domingo, 26 de octubre de 2025

La licitación de la Hidrovía


Ante un gobierno desahuciado y al que le entran todas las balas, Macri quiere quedarse con la licitación de la Hidrovía y que la holandesa Boskalis se quede con parte de la misma. El interés del expresidente y sus socios europeos no es para menos: estamos ante un negocio de aproximadamente 9.000 millones de dólares y en términos estratégicos es fundamental ya que la arteria fluvial es la principal puerta de salida de la producción argentina, especialmente la de granos. 
 Las elecciones se convertirán en una espada de Damocles para Milei y Macri impondrá condiciones para arribar a un gobierno de coalición. Una de ellas es la licitación de la Hidrovía y para condicionar en su favor (y de sus socios) este proceso, Macri quiere a imponer a Milei los nombres de Guillermo Dietrich en la cartera de transporte y a Miguel Etchevehere en la de agricultura, asegurando de esta manera el control de los diferentes entes estatales que intervienen en la licitación. Pero Macri tendrá que lidiar con Santiago Caputo para imponer a sus personeros políticos, ya que este es señalado como el elegido del trumpismo para que encabece, en un futuro muy cercano, la jefatura de Gabinete.
 En febrero de este año un informe de la Procuración de Investigación Administrativa (PIA), denunció el direccionamiento en el pliego de licitación en favor de la empresa belga Jan de Nul, que se quedó con la concesión luego de la privatización de la década del 90 y que caducó hace años. Ante esta situación, el gobierno liberticida terminó postergando la privatización del dragado y balizamiento de la red fluvial del Paraná, que se financian a través del cobro de un peaje, y posibilitar la navegación de los grandes barcos cerealeros que tienen como terminal de llegada y salida los puertos del Gran Rosario. En su momento Santiago Caputo apuntó a Macri por la caída de la licitación. 
 La vía fluvial Paraná-Paraguay conforma una unidad económica, conocida como Cuenca del Plata, conecta puertos de Bolivia, Paraguay, Brasil, Argentina y Uruguay con salida al océano Atlántico a lo largo de 3.400 kilómetros de navegación continua, por la que salen el 80 % de las exportaciones argentinas, por un valor estimado en unos 65.000 millones de dólares. La red fluvial es indispensable para el complejo de los agronegocios y sus principales usuarios son las grandes multinacionales exportadoras de cereales, como Cofco (China), Cargill (EE. UU), Dreyfus (Francia) y Bunge (Países Bajos). 
 Según el portal LPO “El plan de Macri para que Boskalis entre al negocio pese a que le faltan las dragas necesarias, es dividir el río en tres contratos diferentes: así quedaría un tramo para la empresa que empuja junto a la reina Máxima, otro para Jan de Nul y un tercero para la belga Deme, que empujó las denuncias que trabaron la licitación.” Desde las cerealeras le señalaron al gobierno que el modelo de Macri conlleva, por un lado, “riegos operacionales y diluye las responsabilidades” y por el otro, aumenta los costos logísticos, con la consiguiente pérdida de competitividad de la producción argentina. Otro empresario del sector señaló que "la Hidrovía es como una autopista, debe existir un solo dragador que ponga 12 dragas y que compita en precio y calidad con los otros. Al poner tres tramos, lo que hacen es evitar la competencia y cartelizar precios y servicios", cuestionando el plan de Macri para la licitación. (Ídem) 
 Guillermo Francos fue el encargado de contactar a empresarios vinculados de una u otra manera a la licitación de la Hidrovía, y le señalaron que no ven con buenos ojos que, a semanas de presentar los pliegos de licitación, se cambien las reglas de juego. La sensación que tiene los usuarios es que el futuro dependerá de cómo quede políticamente el gobierno tras las elecciones del domingo y la magnitud de las alianzas que necesite con el macrismo para gobernar. 
 En la hoja de ruta presentada por Macri, Boskalis quiere quedarse con la parte del Río de la Plata, en la desembocadura al océano. Jan de Nul, que es la que tiene más dragas, apuntaría a la parte más larga, la del río Paraná. Y luego quedaría el norte que tiene poco interés comercial y económico porque la profundidad es menor y sería más adecuada para una empresa local, no para una multinacional como Deme. (Ídem)
 Mientras Macri pisa el acelerador para apurar los tiempos licitatorios y los empresarios ponen objeciones a los planes del expresidente, lo que prima en el gobierno liberticida son las vacilaciones, ya que en el fondo lo que está en juego es la conformación de un gobierno de coalición a pedido de los Estados Unidos, luego de las elecciones del 26. 

 Lucas Giannetti 
 25/10/2025

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