sábado, 30 de abril de 2022

Sobre la integración entre agronegocio y agricultura familiar que propone Grabois


Grabois con Grobocopatel en una charla en la UNC. 

¿Una solución a los problemas de les pequeñes productores? 

 Juan Grabois captó la atención de los medios tras organizar una charla en la Universidad de Córdoba junto al “Rey de la Soja” Gustavo Grobocopatel. Allí destacó que “consideraba a Grobocopatel como el malo y a la economía popular como una resistencia ante una característica inherente del sistema capitalista: la precarización y el desempleo”, pero que actualmente piensa totalmente distinto. ¿Cómo llegó a considerar como victoria una integración entre los sojeros y la agricultura familiar?

 La romantización de la pobreza 

Grabois afirma que el objetivo de la llamada economía popular es ser feliz, no competir con la economía capitalista. Es decir que pretende que mientras les empresaries explotan un millón de hectáreas les pobres sean felices con un pedazo de tierra. Este planteo de conciliación de clases quedó demostrado en su “plan A” de avanzar en una integración entre los sojeros y la economía popular. Lo que Grabois nos dice entre líneas es que nos conformemos con lo que nos ofrezcan les grandes empresaries. 
 Para justificar lo anterior dio como ejemplo el caso de una trabajadora bancaria que era maltratada en su lugar de trabajo y acudió a él para ingresar en una cooperativa, a pesar de que fue advertida de que no ganaría más de 50 o 60 mil pesos. Así embellece la vulnerabilidad social de esta mujer que la llevó a tener que elegir entre la violencia laboral y un ingreso que no alcanza la canasta básica. Esto cuando las mujeres somos las más precarizadas del sistema productivo agrícola, por lo que dicha trabajadora no contará tampoco con las condiciones laborales adecuadas.
 Además, entrar en una cooperativa no es tan sencillo como parece, porque se debe reunir la comisión directiva y asociar a un nuevo miembro bajo condiciones que muchas veces no son favorables para el individuo. Es por eso que el discurso de Grabois es muy peligroso, fomentando la conformidad de muches en esas condiciones de extrema precarización y bloqueando que salgan a luchar por lo que se merecen, perpetuando el estancamiento de estes pequeñes productores.
 Incluso afirmó que “en la economía popular la gente es más pobre, pero más feliz, cuando pasan la línea de indigencia, es otra forma de vivir, sencilla, de poca educación y poco acceso a la salud”. Esto no solo es lo máximo que propone para les trabajadores, sino que asegura que “si les dan lo mínimo indispensable ni siquiera cortan la ruta, no les hacen perder el tiempo”. Un guiño a la ofensiva antipiquetera del gobierno y la derecha, que revela a quiénes favorece esta política. 

 La “economía popular” de Grabois 

El dirigente de a Utep habló de 50 familias pequeño productoras que arriendan tierras y las describió como gente que no va a la facultad, que no conoce la palabra agronegocio y por eso no les importaría luchar contra ello. ¿Acaso no se da cuenta de que está hablando de las mismas personas? 
 Les campesines saben perfectamente qué es el agronegocio: lo saben cuando se les enferman les hijes porque fumigan la escuela, lo saben cuando toda su producción se muere por los plaguicidas de campos cercanos, cuando son expulsados de sus tierras por acuerdos entre empresarios y el gobierno. Son les trabajadores de la tierra quienes denuncian el sistema productivo sojero y quienes más sufren sus consecuencias,. A su vez hay muches que sí tienen formación, porque lucharon para poder tener una, como en la UniCam Suri (Universidad Campesina – Sistemas Rurales Indocampesinos). 
 El defensor de la “economía popular” plantea que estaría bueno que empresaries denuncien a otres empresaries que hacen las cosas mal, como los desmontes. Es algo nunca antes visto, y la razón es simple: no se trata de prácticas individuales, sino de todo un régimen productivo en beneficio de una clase social cuyo único interés en producir es maximizar sus ganancias. Difundiendo esta ilusión Grabois ofrece una salida reaccionaria a les empresaries para que la gente afectada deje de molestarles.
 De hecho este debate en la Universidad de Córdoba se viralizó porque el dirigente social oficialista contestó de muy mala manera a un docente que preguntó con todo respeto algo que no supo contestar: cómo se evita que por este camino a la Argentina esté en unos años despoblada y llena de soja. Grabois lo increpó y lo acusó de “no hacer nada”, ninguneando que son quienes sostienen la educación y llamando en realidad a sus compañeros callarse y avalar los agronegocios. 
 Esta visión es la que justifica que las universidades firmen convenios con empresas contaminantes, como sucede en la UBA con la penetración de Monsanto o Syngenta en la Facultad de Agronomía. El Movimiento Evita, que también habla en nombre de la “economía popular”, vota a favor de estos convenios -en conjunto con la LAI (representación de la Sociedad Rural)- afirmando que financian distintos trabajos de investigación, pero su único fruto es la convalidación de las prácticas contaminantes por la universidad pública. Es una clara demostración de que la conciliación de las multinacionales con la agricultura familiar sólo genera una subordinación de la segunda a las primeras. En cambio la agrupación estudiantil Abriendo Caminos (conformada por la UJS e independientes) lucha contra estos convenios, y logró la derogación del convenio que la facultad tenía con el latifundista italiano Benetton. 

 Una alternativa real

Al igual que la megaminería, la explotación petrolero en el Mar Argentino o el acuerdo porcino con China, el agronegocio es otra carta del gobierno para pagar la deuda al FMI. Por eso cualquier perspectiva de salida requiere pelear contra esta orientación de fondo, compartida por la oposición de derecha.
 Actualmente la agricultura familiar es una alternativa al sistema de agricultura convencional contaminante. Con sólo un 13,5% de la superficie agraria este sector representa al 75% de los productores del país y produce más del 60% de las verduras. Por lo tanto es necesario defenderla, pero no para limitarla en una pobre “economía popular” sino con la convicción de que se pueden conseguir mejores condiciones de vida para estas familias, lo que se logrará combatiendo al régimen de los agronegocios. El plan de Grabois con Grobocopatel confirma que las organizaciones cooptadas por el Estado son un bloqueo para la organización de estes pequeñes productores por sus reivindicaciones.
 Una salida beneficiosa para estas familias precarizadas requiere un programa que rompa con la agricultura en manos del gran capital, avanzando en la nacionalización del comercio exterior, la apertura de los libros de toda la cadena de producción y comercialización agropecuaria, centralización de una banca estatal única bajo control obrero para disponer de los recursos financieros, y la expropiación de la propiedad terrateniente y de las tierras ociosas para ponerlas al servicio de la producción en manos de quienes trabajan. 

 Meli Ve

Saccomanno


Aunque el discurso inaugural de la Feria del Libro es siempre motivo de comentarios en el mundillo político e intelectual por tratarse del mayor evento editorial de nuestro país, el caso de Guillermo Saccomanno se distinguió por un conjunto de motivos. En lugar de alabanzas, arrojó críticas. Prefirió “ahondar en la tensión”, dijo, en vez de repartir agradecimientos. Afirmó que era el primer escritor en cobrar su trabajo, el de redactar y pronunciar el discurso inaugural. Algunos editores, detalló, se opusieron por el precedente que significaba pagarle a un escritor por subir al estrado, y que era suficiente remuneración el ´prestigio´ que significa inaugurar la feria de una industria que mueve millones. “No creo que mencionar el dinero en una celebración comercial sea de mal gusto. ¿Acaso hay un afuera de la cultura de la plusvalía?”, se preguntó. Saccomanno también criticó el lugar que alberga a la Feria, el predio de La Rural; refirió a los oligopolios de la industria del papel, Ledesma y Celulosa Argentina; denunció el bajo porcentaje que cobran los autores sobre el precio de tapa de un libro; habló de Santiago Maldonado y Rafael Nahuel, de Nicolás Trotta y Soledad Acuña; habló de su adolescencia, de su escritura y de sus lecturas.
 Los macristas lo criticaron por prosaico y los kirchneristas y Página/12, lo celebraron. Diez años atrás, Saccomanno formó parte de Plataforma 2012, un grupo de intelectuales que, dentro del campo de la progresía, pretendía diferenciarse de la alcahuetería de Carta Abierta y “recuperar el pensamiento crítico”. Saccomanno se apartó pronto de ese grupo, tras la publicación de su primer documento, que albergaba un conjunto de denuncias (megaminería, leyes antiterroristas, etc), cuando él esperaba un texto de “apoyo crítico” al gobierno kirchnerista. Pensamiento crítico sí, pero no tanto.
 Saccomanno habla de trabajo no remunerado. Esa es la condición del asalariado. De esa confiscación del tiempo y el esfuerzo del obrero se nutre el capital. A algunos obreros los condena a la desocupación crónica, a un sub-existencia por debajo de los valores nutricionales y ambientales que se consideran el umbral de la civilización. El Estado, a cambio de 16 mil pesos mensuales -lo que cuestan tres o cuatro volúmenes en cualquier stand de la Feria- los conchaba en ´cooperativas´ y ´unidades ejecutoras´ como mano de obra sin derechos para que los intendentes los pongan a realizar el trabajo de los empleados municipales bajo convenio, que ganan un poco más del doble. A otros trabajadores, que revisten como ejército de reserva permanente, ni siquiera eso, aunque acampen días y noches y semanas en las puertas del Ministerio de Desarrollo Social. Cuando Saccomanno habla del “el 40% estadístico de pobreza”, debe saber que esta incluye un porcentaje enorme de asalariados en relación de dependencia. La burocracia sindical se ha encargado de perpetuar esta situación, firmando sistemáticamente paritarias por detrás de la inflación de precios. 
 Pero no es esta solamente la condición del obrero de la industria o el empleado del Estado. Hay una masa de trabajo intelectual no remunerado, no ya en términos relativos sino absolutos, que la constituye la labor de los llamados ´docentes ad honorem´ en la Universidad de Buenos Aires, que se cuentan por millares. A ellos, como se pretendía de Saccomanno, se les retribuye con “prestigio” y nada más. Cada tanto, el rectorado de la UBA -que es una trenza de macristas y peronistas- deja caer un puñado de rentas para ellos, pero son distribuidas fuera del control de los afectados entre las camarillas profesorales que dominan el mundo académico. 
 Cuando se refiere al predio de La Rural, Saccomanno se queja de que “se le pague un alquiler sideral a la institución que fue instigadora de los golpes militares que asesinaron escritores y destruyeron libros”. Sincera que han tenido la amabilidad de explicarle que “no hay otro lugar de magnitud capaz de albergar tantos expositores y facilitar el ingreso de una multitud”, pero acusa a que el cambio de sede se relaciona con la falta de apoyo del Estado. Digamos nada más que la Sociedad Rural se alzó con ese predio privilegiado, ubicado en un punto estratégico de la Ciudad de Buenos Aires, mediante una maniobra fraudulenta típicamente menemista y que nadie, pero nadie, se atrevió a mover un dedo para desalojarla de allí, incluso durante los 14 años de gobiernos ´nacionales y populares´. 
 Fue feroz con el oligopolio de la industria papelera. Habló de Blaquier y Ledesma, pero podemos agregar que Blaquier le dedicaba poemas a la actual vicepresidenta, en la época que Bioledesma se alzaba con el 60% del cupo de la producción de bioetanol en el país. Por los crímenes cometidos por la dictadura en el Ingenio Ledesma, que Saccomanno vino a recordar, Blaquier ha gozado y goza de completa impunidad, bajo todos los gobiernos de la ´democracia´, de 1983 a esta parte.
 En otro plano, Saccomano se retrotrajo a su infancia en Mataderos, a la biblioteca de su padre, donde convivían Bakunin, Zola, Arlt, Marx y Dostoievski; a la huelga del frigorífico Lisandro de la Torre; el ´manoteo´ de algún libro en un puesto de usados durante su adolescencia, cuando trabajaba de cadete. Subrayó el carácter comercial del evento que le tocaba inaugurar y se ubicó en el lugar que le tocaba representar en ese circuito como -se ha dicho antes-, ocurre con cualquier trabajador en la sociedad actual – “Nuestra relación con los editores es siempre despareja. Nos sentamos en desventaja a ofrecer nuestra sangre, no otra cosa es la tinta”. El discurso de Saccomanno tuvo el mérito de correr el velo romántico que muchas veces recubre el oficio de escritor. 
 El capitalismo es la cultura de la industria. La burguesía monopoliza el saber y de los medios de expresión. Que las masas se apropien de su acervo es la tarea histórica del proletariado y requiere de su dominio político en la sociedad – el gobierno de los trabajadores. En eso consiste subvertir el orden actual de las cosas. 
 El pensamiento crítico solo merece ese nombre cuando es implacable. 

