domingo, 11 de febrero de 2024

El ‘ajuste’ contra las provincias, el inicio del año escolar y las paritarias docentes


La decisión del gobierno de Milei de cortar el chorro del Fondo Compensador del Transporte –que financiaba los subsidios a los colectivos del interior- ha nacionalizado la cuestión del tarifazo en el boleto. En algunas provincias se conjetura una tarifa de 1000 pesos por viaje; otros gobernadores le han trasladado el fardo a los municipios, para que cubran la diferencia. No fue, sin embargo, el único recorte: Caputo también interrumpió los fondos para la garantía del piso salarial docente, junto a otros adicionales como el fondo de incentivo y por conectividad. Kicillof, después de anunciar el pago completo de los salarios de febrero, anticipó que no tendría condiciones de hacer lo mismo en marzo. En el mismo sentido se expresó Quintela, de La Rioja. Lo que se presenta como “torniquete” a las provincias es una aguda confiscación a sus trabajadores. En Santa Fe, los choferes han resuelto un paro de 48 horas por el impacto de los recortes en sus salarios; también paran los municipales rosarinos. La docencia tucumana va a una huelga de 72 horas. 

 Qué une a “unitarios” y “federales”

 La decisión de cortar las transferencias a las provincias ha sido interpretada como una represalia al traspié recibido por Milei y Caputo por la caída de la ley ómnibus. El mismo sentido tendría la inminente caída de los funcionarios nacionales ligados a los gobiernos de provincias, como el cordobés Giordano en el ANSES. Pero los gobernadores que ahora se autoperciben “castigados” se habían anticipado a trasladar a sus provincias el lema principal del gobierno “libertario”-macrista-no hay plata. Con esa tesitura, incumplieron los últimos compromisos de aumento de la paritaria 2023 –como pasó con Pullaro- o ajustaron a los salarios por debajo de la inflación –como Kicillof-. 
 Ahora, Milei les ha hecho beber, sin diluciones, la cicuta que peronistas, kirchneristas, macristas, militares o radicales han pregonado desde hace décadas: el traslado integral de los gastos educativos, sanitarios o sociales a los presupuestos de cada provincia, para que el Tesoro Nacional se aboque sin distracciones al pago de la deuda pública. Los “fondos compensadores”, que ahora Milei pretende cortar, fueron apenas el paliativo para que este régimen de asfixia presupuestaria sobreviva a posibles estallidos. Esa es la función de los paupérrimos incentivos o adicionales que enmascaran, por ejemplo, a la miseria salarial de los docentes. 
 En ocasión del debate sobre el paquete fiscal de la ley ómnibus –que incluía un aumento de las retenciones a las exportaciones agrarias- el santafecino Pullaro y el cordobés Llaryora encabezaron una rebelión que obligó a Caputo-Milei a retirar los impuestos del proyecto. En cambio, la reacción a los recortes a docentes es mucho más “moderada”: Pullaro dice que “no tomará un crédito” para pagar los salarios, Kicillof se ha declarado incompetente con vistas al mes de marzo. La apretada del gobierno nacional será utilizada para reforzar una política de ajuste provincial que ya se encontraba presente antes de los recortes de Milei. 

 Choque con los trabajadores

 La ley ómnibus, y hasta cierto punto el DNU, planteaban cambios estratégicos en la asignación de los negocios capitalistas y, naturalmente, en la relación con la clase obrera, como ocurría con la reforma laboral y la virtual eliminación del derecho de huelga. Pero los recortes que ahora anuncia Caputo implican un choque directo e inmediato con los trabajadores –es lo que pasa con la nacionalización de los tarifazos y los ataques al salario docente-. Victimizar a los gobernadores que acompañan el ajuste, apunta a paralizar a los trabajadores –y en primer lugar a la docencia- frente a esta confiscación. Los mandatarios “federales” descargan la responsabilidad por los tarifazos en el transporte y los ataques a los maestros, enfermeros y estatales en general en el gobierno central, pero no toman ninguna medida contra Milei y Caputo. Lejos de eso, el santafesino Pullaro, por ejemplo, prepara una nueva ley tributaria con un tratamiento `preferencial´ para el capital agrario. Los gobernadores impusieron el retiro del aumento de las retenciones a las exportaciones, pero no harán lo mismo con los derechos afectados a los trabajadores. Para enfrentar el ajuste ‘provincial’ de Milei habrá que empezar con una huelga contra los gobernadores que ya decidieron cumplir con el ajuste ‘libertario’. 
 Estas circunstancias ponen al rojo vivo el inicio del año escolar y las paritarias docentes, cuando el salario del sector es uno de los más atrasados del movimiento obrero. Para defender todas las conquistas salariales en peligro, y para asegurar un aumento salarial del 100% y la indexación mensual de acuerdo a la inflación, es necesario organizar una respuesta masiva. Es en lo menos que está pensando la burocracia de CTERA, en particular en las provincias que gobierno la UxP. Desde Política Obrera proponemos reclamar congresos de delegados con mandatos de escuela para organizar una huelga general por el aumento del ciento por ciento de los salarios y la defensa de los derechos laborales de maestros y profesores. 

 Marcelo Ramal
 09/02/2024

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