lunes, 7 de enero de 2008

VERANO CALIENTE EN BUENOS AIRES



Despidos e intervenciones, cartas de presentación de Macri


Tras el anuncio de miles de despidos y la desición de intervenir la obra social, Macri se muestra dispuesto a marcarle la cancha al gremio mayoritario de los estatales porteños. Los trabajadores por su parte, se debaten sobre cómo organizarse en los lugares de trabajo, a la vez que participan masivamente en las medidas de fuerza lanzadas desde los dos sindicatos que los representan. Actores sombríos encabezan una coyuntura agitada.

El voto porteño marcó el camino. El anuncio de la no renovación de casi tres mil contratos y las especulaciones sobre el real cumplimiento de tareas de miles de trabajadores fueron el regalo de Reyes de la administración de Macri para los asalariados. Para los suyos, en cambio, dejó reservados mejores obsequios: repartija de cargos y carteras y el escandaloso aumento de los salarios de los funcionarios de primera línea: los más agraciados cobrarán veinticinco mil pesos al mismo tiempo que proclaman ser una "gestión" austera.

Las respuestas gremiales no se hicieron esperar. La Asociación de Trabajadores del Estado(ATE - CTA)lanzaba un plan de lucha con paros y movilizaciones para la última semana del extinto año, el cegetista Sindicato Único de Trabajadores del Estado de la Ciudad de Buenos Aires (SUTECBA), después de casi tres décadas de desmovilización, un paro progresivo de tres, cuatro y cinco horas que terminaría con un paro general y movilización para el pasado 4 de enero. Jugando el juego del policia malo y el policía bueno, durante el acto, fervoroso, el titular de la CGT, Hugo Moyano habló de "genocidio laboral" y Amadeo Genta, burócrata interminable, dejó una puerta abierta al dialogó con el macrismo, aduciendo que "los trabjadores no somos sus enemigos". Por refrescar: sólo en 2007, SUTECBA brilló por sus golpizas, aprietes a los trabajadores y acuerdos "bajo cuerda" con la patronal estatal.

Un día antes, y en medio de fuertes rumores que sostienen que la intención final de la confrontación del macrismo con los gremios es el desembarco en la ciudad de la Unión del Personal Civil de la Nación (UPCN), que dirige el ex menemista y actual ultrakirchnerista Andrés Rodríguez, el nuevo oficialismo Pro anunciaba como respuesta al plan de lucha la intervención de la Obra Social de la Ciudad de Buenos Aires, jugosa caja hasta entonces en manos de SUTECBA.

En tanto, los trabajadores, que fueron organizándose previamente o al calor de los últimos conflictos, participan activamente de los paros y movilizaciones realizados tanto por ATE como por SUTECBA en esta semana pasada, a pesar de que estos gremios no logran ponerse de acuerdo en el lanzamiento de un plan de lucha unitario para enfrentar los despidos. En la semana que comienza hoy, se avizoran nuevas jornadas de paro y movilización. SUTECBA ha lanzado tres días de paro para martes, miércoles y jueves de la semana proxima. ATE para el día miércoles con movilización a la Jefatura de Gobierno.

En este contexto y a contrareloj, se perfila una reactivación organizativa en cada dependencia, con la participación de trabajadores que, con poca o ninguna experiencia sindical, no ven con buenos ojos la conducción del conflicto en manos de "los gordos" de SUTECBA, ya sea por la utilización del "aparato" como método de presión para mantener la caja, como por no haber exigido a las administraciones anteriores mejoras salariales y de condiciones laborales. Tampoco está exenta de críticas "la alternativa" sindical de ATE, dada su incapacidad de confluir con el gremio mayoritario en medidas masivas que le imponga al gobierno de Macri una mesa de diálogo. Entre los gordos de la CGT, el empresario gestionador y la tibieza de la CTA, nubarrones negros se avisoran en el horizonte de los trabajadores de la ciudad.

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