 Jacyn 
 30/04/2022

A propósito del primero de mayo y la estrategia del movimiento obrero

Los problemas del movimiento obrero en la Argentina no son esencialmente distintos de lo que acontece en el mundo ante la ofensiva del capital contra el trabajo, pero tienen su especificidad.
 Esa especificidad es lo que intentaremos explicar en estas pocas líneas, con la motivación de la cercanía de un nuevo día internacional de las trabajadoras y los trabajadores. La Argentina está entre los países que celebraron sobre fines del Siglo XIX la gesta de los primeros de mayo, y eso está asociado a un desarrollo temprano de la clase obrera en el país, sustentada principalmente con base en la inmigración. Es un proceso similar al de EEUU. Argentina y EEUU fueron los dos principales receptores de la inmigración, especialmente europea, entre fines del Siglo XIX y comienzos del XX. El imaginario de “solución” para los empobrecidos en Europa apuntaba hacia América, territorio ávido de fuerza de trabajo disponible para la inversión capitalista. 
 Una de las especificidades locales deviene de la historia poblacional, con la inmigración, primero de mayoría europea, pero luego diversificada desde distintos territorios, de Asia, de África y crecientemente de los países vecinos en nuestros días. La clase obrera en Argentina tiene una tradición en las migraciones que otorgaron un carácter plural a la conformación social históricamente considerada hasta nuestro tiempo. Es un tema de importancia teórica, ya que no hay capitalismo sin generalización de la relación entre el capital y el trabajo. La inmigración habilitó la posibilidad de la contratación laboral. 
 Para el desarrollo capitalista local hacían falta “obreros libres”, como destaca Marx en El Capital. Libres de toda posesión de medios de producción y como se sabe, la inmigración suponía fuerza de trabajo llegada al país con “una mano adelante y otra atrás”, desposeídas/os dispuestas/os a ofrecer sus capacidades laborales en un momento crítico para el empleo y el salario en los territorios de origen de las y los migrantes. Esa inmensa masa social dinamizó la organización y potencia del capitalismo local, el impulso a las exportaciones y a la inserción internacional, junto al crecimiento del mercado interno.
 Se trata de un proceso que incluyó la “cultura” obrera, política, sindical, mutual, cooperativa, de asociativismo, abonadas con las experiencias delos inmigrantes en sus territorios de origen. Ello suponía una fuerte tradición en el anarquismo, el socialismo y el comunismo, tanto como las formas organizativas de reivindicaciones laborales y de organización empresarial para la satisfacción de necesidades inmediatas, base del mutualismo y el cooperativismo. 
 Hacia 1910, tiempo del centenario, la Argentina expresaba expectativas de gran destino para la clase dominante en el poder. La base de ello estaba en el crecimiento económico y la acelerada expansión de las relaciones capitalistas. Lo interesante es que la celebración del centenario aconteció con “estado de sitio”, motivado en las expresiones del conflicto liderado por el movimiento obrero y sus expresiones sindicales, políticas y culturales. 
 El movimiento obrero local adquiere carta de ciudadanía temprana en poco más de medio siglo, entre 1870 y 1930, de construcción de organizaciones y luchas en defensa de los intereses de las trabajadoras y los trabajadores. Son años de conquistas obreras en un marco de ampliación de las relaciones capitalistas en el país, que en su desarrollo emergen nuevas identidades políticas y sujetos en la disputa del poder.

 Nueva identidad y restauración conservadora

 En particular remitimos a la emergencia del “peronismo”, como identidad de un proyecto político integral que articula desde mediados de los 40 a la mayoría del nuevo sindicalismo, a la conducción de las fuerzas armadas y al núcleo directivo del nuevo empresariado de origen local. Una articulación socio política que imagina la posibilidad de habilitar un camino de construcción de un “capitalismo nacional”, más allá de la condición de posibilidad ante el desarrollo de los monopolios y la elevada concentración del capital global. El peronismo como proyecto político será hegemónico en el movimiento popular y disputará gobierno contra la derecha restauradora, la que se asentaba en el ciclo de golpes de Estado entre 1930 y 1976/83. 
 Los años de dictadura, serán tiempos de incertidumbre y fuerte confrontación en contra del movimiento obrero; pero tomando el ciclo completo, entre 1945 y 1976, el movimiento obrero logra un conjunto de históricas reivindicaciones democráticas expresadas en la distribución del ingreso y una extendida seguridad social, la que pretendía ser restringida o eliminada por el poder inconstitucional de los golpes de Estado, especialmente el genocida gestado en 1976, que se propuso reestructurar regresivamente el orden capitalista local. 
 Así, los objetivos del 76, a casi medio siglo de propuestos han avanzado en deterioro de los ingresos y condiciones de trabajo, debilitando las respuestas resistentes, aún con una fortísima tradición de organización y lucha, incluso más allá de lo sindical. Hoy se manifiesta en una gran diversidad de organización territorial y social, de reinserción de anteriores militantes y dirigentes sindicales ahora radicados y construyendo en el territorio, aportando la tradición de lucha clasista al movimiento territorial y popular en su conjunto. Incluso, aun hoy, pese a la de-sindicalización y campaña anti sindical, es Argentina, uno de los países de mayor afiliación en la región, pero con altos índices de empleo irregular, estimada en un tercio de la población trabajadora. 
 El último dato relativo a la distribución del ingreso señala que entre diciembre del 2021 y un año atrás, se perdieron 5 puntos porcentuales (del 43,1% en 2021, contra 48% en 2020) a mano de mayores ingresos de las/os propietarias/os de medios de producción (47% contra 43,2% respectivamente).[1]
 La flexibilización salarial y laboral es un logro de la ofensiva del capital, construido desde 1975/76, base esencial de la derrota del poder obrero acumulado en luchas históricas hasta julio de 1975. Derrota afianzada con el golpe de la dictadura genocida en 1976. Desde entonces, más allá de la resistencia obrera y tiempos gubernamentales menos funcionales a la línea restauradora hegemónica entre 1983 y el presente, la pérdida de derechos sociales, sindicales, colectivos e individuales, que tienen manifestación en la conciencia social y en la desarticulación política, constituye una realidad de la coyuntura. 
 No me detengo en historiar los logros y experiencias de la resistencia de este último medio siglo, que son inmensos, casos de las ocupaciones de empresas; la conformación de movimientos territoriales y sociales en demanda al Estado por planes de ingresos, créditos y asistencia social, entre otros, incluidas las luchas de jubiladas y jubilados y más aún las luchas de las mujeres trabajadoras, visibilizadas con mucha fuerza en estos años recientes. Son organizaciones y luchas con un gran despliegue en defensa de la reproducción de la cotidianeidad y por derechos. 
 Son logros en un marco de retroceso en la disputa global entre trabajo y capital. En rigor, remito al objetivo de máxima logrado por la patronal concentrada, extranjera y local en contra del poder obrero. Por eso, el balance es la acrecida flexibilización y precariedad laboral, exacerbado en tiempos de pandemia con el trabajo remoto, a domicilio y el avance del trabajo de plataforma, con medios de trabajo aportados por las/os propias/os trabajadoras/es, adicionando una mayor explotación de la fuerza de trabajo, base de la disputa por apropiar una mayor plusvalía a las trabajadoras y a los trabajadores. 
 La OIT devuelve estadísticas similares en el ámbito mundial, con tendencias a la baja en la tasa de ocupación en los últimos 30 años, precisamente los tiempos de la ruptura del orden bipolar. 
 Si para 1991 la tasa de ocupación era del 62,4%, la declinación llegó al 57,3% en 2019, con fuerte caída en la crisis 2007/09. Los datos del 2020/21 y los pronósticos del 2022/2023 no son alcanzan los niveles pre-pandémicos. Son datos que se agravan con la presencia de la guerra y el escenario de sanciones que impactan en la caída de la producción mundial. 
 Algo similar acontece con el desempleo, con valores de 185,9 millones en 2019, una situación estabilizada luego del alza importante en la crisis del 2007/09, para acrecentarse a 223,7 millones en la recesión del 2020. Los datos posteriores del 2021 y el pronóstico sobre 2022 (207,2 millones) y 2023 (202,7 millones) siguen siendo superiores a los datos del 2019.

