domingo, 3 de agosto de 2025

Expedición al fondo marino del CONICET: el relato de Milei y la exploración offshore, contra las cuerdas


La expedición que están realizando más de 30 investigadores, becarios y técnicos del CONICET a bordo del Falkor Too de la fundación estadounidense Schmidt Ocean Institute ha captado la atención del conjunto de la población argentina. La repercusión en los medios y canales de streaming se ha vuelto viral, con entrevistas y seguimientos en vivo desde distintos medios de comunicación. Los medios han tenido que hacer un seguimiento diario producto de los altísimos números de conectados en vivo a través de YouTube las 24 horas del día con picos de 52 mil, y pisos de 15 mil. En el chat de la transmisión además de los saludos y preguntas se cuelan permanentemente la situación de ataque que sufre el organismo. En entrevista en Radio con Vos, el investigador a bordo Ignacio Chiesa se quebró al denunciar “estamos viviendo un cuento de hadas acá arriba pero la situación es muy grave, un becario está por debajo de la línea de la pobreza”; también resaltó que la expedición es posible gracias a haber atravesado un riguroso concurso internacional en el que los científicos del CONICET, con un vigoroso plan de investigación, han ganado la posibilidad de utilizar el Falkor Too y sus robots submarinos, una inversión de varios millones de dólares. 
 Mientras tanto, el gobierno sostiene que al CONICET “hay que dinamitarlo”; señala que las investigaciones que se desarrollan allí son ajenas al interés de la población, pero habría que avisarle al presidente que mientras él estaba el jueves por la noche en el canal Neura con Fantino, perdió por goleada con el streaming científico. Parece que a la población más bien no le interesa escucharlo a él.
 Los trolls libertarios, admiradores de las teorías terraplanistas y negadores de la existencia de los dinosaurios y del cambio climático, han colado otra cuestión sobre la importancia de esta expedición. El “Gordo (fascista) Dan” declaró que “muy linda la biodiversidad”, pero en la zona se encuentran reservas de petróleo y que “van a hacer mierda todo para hacerse ricos”. Y es que en efecto en las cercanías de la zona de estudio es donde se han realizado las exploraciones offshore hasta abril de este año y que en los siguientes meses arrojarán los resultados sobre la presencia o no de petróleo. Las magníficas imágenes que se transmiten en vivo desnudan de cuerpo entero la importante biodiversidad que alberga el talud continental y el consiguiente crimen ecológico que representará la instalación de petroleras en la zona. 
 Si bien el estudio a bordo del Falkor Too es revolucionario por el método de muestreo (utilización de robots que pueden filmar y extraer muestras a más de 3.000 metros de profundidad) en la zona del talud se han realizado estudios en 2011 y 2012 a bordo del barco Oceanográfico Puerto Deseado de propiedad del CONICET, donde se describieron decenas de especies nuevas para la humanidad, y se concretaron más de 60 publicaciones científicas. El retroceso de los presupuestos anuales en Ciencia, a lo largo de esta década, han imposibilitado el desarrollo de vigorosas campañas en alta mar e incluso han dejado barcos con alta tecnología en desuso y sobrecargando de actividades y por lo tanto limitando el alcance de ellas a los pocos que quedan funcionando. 
 Los trabajadores del CONICET tienen en sus manos seguir poniendo a al país en lo más alto de las investigaciones científicas como también la defensa de un organismo emblema internacional. En ese sentido, preparan una acción de lucha federal con paro de 48 horas el miércoles 6 de agosto donde su epicentro en CABA plantea un acampe en el Polo Científico hasta que ingresen los becarios que ganaron los concursos para ser investigadores.

 Sergio Yeti
 02/08/2025

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