sábado, 22 de julio de 2023

Kosovo: campo de desecho de las armas de la OTAN


Armamento nuclear y destrucción ambiental. 

 Un reciente informe elaborado por el medio Declassified UK (13/07) expone las terribles consecuencias ambientales y humanas que ha traído a diversas zonas de Kosovo la utilización de municiones con uranio empobrecido que el Reino Unido ha suministrado a Ucrania para la guerra contra Rusia. 
 El extenso reporte periodístico incluye la visita por diversas zonas del país. El hecho más destacado es la proliferación de los casos de cáncer, que en las zonas más comprometidas alcanzan al 1% de la población. Estos niveles son 3 veces peores que las estadísticas más dramáticas en la Unión Europea (UE).
 También han proliferado las muertes tempranas como consecuencia directa de la enfermedad. Los pobladores entrevistados dicen desconocer a ciencia cierta las consecuencias que pueden experimentar como consecuencia de la guerra que la OTAN desencadenó contra Belgrado. 
 Kosovo presenta un daño ambiental que nunca ha sido estudiado con seriedad, ni siquiera por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) o la Organización Mundial de la Salud (OMS). Mucho menos por los gobiernos de la OTAN. Se calcula que más de 31 mil municiones fueron utilizadas en más de 100 misiones, disparadas con la ametralladora gatling gigante del Warthog (avión militar), que tiene una puntería muy baja: se calcula que el 90% de las balas se dispersan en un campo de 500 metros cuadrados. Por lo cual, toda la zona se ve afectada por el uso de estas municiones cargadas con uranio. 
 La OMS desarrolló una investigación que no contó con la seriedad suficiente. El informe, de fines de 2001, detalla que “la ubicación precisa del sitio objetivo era difícil de precisar ya que el acceso estaba restringido debido a la presencia de bombas de racimo sin explotar”, en referencia a la montaña Ceja y la provincia del Zhur. El informe explica que de 300 municiones posibles solo se estudiaron 2 y esto bastó para que el PNUMA descartara cualquier riesgo de radiación, aunque dijo que, "desde un punto de vista toxicológico, la exposición podría ser significativa". Además, el informe de la OMS dijo que "casi todos" los médicos de etnia albanesa que conocieron en 2001 creían que las preocupaciones sobre el uranio empobrecido "tenían motivaciones políticas y eran alimentadas por quienes estaban en contra de la intervención de la OTAN".
 Esto fue suficiente para trasladar a la población refugiada a causa del conflicto bélico nuevamente a sus hogares, pero sin conocer el efecto devastador que esto ocasionaría sobre su salud. La OTAN ha utilizado los vagos documentos elaborados para asegurar que actúa de acuerdo a las recomendaciones científicas, pero la comunidad científica ha rechazado dar por cerrado el asunto, muchos de los mismos informes instan a la precaución y al seguimiento a largo plazo. 
 La población reclama por las pésimas condiciones de atención sanitaria. Los tratamientos contra el cáncer son sumamente costosos y muchas veces los médicos envían a los pobladores a comprar medicamentos a países limítrofes. A esta contaminación ocasionada por el uranio empobrecido se suma que Kosovo obtiene el 97% de su energía mediante “carbón pardo” lo que ocasiona una contaminación del aire espeluznante y es uno de los focos más contaminantes de Europa.
 La suposición de la OMS sobre las tendencias “albanesas” se despejan cuando, al hablar con la población, incluso los hijos y vecinos de excombatientes del Ejército de Liberación de Kosovo (ELK) que han fallecido como consecuencia de casos de cáncer lo asocian al uranio empobrecido. En varios pueblos y ciudades comentan que la OTAN utilizaba armas de este tipo en zonas ya habitadas, lo que demuestra que no se preocupaban en lo absoluto por las condiciones que crearía en el futuro para la población. En Italia, “cientos de veteranos italianos que sirvieron en Kosovo han demandado con éxito a su ministerio de defensa por cánceres que sus tribunales aceptaron que estaban relacionados con la exposición al uranio empobrecido en los Balcanes”.
 La Campaña Internacional para la Prohibición de las Armas de Uranio (ICBUW, por sus siglas en inglés) ha realizado estudios propios y señalan que "los sitios pueden requerir pruebas continuas de las aguas subterráneas", y advirtió que "las estimaciones de cuánto tiempo puede ser necesario hacer esto son siglos". Agregan que la tarea de descontaminación sería muy costosa, dando como ejemplo el caso de Montenegro que en un sitio solo debió trabajar más de 5 mil días e invertir 250 mil dólares por 480 municiones disparadas en solo 12 segundos. Kosovo posee más de 100 sitios como este. 
 Kosovo podría ser solo el comienzo; los Warthog dispararon 783.500 rondas sobre Irak en la primera Guerra del Golfo. No se ha realizado ningún estudio. Las municiones pretenden ser utilizadas en Ucrania y Rusia, el efecto devastador de la guerra recién ha comenzado. Solo los trabajadores, mediante una acción histórica, pueden ponerle un freno a la destrucción del planeta y de la vida.

Joaquín Antúnez
21/07/2023

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