 El desafío

 No es muy distinto a lo que acontece en otros países, pero lo especifico local supone reconstruir una estrategia política de confrontación con las clases dominantes, con la imposibilidad reiterada de hacer posible en tiempos de transnacionalización una perspectiva de “capitalismo nacional”. La antigua consigna de la internacionalización de las luchas y la organización obrera pasa a tener más actualidad que al momento de su formulación. 
 En ese sentido, la perspectiva es precisamente en contra del capitalismo, lo que supone una nueva identidad para un proyecto político autónomo de las patronales, los partidos sistémicos y del propio Estado, para afirmar un camino propio por la emancipación humana, imposible sin asumir también las tareas contra toda forma de discriminación y racismo, como el cuidado de la reproducción del metabolismo natural.
 Por ello hablamos de desafíos, ante una realidad de crisis agravada por la pandemia y la guerra, con inflación en alza y deterioro de las condiciones de trabajo, de ingresos y de vida de las trabajadoras y los trabajadores. 
 El movimiento obrero debe recomponer una estrategia propia, lo que supone nuevos agrupamientos y una proyección de organización y lucha en contra y más allá del capitalismo, lo que implica reducir la jornada laboral y disputar la organización de la producción para des-mercantilizar la cotidianeidad y avanzar hacia formas de producción y circulación asentadas en la cooperación, el asociativismo y el orden comunitario. 
 Todo ello requiere la ampliación de la frontera de la solidaridad y organización obrera, en el continente y en el mundo. En síntesis, implica confrontar contra la explotación de la fuerza de trabajo y el saqueo de los bienes comunes. Son tares que trascienden el debate coyuntural por una nueva conmemoración de lucha en el día internacional de las y los trabajadores. 

 Julio C. Gambina. Presidente de la Fundación de Investigaciones Sociales y Políticas, FISYP. 

 Nota: 

 [1] INDEC, en: https://www.indec.gob.ar/uploads/informesdeprensa/cgi_04_225023F8C53A.pdf

Malvinas, el ebrio vicecanciller macrista y una entregada colonial


Foradori, cuando era vicecanciller.

 Urge anular el pacto leonino Foradori-Duncan. 

 Por estos días se ha suscitado un escándalo a raíz de la publicación de un libro autobiográfico, “In the Thick of It”, del exsecretario adjunto de Relaciones Exteriores del Reino Unido, Alan Duncan. En el mismo se involucra al exvicecanciller del entonces gobierno argentino de Mauricio Macri, Carlos Foradori. Según retrata el libro, el funcionario macrista, en la noche del 12 de septiembre de 2016, negoció y firmó en estado de ebriedad un borrador de acuerdo bilateral por las Islas Malvinas y el Atlántico Sur en la embajada británica de Buenos Aires. El convenio fue ratificado posteriormente por el gobierno argentino y el inglés, y fue blanco de cuestionamientos por sus perjuicios para nuestro país.
 Debido a las repercusiones del asunto, el canciller del actual gobierno del Frente de Todos, Santiago Cafiero, ordenó una investigación interna en el Ministerio de Relaciones Exteriores para corroborar la veracidad de las afirmaciones vertidas por el exfuncionario británico. Contrariamente, el propio Duncan salió rápidamente a desmentir lo publicado y manifestó que se trató simplemente de una broma, y que Foradori fue “duro y profesional en las negociaciones” (La Política Online 27/4). También, el exembajador Mark Kent se sumó al coro de las desmentidas.

 ¿De qué se trataba el “acuerdo”? 

Mas allá que desconocemos las motivaciones por las cuales el exvicecanciller inglés reveló ese episodio con su par argentino, lo cierto es que el acuerdo llamado “Foradori-Duncan” fue absolutamente leonino, independientemente de si hubo o no “copas demás”. Durante la presidencia de Macri hubo un salto en las “relaciones carnales” con el imperialismo inglés, al mejor estilo del gobierno peronista de Carlos Menem, cuando su otrora canciller Guido Di Tella les regalaba ositos “Winnie Pooh” a los usurpadores kelpers de las Malvinas para navidad. Además, la canciller en la primera etapa de la administración macrista, Susana Malcorra, paralelamente estaba en carrera para candidatearse a la Secretaría General de las Naciones Unidas, por lo que seguramente buscaba congraciarse con las potencias de la OTAN para obtener los votos y ganar la jefatura de la ONU, objetivo que finalmente le fue truncado. 
 Con aquel pacto, los británicos impusieron condiciones como “remover todos los obstáculos que limitan el crecimiento económico y el desarrollo sustentable de las Islas Malvinas”, por lo que incluyeron temas de comercio, pesca, navegación e hidrocarburos. Esto dio la vía libre para acrecentar los negociados con las islas. Así, en 2019 se realizó una licitación offshore para la exploración sísmica y posterior explotación petrolera y gasífera en Mar Argentino, y que hoy el gobierno de los Fernández pretende habilitar a toda costa. Como yapa, se levantaban las sanciones y multas que se les aplicaban a las grandes petroleras y flotas pesqueras de Inglaterra (o de naciones habilitadas por esta), por sus operaciones sin permiso dentro de la Zona Económica Exclusiva marítima de la República Argentina. También el Reino Unido había logrado más vuelos desde el continente a Malvinas. Y una nueva ruta, San Pablo – Malvinas, con una escala en Córdoba. Como premio consuelo, el acuerdo supuestamente facilitaba el acceso sin restricciones al cementerio argentino en Darwin, para facilitar el trabajo de los antropólogos forenses en la toma de muestras y comparar los ADN de los combatientes argentinos enterrados allí y terminar de identificar a los pocos NN que faltan.
 Ante el Congreso, Foradori tuvo que salir a explicar, entre fuertes críticas, que cada uno de los funcionarios de la cancillería y del gobierno ¡“tenían la camiseta argentina puesta”!. El exvicecanciller argentino consideró que lo que había lanzado junto a su contraparte británica fue un comunicado de prensa conjunto sin firmas. Y que no se trataba de un acuerdo. Sin embargo, el argumento alteró los ánimos opositores, que le preguntaron cómo denominaría los diez puntos en los que allí se acuerda avanzar. “Según la Convención de Viena, lo firmado es un acuerdo” le retrucó un legislador opositor. En los hechos, este pacto ruinoso no fue cumplido (afortunadamente) en su totalidad, debido a la generalizada indignación popular que hubiera despertado. Sin embargo, era un pronunciamiento que implicaba reconocer y consolidar el colonialismo británico en el archipiélago y que, lamentablemente, sigue vigente.

 La denuncia en la justicia

 Por otro lado, el convenio fue llevado a la justicia en 2019 por la abogada Valeria Carreras (que representa, además, a los familiares del ARA San Juan) y ampliada estos días con la acusación al vicecanciller macrista Foradori de que estaba borracho al momento de las negociaciones y la firma del documento por los Estados argentino y británico. En la causa judicial por “traición a la patria” en la que también se imputa al expresidente Mauricio Macri, Carreras amplió la denuncia de hace tres años “porque hay un hecho nuevo en este acuerdo aberrante, que no se podía firmar ni borracho” (Radio 10, 27/4). 
 Por otro lado, al estar bajo la conducción de Macri, el exmandatario también es responsable de este hecho. Lo que ocurre es que en el libro agregan que el entonces presidente le dio su “bendición” al acuerdo y aparece como uno de los involucrados en la situación. 

 Que se anule de inmediato el pacto 

Estos episodios son la expresión mas grotesca de la servidumbre de todos los gobiernos que han hundido al país, sean “nacionales y populares” o derechistas. Respecto al caso en cuestión, que es de una gravedad inusitada, es importante la presión de la movilización popular independiente para que se ponga en el conocimiento público los archivos y documentos que comprometan a los responsables políticos y diplomáticos de estas entregadas de la soberanía del país, y que sean juzgados y la paguen. 
 Este contexto, que pretende ser aprovechado por el kirchnerismo mostrando una supuesta defensa de los intereses nacionales, es una impostura. Por solo citar dos ejemplos, la convalidación de la gestión del gobierno de las explotaciones hidrocarburífera del Mar Argentino iniciadas por el macrismo, y que darán concesiones a los pulpos angloholandeses y noruegos para rematar nuestras aguas y su biodiversidad. O la tolerancia a los magnates como Lewis, que se apropió de millones de hectáreas y los cursos de agua en el sur argentino, y que ha sido acusado de realizar vuelos clandestinos a las Malvinas desde sus pistas privadas en la Patagonia. Y, desde luego, el pacto con el Fondo Monetario Internacional, que solo traerá mas penurias al pueblo trabajador y la entrega de nuestros recursos. Cacarear sobre Malvinas no los exime de la real naturaleza de su gobierno, postrado ante el imperialismo.
 Anular el pacto “Foradori-Duncan” es una medida elemental que debe tomarse de inmediato. Pero el establecimiento de una auténtica política de soberanía para la nación, y que incluya una estrategia por la causa nacional de las Malvinas, solo podrá llevarse a cabo con una intervención por parte de un gobierno de los trabajadores que desarrolle una transformación social de fondo. Todos los gobiernos capitalistas de las últimas décadas son responsables de perpetrar un régimen de saqueo, extranjerización y sometimiento nacional. 

 Gastón Fernández

viernes, 29 de abril de 2022

"¿Sabes quien banca a Milei?"// Gabriel Solano en el Canal de la Ciudad

Colombia: los “falsos positivos” eran órdenes del gobierno de Uribe


Nueve militares retirados, en una comparecencia convocadas por la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), reconocieron por primera vez y frente a los familiares de las víctimas de "los falsos positivos" durante el gobierno de Álvaro Uribe (2002-2010). El asesinato de civiles para pasarlos como bajas de combate era una forma sistemática de represión estatal. Las declaraciones estremecieron al pueblo colombiano, que viene de protagonizar una rebelión popular y una huelga general histórica contra el régimen.
 "Maquinamos un teatro para mostrar un supuesto combate por la presión que había de los altos mandos", dijeron. "No voy a justificar lo que hice, porque cometí delitos, crímenes, asesinamos personas inocentes, campesinos. Lo que asesinamos fueron campesinos", declaró el ex militar Néstor Guillermo Gutiérrez.
 La presión ejercida sobre las unidades del Ejército Nacional Colombiano para que se reportaran éxitos militares respondían a la necesidad del gobierno de Uribe de mostrar avances de su política represiva contra las FARC y otros grupos guerrilleros asentados en la selva. Se incentivaba a los oficiales con retribuciones de carácter económico, más días de descanso, condecoraciones y otros reconocimientos. Tampoco los yanquis pueden ser ajenos a estas prácticas, ya que su injerencia militar en la represión interna de Colombia, en nombre de la lucha contra el narcotráfico, ha sido enorme. 
 Para el Derecho Internacional Humanitario la situación cae bajo la figura de "crímenes de guerra" y "ejecuciones extrajudiciales" y para el Derecho Penal Colombiano bajo la figura de "homicidios en persona protegida". La Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) determinó en febrero de 2021 que en Colombia, al menos 6.402 personas fueron víctimas de los llamados falsos positivos. Un verdadero genocida. 
 Uribe, cabeza de este plan sistemático, debe ir preso junto a los militares que lo ejecutaron. El pueblo colombiano, en 2021, ha protagonizado, pese a la enorme represión, una prolongada rebelión popular contra la política de hambre del uribista Iván Duque. Su lucha llevará a los asesinos a la cárcel.

