departamento Ejecutivo de la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires; Procurador General del Tesoro”.
Pero esta ley fue reemplazada en 2002 por otra, la 25.668, en medio de la enorme crisis que llevó al argentinazo de diciembre de 2001. Esta nueva ley generó una crisis política entre los poderes- básicamente con el poder judicial y el servicio diplomático- frente a la cual Eduardo Duhalde dictó un veto
parcial salvando lo que hoy son las llamadas jubilaciones de privilegio para presidente y vice, para la corte y los jueces y secretarios- no los empleados rasos del poder judicial- y los miembros del servicio diplomático. Se trata de unas 4.900 personas, verdaderamente privilegiadas, porque siguen percibiendo los haberes que tuvieron en actividad, en muchos casos con sólo ejercer cuatro años sus funciones. Aclaremos que diputados y senadores están excluidos desde el veto de Duhalde en 2002.
Colocar el eje de ataque a estos privilegios resulta una maniobra ingeniosa si se los compara con el resto de los mortales que aportan 30 o 40 años, para ser jubilados por migajas (hoy, el 46% del haber que se cobraba en actividad) y a los que, además, se les roba la movilidad para hacerlos “solidarios” con los “más vulnerables”. No obstante, la iniciativa está en pañales y empantanada, porque el poder judicial se está poniendo en pie de guerra.
Los “supremos” y magistrados que jamás usan su juridicidad para defender a los jubilados, condenados a juicios eternos hasta la muerte, están afilando los argumentos que hicieron retroceder a Duhalde en su momento y más recientemente a Macri, cuando se habló de hacerlos pagar el impuesto a las ganancias. Argumentan tener un aporte especial del 10%, por encima del resto, y que su “empleador” (el Estado) aporta también otro 10%, superior a cualquier patronal. Todo sale de los contribuyentes, y se trata de un sector que no paga impuesto a las ganancias, además de sus jugosos salarios. El único argumento de peso, es que muchos funcionarios judiciales han trabajado años como empleados judiciales rasos haciendo una carrera. Pero indudablemente estamos ante un sistema de tipo privilegiado.

El 82% móvil

Como es sabido, en los pocos días de debate de la ley ómnibus- llamada de “solidaridad” al igual que la ley de las AFJP de Menem y Cavallo-, se armó un considerable revuelo por los regímenes especiales que abarcan a unos 250.000 trabajadores, entre ellos docentes nacionales, docentes universitarios, investigadores y otros. A la cabeza de ese repudio estuvo la AGD de los docentes de la UBA, la Conadu Histórica e incluso la Ctera kirchnerista llegó a pronunciarse en contra. El polémico artículo 52 fue cambiado y no se ha suspendido la movilidad de esos regímenes. Pero, a excepción del caso de los docentes universitarios e investigadores, se ha formado una comisión especial que estudiará un nuevo régimen de movilidad.
Esta salida de compromiso pone en peligro, o más bien condena a plazo fijo, conquistas que llevaron años de lucha. En el caso de la docencia universitaria fue la conquista, en 2009, de un enorme movimiento que además, mediante una huelga general, en 2005 logró un aumento significativo y el blanqueo salarial, lo que hace que el 82% logrado sea real. En otros casos se trata de porcentajes menores, pero siempre ligados al salario en actividad.
El 82% móvil es eso: un salario diferido que luego se cobra de acuerdo al salario que se tuvo en actividad. No se trata de ningún privilegio, sino de un régimen que ha sido desmantelado sistemáticamente por todos los gobiernos capitalistas, desde los dictatoriales hasta los constitucionales. La cifra del 82% surge del cobro del neto que se venía percibiendo, menos los descuentos de ley. Hoy, en cambio, el jubilado del sistema ordinario recibe en promedio un 46% del haber, que a su vez se calcula sobre los diez últimos años, actualizados de manera completamente insuficiente y arbitraria.
El jubilado es robado cuando se jubila y luego es robado sistemáticamente por pérdidas de movilidad frente a la inflación. Esto ocurrió durante el kirchnerismo hasta que un fallo de la Corte Suprema obligó a determinar “alguna movilidad”, a partir del fallo Badaro, para enfrentar la litigiosidad. Vino Macri y alteró esa movilidad atada a la recaudación y ahora Fernández la cambia para eliminar su atadura al costo de vida de seis meses antes.

