lunes, 24 de abril de 2023

Tucumán: tapires, negociados y depredación capitalista


La noticia sobre la muerte de una tapir – Suyana- que había sido liberada para su reinserción en las yungas tucumanas, causó indignación, reflejada especialmente en las redes sociales . La misma fue víctima de la caza ilegal fuera del área de protección de la Reserva Ecológica Horco Molle. Suyana formaba parte del Proyecto Tapir, llevado a cabo por la Reserva y la Universidad Nacional de Tucumán, que buscan reinsertar esta especie en la provincia. Los tapires se extinguieron hace 80 años en Tucumán y en todo el país están amenazados.
 El responsable de la reserva explicó que Suyana habría salido del área protegida porque no pudieron monitorear debidamente a los animales, debido a la caída del servicio de internet, que se prolongó por tres semanas. 
 La investigación de los hechos y la determinación de los responsables constituye sólo una parte del problema. La extinción de los tapires en Tucumán tiene como principales causas el avance de la frontera agrícola e inmobiliaria. El desmonte masivo para estos fines ha provocado la pérdida de especies animales de gran valor para la biodiversidad y la liquidación del bosque nativo, que en muchos casos han sido sustituidas por otras especies extrañas que no subsanan el valor y función que tenían y que cumplían esas especies en la fijación del terreno y en la interrelación con las especies de animales, además de disminuir la capacidad de retención del agua. Como resultado de ello, en el sur de la provincia hay pueblos y parajes habitados enteros que, en cada temporada de lluvia, sufren inundaciones sin que los gobiernos pasen de los lamentos y promesas de obras y de reforestación que nunca se cumplen. En consecuencia, se trata de zonas inundables que están empujando a sus pobladores a abandonarlas para salvar sus vidas y algunos de sus bienes, como está ocurriendo con habitantes de la localidad de Níogasta. 
 El gobierno provincial ha favorecido los negocios de las citrícolas y los sojeros en las zonas más atractivas, otorgándole todo tipo de privilegios para ocupar espacios vírgenes o directamente mediante acciones mafiosas, con la expulsión de sus reales pobladores. En todas las zonas de valor turísticos (Tafí del Valle, San Pedro de Colalao, Amaicha, etc.) llueven las denuncias y los choques con pobladores que resisten. En muchas zonas estas mafias han logrado su cometido, y emergen mansiones o country. 
 El caso de la tapir ha desatado el debate de cómo se protege a otros ejemplares y otras especies nativas en la reserva de Horco Molle. Desde Política Obrera hemos levantado el planteo de reclamar a la Universidad Nacional de Tucumán, en tanto entidad a cargo de la reserva, que destine los recursos necesarios para su adecuada preservación y la formación de una brigada para el cuidado de las especies, con salario de convenio y la infraestructura y equipamientos necesarios. La movilización de la comunidad universitaria junto a las organizaciones de defensa del medio ambiente es fundamental para imponer este reclamo a la UNT en tanto desde hace más de una década las autoridades retacean los fondos para las distintas necesidades educativas y de investigación. Se debe impulsar también la formación de una comisión de control independiente de las autoridades y del gobierno provincial para el seguimiento de las medidas. 
 En el resto del territorio provincial, la organización y movilización de los vecinos en unidad con los reclamos y luchas de los trabajadores, es la vía para enfrentar y defender sus posesiones (vivienda, terrenos, etc.) y propiedades ante la política mafiosa y usurpadora de los grandes pulpos inmobiliarios y de grandes capitales que pretende avanzar en la monopolización de las tierras en la que pueden desarrollar negocios diversos altamente lucrativos. La marcha por el día de la tierra, a realizarse el 22 de abril, será el escenario para llevar estos reclamos. 

 Alejandra del Castillo 
 22/04/2023

No hay comentarios:

Publicar un comentario