 Ana Belinco 
 29/04/2022

Las "prácticas profesionalizantes", un ataque sobre las comunidades educativas de la Escuela Media

Tal como anticipó el Ministerio de Educación de la CABA en enero, las "Prácticas Laborales Obligatorias" ya son un hecho. Los estudiantes del último año de secundaria comenzaron estas últimas semanas la peregrinación por empresas de toda la Ciudad. La medida alcanza a 29.400 jóvenes de 442 establecimientos educativos de gestión pública y privada. 
 El relato de las familias es que la experiencia está siendo realmente vergonzosa: los alumnos se trasladan solos en colectivo a las empresas porque no se han abierto cargos nuevos para cubrir esas horas con profesores que acompañen, pierden materias propias de la especialización que eligieron para transitar su educación secundaria y no encuentran ninguna motivación en esas prácticas. Por el contrario, las familias lo califican de "tragedia". En redes sociales, por ejemplo, circula la denuncia de una familia cuyos hijos llevan a cabo estas prácticas de precarización laboral en la Cámara Argentina de Concesionarios de Servicios de Comedores y Refrigerios (CACYR), que nuclea a las principales empresas del país que prestan servicios a gobiernos como el GCBA. Es decir, estarían utilizando a los estudiantes como mano de obra semiesclava para hacer viandas paupérrimas que después mandan a las escuelas. 
 La ministra de Educación porteña, Soledad Acuña, presenta a estas actividades como “aproximación al mundo del trabajo y a los estudios superiores". Los estudiantes serían evaluados durante estas “experiencias laborales” no remuneradas que desarrollarán durante un total de 120 horas cátedra, equivalentes a 80 de reloj. 
 Pero estas horas no se suman a la currícula, sino que son parte de la carga horaria de las materias de las orientaciones de los últimos años y del Espacio de Definición Institucional (EDI). Lisa y llanamente, un atropello a un movimiento estudiantil que, en el pasado, le ha sabido hacer frente a la “Secundaria del Futuro” con las tomas de más de 30 colegios secundarios en la CABA. 
 Nuevamente, la contrarreforma educativa dirigida a eliminar el dictado de contenidos científicos y universales, por otros híper particularizados en el “menú a la carta” de las incesantes demandas del mercado, en su búsqueda por sostener la tasa de ganancia. Esa juventud lanzada al “mundo laboral”, es la misma para la que el Gobierno de Larreta, amparado en la LEN kirchnerista, anunció en su momento, las "Prácticas profesionalizantes". 
 Hasta el mes de marzo, según información difundida por el GCBA, se registraron más de 400 empresas y ONG al servicio de las prácticas educativas en ámbitos laborales. 
 Por otra parte, se informó que además de las “experiencias laborales”, los alumnos tendrán otras 30 horas cátedra anuales en las que aprenderán Educación Financiera y Habilidades Blandas (Clarín, 24/01). En el presente contexto de crisis humanitaria y crisis capitalista, la perspectiva para la juventud, lejos del acceso al consumo, al ahorro, a la posibilidad de planificar un porvenir personal y familiar, es la de un régimen político cuyo objetivo es atarla a la precarización permanente, como mano de obra barata que reemplace a los trabajadores con mayor antigüedad en las empresas. Lejos de formar el pensamiento crítico, el vínculo entre la enseñanza y el aprendizaje es fetichizado como mercancía. 

 La propuesta vergonzosa

 La propuesta oficial es que los alumnos vayan rotando por diferentes áreas y propuestas dentro de una misma organización, distribuidos en grupos de entre 3 y 6 estudiantes. Las “organizaciones” deben tener espacios físicos para que se puedan realizar estas experiencias presenciales. Además, tienen que tener las habilitaciones correspondientes para su actividad para que los alumnos puedan contar con un seguro gestionado por el Ministerio de Educación porteño. Para asistir a las actividades, los alumnos deben trasladarse por su cuenta, ya que cuentan con boleto estudiantil (Ídem, Clarín). 
 La conducción Celeste de UTE tildó, allá lejos y hace tiempo, en uno de sus comunicados, de “marketinero” el anuncio, pero no llamó a ninguna asamblea, plenario, ni acción alguna para enfrentarlo. Ademys, por su parte, se pronuncia en contra de la medida pero no convocó hasta el momento a ninguna acción conjunta para rechazarla. 
 Vamos por la conformación de cuerpos de delegados, de asambleas de escuela y de distrito que en unidad con estudiantes y familias nos permita construir una fuerza desde abajo para derrotar las políticas fondomonetaristas de todos los gobiernos sobre la educación. 

 Andrea Pepin y Sergio Escalas 
 28/04/2022

1ro de Mayo: Día Internacional de los trabajadores // ¿Se celebra o se lucha?

León Trotsky, figura trágica de la revolución por Horacio Tarcus

jueves, 28 de abril de 2022

“No vengo a defenderme a mí, sino al derecho del pueblo argentino a manifestarse” // Gabriel Solano

Grabois, “a los besos” con Grobocopatel // Y a los “tomatazos” con un docente

Consumo de drogas: el folleto del municipio de Morón #shorts

Ley de Alquileres: 3 mitos del lobby inmobiliario

Cristina Kirchner y la generala yanqui


Cristina, Laura Richardson y Marc Stanley.

 O el derrumbe del relato “nacional y popular” del cristinismo.

 La cumbre entre la vicepresidenta Cristina Kirchner, la generala del Comando Sur de los Estados Unidos Laura Richardson y el embajador yanqui en la Argentina Marc Stanley, ha dejado en la incomodidad a la mayor parte del arco político patronal argentino. Es que, de un lado, esta cumbre corta en seco el relato camporista que pretende presentar a la vicepresidenta como el ala “nacionalista” de la coalición oficial. Y del otro, fastidia a la oposición derechista de nuestro país, que se ve relegada en su objetivo de ser los lamebotas “number one” del imperialismo yanqui.
 Que lo de Cristina es un total acto de cipayaje lo confirma, por sobre todo, el momento político internacional y nacional en la que se realiza esta cumbre. No tiene la menor importancia que Richardson sea mujer o que haya sido confirmada en su cargo por unanimidad en el Senado norteamericano, como tratan de ponderar algunos medios “progres”. Pues a nadie se le escapa que la visita de Richardson se produce en el momento mismo en el que la Otan, con Estados Unidos a la cabeza, recrudece su ofensiva contra la invasión rusa en Ucrania, aportando armamento pesado al ejército de Zelenski. Es decir, los yanquis pretenden tener a “su patio trasero” en orden en momentos donde se recrudece la escalada bélica en Europa y en el mundo se debate la posibilidad de una Tercera Guerra Mundial. 
 Los objetivos que abiertamente declaró perseguir la mandataria del Pentágono no dejan lugar a dudas del carácter colonial de la visita a la que Cristina accedió. Teniendo presente el ingreso de nuestro país a la Ruta de la seda y la instalación en Neuquén de una base espacial bajo control del ejército chino, el imperialismo apuesta a limitar la injerencia del gigante asiático en la Argentina. Por eso Richardson se interesó por la posible participación de China en el proyecto de construcción del Polo Logístico Antártico (una base aeronaval proyectada en Ushuaia), por la firma del contrato para la construcción de Atucha III y por la posible compra de aviones militares chinos de parte de Argentina.
 Incluso, la cumbre también representa un acto de sometimiento desde el punto de vista de la situación política y económica local -signada por el acuerdo del gobierno con el FMI. La vicepresidenta le ha dado al imperialismo una señal inconfundible, despejando cualquier fantasma que la colocara en la vereda opuesta al pacto con el Fondo. En realidad, esta señal ya había sido dada hace un mes atrás, cuando junto al embajador norteamericano anunció su proyecto de crear un “aporte especial” sobre las divisas fugadas al exterior para pagarle al FMI. Es decir que para Cristina la repatriación de la riqueza creada por los trabajadores no debe volver al pueblo argentino sino que debe ser destinada al imperialismo mundial. 
 Es ilustrativo que la vicepresidenta y el ministro de Defensa Jorge Taiana se hayan detenido a reivindicar, en las reuniones mantenidas con Richardson, la soberanía de las Islas Malvinas. Da cuenta de los niveles de hipocresía que manejan los funcionarios del Frente de Todos. En el 40 aniversario de la guerra todas las fracciones del oficialismo defienden el pago de la deuda al Fondo Monetario Internacional. Es decir, defienden destinar las riquezas del país a financiar, directa o indirectamente, las bombas y las bases de la Otan, entre ellas la que los ingleses sostienen en las propias Islas Malvinas. 
 El guiño de Cristina a Richardson y Stanley busca, finalmente, lograr su propio reaseguro en la crisis política nacional, en momentos donde continúan los choques y coletazos por el control del Consejo de la Magistratura. Es conocida la injerencia del imperialismo yanqui en los aparatos judiciales de los Estados latinoamericanos. La “lucha contra la corrupción”, leitmotiv del Departamento de Estado norteamericano, ha sido el instrumento del que se ha valido el imperialismo para asestarle el golpe, por ejemplo, al gobierno de Dilma Rousseff, cuando este dejó de serle útil.
 El ropaje “nacionalista” o “izquierdizante” con el que se ha pretendido embanderar el cristinismo, ante el debate y la aprobación del acuerdo con el FMI, ha demostrado ser justamente eso, solo un ropaje. 

