sábado, 30 de enero de 2016

Tarifazo: aumentos de hasta 500 % en la electricidad



En medio de los cortes de electricidad provocados por la falta de inversión, el ministro de Energía Juan José Aranguren anunció un aumento de tarifas del 500% para el grueso de los usuarios.

Desde el próximo lunes las empresas de electricidad se verán beneficiadas por un aumento de tarifas que en el Área Metropolitana podría llegar hasta un 500 %.
Así lo informó el actual Ministro de Energía, Juan José Aranguren, quien indicó que “el 80 por ciento de los usuarios residenciales de la distribuidora Edesur tienen un consumo promedio mensual de 182 Kw/hora”, a una tarifa subsidiada de 25 pesos. Con el nuevo esquema tarifario pasarían a pagar 150 pesos antes de impuestos.
En el caso del 70 por ciento de los usuarios de Edenor, que consumen un promedio de 202 kw/h al mes, pasarán de pagar 26 pesos a 158 pesos. Es decir que el tarifazo para la mayorías de los usuarios llegará al 507%.
De los 4,2 millones de hogares subsidiados se pasará a un esquema de tarifa subsidiada que alcanzará tan solo a 900 mil usuarios y una disminución de tarifas para aquellos hogares que reduzcan el consumo en un 10 y 20 por ciento.
De acuerdo a las declaraciones de Aranguren, con esta medida el gobierno apunta a generar un ahorro de 4000 millones de dólares en 2016. Una clara transferencia de recursos a las empresas de energía, que en los últimos 13 años recibieron 51.000 millones de dólares y hoy son los responsables del colapso energético provocado por la falta de inversión.
En su alocución el ex gerente de Shell y actual Ministro aseguró que el sistema eléctrico se encuentra “al borde del colapso” y responsabilizó al gobierno saliente por la creciente masa de recursos transferidas a estas empresas sin ningún tipo de control.
Para justificar la eliminación del control de precios, Aranguren se refirió a la “falta de señales de mercado claras” para que las empresas puedan establecer sus “costos de operación”.
También señaló que “en los últimos años, las tarifas eléctricas tuvieron un carácter poco federal”, en referencia al diferencial que cobran las empresas distribuidoras de energía en las provincias del interior.
Sin embargo, ante la pregunta de un periodista, el Ministro reconoció que el gobierno nacional no ejercerá control al aumento que apliquen las empresas distribuidoras en las provincias del interior, y que el actual esquema tarifario es parte de una política de ajuste “gradual”.
El próximo paso será una “revisión tarifaria integral” por parte del Ente Regulador de la Electricidad (ENRE), organismo de control cuya presidencia está a cargo de Juan Garade, miembro del directorio de Edenor (1992-1998) y Edesur (2001-2012) hasta hace muy poco tiempo.
Aunque el nuevo cuadro tarifario se hará público en los próximos días, el mismo quedará reducido de 9 a 7 escalafones de consumo en beneficio de los grandes usuarios. De acuerdo a lo informado en la conferencia de prensa, el grueso del aumento de las tarifas recaerá en los hogares.
De todos modos, es de esperar que el impacto directo que implica el tarifazo al bolsillo popular se vea incrementado por la transferencia a precios del aumento de tarifas a las empresas.

Premio para los vaciadores

La crisis energética actual con cortes masivos en todo el país puso al desnudo el fracaso de una política basada en sostener las privatizaciones de las empresas de energía realizadas bajo el menemismo.
La privatización generalizada en los segmentos de distribución y transporte de energía quebraron la integración vertical al mismo tiempo que se propagaron las empresas distribuidoras de energía en todo el país.
El Plan Energético que impulsó el gobierno de Nestor Kirchner en 2004, apuntaba a financiar obras en el segmento de generación de energía eléctrica y la importación de países vecinos para paliar la situación. Sin embargo, las inversiones realizadas no lograron responder al aumento de la demanda de potencia máxima de pico.
La política del gobierno consistió entonces en una enorme transferencia de recursos fiscales para sostener la rentabilidad de las empresas a cambio de planchar las tarifas y patear los problemas para adelante.
Pero el origen de la colapso energético no es la “falta de señales claras del mercado” como sostiene Aranguren, sino la privatización de un servicio público esencial en manos de empresas que ejercen el control de la producción, distribución (y los cortes) de energía, en función de sus propias ganancias.
Lejos de poner el foco en el chantaje que ejercen estas empresas al conjunto de la población, el nuevo gobierno aplicará un tarifazo generalizado a la espera de un “derrame” de inversiones.
La planificación de la inversión y el uso racional de la energía eléctrica, en función de las necesidades populares solo se podrá alcanzar expropiando a estas empresas, la estatización del sistema energético y la creación de una empresa estatal única de energía eléctrica bajo el control de obreros y usuarios.

Emiliano Trodler

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