¿Se podría pagar el 82%?

Ahora bien ¿Se puede pagar el 82% móvil? ¿Es cierto que el problema es que no hay suficientes activos para bancar a los pasivos por el estiramiento de la edad de las personas? Es falso que no se pueda. En primer lugar la expectativa de vida en la Argentina es una de las más bajas de los países de la región: 76 años, cuando hoy con la edad voluntaria la mayoría se está jubilando a los 70.
Pero el tema esencial es que las cajas han sido saqueadas y con ellas el sistema de aportes. Hasta 1994 los aportes eran el 27% del salario, 11% personal y 16% patronal. Hoy, en el sector privado el aporte personal es del 9,45 % y el patronal 11,15%. En el sector público la persona paga 11,45 % y el Estado aporta 9,15 %. A esto hay que restarle un mínimo no imponible de $7.003 en todos los salarios. Además rige un mínimo no imponible de aportes a la seguridad social de $17.000 para las empresas textiles y otras, y, a partir de la mega ley, también para toda empresa de menos de 25 trabajadores (este tipo de Pymes son miles y miles).
Están desfinanciando la Anses y su Fondo de Garantía de Sustentabilidad lo han empapelado de deuda pública. Por otra parte, un tercio de los trabajadores está negro y los salarios son bajísimos. Si se reponen todos los aportes patronales, se blanquea a los trabajadores y se recomponen los salarios, el 82% móvil es totalmente viable y sustentable.
Pero los gobiernos capitalistas quieren sus fondos para el repago del negociado de la deuda. Preparemos para marzo una gran campaña de movilización de toda la clase trabajadora, activa y pasiva, para defender la movilidad y la jubilación como derecho. La movilización ambiental en Mendoza está mostrando la fuerza imparable de las masas en movimiento.

Néstor Pitrola

viernes, 27 de diciembre de 2019

Los dos papas: una película a medida de Francisco y el Vaticano



La película dirigida por Fernando Meirelles que se estrenó por Netflix este 20 de diciembre es un relato fantasioso sobre el traspaso de poder de Benedicto XVI a Francisco. Más allá de las majestuosas actuaciones de Anthony Hopkins y Jonathan Pryce que interpretan maravillosamente a Benedicto XVI y Francisco respectivamente (y Juan Minujín a Bergoglio joven), la película está enfocada en embellecer el proceso de traspaso de poder y la relación entre los dos Papas para venderle al espectador una imagen humanizada de quienes fueran los máximos dirigentes de una institución sumida en escándalos de abuso sexual a menores en todo el mundo y en una corrupción vergonzosa.
La cinta es una ficción escrita por Anthony McCarten, el autor de la teoría del todo, que muestra un relato mágico sobre la relación entre los dos Papas. Por un lado, el Papa conservador y moralista que decide renunciar porque llega a la conclusión de que le quedó grande el trono de San Pedro y el reformista, bueno y humilde, que preferiría quedarse en las villas de Argentina, pero no le queda otra que asumir ese rol. Los diálogos ficticios entre los dos Papas tienen el objetivo de mostrar a un Papa Francisco humilde, simple y bueno, pero también se ocupan de embellecer la figura del nazi Ratzinger.
En el marco del estallido de un III Vatiliks y de las nuevas denuncias de traslado de numerosos curas acusados de abuso a parroquias de América Latina, el relato de la película muestra a un Papa Francisco desprovisto de conocimiento acerca de estos hechos, cuando la realidad indica que él mismo ha protegido a curas acusados de abuso.
En el dialogo entre ambos Papas, éstos se confiesan uno con el otro. Benedicto XVI de ficción se muestra arrepentido por el pecado de haber hecho silencio sobre los abusos de curas pedófilos ante el enojo del Papa Francisco de ficción. Por su parte, este último confiesa estar arrepentido por no “haber hecho más” por las víctimas de la dictadura en Argentina, repitiendo acongojado que lo que hizo “no fue suficiente”. Ante esto recibe el consuelo del nazi Benedicto XVI que le confirma que él “no pudo haber hecho más de lo que hizo”. Es un diálogo que enerva a cualquiera que sepa un poco de historia y conozca el rol de complicidad de la iglesia argentina con la última dictadura y del histórico del Vaticano y sus “sedes nacionales” de apoyo y parte de las dictaduras más sangrientas del mundo. Incluso en las dictaduras actuales como la de Bolivia que cuenta con el apoyo de la iglesia católica boliviana y el silencio del Papa Francisco.
La película busca librar de pecados a los dos Papas y mostrar a dos hombres normales, humanos. La figura de Jorge Bergoglio es la que se destaca en toda la película por su humildad y benevolencia, que en el transcurso de la relación entre ambos logra “ablandar” al polaco Razinger, haciéndolo mirar futbol y comer pizza con Fanta.
Es una película hecha a medida del Vaticano y en particular de Francisco, una exoneración de los “pecados” de los máximos dirigentes de una institución destacada por sus numerosos y siniestros delitos, abusos, luchas de poder y corrupción. En definitiva, una tomada de pelo.

