viernes, 21 de octubre de 2022

El kirchnerismo reivindica las jubilaciones de miseria


Abajo el ajuste contra los jubilados. 
Para la titular de la Anses, la camporista Fernanda Raverta, las jubilaciones están holgadamente por encima de lo que se necesita para vivir. 

 En la Comisión de Presupuesto del Congreso Nacional -que trató el Proyecto de Presupuesto 2023 que ya tiene dictamen y que será aprobado por los bloques mayoritarios en el recinto el próximo martes 25 de Octubre-, la diputada por el Partido Obrero-FITU Romina Del Plá intervino señalando la desesperante situación que atraviesan las y los jubilados en nuestro país, toda vez que el haber mínimo se encuentra por debajo de la línea de indigencia, y que, aún con el “bono extraordinario” que el gobierno nacional ha decidido pagar frente a la galopante inflación, es indisimulable el ajuste brutal y su consecuencia en un deterioro de las condiciones de vida de las y los adultos mayores. 
 Del Plá remarcó la presentación de cuatro proyectos impulsados por el bloque del PO-FITU y de trabajadores sobre regímenes jubilatorios, que implican una mejora sustancial tanto de los haberes jubilatorios como de la forma en la que se liquidan los mismos, e hizo hincapié en la necesidad de aplicar el 82 % móvil para las y los jubilados. 
 Sin embargo, lo que resulta evidente para cualquiera, es decir, que con jubilaciones de $43.000 no alcanza para vivir, no solo fue negado por la titular de la Anses sino que, incluso, reivindicado. En la presentación, Fernanda Raverta afirmó que la canasta básica total por adulto, a septiembre del 2022, fue de $29.546; por lo tanto, la jubilación mínima estaría por encima de lo que necesita un jubilado para vivir.
 Para la titular de la Anses, a los casi 5 millones de jubilados que cobran el haber mínimo les alcanza (¡y sobra!) para vivir dignamente. Una provocación para el conjunto de las y los jubilados que vienen reclamando una recomposición inmediata de sus haberes. La exposición fue criticada por la diputada Romina Del Plá por tener “un grado de cinismo intolerable que expresa la realidad paralela en la que está sumergido el gobierno nacional, que cree que un jubilado puede vivir con jubilaciones de miseria”. 
 Es que la realidad es bien distinta a lo que plantean las filminas que presentó Raverta. En los últimos días, la Defensoría de la Tercera Edad de la Ciudad de Buenos Aires difundió su estimación del costo de la canasta básica del jubilado para septiembre, la cual ascendió a unos $151.579, una cifra ninguneada por la propia Raverta, que la calificó de “subjetiva” y “deseada”, diciendo además que no puede considerarse como estimación real. De lo que no pudo dar cuenta la funcionaria es que el monto de la Defensoría de la Tercera Edad equivale a más de tres veces la jubilación mínima (sumando el bono esporádico decretado), y de que aquel creció en los últimos seis meses un 55,9%, cuando la actualización del haber mínimo fue en ese tiempo de apenas un 35,7%.
 Cuando parecía que más bajo no se podía caer, la propia proyección del gobierno demuestra que -según la Oficina de Presupuesto del Congreso- en pesos constantes el gasto en jubilaciones y pensiones es hoy un 17% menor a 2017 y que el presupuesto 2023 contempla una caída respecto del presupuesto actual. Además, importa resaltar que en la proyección del presupuesto 2023 lo que más aumenta es la PUAM, con un 19,7% de crecimiento interanual, lo que expresa cómo se está condenando a millones de jubilados y jubiladas al 80% del haber mínimo. Se trata de un ajuste en regla, mientras aumentan los gastos para el pago de los intereses de la deuda externa. 
 Queda claro que el gobierno defiende jubilaciones de miseria y un presupuesto nacional a medida del FMI. La exposición de la funcionaria tuvo como objetivo intentar disimular la profundización del ajuste contra las jubilaciones y contra las y los trabajadores que viene desarrollando el gobierno del Frente de Todos, de la mano del FMI, que tiene en agenda una nueva reforma previsional, aún más reaccionaria y confiscadora. La orientación antiobrera del presupuesto se ve plasmada también en las migajas que el gobierno destina a las jubilaciones, lo que lo convierte en absolutamente invotable para cualquiera que defienda los intereses populares, y desnuda el carácter patronal de todo el FdT, incluido el kirchnerismo. 
 Abajo el ajuste contra los jubilados. Luchemos por jubilaciones equivalentes al costo de vida y que estén indexadas a la inflación, así como por el 82% móvil y la restitución de todos los aportes patronales. 

 Cecilia De

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