miércoles, 25 de diciembre de 2019

Homenaje a Osvaldo Bayer a un año de su muerte y cien de La Patagonia rebelde



Vida y obra de un intelectual comprometido con la realidad política y con la historia “de los de abajo”. Columna de Historia de El Círculo Rojo, el programa de La Izquierda Diario en Radio con Vos.

Se cumple un año de la muerte del historiador, periodista, escritor y docente Osvaldo Bayer. Paradójicamente, él que apoyaba las ideas anarquistas y se consideraba ateo irreconciliable murió una Nochebuena, el 24 de diciembre del 2018 a los 91 años.
Por muchos motivos tenemos que recordarlo. Por todo lo que escribió e investigó -que fue realmente muchísimo- sobre la historia “de los de abajo”: de los trabajadores, de la vida de militantes anarquistas como Severino di Giovanni y también de los pueblos originarios. Una obra cruzada por la denuncia contra la represión estatal y mostrando también la ostentosa vida de los millonarios, dueños de la Patagonia.
Lo hacía, como él mismo decía, contando los hechos en un idioma que entendieran todos.
Pero también hay que recordarlo porque fue un intelectual comprometido políticamente con la realidad. Y esto, hay que decirlo, no está muy visto en los últimos tiempos.
Decía que los intelectuales tenían que ser libres para escribir lo que sea, pero también tenían la obligación moral de salir a las calles cuando se vieran injusticias en la sociedad.
Y hay algunas anécdotas de la vida de Bayer que demuestran esto mismo, de que como escribía y pensaba, actuaba en consecuencia. Muy al estilo periodístico de Rodolfo Walsh, del que fue muy amigo y compañero.
Nació en Rosario el 18 de febrero de 1927. Descendiente de alemanes vivió mucho tiempo en Berlín. Estudió historia en la Universidad de Hamburgo entre 1952 y 1956.
En 1961 Bayer fue uno de los periodistas extranjeros invitados a la zona oriental de Berlín cuando informaron al mundo la construcción del muro. Y casi 30 años después también estaba en Alemania cuando se lo tiró abajo en 1989, siendo un testigo presencial de esa noche. Más allá de esto, cada vez que hablaba del tema insistía que ese muro había caído pero otro –invisible- seguía dividiendo ambas zonas en forma muy desigual.
A los 30 años se fue a vivir a Chubut, en la Patagonia. Eel año 1958 fundó un periódico llamado La Chispa de Esquel, y lo llamaría “el primer diario independiente de la Patagonia” aunque duró poco porque la Gendarmería lo amenazó a punta de pistola para que se vaya.
El motivo de esto es que La Chispa criticaba duramente las condiciones de vida de los peones rurales y salieron también las primeras denuncias de tierras mapuches que fueron apropiadas por latifundistas en Cushamen, las mismas tierras que tienen hoy como propietario al millonario italiano Luciano Benetton y, justamente, donde en agosto de 2017 la represión de Gendarmería terminó con la muerte de Santiago Maldonado.
60 años después de la denuncia original, Bayer participó de las marchas contra la violencia estatal, la muerte de Maldonado y denunciando la responsabilidad de Patricia Bullrich. Lo mismo hizo con el asesinato de Rafael Nahuel.
No sólo eso, fue un gran defensor de las gestiones obreras como la ex Zanon (actual FaSinPat o Fábrica Sin Patrones) o más cerca en el tiempo Madygraf. Allí reivindicó la comisión de mujeres que se armó al calor de la lucha y que continua vigente. Dedicó muchas contratapas de Pagina 12 a dar a conocer estos procesos.
Además de todo esto, dos investigaciones sobre la historia argentina que quiero destacar de Osvaldo Bayer.
Primero sus trabajos desmitificando la figura histórica de Julio Argentino Roca. Un personaje por mucho tiempo muy reivindicado incluso en los manuales escolares y que sin embargo como hoy sabemos encabezó un plan sistemático genocida sobre las comunidades originarias que vivían en la actual zona sur del país. Se adueñó de sus tierras y se las entregó a militares, latifundistas e inversores extranjeros, particularmente ingleses. Así estableció un fuerte vínculo con las comunidades locales y hasta llegó a presentar un proyecto para unir las dos Patagonias, la argentina y la chilena. Y el Senado argentino respondió declarándolo persona non grata (aunque después se retractaron). Participó también de la campaña “Chau Roca” que buscaba tirar abajo monumentos del ex presidente, o cambiar nombres de las calles y escuelas que tengan su nombre.
La segunda investigación y, considero que la más importante, fue la que hizo sobre las huelgas en la Patagonia, entre 1920 y 1921. La Patagonia Rebelde. Ahora en breve se cumplen cien años de estos hechos.
Es un hecho importantísimo de la historia argentina y que Bayer rescató del olvido. Casi 10 años de investigación, salió publicado en 4 tomos y se llamó Los vengadores de la Patagonia Trágica.
Cuando se estrenó la película fue todo un suceso. Se estrenó en 1974, dirigida por Héctor Olivera y guionada por él mismo aunque también tuvo una breve participación como extra haciendo de estanciero inglés. La película fue censurada en octubre de ese año, bajo el gobierno de Isabel, y lo amenazó públicamente la Triple A por lo que debió irse al exilió en Alemania.
La historia fue censurada porque reconstruía la lucha de los peones rurales de Santa Cruz contra los grandes terratenientes en su mayoría británicos. Las huelgas empezaron por mejores condiciones de trabajo (vivían hacinados, trabajaban más de 12 horass y hasta los patrones podían aplicar castigos físicos a los menores cuando quisieran) y peleaban también porque querían sindicalizarse. Luego siguió el conflicto con el pedido de liberar a todos los presos políticos y esto terminó paralizando la provincia.
Imagínense en esa época, lejísimos de Buenos Aires, había peones anarquistas en la Patagonia que admiraban la Revolución rusa a 18.000 kilómetros de distancia de donde estaban actuando los bolcheviques; y que además cuestionaban la propiedad privada y los privilegios de los más poderosos.
La reacción del gobierno de Hipólito Yrigoyen fue mandar al Ejército a reprimir con todo y terminar con el levantamiento antes de que se extienda a otras regiones.
Un dato interesante es que hace poco se creó la Comisión por la Memoria de las Huelgas de 1920-1921 de Río Gallegos, independiente, que organizó una charla histórica con Ana Bayer, Isabel Soto y el novelista Pavel Oyarzún Díaz. Ellas no se veían desde hace 45 años, cuando se había filmado la película La Patagonia Rebelde y actuaron de extras.
En una entrevista que le hizo hace algunos años La Izquierda Diario sobre las huelgas patagónicas, Bayer se preguntaba: ¿cuándo van a pedir disculpas los radicales por la represión que hicieron?
Fueron 1.500 peones fusilados por hacer una huelga. Parece que incomodaba-y esto continúa hasta hoy- hablar de esta masacre porque fue ejecutada bajo las órdenes de un gobierno democrático.
Podemos terminar diciendo que Bayer fue un intelectual que incomodó y muchísimo al poder político por su investigación rescatando la historia de los explotados, por su forma de hacer periodismo y por su compromiso militante con las “causas justas”.

Claudia Ferri
@clau.ferriok
Martes 24 de diciembre | 00:01

No hay comentarios:

Publicar un comentario