miércoles, 9 de abril de 2025

Racismo en Estados Unidos: una herida que persiste


La denuncia es el mejor homenaje para quien luchó por la comunidad afrodescendiente: Martin Luther King, a un año más de su muerte, hoy

 Estados Unidos, un país que presume una democracia y la igualdad de oportunidades, padece del síndrome del catalejo: juzga a otras naciones, sin mirar lo que en su interior se sufre. La intolerancia étnica, por ejemplo, es tan solo uno de los problemas vigentes en la actualidad nacional. 
 Una encuesta de Finanzas del Consumidor 2022, de la Reserva Federal de Estados Unidos, expone que las familias negras tienen un patrimonio medio de 44 900 dólares, lo que representa el 15 % de las blancas, con un promedio de 285 000 dólares. 
 La discriminación no solo se ve en la arista económica, sino que se ramifica hacia otros sectores como la salud, el deporte, la educación, etc. 
 En el último caso, las diferencias se visualizan en un informe del Centro Nacional de Investigación de Intercambio de Información Estudiantil, del Centro Nacional de Estadísticas de Educación, y de la Oficina del Censo de ee. uu., realizado en 2024. 
 El estudio plantea que, del 100 % de los estudiantes universitarios, solo se graduó un 94 %, del cual los de tez negra representaban un 11 %, mientras los blancos un 41 %. Eso demuestra la poca posibilidad de que un afrodescendiente obtenga un título universitario. 
 El evidente rechazo a la población negra tiene reflejo también en la marginalidad y propensión a la criminalidad por parte de ciertas comunidades afroamericanas, en la brutalidad policial y en los crímenes de odio. 
 El ejemplo más polémico de los últimos tiempos, relacionado con la violencia policial en Estados Unidos, fue la muerte, en mayo de 2020, de George Floyd, un hecho que generó una oleada de indignación y protestas en todo el país, que luego se extendió en la comunidad internacional. 
 La discriminación racial es un mal que padece la sociedad estadounidense desde el surgimiento de la nación. Está fuertemente arraigada en su idiosincrasia, debido a factores históricos que han propiciado siglos de estigmatización y segregación contra sectores no blancos de la población. 
 Comenzó hace aproximadamente 400 años, con el primer asentamiento de esclavizados en Jamestown, Virginia, y perdura en la actualidad. La esclavitud, abolida oficialmente hace más de 150 años, sentó las bases de una jerarquía racial que hoy es visible en casi todos los sectores de la sociedad. 
 Las leyes Jim Crow, promulgadas por legislaturas estatales a finales del siglo XIX, fueron las iniciadoras de la discriminación posesclavista. Estas disposiciones legales eran aplicadas a los negros y a otros grupos étnicos. Consistían en delimitar donde las personas no blancas podían comer, estudiar, vivir y reunirse. 
 La segregación por raza era legal, vista como algo normal, lo que propició que generaciones de blancos supremacistas fueran creciendo con pensamientos discriminatorios y odio hacia las minorías étnicas. Así echó raíces allí la desigualdad racial 
 Toda fuerza opresora tiene una oposición, y al racismo, el odio y la discriminación se opusieron organizaciones y activistas por los derechos de las minorías. Malcolm X y Martin Luther King trabajaron durante años para acabar con siglos de estigmatización, y murieron por la causa.
 En los años 60 se lograron avances legales, como la abolición de las leyes Jim Crow; pero el problema racial no desapareció, simplemente mutó. Una señal de que algo podía cambiar fue la elección, en 2009, de Barack Obama como el presidente No. 44 de los Estados Unidos; primer presidente negro en la historia de la nación; pero el racismo y la intolerancia étnica siguen arraigados en la identidad nacional. 

 Kevin M. Navia, estudiante de Periodismo | internet@granma.cu 
 3 de abril de 2025 22:04:43

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