 Pablo Giachello

La escalada de la guerra en Ucrania


El conflicto tiende a generalizarse 

 Tras los reveses sufridos en el occidente ucraniano, las fuerzas rusas han concentrado sus ataques en el este del país, donde se avizora una larga batalla. Pese a la captura de Mariúpol -una estratégica ciudad-puerto ubicada junto al Mar de Azov, que le permite a Moscú avanzar en la formación de un corredor terrestre para unir la península de Crimea, el Donbas y el territorio ruso- la nueva fase de la guerra apenas está comenzando. 

 Ampliación del conflicto 

El imperialismo está reforzando como nunca al gobierno de Volodímir Zelenski con armamento de mayor alcance y calidad. Si en una primera etapa se había concentrado en la entrega de misiles Javelin y Stinger (que se disparan desde el hombro, a través de un sistema portátil), rifles y municiones, ahora avanza en la provisión de “armamento más sofisticado”, según un artículo del New York Times (reproducido por La Nación, 23/4), como obuses y tanques. En Estados Unidos se está capacitando personal para el uso de drones fantasmas que atacan un objetivo y luego se desechan. Como parte de este mismo despliegue se discute si proporcionar a Ucrania información de inteligencia sobre objetivos en territorio ruso. Cabe señalar que Kiev ya ha atacado posiciones del otro lado de la frontera. Ello ha sido justificado por el Reino Unido como parte de las maniobras defensivas. “Ucrania necesita adentrarse en las profundidades de sus oponentes para atacar sus líneas logísticas, sus suministros de combustible y sus depósitos de municiones”, alegó el ministro de las Fuerzas Armadas, James Heappey (20 Minutos, 26/4). Londres prepara la entrega de un nuevo lote de tanques con misiles antiaéreos para Kiev. Mientras tanto, sigue en debate un potencial pertrechamiento con aviones de modelo soviético -los que saben manejar los pilotos ucranianos- desde países vecinos, a los que la Casa Blanca compensaría, a su vez, con aviones nuevos -la colaboración ya existe en materia de repuestos para las naves. 
 Washington ha proporcionado hasta aquí 3.700 millones de dólares en asistencia de seguridad al régimen de Zelenski, “dinero que luego vuelve a Estados Unidos y va directo a la industria armamentística del país”, según una aclaración del corresponsal de La Nación (26/4). Los yanquis no dan puntada sin hilo. Por lo demás, las compañías de armas están entre las ganadoras del conflicto, con un salto de su patrimonio. 
 El incremento en la ayuda militar despertó severas advertencias de Moscú, pero también la reticencia inicial de Alemania, que está demasiado cerca de la zona de combates como para no inquietarse. El ministro de Gobierno, Robert Habeck, había advertido que -por el riesgo de escalada que implica- la entrega de tanques debía consensuarse dentro de la Otan y con la Unión Europea. Finalmente, Berlín se terminó acoplando a Washington y anunció el envío de blindados.
 El ministro de Relaciones Exteriores ruso, Sergei Lavrov, volvió a plantear esta semana que la escalada militar abre el peligro de una tercera guerra mundial y acusó a Washington de aconsejar a Zelenski que se endurezca en la mesa de negociaciones, de modo de bloquear una salida diplomática al conflicto. La Casa Blanca quiere asestar un golpe profundo a Moscú, como parte de su ofensiva colonizadora en el este europeo. Dos enviados yanquis a Kiev han insistido en que aspiran a una Rusia fuertemente “debilitada” y el presidente estadounidense Joe Biden sostuvo en su gira por Europa que quería a Putin fuera del poder.
 El conflicto tiende a generalizarse. Las armas que se proveen a Ucrania ingresan por tres países diferentes (Polonia, Rumania y Eslovaquia), todos miembros de la Otan, que si sufrieran alguna represalia rusa, plantearían el involucramiento directo de la alianza atlántica en la guerra. 
 Al mismo tiempo, Suecia y Finlandia (país que comparte 600 kilómetros de frontera con Rusia) iniciaron la discusión sobre su ingreso al club militar, un asunto que podría resolverse antes de fin de año. Moscú respondió con la amenaza de trasladar parte de su arsenal nuclear a Kaliningrado, un enclave sobre el Mar Báltico que quedó en manos de la Unión Soviética tras la Segunda Guerra Mundial, que linda con Polonia y Lituania, muy próximo también a Alemania.

 Moldavia

 Con todo, el punto más sensible en cuanto a una posible extensión de los choques pasa en estos días por Moldavia, una nación que limita con Ucrania. En la región autónoma de Transnistria, que tiene un gobierno afín a Moscú, hubo una serie de explosiones contra antenas de radios y edificios gubernamentales que las autoridades atribuyeron a milicias ucranianas. En Transnistria hay hace tiempo 1.500 soldados rusos apostados. Moscú es un proveedor clave de gas. 
 Las autoridades reaccionaron con pies de plomo, pidiendo al gobierno moldavo que no entre en provocaciones. Por ahora, la presidenta Maia Sandu -representante de una fuerza que venció en las últimas elecciones a una coalición de partidos cercana a Moscú- convocó un consejo de seguridad. Para mayor tensión, en los días previos, un comandante ruso había asegurado que uno de los objetivos del Kremlin en la nueva fase de la guerra era formar un extenso corredor terrestre desde el Donbas hasta Transnistria, incluyendo a la ciudad ucraniana de Odessa. Las declaraciones de otros funcionarios superiores llamando a respetar la integridad de Moldavia y el estatus especial de Transnistria fueron en sentido contrario, pero la desconfianza ya se había instalado.
 La dinámica de la guerra en Ucrania desmiente la versión interesada de los medios occidentales, según la cual Occidente se estaría limitando a repeler la agresión rusa. El imperialismo está atizando el conflicto en función de sus propios objetivos y sigue ampliando las fronteras de la Otan. Todo esto alimenta las posibilidades de una guerra mundial.
 Mientras tanto, la población ucraniana sigue padeciendo en carne propia las consecuencias, y en el plano internacional, el aumento en los precios de los combustibles y los alimentos acelera las penurias de las masas. La clase trabajadora debe movilizarse en rechazo de esta guerra. Fuera el imperialismo del este europeo. Fuera Putin de Ucrania. Por una Ucrania unida y socialista. Por la unidad internacional de la clase obrera para terminar con la barbarie de la guerra y sus responsables. Por gobiernos de trabajadores. Por la unidad socialista de Europa, incluida Rusia. 

 Gustavo Montenegro

miércoles, 27 de abril de 2022

"Milei es reaccionario y peligroso" // Gabriel Solano en Intratables

El ataque a la Quinta La Pastoril - El juicio - Quinta audiencia

Elon Musk compra Twitter en medio de una guerra imperialista y una guerra espacial


En medio de la guerra entre la OTAN y Rusia, del ascenso de contagios en Shaghai y otros lugares, y de la crisis financiera y alimentaria internacional, la atención de los medios fue acaparada por la compra de Twitter por el extravagante billonario Elon Musk, quien la retirará del mercado público de acciones. Todos esos acontecimientos se encuentran, sin embargo, ligados.
 Musk, que es también el dueño de Tesla, la empresa de autos a batería y de SpaceX, que fabrica cohetes para el espacio, incluso para la NASA, venció la resistencia del directorio de Twitter, cuando demostró que podía pagar por ella 44 mil millones de dólares –54.20 dólares por acción-. El directorio de Twitter había establecido una norma estatutaria que impedía a cualquier accionista tener más de un 15% de participación accionaria. Finalmente, capituló ante la masa de dinero reunida por Musk. Musk puso 21 mil millones de dólares en efectivo y la otra mitad la recaudó por medio de préstamos bancarios, para lo que tuvo que empeñar o hipotecar, como garantía del crédito, 60 mil millones del capital de Tesla –un 40% de los 240 mil millones de sus activos-. 
 Se trata, sin duda, de un compromiso especulativo muy alto, de un lado porque pone en riesgo a Tesla, que progresa a zancadas (ha comenzado a producir desde Alemania, su mayor competidor), y del otro porque Twitter está muy lejos de ser una máquina que produzca beneficios. Meta, la nueva denominación de Facebook, ha visto evaporarse 400 millones de dólares. Meta tiene ingresos anuales por 180 mil millones de dólares, en tanto que Twitter no supera los 30 mil millones. Musk se declaró dispuesto, como una garantía suplementaria, a vender una participación adicional en Tesla, si fuera necesario. Ante el periodismo justificó que si no adquiría Twitter ahora, podría no hacerlo nunca después, lo que pone en evidencia que no deposita mucha confianza en la solidez o consistencia de los mercados financieros internacionales –y no sólo los mercados, sino los gobiernos y los Estados. 
 Pero Musk, que tiene 88 millones de seguidores en Twitter, cree tener en claro lo siguiente: “Twitter es la plaza digital de la ciudad, donde se debaten los asuntos vitales para el futuro de la humanidad”. Sin orden de aparición, se refiere al derrumbe de la economía internacional ‘globalizada’, a la guerra mundial y a la disputa del espacio exterior por parte de compañías capitalistas y sus Estados. Hace un par de semanas, Musk reconectó la red digital de las fuerzas armadas de Ucrania hacia uno de sus satélites de comunicaciones, para hacer frente a la ciberguerra de Putin. 
 Twitter es un arma poderosa de interacción personal, sobre todo en el campo político, o sea, en la formación de la opinión pública. En las condiciones del capitalismo realmente existente, es un arma de la guerra de propaganda. Desde siempre ha sido objeto de manipulaciones que han mellado su efectividad y últimamente de proscripciones hacia lo que se ha tipificado como ‘fake news’, ‘mensajes de odio’ y toda clase de descalificaciones, y las legiones de ‘trolls’. Su utilización fue denunciada en las elecciones que llevaron a la victoria de Trump en 2016, y aún más en las acciones conspirativas que culminaron, por ahora, en el asalto al Capitolio de Washington en enero del año pasado. Sólo con el tiempo se conocerá de manera más cercana a la realidad la campaña de desinformación de la OTAN, que se presenta, en la guerra actual, como una fuerza de la democracia y de la paz, cuando esta guerra ha sido preparada meticulosamente por la OTAN desde la disolución de la Unión Soviética. 
 Frente a la crisis de Twitter y de otras redes, Musk plantea una reestructuración, que pretende completa de la red, en función de asegurar la “la libre expresión”. Es cierto que las redes son, en considerable medida, un vehículo de desinformación y un terreno de la agitación fascista. Las regulaciones estatales para “moderar’ sus implicancias son denunciadas como proscriptivas. Los algoritmos clasifican mensajes y usuarios en función de un mercado publicitario, que incluyen acuerdos de ‘exclusividad’, como se demostró en casos resonantes. En la línea de salir de este pantano, Musk ofrece hacer público el algoritmo que ‘selecciona’ los mensajes e intercambios –el “open code”. De otro lado, se propone introducir la identificación de los internautas por medio de un sistema de suscripciones, “edit button”, de modo de relevar la responsabilidad de la compañía y dirigirla hacia los protagonistas del medio. No es difícil advertir la incongruencia de la salida libertaria del autor, que conduciría a una intervención desorbitada de las autoridades judiciales y políticas, para bloquear lo que ahora hace el algoritmo. Es público y conocido que las redes de China y de Rusia han sido desalojadas de los medios de comunicación de los países de la OTAN, como parte fundamental de la guerra actual. Un ‘open source’ en medio de guerras, rebeliones y revoluciones, suena a un embuste. Si Musk emprende el camino que anuncia, no pasará de la fase de experimentación. La manida expresión de que “la primera víctima de una guerra es la verdad” tiene más vigencia que nunca, porque tiene que ver con una guerra imperialista y con la barbarie.
 Probablemente, Musk es un tero, o sea, que apunta hacia otro lado. La disputa por el espacio exterior puede ser caracterizada legítimamente como una guerra, porque apunta, como prioridad, a recoger minerales de la luna, que habilitarían el desarrollo de la fusión nuclear; una metodología para producir energía en forma abundante, barata y por sobre todo limpia. Estados Unidos y China se encuentran en la ‘pole position’ en esta carrera, e incluso China más avanzada que Estados Unidos. Los lanzadores y cohetes reusables de SpaceX desempeñarían en este desafío un papel sobresaliente. Pero las dificultades objetivas del emprendimiento alientan la oposición del capital ‘extractivista’; otro aspecto, más fundamental, es que el transporte estratégico espacial no será una empresa ‘pacífica’, como se está viendo. 
 Musk busca en Twitter la adquisición de un activo estratégico, que si cumple el objetivo que tiene reservado, valorizará el capital invertido a tasas extraordinarias. La prensa de la derecha norteamericana le tira misiles a este proyecto y lo acusa de “traición al Estado”. El enfrentamiento traduce el nivel que ha alcanzado la crisis política en Estados Unidos, y el entrelazamiento de esta crisis con la guerra mundial. Biden y el Pentágono llaman a ganar la guerra contra Rusia, porque un resultado diferente amenazaría, a término, con una guerra civil en la metrópoli del imperialismo mundial. El ascenso de luchas de la clase obrera norteamericana es el mayor de los últimos 70 años. 

