lunes, 23 de julio de 2018

Encuentro Nacional de Mujeres: el bloqueo del PCR al pronunciamiento por el aborto legal

Durante estos meses hemos hecho grandes esfuerzos en la lucha por el aborto legal. Entre ellos obtener la definición clara en favor de este derecho por parte de un conjunto de instituciones e individuos, por parte de sindicatos y dirigentes sindicales, centrales estudiantiles y personalidades de alcance masivo. La lucha fue un éxito completo y el pronunciamiento es masivo. Una muestra palpable de esta masividad quedó rotundamente plasmada en las jornadas del 13 y el 14.
El único ámbito de reagrupamiento masivo que no sólo no se pronunció por el aborto legal, sino que rechazó expresamente hacerlo, es ni más ni menos la Comisión Organizadora del Encuentro Nacional de Mujeres que se reúne de manera alternativa en diferentes ciudades de Chubut.
Es falso que las Comisiones Organizadoras nunca se pronuncien por nada, como aseguraron las autoras del bloqueo. En diciembre de 2013, frente a los alzamientos policiales por salarios, el PCR usurpando el nombre de la comisión organizadora de Salta, emitió un comunicado de apoyo a las fuerzas represivas del Estado. Uno de tantos escándalos antidemocráticos protagonizados por las abanderadas de consensos que no son tales.
No estamos en presencia de una simple omisión. El tema fue planteado en las plenarias de la Comisión Organizadora que se reúne en Chubut y las representantes del PCR, que dominan ese espacio desde hace algunos años, se opusieron a la salida de un pronunciamiento para 'no expulsar a quienes piensan diferente'.
Pero el planteo no se limitó a eso, las militantes de ese espacio político llegaron a plantear que en las conferencias de prensa o actividades oficiales se debería procurar la inclusión del pañuelo celeste o limitar el uso del pañuelo verde (!). Los pactos de estos sectores con el clero, son llevados nuevamente al ámbito masivo de reagrupamiento de mujeres del país, para frenar su desarrollo y para preservar los beneficios que el PCR recibe por el dominio de ese evento, incluídos los económicos. Silenciar esta nociva acción es ser cómplices de las maniobras del clero al interior del ENM, que instrumenta desde hace años el PCR-CCC.
En 2008, en medio del conflicto entre el gobierno y los capitalistas del campo, el PCR ofrendó a la Sociedad Rural y a los pool de siembra de los que son aliados su acción punteril, llevando a los trabajadores explotados y humillados por esos sectores de la oligarquía a los cortes de ruta. Muchos de ellos bancaron con el cuerpo piquetes dirigidos por las patronales durante 4 meses. Ese año el Encuentro de Mujeres de entonces fue en Neuquén. El PCR llevó a mujeres trabajadoras rurales del Alto Valle a defender a sus patronas, a las que también colocó en los mismos talleres.
Pero, ¿es verdad que la no definición de las Comisión Organizadora sobre el aborto tienda puentes con las mujeres “que piensan diferente”?. La única forma de ganar a las mujeres a un ámbito propio de organización, reflexión y lucha es luchando contra el yugo de la iglesia catolica, una institución enemiga de las mujeres.
Aquí no hay intención de tender puentes con las mujeres. Los únicos puentes tendidos por esta corriente son con el Vaticano y la cúpula del clero.
En lugar de un Encuentro como punto de referencia de una gran campaña nacional por el aborto legal, tenemos una comisión organizadora sacrificando el principal reclamo del movimiento de mujeres en el altar de los compromisos con las iglesias. El eufemismo del 'consenso', que es en realidad un poder de veto del PCR (con el acompañamiento de otros sectores ligados al kirchnerismo y al Movimiento Evita), está al servicio de rescatar la injerencia de la iglesia católica. Es falso que estemos discutiendo el derecho de las mujeres religiosas a participar de los Encuentros: desde las Católicas por el Derecho a Decidir, hasta grupos Hare krishna forman parte del mismo. Lo que es incompatible con un Encuentro democrático de Mujeres es la conciliación de su política con la Iglesia Católica, el 'verbo encarnado' de la opresión de la mujer.
Esta alianza con la iglesia es la misma que se forja en torno a la contención social de los explotados, para que la furia popular contra el ajuste no afecte las bases mismas del régimen de explotación.

Giro derechista

El ascenso del movimiento de mujeres puso de manifiesto el contenido conservador de la política del PCR en torno a la cuestión de la mujer, y precipitó un giro derechista en contraste con la radicalidad de este movimiento de lucha. En 2016 violentaron la decisión que se tomó en Rosario de que el próximo Encuentro fuera en Ciudad de Buenos Aires, para organizarlo de la mano del PJ de Capitanich y la mesa interreligiosa en Chaco. Luego lo llevaron a Trelew, en medio de una profundización de la crisis nacional y de la histórica lucha por el aborto, en nombre de la visibilización del hostigamiento y persecución al pueblo Mapuche y por el caso de Santiago Maldonado, que sin embargo fue olímpicamente borrado de cualquier denuncia en los actos de cierre y apertura del Encuentro de Chaco.
La negativa a apoyar el aborto legal de la Comisión Organizadora (CO) del Encuentro es extensiva a la realización de cualquier pronunciamiento político. Esta línea de 'asepsia' política no es tal, sino una manera de tener las manos libres para armados electorales ajenos a la lucha de los explotados y la mujer. Convertir a la CO del Encuentro a una instancia meramente administrativa, es funcional al poder, cuando el movimiento de mujeres es tal vez el factor más dinámico de la situación política del país.
Necesitamos recuperar el Encuentro para la lucha de las mujeres. Fuera la burocracia. Por un Encuentro del Mujeres al servicio de todas las luchas.

Carla Deiana

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