María Chuli

Triunfo del pueblo de Mendoza



Se deroga la ley cianuro

El pueblo de Mendoza ganó la derogación de la ley cianuro (9209) pactada por los legisladores de la UCR, PJ y kirchneristas que reformaba la ley 7722 en favor de las megamineras.

En una conferencia de prensa el gobernador Suárez (UCR) reunido con los intendentes del PJ acaba de confirmar que el próximo lunes enviará a la legislatura el proyecto de derogación de la ley cianuro 9209.
Tras jornadas históricas de movilizaciones multitudinarias, que se fueron intensificando en todo el territorio a pesar de la represión del gobierno de Suárez y del anuncio de no reglamentación de ayer, sumado a la suspensión de las fiestas vendimiales en los departamentos pejotistas en un intento de los caciques por calmar a su propia base, el gobierno de Suárez debuta en su mandato retrocediendo ante la movilización callejera.
Cerramos un 2019 con un triunfo popular, el pueblo mendocino comenzó el año con innumerables movilizaciones: en el mes de enero contra el tarifazo y la reforma en el transporte del famoso MendoTran. Termina protagonizando una pueblada en defensa del agua contra el intento de entregar los recursos naturales a las megamineras.
Este triunfo popular deja una enorme enseñanza colectiva que es luchando en las calles –y no con el pacto social- se puede ganar y abre la puerta para pelear por todas las demandas insatisfechas del pueblo trabajador mendocino, en ésta tarea el Partido Obrero en el FIT se empeñará como lo viene desenvolviendo consecuentemente todo el año en la pelea de mejores salarios para los trabajadores del campo, tanto en las viñas como en la cosecha del ajo, como por un programa político de salida a la crisis que generaron los capitalistas y que deben pagarla.

Soledad Sosa

Suspensión de pagos, una oportunidad

Por una auditoría ciudadana de la deuda pública

Los pagos de la deuda se postergaran. Hay un acuerdo tácito con los acreedores. Se presenta así la oportunidad para investigarla, desnudar las razones de semejante endeudamiento en tan corto plazo, ver en que se aplicaron esos fondos... Obrar en consecuencia.
Tanto el presidente Alberto Fernández como el ministro de Economía Martín Guzmán lo han dicho sin ambigüedades: “El país está en un virtual default”. “Así como está la deuda no puede pagarse”. “Para pagarla la economía tiene que crecer”. Es obvio, sacar al país de la recesión y “encender la economía” no es posible si al mismo tiempo se quiere hacer frente a los vencimientos. No habría perspectiva de crecimiento y la recesión se prolongaría por varios años más.