 Jorge Altamira 
 27/04/2022

Salta: estalló la crisis de camarillas en la Iglesia


La pugna en la curia incluye negocios inmobiliarios que salpican al estado garante de sus privilegios.

 Una denuncia por violencia de género contra el arzobispo de Salta, Mario Antonio Cargnello, destapa una crisis de la iglesia salteña y una disputa que no tiene nada que ver con la fe. Está en juego una red de negocios inmobiliarios, y principalmente quién determina la discrecionalidad del uso de los recursos millonarios que administra la Curia.
 La denuncia fue realizada por dos monjas de la Congregación de Carmelitas Descalzas, del Convento de Clausura San Bernardo, por “situaciones de violencia y de hostigamiento” contra el Arzobispo. El Convento está confrontado con el arzobispado por su adhesión a la “Virgen del Cerro”, un culto desaprobado por Cargnello como autoridad de la Curia. 
 El abogado defensor de Cargnello sospecha que la denuncia por violencia de género obedezca al manejo de fondos de alquileres a cargo de las monjas. (Aries 22-4-22). Es decir que la justicia de Salta tendrá que dirimir entre una pugna política y financiera que sacude los cimientos de uno de los principales instrumentos de contención política en la provincia. 
 La disputa entre el Arzobispado y las Carmelitas data del año 2006. Cargnello cuestiona la adhesión de las monjas a la Fundación Inmaculada Madre del Divino Corazón Eucarístico de Jesús a cargo de María Livia Galliano de Obeid, propietaria entre otras cosas, del santuario de la Virgen del Cerro, un circuito turístico religioso a nivel nacional. Y todo esto sin la autorización del arzobispo de Salta. 
 Las monjas administran el alquiler de inmuebles en el centro de la ciudad de Salta. Esos recursos estarían siendo capitalizados por la Fundación antes mencionada que a su vez, tiene proyectos inmobiliarios que no fueron autorizados por Cargnello, en el mismo “Cerro de la Virgen". Existe un fideicomiso que liga a la Fundación con la orden del convento San Bernardo, para la gestión del terreno donde actualmente funciona el santuario de la Virgen. La sociedad Tres Cerritos S.A., dona con cargo en 2003 al Convento la parcela en cuestión, y ,a su vez, en 2006 ocurre una transferencia de dominio fiduciario entre esta institución -el fiduciante- y la Fundación Obra Yo Soy La Inmaculada Madre del Divino Corazón Eucarístico de Jesús y Obra Yo Soy El Sacratísimo Corazón Eucarístico de Jesús -el fiduciario-, de la cual resulta beneficiario el convento. Las operaciones fueron realizadas por la escribana, Lía Mercedes Mera Figueroa de Urtubey, (madre del ex gobernador de la provincia, recientemente fallecida.) (19-4-22 Cuarto Poder.).
 Cargnello quiere administrar los negocios propios, los que le otorga el gobierno provincial con donación de tierras y edificios en toda la provincia, con la eximición del pago de impuestos, con el monopolio de la educación religiosa en la Universidad Católica y colegios por lo que recibe subsidios. No basta con esto, quiere meter mano en el negocio de las monjas. 

 "#Hermana yo te creo" 

No parece haber detrás de esta denuncia por violencia de género un principio emancipador de las monjas en clausura contra una institución que ha jugado y juega, en la actualidad también, un rol histórico y social de opresión, particularmente contra las mujeres. 
 Sin embargo, que las monjas hagan uso de un patrimonio propio del movimiento de mujeres como es la denuncia contra un régimen de violencia y opresión, en este caso, bajo propósitos de camarilla, no deja de significar un cambio de situación y una crisis de grandes proporciones en la Curia. No es que las monjas se rebelen contra la doctrina que las oprime -a ellas y a miles de trabajadoras- lo que ponen en cuestión es que el arzobispo tenga el monopolio de la discrecionalidad de los recursos que el estado le otorga para cumplir su función de embotar la conciencia de la clase obrera más pauperizada. 
 Los curas del Arzobispado reaccionaron como una corporación en defensa de Cargenllo. Las monjas, en cambio, se ganaron la solidaridad de algunos sectores del feminismo salteño que en su desorientación impulsó una convocatoria por redes sociales, bajo la consigna “#Hermana Yo Te Creo”, que invita a las organizaciones sociales y a las salteñas, a un “abrazo simbólico al Convento” en apoyo a las denunciantes. 
 Sin dudas la Iglesia de Salta, y su principal referente, Mario Antonio Cargnello, pierden autoridad. Ocurre en el peor momento para el gobierno de Gustavo Sáenz, cuando los índices de pobreza superan la media nacional y las estadísticas indican que el 60% de los niños está por debajo de la línea de la pobreza. La clase obrera salteña está sumida en la precariedad, con el 50% de trabajadores activos en negro.
 La iglesia ha sido un pilar del régimen político para mediar en los conflictos sociales y quebrar las luchas obreras. En un escenario de mayor carestía en donde Sáenz necesita imponer agravios cada vez mayores contra las masas explotadas, en el marco del acuerdo con el FMI que todo el arco político de la burguesía saluda, la crisis de la iglesia suma contradicciones al gobierno de Sáenz. Éste además navega en una nueva fase de la crisis en la cúpula del aparato represivo y el Ministerio de Seguridad. https://politicaobrera.com/6895-salta-policias-operaban-en-una-financiera-ilegal 
 La crisis de la iglesia es una crisis por arriba, que cruza al poder político y al estado garante de la impunidad de los negociados que históricamente desarrolla la curia. Por abajo, en la tierra, las necesidades inmediatas de los trabajadores están asociadas a los recursos para el sostenimiento de la familia obrera: los alimentos, el salario, la defensa del trabajo y de las condiciones de vida. Con este programa los trabajadores tenemos que impulsar asambleas y acciones de lucha por que la única fuerza realmente transformadora en las actuales condiciones, es la acción directa de la clase obrera. 

 Violeta Gil
 26/04/2022

Elon Musk compró Twitter // Mucho más que un negocio

martes, 26 de abril de 2022

1° de Mayo // A Plaza de Mayo y a todas las plazas del país con el Frente de Izquierda Unidad

"El gobierno manda 5 alimentos de los 21 necesarios para los comedores" // Eduardo Belliboni

Elecciones municipales en Cisjordania


Los comicios mostraron una alta abstención. 

