lunes, 2 de junio de 2025

La lucha del Garrahan, punta de lanza de los trabajadores en su conjunto


El gobierno liberticida de Javier Milei viene profundizando la crisis del sistema sanitario, dejándolo en una situación terminal. La falta de inversión afecta directamente no sólo a los salarios, sino también a la calidad de atención que reciben los trabajadores y sus hijos. 
 La política sanitaria de ´achique´, no solo afecta la falta de calidad de atención de salud sino que vulnera derechos básicos como el derecho a una vida digna. 
 Más allá de las desigualdades históricas, la atención en salud en nuestro país fue siempre considerada ejemplar en toda la región, y reconocida globalmente, no sólo por la universalidad del sistema sino por la calidad del recurso humano. Desde el arribo del gobierno liberticida, el deterioro del sistema alcanzó, niveles alarmantes. El abandono, la desinversión y el desvío de fondos, están asociados a un proyecto de desmantelamiento del sistema sanitario público, en beneficio del capital privado

Ataque a las infancias: con los chicos no 

 Durante el transcurso de este año el gobierno ha mostrado su cara más salvaje, su desprecio a todos los derechos de la clase trabajadora, en particular los de salud, los de las mujeres y los de las infancias.
 Desmanteló el Plan ENIA, el programa nacional para prevenir el embarazo no intencional en adolescentes; profundizó los despidos y cierres de programas en Niñez, desmanteló el ministerio de la Mujer, mantiene acéfala la Defensoría de los Derechos de la Niñez.
 Otro hecho intolerable es el vaciamiento y persecución que se está dando en el hospital Garrahan, único centro de referencia pediátrica para Latinoamérica. Si bien el gobierno señala la pérdida económica que supone el mantenimiento del hospital en las condiciones en las que se encuentra, es de mencionar que, desde el año 2017, se vienen haciendo recortes de personal cuando la facturación se vio incrementada, permitiendo lo que las autoridades del hospital llaman “un equilibrio”. Los trabajadores denuncian el congelamiento de los salarios, vacantes sin cubrir y sobrecarga laboral. No es casual que, desde diciembre de 2023, los trabajadores del Garrahan vengan realizando medidas de fuerza, contabilizando a la fecha diez paros. 
 Más allá de estos recortes y todo lo mencionado, en el Garrahan se reciben 600.000 consultas por año y se realizan 10.000 cirugías. Según el Instituto de Lucha contra el Cáncer, entre 2000 y 2015, aumentó la tasa de sobrevida en niños con enfermedades terminales; y entre 2015 y 2020, se sostuvieron los guarismos a pesar de la pandemia. Estos datos los compartieron los mismos trabajadores. En cambio, se ha incrementado el tiempo de espera para la atención de pacientes crónicos, pasando de 4 a 8 meses. Los trabajadores mencionaron también la falta de instrumentos de trabajo. Por ejemplo, en el hospital existen sóloi dos tensiómetros especiales para medir datos necesarios en los niños y adolescentes trasplantados. Este y otros materiales faltantes son indispensables para los diagnósticos y seguimientos en patologías gravísimas. 
 El 60 por ciento de la población asistida del hospital tiene obra social o prepaga, dando por tierra el discurso del gobierno libertario de que el problema es el ´equilibrio fiscal´. No es que que no hay plata o que no alcance: esto es un plan sistemático contra a las familias trabajadoras y sus hijos. 
 Pero los trabajadores en pie de lucha iluminan el camino para combatir a un gobierno enemigo de los logros históricos de la clase obrera argentina, conquistados con la organización y la lucha. 
 La falta de inversión en el sistema sanitario que paga la fuerza de trabajo por debajo de su valor es un manotazo de ahogado que tiene como objetivo ´honrar´ las acreencias del capital financiero.
 Por un nuevo régimen social donde el acceso a la salud y la vida digna sean una prioridad. 

 Silvia Allocati 
 02/06/2025

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