Señales

Ni lerdo ni perezoso el gobierno ha comenzado a enviar señales a los “mercados”. Reperfila a agosto 2020 8.100 millones en LETES emitidas bajo legislación nacional mientras cumple con las obligaciones amparadas por legislación extranjera. Estas incluirán casi con seguridad el cupón semestral por 100 millones del bono a 100 años que vence este sábado 28 (¡el Día de los Santos Inocentes!) y el cupón de bonos Discount por 750 que vencen el 31 (nada para festejar).
La señal más contundente es la “Ley de Solidaridad Social y Reactivación Productiva en la Emergencia Económica” que con algunos cambios acaba de ser aprobada por el parlamento. El sesgo es profundamente fiscalista, con eje en la sostenibilidad de la deuda pública. Todo apunta a establecer un marco en el cual renegociar la deuda que deberá “…ser compatible con la recuperación de la economía productiva y con la mejora de los indicadores sociales básicos”. Para más en su art. 57 habilita al Tesoro Nacional a emitir Letras a 10 años para comprar al Banco Central 4571 millones de dólares, importe que cubre los intereses que hay que pagar en 2020 a acreedores privados. Hay que señalar que contiene transferencias de recursos hacia los más desposeídos -jubilaciones mínimas y AUH- que se complementan con la Tarjeta Alimentaria y líneas de crédito ultrablandas. Sin embargo el mayor aporte lo hacen los jubilados de haberes medios, también el agro, mientras reduce retenciones a mineras y petroleras y no toca a los bancos.

Todo al 30 de marzo

El ministro de economía lo ha reiterado varias veces: el plazo para renegociar la deuda vence el 30 de marzo próximo. ¿Porqué esta premura? Veamos:
El problema se presenta en el primer semestre del 2020. De los 65.000 millones de dólares que vencen durante el año, 45.400 se concentran en los primeros seis meses. Si se despeja lo que corresponde a deuda intra-estado (renovación automática) y lo que corresponde a organismos de créditos internacionales (refinanciable) lo que queda con el sector privado asciende a unos 19.400 millones. Las reservas de libre disponibilidad no alcanzan a cubrirlos y el país entraría en default en mayo próximo…

Una dudosa legitimidad

Es muy evidente, la postergación de los pagos no es por convicción sino por necesidad, sin embargo esta postergación legitima la deuda sin cuestionarla, ni siquiera se piensa en revisarla a través de una auditoria. Simplemente se argumenta que es legítima porque fue contraída por un gobierno elegido por el voto popular, pero no es el carácter de un gobierno lo que la puede legitimar o no sino el objetivo y el destino de esos fondos.
Y no es claro el objetivo, mucho menos el destino de la mayoría de los más de 100.000 millones de dólares tomados por la administración Macri. No hay ninguna explicación convincente de porqué se emitió un bono a 100 años, con un rendimiento del 7,9%, que duplicaba la tasa promedio de mercado. Se fue al FMI de urgencia porque no se podía pagar la deuda en bonos, poco más de un año después estamos en default. Según La Nación del sábado pasado el presidente lo explicó así a los empresarios: “Todo ocurrió con la anuencia del Fondo... es corresponsable. ¿Cómo le prestaste a este país semejante cantidad de dinero, que además dejaste que salga del sistema financiero graciosamente?”. En la propia pregunta del presidente está la necesidad de encontrar las razones reales de este despropósito.
Es que el FMI violó sus propios estatutos. Primero concediendo un préstamo cuando era evidente que esa deuda era insostenible, luego autorizando la venta de dólares de ese préstamo para contener el tipo de cambio, algo expresamente prohibido por sus reglas. Más aún con el préstamo la economía no se fortaleció, por el contrario incrementó su fragilidad y sus desequilibrios internos. ¿No es válido indagar el porqué?
Bajo las presidencias del Banco Central, primero de Federico Sturzenegger y luego de Luis Caputo, se sucedieron maniobras poco claras con Fondos de Inversión que significaron la salida de miles de millones de dólares en pocos días ¿Mala praxis, connivencia dolosa? Incluso el día posterior a las PASO, ya en la presidencia de Guido Sandleris, el central dejó avanzar la corrida del dólar sin intervenir (¿alguna orden de más arriba?).
Como se comprenderá hay muchas razones para pensar que esta deuda no es legítima, incluso que puede entrar en la categoría de “odiosa”. Esto es una deuda que no se ha tomado en beneficio del país ni de sus ciudadanos (ver recuadro).