 El 26 de marzo se realizó en Cisjordania la segunda ronda de las elecciones municipales para elegir los consejos de 50 ciudades, incluyendo las más pobladas. Hamas boicoteó el llamado debido a la postergación de los comicios generales, que el titular de la Autoridad Palestina (AP), Mahmoud Abbas, volvió a dilatar el año pasado y que no se llevan a cabo desde 2006, cuando fueron ganados por el movimiento islámico. 
 Abbas se escudó entonces en la imposibilidad de garantizar la votación en Jerusalén Este, a raíz de una prohibición de Israel, pero muchos creen que el verdadero motivo era evitar una derrota, dado el creciente rechazo a su figura y el desprestigio de la AP ante la población, como fruto de la colaboración con Israel. 
 Las grandes movilizaciones del año pasado mostraron un gran rechazo a la ocupación sionista, pero también a la dirección palestina. Además, en julio hubo protestas bajo el canto de “Fuera Abbas” y “abajo el régimen”, tras el asesinato de un referente opositor -Nizar Banat- por parte de las fuerzas de seguridad.
 En Fatah, donde su liderazgo está cuestionado, Abbas ha postergado hasta mayo la cumbre del partido. Uno de los desafiantes es Marwan Barguti, un referente de la segunda intifada (2000) que actualmente está en prisión. 
 Aunque Hamas no habilitó urnas en la Franja de Gaza y no participó como partido en las elecciones municipales, permitió a sus referentes inscribirse como candidatos independientes, sellando alianzas con el Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP) en distritos como Hebron, Nablus, Tulkarem y Qalqilya. Además, en localidades donde no fueron juntos, conformarían de todos modos bloques comunes en los consejos. 
 Aunque fuentes del FPLP califican el acuerdo como “táctico”, destacan que “nuestra alianza se basa en la convergencia de posiciones y estrategias con respecto al programa de resistencia y el rechazo a la orientación general de la Autoridad Palestina y el movimiento Fatah hacia Estados Unidos y sus relaciones con Israel, que creemos amenaza el programa de resistencia” (Al Monitor, 28/3).
 En agosto de 2021, como antecedente de esta alianza, un acuerdo de ambas formaciones le había ganado a Fatah el Sindicato de Ingenieros. En las vísperas de la segunda ronda de las municipales, en tanto, un frente del FPLP y otros grupos derrotó al partido de gobierno en las elecciones estudiantiles de la Universidad de Bethlehem. 
 En la segunda ronda de los comicios, Fatah asegura haber ganado el 60% de los escaños en disputa. Pero apenas habría votado el 52% del padrón (Arab News, 28/3). La primera ronda, efectuada en diciembre de 2021, abarcó a 376 municipios pequeños (30% de la población), pero solo se votó en 154, porque en el resto hubo lista única o no se presentó nadie. Fatah, aliado a clanes locales, dice haberse quedado con el 70% de los lugares (Descifrando la Guerra, 15/12/21), aunque solo participó el 65% de los habilitados 
 Los resultados de las elecciones sindicales y estudiantiles, la alta abstención y las movilizaciones contra la AP muestran que se está operando una transición política en la población palestina.

Gustavo Montenegro 

Los antipiqueteros de Paraguay: grave proyecto contra los cortes de calle


Conferencia de las cámaras empresarias 

 Las cámaras empresarias, detrás de una iniciativa con penas de seis años. Un grupo de senadores paraguayos presentó esta semana en la cámara alta un proyecto de modificación de un artículo del Código Penal para sancionar con seis años de cárcel los cortes de rutas o de calles. Este ataque al derecho a la protesta ha despertado ya el repudio de numerosas organizaciones sindicales y de derechos humanos. 
 La presentación del proyecto se produce en medio de los cortes de los camioneros, que han salido a reclamar ante el aumento en los precios de los combustibles. Se esperaba que el jueves el Senado tratara una iniciativa para que la petrolera estatal Petropar comprara combustibles sin intermediarios, como una forma de abaratar los costos. 
 De todos modos, los camioneros reclaman ahora también que se retire el proyecto antipiquetes del senador oficialista Enrique Riera, que es acompañado por otros referentes del Partido Colorado, del Partido Patria Querida, de Hagamos y del Partido Liberal Radical Auténtico. La Asociación Rural del Paraguay (ARP) y la Unión Industrial Paraguaya (UIP) dieron su apoyo entusiasta a la propuesta en una conferencia de prensa. 
 El plan apunta contra el crecimiento de las luchas. En marzo de 2021, ante el aumento de la pobreza y el manejo negligente y corrupto de la emergencia sanitaria, una rebelión popular puso en apuros al gobierno de Mario Abdo Benítez. Desde entonces, han ganado las calles también los trabajadores de la salud, los docentes y los campesinos. 
 El senador Riera es el mismo que impulsó el año pasado la ley que incrementó las penas contra las tomas de tierras hasta los 10 años de cárcel. Es una medida para blindar a la oligarquía terrateniente. En la nación guaraní, el 2% de la población concentra el 85% de la tierra (La Tinta, 6/10/21), y a lo largo de la dictadura de Alfredo Stroessner (1954-1989) y los posteriores gobiernos democráticos, dicha élite se apropió irregularmente de 8 millones de hectáreas, despojando comunidades indígenas y campesinas, o quedándose con tierras estatales.
 La criminalización de la protesta en Paraguay está en la misma longitud de onda que la Ley de Urgente Consideración uruguaya, que cercena el derecho a huelga, y que la represión y los planteos de todo el arco político patronal argentino (del gobierno a Javier Milei) contra el movimiento piquetero y todos los luchadores. Ante una crisis social creciente, el régimen se vale de estas medidas para tratar de mantener disciplinados a los sectores populares. 
 En oposición a ello, defendemos el derecho a la organización y la lucha de los trabajadores frente al capital y su Estado. Que la crisis la paguen los capitalistas. 

 Gustavo Montenegro

lunes, 25 de abril de 2022

¡Liberen ya a Assange!


Con las firmas del Premio Nobel de la Paz (1980), Adolfo Pérez Esquivel, y la madre de Plaza de Mayo Línea Fundadora, Nora Cortiñas, el Servicio de Paz y Justicia hizo un llamado “a todos los medios de comunicación, a periodistas que luchan por la libertad a pronunciarse” para “reclamar la libertad de Julián Assange; quien con coraje cívico, publica documentos de los EE.UU., país que viola los derechos humanos y de los pueblos”.
 Urgente… La Corte Suprema de Gran Bretaña decidió la extradición de Julian Assange a los Estados Unidos, decisión que lleva a una condena de muerte por defender la libertad de prensa. 
 Hacemos un llamado a todos los medios de comunicación, a los periodistas que luchan por la libertad, a pronunciarse y reclamar la libertad de Julian Assange, quien con coraje cívico publica documentos de los Estados Unidos, que viola los derechos humanos y de los pueblos. 
 Permitir que extraditen a Julian es una amenaza a la libertad de prensa y una grave advertencia a quienes cuestionen la política represiva y las graves violaciones de los derechos humanos y de los pueblos cometidas por los Estados Unidos. 
 Assange es víctima de la política de opresión de los Estados Unidos por defender la libertad de prensa. 
 Rechazamos la decisión de la justicia británica y reclamamos la libertad de Julian Assange. 

"En educación hay que tomar medidas urgentes, no seguir poniendo parches" // Romina Del Plá en DATV

Juicio Vuelos Campo de Mayo - día 57 Lunes 25-04-22 9:00 horas

Día de la tierra: lectura del documento de la coordinadora Basta de Falsas Soluciones

Entrevista a Julio Burdman: "Los que tienen éxito son los que desafían al centro político"

domingo, 24 de abril de 2022

Un “tractorazo” con sordina


El “tractorazo” que llevó adelante una fracción de los capitalistas agropecuarios no tuvo nada de tumultuoso. El desfile por la ciudad constó de exactamente catorce tractores, el número que habían pactado los ruralistas con Aníbal Fernández, por un lado, y con el "amigo" Larreta, del otro. En la movilización, se hicieron ver ostentosamente los jefes de todas las fracciones de Juntos para el Cambio, e incluso Espert. Milei, en cambio, sólo mandó tuits desde lejos. En cambio, brillaron por su ausencia las entidades de la Mesa de Enlace del Campo, que desalentaron la movilización. Ocurrió lo mismo con el tractorazo que tuvo lugar a principios de año, y que sólo llevó a las rutas a sectores de “base” de las entidades del campo. Ahora, sólo se asomó por la marcha el presidente de la Rural, Nicolás Pino, pero con un mensaje antagónico al que dominaba en la marcha -“hay que seguir dialogando”, señaló el jefe de los “duques” de la calle Florida. En la misma línea, nada menos que el presidente de la Bolsa de Cereales de Rosario había intentado levantar el tractorazo, pero sin resultados. 
 Los medios oficialistas que salieron a atacar la marcha señalaron algo evidente: en medio de una crisis inflacionaria y alimentaria aguda, el gobierno no movió ninguna pieza sustancial que altere los beneficios del capital agrario, después de la fantástica elevación de los precios internacionales desatada con la guerra internacional. La crisis ha llevado a que nada menos que Inglaterra y Estados Unidos reflotaran los windfall taxes, impuestos de emergencia a los beneficios "inesperados" de las empresas petroleras. El gobierno de los Fernández, en cambio, ha enviado al Congreso un proyecto de ley para gravar la “renta inesperada”, sobre la liquidación del impuesto a las ganancias – confundiendo dos categorías de ganancias, que tienen orígenes diferentes y que estará sometido a la manipulación de los contadores- y que debe recibí el acuerdo improbable del Congreso. Por lo demás, Guzman sólo ha elevado en dos puntos las retenciones a los derivados de la soja, es decir a la agroindustria que ni se asomó al tractorazo de ayer. 
 La fracción de “autoconvocados” que sacó a pasear a los tractores –identificada con la sigla “Campo + Ciudad”- emergió, precisamente, en oposición al Consejo Agroindustrial Argentino, la coalición de exportadores, industriales y capitalistas financieros que surgió hace casi dos años bajo la bendición de Fernández y Cristina Kirchner. Los Fernández acompañaron la creación del CAA con la aplicación de retenciones diferenciadas a productores y procesadores de soja, en beneficio de éstos últimos. Ahora, Fernández –Guzmán han renovado este pacto con los grandes exportadores al calor del acuerdo con el FMI, el cual exige reunir 5000 millones de dólares de divisas “excedentes” por año para el pago de la deuda. Naturalmente, el ingreso de los dólares de la cosecha está condicionado a que el gobierno no mueva el avispero de las retenciones, y acelere el ritmo de la devaluación del dólar oficial. Bajo estas premisas económicas, “lleguemos a 2023”, el lema de Biden y Kristalina, es también el del gran lobby agroexportador. 
 ¿Por qué, entonces, el tractorazo de los “duros” del campo? Por un lado, ninguna prosperidad de precios se sobrepone por entero a un escenario de dislocamiento económico, que involucra a la suba de los insumos (fertilizantes), combustibles y el crédito. Frente a ese cuadro, los protagonistas del tractorazo protestaron contra el “desdoblamiento cambiario”, un modo de reclamar que se acelere la devaluación del peso frente al dólar oficial –algo que Guzmán´-Fernández, en cualquier caso, ya están haciendo. Además, advirtieron contra cualquier “impuestazo” que el gobierno, movido por la crisis inflacionaria, intentara sacar por decreto. En medio de una inflación imparable, el programa del capital agrario es un pasaporte a la rebelión popular. Los Bullrich, Larreta y compañía se pararon al lado de los tractores para asegurarles que “hay un 2023”. Pero las contradicciones que alberga la quiebra nacional podrían estallar bastante antes. 

