Entre sus principales alcances, según el vocero presidencial, se proyectan “el cierre, la centralización y la fusión de organismos culturales”, afectando a un conjunto de espacios diversos.
El primero de los dos decretos promueve que el Instituto Nacional del Teatro (INT) y otros organismos, como los institutos Eva Perón, Sanmartiniano, Yrigoyeneano y Juan Manuel de Rosas, se conviertan en “unidades organizativas” de la Secretaría de Cultura, al igual que la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares (CoNaBiP) y la Comisión Nacional de Monumentos, de Lugares y Bienes Históricos. La misma suerte correría para el Museo Nacional de Bellas Artes, el Centro Cultural Kirchner (CCK) y Tecnópolis.
El segundo decreto plantea que otros institutos, como el Browniano, Newberiano, Belgraniano y Juan Domingo Perón, directamente son eliminados, dejando a sus 14 trabajadores despedidos. Este hecho motorizó la primera convocatoria de movilización.
Desregularización, desfinanciamiento y vaciamiento
El trasfondo de estas medidas es el ajuste del presupuesto destinado al área de Cultura en el Estado Nacional, recortando funciones y despidiendo a trabajadores.
La reconversión de los organismos descentralizados a “unidades organizativas” le otorga a la Secretaría de Cultura mayores márgenes para el manejo discrecional de los fondos, a través de la implementación de líneas de fomento arbitradas por sus responsables ejecutivos, hoy provenientes del sector privado de la cultura.
Estas medidas acompañan al vaciamiento y la privatización que se viene desarrollando y que se acrecentó en el último año. El último programa del INT en relación a las salas, por ejemplo (que se estiman alrededor de 400 en todo el país), promovió la monopolización del sistema de entradas a través de una ticketera electrónica única. En convivencia con este negocio, los grupos y elencos independientes tuvieron que inscribirse obligadamente como cooperativas en la Asociación Argentina de Actores, dejando una parte de sus ingresos para un sindicato que no representa los intereses del sector independiente y que tiene una presencia inexistente en las provincias.
Resurgen las autoconvocatorias en todo el país
Hace un año y medio, el sector independiente protagonizó una gran experiencia organizativa En todas las provincias se extendieron asambleas autoconvocadas que nuclearon redes y otros agrupamientos de los sectores culturales. El movimiento que se expresó con miles de teatristas y trabajadores de la cultura en las calles logró frenar la eliminación de los organismos culturales de la Nación y mantener parte de sus funciones, a pesar del ahogo presupuestario.
Hace ya unos meses atrás estas asambleas volvieron a autoconvocarse, buscando organizarse regionalmente en diferentes puntos del país a partir de diversas problemáticas. Los trabajadores del teatro de Córdoba, Entre Ríos, San Luis y Santa Fe, lanzaron una convocatoria nacional de la que primero participaron unos 100 teatristas y, a posteriori del anuncio de esta semana, se realizó una asamblea con más de 300 artistas de todas las provincias del país. El martes próximo 27 habrá un nuevo encuentro nacional donde se definirán acciones en simultáneo en todo el país, que ya comenzaron con documentos a posteriori de las funciones, campañas en redes sociales, entrevistas y la articulación de acciones legales.
Defender a los organismos culturales, los presupuestos y su democratización interna es la punta de lanza para esta nueva etapa del movimiento nacional de lucha, una tarea que se empalma con la preparación de una huelga general de la clase trabajadora contra la política gobernante.
Pablo Vallejo
26/05/2025
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