No perder la oportunidad

Que los pagos se suspendan por dos o tres años es una oportunidad única para aprovechar ese tiempo para realizar una auditoría por medio de una comisión independiente, constituida por representantes parlamentarios, referentes locales e internacionales y abierta a la ciudadanía, con el objetivo de identificar la parte ilegítima y odiosa de la deuda. Y repudiar lo que haya que repudiar.
Estimados lectores esta es mi última columna del año, les deseo lo mejor para todos/as y que en el brindis del 31 incluyamos el deseo de que no se deje pasar una nueva oportunidad de investigar una deuda tan gravosa y de dudosa legitimidad. ¡Felicidades!
Según Eric Toussaint, portavoz del Comité por la Anulación de las Deudas Ilegales (CADTM) para que una deuda sea odiosa, y por lo tanto nula, debe cumplir dos condiciones:
1.- Haberla contraído en contra de los intereses de la Nación, o en contra de los intereses del Pueblo, o en contra de los intereses del Estado.
2.- Los acreedores no pueden demostrar que ellos no podían saber que la deuda era contraída en contra de los intereses de la Nación.
Según la doctrina de la deuda odiosa, la naturaleza del régimen o del gobierno que la contrae no tiene especial importancia, ya que lo que cuenta es el uso que se hace de esa deuda. Si un gobierno democrático se endeuda en contra del interés de la población, esa deuda puede ser calificada de odiosa, si también reúne la segunda condición. Por lo que, contrariamente a una versión errónea de esta doctrina, la deuda odiosa no concierne solamente a regímenes dictatoriales.

Eduardo Lucita

Eduardo Lucita es integrante del colectivo EDI (Economistas de Izquierda)