 Marcelo Ramal 
 24/04/2022

La victoria a lo Pirro de Macron y la OTAN

Al final, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, venció a Marine Le Pen en la segunda vuelta electoral por una ‘cómoda’ diferencia, de 58% a 42%, aunque lejos de los resultados de hace cinco años, cuando ganó la misma disputa por 66 a 33. En algunas regiones del país, como en el Norte, la diferencia se achica al mínimo. Se trata de una tendencia que ya se puso en evidencia en otros casos, como con el Brexit, que expone un abismo social entre los centros metropolitanos, regados por el capital financiero, y el interior del país, donde se manifiesta una desindustrialización creciente, acompañada de un fuerte desempleo. Este fenómeno se manifesto con el levantamiento de los “chalecos amarillos”, con los que infructuosamente coqueteó Marine Le Pen. Los observadores esperan un derrumbe del gobierno en las elecciones parlamentarias que tendrán lugar en julio próximo, y anticipan un gobierno de características presidencialistas, en virtud de la anemia de la base social de Macrón y el rol disminuido del parlamento en el régimen político francés. Hasta último momento los medios temieron un ‘sorpasso’ – un voto oculto para los encuestadores que le diera el triunfo a la jefa de la ultraderecha francesa. Un dato clave de la elección fue la gran abstención, síntoma del descontento popular con el gobierno. 
 Las capitales occidentales recibieron el resultado “con alivio”, de acuerdo a la prensa, porque una victoria de Le Pen habría significado un golpe a la OTAN en la guerra contra Rusia. La derecha francesa, como la menos extremista de Alemania, había trazado una línea de integración económica de Rusia a los intereses de la UE, mediante el intercambio de minerales y combustibles, por un lado, y ciertas categorías tecnológicas, con productos e inversiones industriales de Europa. El fracaso de este planteo ha puesto en un banquillo incómodo a Ángela Merkel, quien ocupó el gobierno de su país durante 16 años. Le Pen tuvo que retroceder de su alianza con Putin como consecuencia de la guerra, pero no dejó de plantear la “federalización” de la Unión Europea y la supremacía de los parlamentos nacionales. En oposición a Macron, defiende la protección del mercado interno por medio de barreras proteccionistas. En el plano mismo de la guerra, promueve un acuerdo con Rusia, lo que supone la partición de Ucrania, en oposición a Biden y el Pentágono, dispuestos a llevar la guerra a Moscú. El 42% del electorado avaló la disidencia con Estados Unidos en el tema más sensible del momento presente. Este choque político se encuentra más agravado en Alemania, con una fuerte presión de la Unión Industrial germana por mantener los acuerdos de gas con Rusia, incluso por tiempo indeterminado, aun cuando significan alimentar el tesoro de guerra de Putin.
 La aplicación del sistema de doble vuelta electoral en las parlamentarias ha afectado siempre a la derecha, porque la oposición se une para neutralizar las ventajas que obtiene en el primer turno en varios departamentos. Dentro de dos meses, el escenario será bien distinto, dando la oportunidad al tercero en la elección presidencial, el candidato de Francia Insumisa, Jean-Luc Mélenchon, un ex trotskista devenido en defensor de la “soberanía nacional” francesa, como lo hacía su ex mentor político, el fallecido Pierre Lambert. También van a levantar cabeza los muy decaídos partidos socialista y gaullista, que no tienen política y han perdido los votos pero sí aparatos, y que tendrán que devolver los subsidios del estado porque no han alcanzado, este domingo, el mínimo de votos. En la campaña electoral que acaba de concluir, Le Pen se manifestó dispuesta a formar un gobierno de “unidad nacional”, que se entendió dirigido a Mélenchon. Como el conjunto del izquierdismo internacional, Mélenchon alardea una defensa de Ucrania, de un lado para mirar la guerra desde la altura de un muro -ni OTAN ni Rusia-, y para combatir cualquier posición a favor de la unidad de los trabajadores de los países de la OTAN, de Ucrania y de Rusia, para luchar como clase contra la guerra imperialista. 
 Las parlamentarias van a ser el escenario de una reconfiguración de alianzas para la primera vuelta y enseguida para la segunda. La “extrema izquierda”, como se la conoce en Francia, buscará poner candidatos en un frente oportunista con Mélenchon, el soberanista, o se el defensor del imperialismo francés en esta guerra imperialista, que no cesa de extenderse – territorial, económica y políticamente. Conclusión: la enorme progresión electoral de Le Pen muestra que la guerra y todas las consecuencias de ellas, ensanchan las ‘grietas’ de la OTAN, mientras ponen al régimen de Putin ante el escenario de un derrumbe político. 

 Jorge Altamira
 24/04/2022

Bonos, “rentas inesperadas”, ajuste del FMI y luchas


Panorama político semanal

 La semana comenzó con la conferencia de prensa de Alberto Fernández y el ministro Guzmán. Se había echado a correr la idea de que el gobierno iba a tomar medidas que implicaban una suerte de “relanzamiento”. En los corrillos se hablaba incluso de un cambio de gabinete , o de que Alberto tomaría las riendas del gobierno desplazando al kirchnerismo. Nada de eso pasó, como bien lo describe Gabriel Solano en el editorial de este jueves. 
 Presidente y ministro anunciaron un miserable bono para un sector de los jubilados, de $12.000 por única vez, y otro de $18.000 en dos cuotas para monotributistas A y B, beneficiarios de planes sociales, trabajadoras de casas particulares e informales. Una especie de IFE super devaluado que cubre menos de la mitad de lo que cubría el otro. Por otro lado, con la política de bonos por única vez, que el gobierno presenta como una compensación de lo que se pierde por la inflación, quieren esconder que no hay ninguna decisión de una recomposición real de las jubilaciones, ni de los planes sociales tal como reclamaron las organizaciones sociales. 
 Así y todo es claro que este bono existe porque hubo una lucha muy fuerte, es decir, que ni voluntad de compensar lo perdido ni política de “distribución”: solo una echada de lastre ante las multitudinarias acciones de lucha del movimiento piquetero independiente. Desde la Unidad Piquetera alertaron sobre maniobras para que el bono no solo no llegue a todos los que lo necesitan, sino tampoco a quienes específicamente estaría dirigido.
 El tema del ingreso de los trabajadores está en el centro de la situación. La inflación marcha viento en popa, las medidas para contener el alza de los precios de los alimentos fracasan sin que el gobierno actúe. Los datos sobre el valor de la canasta básica total y la canasta básica alimentaria confirma, el crecimiento de la pobreza que ya alcanza al 60% de los niños y de la indigencia; el salario mínimo y la jubilación mínima han quedado debajo de la línea de indigencia. 
 La inflación que todos dicen querer combatir es la forma de quitarle a los trabajadores una parte sustancial de los ingresos. Guzmán fue a la reunión del FMI a decir que había sobrecumplido las metas de reducción del déficit fiscal; y esto obedece, además de un recorte importante en los gastos, a una suba en la recaudación como consecuencia del impuesto que pagan los consumidores (IVA); ya que precios más altos aportan mayores ingresos tributarios que salen del bolsillo del trabajador, ocupado o desocupado, formal o informal, bajo convenio o precarizado, jubilado, etc. Las metas del FMI se cumplen esquilmando a la población trabajadora. 
 Para disimularlo en la conferencia de prensa, Guzmán anunció que están discutiendo un impuesto a la “renta inesperada” para aplicar a aquellos que hayan obtenido una ganancia superior a la estimada por un hecho “inesperado”, como por ejemplo la guerra. El ministro de todas maneras no dio detalles muy precisos y colocó el contenido del proyecto a un debate amplio con los sectores que se verían afectados, luego de eso debiera pasar por el Congreso, donde todo indica no sería aprobado. Pero no se llegó a organizar las reuniones que ya quedó afuera el capital agrario, según el ministro de Agricultura y Ganadería, que es el que más se benefició con la “renta inesperada”. Lo han conseguido sin haber puesto en la calle lo que se anticipa como un raquítico tractorazo. 
 Este impuesto, igual que el proyecto del kirchnerismo en el Senado, están destinados a desaparecer antes que cobren vida; son parte las maniobras destinadas a atender al malhumor social por un lado pero fundamentalmente como parte de la crisis y división dentro de la coalición oficial. 
 Lo que sí no van a desaparecer son los aumentos de las tarifas. Ya han sido convocadas las audiencias para el gas, el agua y la electricidad, áreas donde dirigen funcionarios del kirchnerismo. ¿Los K resistirán los aumentos que pide Guzmán? Suena difícil. Hay una adaptación al ajuste fondomonetarista por parte del kirchnerismo, que ni desconoce la deuda, ni plantea romper con el organismo internacional, es decir, que no tiene plan B. Por empezar todos acompañaron a Alberto Fernández en Vaca Muerta anunciando la construcción de un gasoducto que permitiría no recurrir a la importación y por lo tanto ahorrar dólares (que irán al FMI). Sin embargo ese gasoducto fue anunciado reiteradas veces sin que la obra avance, ha habido una puja por quién lo construía, finalmente ha quedado en manos de Techint. De construirse tampoco resolverá la crisis energética, como explica Iván Hirsch en su artículo de este viernes. 
 Mientras el acuerdo con el FMI a cada paso se manifiesta como un fuerte factor de dislocamiento de la situación económica y política, los trabajadores están procesando la realidad que implica la caída de sus ingresos, la falta de servicios esenciales, la falta de trabajo, los aprietes patronales. El movimiento piquetero lo hace en forma notable y ocupa el centro de la escena con su plan de lucha, pero hay otros síntomas. Los trabajadores del Sutna salieron a un contundente paro, en el medio de la revisión del acuerdo salarial, que obligó al Ministerio de Trabajo a intervenir decretando la conciliación obligatoria. Los docentes de La Matanza hicieron una jornada de movilización de la mano del Suteba combativo contra el ajuste en la educación de gran impacto.
 Para finalizar la semana este viernes los “controladores aéreos” han tenido elecciones en su gremio y le dieron en forma contundente el triunfo a la lista Multicolor, integrada por un activismo muy combativo, derrotando a las variantes de la burocracia que venían dirigiéndolo. ¡Bravo por ellos!
 Con todas estas banderas haremos este primero de mayo actos en todo el país convocados por el FIT-U y con las luchas presentes. Para poner en pie una alternativa de los trabajadores, un gran movimiento popular con las banderas del socialismo. 
 Buen domingo. 

 Eduardo Salas