domingo, 16 de diciembre de 2018

Salario real en picada y desempleo creciente en el tercer trimestre del año



Un informe elaborado por la CTA autónoma desnuda el deterioro en la realidad de los trabajadores, salarios en picada y conflictividad laboral in crescendo, una realidad en la era Cambiemos.

El Observatorio del Derecho Social de la CTA Autónoma presentó ayer el informe correspondiente al tercer trimestre del 2018 sobre “conflicto, negociación colectiva y mercado de trabajo”.
En el mismo da cuenta del deterioro que sufren los trabajadores en sus condiciones laborales así como de una escalada en la conflictividad laboral producto esencialmente de situaciones vinculadas a la crisis económica. En relación a este tema, el informe señala que tanto en el sector público como en el sector privado el 50% de los conflictos se originaron en despidos, suspensiones o reclamos por deudas salariales. Otro dato a destacar es la caída en el salario real sufrida por los trabajadores registrados. Sólo en el mes de septiembre, último dato oficial disponible, se ubicó entre el 11 y el 12,5 % para los trabajadores del sector privado y público respectivamente. Esto se dá en simultáneo con una caída en la creación de empleo registrado en el sector privado, donde se destaca un fuerte retroceso que ya lleva tres años ininterrumpidos de deterioro del empleo en la industria manufacturera.
A su vez, si bien durante el tercer trimestre de este año se registró una caída en la cantidad de conflictos en el sector público, la misma se dio en simultáneo al incremento de las acciones (34%). Lo que derivó en una mayor intensidad de cada uno de los conflictos llevados adelante por los trabajadores del sector. El informe señala que a lo largo del 2018 el crecimiento más significativo de los conflictos laborales se dio en el sector informal y en los reclamos con participación de varios sectores. En ambos casos representan casi el 10% del total de los conflictos, más que los años anteriores.
El crecimiento de la cantidad de conflictos laborales de un 12% durante el tercer trimestre de este año comparado con el mismo período del año anterior es una consecuencia de la situación recesiva que atraviesa la economía argentina. Si bien en términos formales argentina reconoció su situación recesiva en septiembre pasado, cuando se conocieron los datos correspondientes al Estimador Mensual de la Actividad Económica (Emae) de septiembre, que revelaron una caída de seis meses consecutivos, los trabajadores y sectores populares vienen sufriendo una degradación en sus condiciones de vida desde antes.
Como parte de esto se ha registrado un fuerte retroceso de un 40% menos de homologaciones en comparación con el año 2016. El informe de la CTA señala que “la negociación colectiva durante los primeros meses de 2018 estuvo centrada en la revisión de los acuerdos salariales del año 2017.”. Los cuales en todos los casos resultaron insuficientes frente a la evolución de la inflación, y que en los casos en los cuales se establecieron aumentos superiores al 40 % anual “ello no impidió un deterioro de la masa salarial percibida a lo largo del año, en tanto dichos aumentos se harán efectivos con un rezago significativo.”.
Sin duda la inflación se ha encontrado entre los principales problemas para los trabajadores de este año, de hecho aún no se sabe si el 2018 cerrará con una inflación por debajo del 50% o mayor. Con paritarias que promediaron en un comienzo el 15% y 25 % y solo escasos casos un 40%, los salarios perdieron por goleada. Como se expresa en el informe el salario real de los trabajadores registrados del sector privado experimentó en el tercer trimestre de 2018 una caída interanual del 8,6%, mientras que en el sector público la caída fue del 10,1%. Si se observa el mes de septiembre la caída es peor, 10,9% y 12,5% respectivamente. Mientras que el ingreso promedio de los trabajadores ocupados durante el segundo trimestre del 2018 fue de $16.192 según el informe, la canasta básica de consumo para una familia tipo elaborada por los trabajadores de la Junta interna de ATE-INDEC en agosto era de $33.131, es decir menos de la mitad.
Por su parte, el relato oficial de lluvia de inversiones y creación de empleo contrasta con los datos oficiales, si bien los últimos datos corresponden a septiembre, se observa una profundización en la caída iniciada en abril de este año del empleo registrado en el sector privado. Según el informe “en seis meses la cantidad de trabajadores cayó un 2,15% (136.239 trabajadores menos) y no existen señales que permitan una reversión de este proceso en el corto plazo.”.
La situación se agrava según sector, como queda claro en el caso de la industria manufacturera donde la caída del empleo ya acumula “tres años ininterrumpidos y desde septiembre de 2015 se perdieron 107.933 puestos de trabajo (un 8,6%). Lejos de encontrar un piso en esta caída, la información oficial disponible muestra que el ritmo de destrucción de puestos de trabajo en la industria se aceleró este año, incluso por sobre los niveles de 2016.”.
El Gobierno repite que la crisis “nos afecta a todos por igual” y que la situación va a mejorar para mitad del año próximo. Sin embargo no solo que todos no sufrimos la crisis por igual, ya que mientras los trabajadores ven su salario deteriorado cada año, los bancos no paran de tener ganancias extraordinarias, sino que para cumplir con el FMI Cambiemos tendrá que redoblar el ajuste sobre los trabajadores. El Presupuesto 2019 que fue votado por gran parte de la oposición y que destina incrementos en las partidas reales solo para el interés de la deuda, es solo un botón de muestra. Mientras que desde el peronismo y el Frente por la Victoria dicen que hay que esperar pasivamente al 2019, la lucha de “los chalecos amarillos” de francia deja al descubierto que se puede frenar el ajuste.

LID

No hay comentarios:

Publicar un comentario