El gobierno busca reponerse del revés electoral sufrido en los comicios bonaerenses prometiendo que en el 2026 habría mejoras presupuestarias para los denominados "servicios sociales", entre ellos, las jubilaciones. Es tan burda la maniobra, que anuncia supuestos incrementos en las partidas designadas al pago de haberes previsionales, cuando viene de vetar el módico aumento a los jubilados que había aprobado el Congreso.
El proyecto de ley de Presupuesto 2026 que presentó el presidente contempla una suba del 5,4% real en las transferencias destinadas al pago de Prestaciones a la seguridad social, respecto al ejercicio 2025, según los datos del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf). Vale aclarar que, dentro de este rubro, están incluidas las jubilaciones y pensiones, pero no el bono de refuerzo, sobre el cual no figura aumento alguno dentro de las proyecciones del gobierno, por lo que se mantendría congelado en $70.000.
Dicho esto, debemos señalar que la partida prevista para 2026 supone una caída del 2,8% en comparación a la ejecución presupuestaria de 2023 en jubilaciones y pensiones. Es decir, no revierte en absoluto el recorte que realizó la gestión libertaria sobre ese área. Además, la variación del 5,4% entre este año y el que viene está calculada sobre una proyección inflacionaria del 10,1% para todo el 2026, lo cual difícilmente se cumpla considerando que estamos en las puertas de una devaluación.
Aún así, la pretendida "mejora" en el presupuesto jubilatorio no es otra cosa que el resultado de aplicar la fórmula de movilidad vigente, que ajusta los haberes a la inflación. Eso de ninguna manera recompone lo que han perdido las jubilaciones cuando todavía no regía dicha indexación, sobre todo en diciembre 2023 y enero 2024, en plena disparada de precios desatada tras el golpe devaluatorio con el que Milei inauguró su mandato. Tampoco recupera lo perdido por los dos meses de rezago con el que los jubilados perciben los aumentos (por ejemplo, en septiembre cobran según el IPC de julio).
Además, el presidente omitió en su cadena nacional que el Presupuesto 2026 reduce 60% real (respecto al proyecto del año anterior que nunca se presentó) los montos dirigidos al pago de deudas previsionales reconocidas por la Justicia. Lo anterior afecta a 360 mil jubilados que tienen o juicios en trámite con la Anses o ya recibieron sentencia firme.
El gobierno piensa que con ese dibujo improvisado va a lograr apaciguar la justa bronca de los jubilados y del pueblo en general con una gestión dedicada a matar de hambre a los adultos mayores y apalearlos cada vez que reclaman; que incluso viene de vetarles la posibilidad de recibir un aumento en sus haberes, subir el bono y reabrir la moratoria.
La cadena nacional para anunciar el Presupuesto 2026 mostró a un gobierno golpeado por la derrota electoral, pero Milei redoblará el ajuste contra las mayorías para defender el rescate de la deuda usuraria. Hay que ganar las calles para derrotarlo, tomando el ejemplo de los jubilados de los miércoles que, desde el comienzo, están en la primera línea de lucha contra este gobierno miserable, y se organizan junto al sindicalismo combativo para abrir paso a una intervención de los trabajadores.
Sofía Hart
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