Adiós al oasis chileno



Cuando se escriba la historia de la inédita revuelta del año 2019 que cambió el destino de Chile, destacará, sin duda, una frase pronunciada por el presidente Sebastián Piñera el 8 de octubre en un programa de televisión en Santiago: “En medio de una América convulsionada, Chile… es un verdadero oasis.”
Aquellas palabras trasuntaban una ceguera ilimitada y una soberbia impenetrable, no solo del Primer Mandatario, sino de toda una clase dirigente que no entendía lo que pasaba en el país real que incubaba en esos mismos momentos el estallido social que ningún miembro de la encapsulada elite había anticipado.
En efecto, mientras Piñera peroraba televisamente, miles de estudiantes chilenos se saltaban con júbilo los torniquetes del Metro de Santiago, rehusándose a pagar un alza de treinta pesos que el gobierno había decretado recientemente, tan solo dos días antes de que Piñera se ufanara de que Chile fuera tan diferente del díscolo continente latinoamericano.
En vez de entender la desesperación que se agitaba detrás de esta forma de protesta pacífica, los ministros de Piñera (entre los que había una caterva de enriquecidos vilmente durante la dictadura de Pinochet) hicieron oídos sordos y respondieron con una violencia cada vez más salvaje, lo que, en vez de amenguar los desórdenes atizaron el descontento del que se valieron elementos anarquistas y lumpen, amén de grupos aliados a narcotraficantes para desatar saqueos y vandalismo. El presidente declaró que se trataba de una guerra a muerte contra el pueblo, impuso un estado de emergencia y toque de queda, y ordenó a los militares a la calle. Desde el tiempo de Pinochet que no se veían tanquetas y soldados patrullando las ciudades.
El pueblo chileno no se dejó amedrentar. En forma mayoritariamente pacífica, millones de hombres y mujeres y niños salieron a desafiar la represión, embarcándose en un octubre liberador que recordaba la gesta de otro octubre, el de 1988, cuando el pueblo chileno derrotó a la dictadura en un plebiscito que dio comienzo al lento retorno a la democracia. Aquella epopeya de 1988 había sido liderada por los políticos de centro-izquierda que supieron crear las condiciones para que el país pudiera respirar en paz después de tantos años de tiranía.
Aquellos líderes lograron, durante las décadas que siguieron, algunos notables progresos: una disminución importante de la pobreza, una serie de juicios a los más escalofriantes violadores de los derechos humanos de la época de Pinochet, algunas mejorías en la salud y la educación, proyectos de infraestructura y transporte, modernizaciones del aparato estatal. Pero no pudieron terminar del todo con los enclaves autoritarios que habían heredado de la dictadura ni supieron cuestionar la extraordinaria desigualdad de un Chile donde un pequeño y ávido grupo se había apropiado de una inmensa y obscena tajada de la riqueza nacional. El desparpajo con que estos aristócratas y nuevos ricos ostentaban sus franquicias y la impunidad de que gozaban alimentaba la rabia de los chilenos ordinarios para quienes el alza de los treinta centavos era una carga significativa y, por cierto, una provocación en un país donde la corrupción de los privilegiados rara vez se sancionaba.
Y sobrevino, entonces, una insurrección generalizada que sobrepasó las estructuras partidarias y los políticos desprestigiados que no habían sabido dar una solución a los problemas profundos de Chile, un movimiento que ha sacudido los cimientos del desigual modelo político y económico que ha regido al país durante las últimas décadas.
Menos de tres meses después de que los jóvenes se rebelaron contra una cúpula que no los incluía ni escuchaba, Chile ha cambiado en forma trascendental. Todas las fuerzas políticas han acordado un itinerario para dotar al país de una nueva Constitución que reemplace la que impuso fraudulentamente Pinochet en 1980, si bien la derecha se ha opuesto exitosamente a la paridad de género y la presencia necesaria de sectores independientes y de pueblos originarios en la constituyente. Y se están implementando medidas que comienzan a enfrentar - aunque en forma exigua – las graves deficiencias en pensiones y salud, en parques y viviendas y educación, que aquejan a la población en forma mayoritaria.
Queda por ver si estas reformas se efectuarán o si, de nuevo, se han de frustrar las ansias de un país más bello y equitativo. Queda por ver si los policías que respondieron a las demandas ineludibles de los jóvenes con balines y torturas van a ser juzgados y castigados. Queda por ver si la derecha chilena, acostumbrada a menoscabar la democracia con impunidad, aceptará una contracción de su poder y sus granjerías o si pondrán cada vez más trabas al proceso que llevará a una nueva Constitución. Queda por ver si las exigencias de políticas sustentables para enfrentar la crisis climática, derechos de sindicalización de los trabajadores, control de las aguas urbanas y rurales (Chile es el único país en el mundo donde el agua se encuentra en manos privadas), serán postergadas otra vez más. Queda por ver si los políticos de centro-izquierda se darán cuenta de que no hay que temer la movilización del pueblo. Queda por ver si los sectores fascistas, nostálgicos de la mano dura de Pinochet, no aprovecharán el desorden y los saqueos, para revivir la quimera de una nueva tiranía. Queda por ver si los militares, contemplando un país dividido y cada vez más destrozado por el vandalismo criminal de unos pocos que aprovechan las protestas pacíficas de la mayoría, no decidirán que es hora de salir de los cuarteles. Queda por ver si a los jóvenes chilenos que no tuvieron miedo a los golpes y las balas y las violaciones y los gases lacrimógenos tendrán espacio protagónico para respirar tranquilos, que se les permita sacar todo el potencial creador que tienen adentro. Queda por ver si las eternamente pospuestas demandas de mujeres maltratadas y de pueblos originarios tendrán el reconocimiento que se merecen.
Queda por ver, queda por ver.
Pero hay algunos que no verán más, casi trescientos jóvenes que quedaron ciegos debido a los disparos de la policía, aquellos que quedaron sin ojos para que los aislados dueños de Chile pudieran abrir los ojos a la realidad de un país al que han tratado con ignorancia y menosprecio, al que han querido olvidar. Otro sacrificio en la larga lista de sacrificios que han padecido tantos, las penas y pérdidas que nunca faltan para que nazca una patria nueva.
Lo que es seguro es que, en este sumamente convulsionado 2019, Chile despertó. Se ha cuestionado a fondo el modelo neoliberal consumista vigente, reivindicando un nuevo modelo humano donde prima lo humano y no el lucro desmedido.
No somos, mal que le pese a Piñera y los suyos, un oasis en América Latina, sino parte de la historia perpetua de nuestro vasto y rebelde continente que lucha desde siglos por un mundo más justo y participativo.
Dependerá del pueblo chileno cómo se escribirá la próxima página de esa historia.

Ariel Dorfman

* Este comentario se basa, en parte, en el folleto, Chile: Juventud Rebelde, que acaba de sacar Fondo de Cultura Económica que también ha publicado Allegro, la última novela de Ariel Dorfman.