lunes, 16 de agosto de 2021

La UBA homenajea a Sigman y su negociado a costa de la salud


La Universidad de Buenos Aires (UBA) cumple 200 años desde su fundación y, como reconocimiento, el Rectorado de la UBA decidió homenajear en su acto en la Facultad de Derecho a aproximadamente 200 personalidades, entre ellas al empresario Hugo Sigman, dueño del laboratorio mAbxience. 
 El lazo entre el gobierno y el empresario en el marco de la pandemia surge del acuerdo de compra millonario para la producción del principio activo de la vacuna AstraZeneca/Oxford. En ese primer acuerdo el gobierno pagó el 60% de las 22 millones de dosis para Argentina, del cual todavía no han llegado en su totalidad. Pero el problema se agrava aún más. Entre esas entregas que llegan a cuentagotas, Argentina atravesó la segunda ola sin vacunas y sin reforzamiento del sistema sanitario. Como ya denunciamos en Prensa Obrera, la producción de Sigman no solo no cubre las dosis acordadas sino que además dos de cada tres vacunas que llegan al país lo hacen con el plazo de entrega vencido.
 Los laboratorios incumplen sistemáticamente los acuerdos y tampoco existe un Estado que reclame dónde están esas vacunas, por qué no llegan y cómo acelerar el proceso de vacunación. Pero el Estado sí está presente para negociar con las empresas y pagarle fielmente peso por peso al Fondo Monetario Internacional a costa del bolsillo de las y los trabajadores, quienes se vieron fuertemente expuestos a los contagios y a las muertes por coronavirus. 
 El “orgullo UBA” para el gobierno de Alberto Fernández, Kicillof, Larreta y compañía no es más que otro negociado con empresas privadas que tiene como víctima la vida de la población. Con este homenaje, además se confiesa toda una orientación social de la universidad al servicio de la privatización y la mercantilización de la salud, la educación y de la ciencia. 
E l verdadero orgullo UBA para quienes defendemos la salud llegará de la mano con la liberación de patentes, la apertura de libros contables de las empresas y la centralización del sistema de salud bajo control de sus trabajadores y trabajadoras, junto con un presupuesto acorde a las necesidades de la población. Para eso es necesario cortar lazos con el Fondo Monetario Internacional y poner en marcha una salida para que de una vez por todas podamos poner en pie el gobierno que tanto deseamos: un gobierno de y para les trabajadores. 

 Florencia Verdún 
UJS Medicina

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